— No hay nada más que hablar, MinHo. La decisión esta tomada, te iras a estudiar a Corea.
Aquellas palabras se repetían una y mil veces en su cabeza. Su padre le había advertido desde hace meses que tenía que cambiar su actitud. Pero MinHo no veía nada de malo en él ni en su forma de ser, porque vamos, es solo un chico de 17 años que disfruta su vida, con fiestas, excesos y en una que otra ocasión con drogas, ¿No hay nada de malo en eso, Verdad?. Sus padres, en el fondo, sabían que el comportamiento de su hijo se debía en gran parte por culpa de ellos, y es que desde pequeño, MinHo solo a tenido la compañía de empleados, y nadie se a preocupado verdaderamente por el, ya que debido a sus trabajos casi nunca tenían tiempo para ello. De hecho, su madre a penas se recupero de la cesárea, volvió inmediatamente a trabajar. Así que sí, la actitud rebelde de MinHo era un grito de "Por favor, préstenme atención". Pero sus padres ya no pudieron soportarlo mas, y eso que aguantaron bastante. Desde escapadas del colegio, pésimas calificaciones, peleas con sus compañeros, incluso profesores. destrozos en su casa debido a las excesivas fiestas, hasta tener que ir a buscarlo a las 2 de la mañana a la comisaría porque MinHo y su grupo de amigos tuvieron un accidente automovilístico, en donde precisamente el era el conductor y estaba en un evidente estado de ebriedad. Milagrosamente ninguno de sus amigos salió con lesiones graves, pero aquella situación fue la gota que rebalsó el vaso, por eso, en estos momentos, Choi MinHo se encuentra a minutos de aterrizar en Corea del Sur, en donde pasará los siguientes años estudiando en Korea International School, uno de los mejores y mas estrictos internados de ese país, al que MinHo solo solía llamar "esa puta prision".
Con toda la tranquilidad del mundo MinHo descendió del avión, y es que quería retrasar lo mas posible su llegada hasta ese lugar, de hecho, se le había pasado por la cabeza la idea de arrancar apenas el avión aterrizara, pero sabía que era una estupidez.
Luego de recoger su equipaje vio a la distancia a un señor con su nombre escrito en un cartel y lo que parecía ser la insignia de su nueva escuela.
— ¿Choi MinHo? — El solo se limito a asentir y el mayor procedió a presentarse, presentación a la que no le presto mayor atención, de hecho solo escucho que era un profesor, ¿Solo eso era lo importante, no? Que mas le daba como se llamaba.
Salieron del aeropuerto y siguió al profesor hasta un mini bus, que al igual que el cartel desde hace un momento, tenia el logo de la escuela. ¿Todo esto solo para venir a buscarme a mi? Se cuestiono.
MinHo se mostró indiferente durante todo el viaje. Su profesor le hizo algunas preguntas para conocerlo mejor, pero el solo se limito a responder con un "Sí" o "No" cuando correspondía. Y es que no había mucho que contar, Solo soy un chico problema que casi mata a sus amigos y a si mismo en un accidente. Y es que MinHo sabia perfectamente que lo que hizo estuvo mal, y se arrepentía un montón. Pero siempre tomo la amenaza de su padre de mandarlo al otro extremo del mundo a estudiar, solo como eso, como una simple amenaza. Nunca pensó que sería capaz de cumplir con su palabra, no creía que fuera capaz de enviar a su único hijo solo, a un país extraño, porque a pesar de haber nacido aquí, había vivido 14 años en Estados Unidos, toda su vida estaba allá.
Dejo de martirizarse, ya la había cagado, no había nada mas que hacer, ademas de aceptar que aquel internado que ahora pasaba frente a sus ojos mientras miraba por la ventana del mini bus, sería su prisión.
— Bienvenido a KIS — Le dijo el profesor mientras descendían del bus — Tu dormitorio esta aquí, en el edificio 2A — Dijo mientras apuntaba aquel edificio de 4 pisos — Son pocos los estudiantes por cada edificio, así que espero que puedas llevarte bien con ellos — Ni siquiera quiero hablarles, pensó. — Ten, esta es la llave de tu dormitorio y tu credencial, con ella puedes pedir los libros de la biblioteca y el desayuno, almuerzo y cena en la cafetería. Es importante que siempre la tengas contigo. — Miro aquella tarjeta plastificada que el mayor acababa de entregarle y se dio cuenta que tenia su foto, definitivamente su padre se había encargado de todo. — Y no olvides pasar por asuntos estudiantiles a retirar tu uniforme. Puedes pedirle a algún compañero que te lleve hasta allá — ¿Uniforme? El jamas había usado uno. Definitivamente odiaba este lugar.
Luego de que el mayor se despidió, MinHo ingreso al edificio con algo de dificultad debido a sus maletas, y es que habían unas putas escaleras justo en frente, pero al fin lo logro.
Tenía que reconocer que el lugar era agradable, inmediatamente al entrar su vista se giro hacia la gran pantalla LED en la pared, justo en frente de un sofá que se veía muy cómodo, incluso pudo ver una mesa de ping-pong en una esquina. Le causo curiosidad que aquella sala común estuviese vacía, pero recordó que era día domingo, por lo que supuso que los estudiantes volvían con sus familias los fines de semana, lastima que el tendría que quedarse ahí la semana completa.
— ¿Choi MinHo, Verdad? — Le hablo un chico de repente, ni siquiera se dio cuenta en que momento apareció. — Mucho gusto, soy Kim JongHyun, el encargado de la convivencia de este edificio. Supongo que estas cansado por el viaje, así que solo ve a tu habitación y después te explicare como funciona todo aquí. — El asintió y trato de tomar sus maletas nuevamente. — Oh, déjame ayudarte.
Con la ayuda del chico subió sus maletas, ya que el jodido edificio no tenia ascensor. Llegaron al segundo piso y antes de seguir subiendo JongHyun le pregunto:
– ¿Cual es el numero de tu habitación?.
— Mmmh — Tomo la llave que el profesor le había entregado hace unos minutos atrás. — La tres.
— Oh... — JongHyun puso una cara rara que MinHo no supo descifrar. — Al menos estamos en el piso correcto, creo que moriría tratando de subir tus maletas otro piso mas. — Dejo salir un suspiro— ¿En serio necesitas tantas cosas?.
— Solo traje lo indispensable. — Se encogió de hombros. JongHyun dejo salir una risita.
— Habitación numero 3 — Dijo guiándolo frente a la puerta. — Suerte, la necesitaras. — Y aquel chico se fue corriendo. Raro.
Metió la llave en la cerradura e ingreso a lo que sería su dormitorio por los próximos años.
— Que mierda... — Hablo para si mismo. La habitación esta como si hubiese pasado un huracán. Se acerco hasta lo que parecía ser la cama, porque ademas, se sorprendió de ver solo una. Movió la montaña de ropa que había encima y se dio cuenta que de hecho eran dos camas, solo que su compañero de cuarto las había juntado.
Escucho una puerta abrirse, la que supuso era el baño, y vio salir a un chico pálido y con el cabello mojado, pero lo importante era, que aquel chico estaba completamente desnudo.
— ¿¡Quien eres tu!? — El chico se acerco lentamente hasta la cama para tomar una toalla y cubrirse. Pareciera que no le molestaba del todo que un extraño lo viese desnudo. — ¡Te hice una pregunta!.
— Tu nuevo compañero de cuarto. — Le respondió con una sonrisa. Aquella situación se le hacia de lo mas graciosa. Nunca pensó llegar aquí y ver a un chico desnudo, ademas, tenia que ser sincero, el chico era bastante bonito. No lo mal interpreten, MinHo no es gay, pero desde el inicio de su vida rebelde se a besado con un montón de chicos, por apuestas, juegos estupidos o simplemente por culpa del alcohol, pero nunca a llegado a algo mas y nunca se a sentido atraído realmente
por alguien de su mismo sexo. Yo solo la paso bien, solía decir a menudo.
— ¿Compañero?. — El chico tomo una camiseta, un boxer y un pantalón y se vistió rápidamente ante la atenta mirada de MinHo.
— Eso es lo que acabo de decir, ¿Eres sordo?. — Dijo mientras quitaba un poco de ropa de una de las camas para poder sentarse.
— ¡JongHyun! Explícame por que mierda hay una rana pervertida en mi jodido cuarto. — El chico salió gritando como loco por el pasillo. Dejando a un sorprendido MinHo.
¿Me llamó rana?