De Australia a Londres hay un solo paso.
O lo habría si las alfombras rojas, fueran eternas.
Porque el tiempo q pasan juntos ahí, en medio de todo el mundo; en realidad es el momento más íntimo q podrían tener. Las sonrisas comerciales, q luego se venderán mañana en las revistas de chismes, ahora justo ahora en realidad, son enlaces, de sus mundos, de los íntimos y secretos sentimientos q flotan entre ellos. Y están completamente solos a expensas de las miradas del otro nada más, aun cuando todo mundo gira en torno a ellos. Ellos ni lo notan. Solo existe Chris solo existe Tom.
Son sus brazos los q se buscan, su piel la q hormiguea por tocarse.
Y es un abrazo sentido lo q sedan, en medio del rojo suelo frente a los flashes.
Son toques en “broma” los q se lanzan, para mitigar la ansiedad de agarrarse, enfrente de quien les tenga q mirar.
Y da igual si está ahí, su esposa, o la novia. Dan igual los compañeros de trabajo, o los ojos del resto del mundo. Sus cuerpos se aprietan tratando de recortar la distancia entre Australia y Londres.
Sonríen contra la mejilla del otro, cuando sus pieles se rosan y casi dibujan contra su cara los labios curvados de cada uno, por la sonrisa enorme q corona sus rostros. Sus dedos, están rojos y tensos, estrangulados tratando de aferrarse al traje caro en el q sus cuerpos están envueltos, como si quisieran resacarlo hasta dejarlo hecho jirones y por fin explorar aquello q desde hace mucho quieren conocer. Esa piel, el arte de la recreación, en un lienzo tibio eh infinito.
Y bromean y se extrañan aun q se tiene cerca. Porque la verdad es q entre Australia y Londres hay más q un mar de diferencia. Pero ellos quieren estar juntos, asique al diablo lo q diga la geografía.
Disfrutan cada valioso segundo, de trabajo o trivialidad necesaria.
Disfrutan el camino rojo sobre esas alfombras, q al final los ara coincidir. O los grandes eventos de Marvel, o los programas de cismes q quieren averiguar todo sobre el popular elenco.
Solo tienen eso para ellos.
Horas de agotador trabajo bajo el set. Horas en programas muy malos q solo quieren controversia y algo de q halar. Minutos en una caminata triunfal donde van todos los grandes y fingen divertirse y ser amigos pero en realidad no lo son.
Lo único q les queda es la falsedad de Hollywood q parece acoger sus secretos como propios y no los delata.
Pero la pureza de los campos libres de Australia. O el viento frio e indómito de Londres.
Eso es para cada uno. Eso los separa. Y aun q sea una parte hermosa de sí mismos, no la pueden compartir con el otro.
Porque Australia y Londres. No esta aun paso de distancia.
Aun q casi se siente así. Cuando Tom esta contra su cuerpo, posando para una foto o algo así.
Chris casi siente tocar con sus manos, la Gran Bretaña. El pequeño ingles a su lado, es el mejor suvenir de Londres…
Y luego está el olor. De cuando en cuando. Cuando las cámaras se aturden entre sí, y los reporteros con cerebro de maíz corren tras la primera plana. Cuando hay solo segundos de valiosa casi privacidad. Tom muy discretamente aprovecha. Y pasa suave, solo la punta de su nariz por el traje, por el cuello o por el cabello de Chris. Y lo huele. Ese olor libre y limpio, es el olor de Australia. Tras todos los olores del lugar el ambiente, o la colonia de Chris un olor más natural eh imborrable, un olor escondido, duerme en su piel. El olor de la tierra q nunca podrá pisar.
Y ellos a veces piensan q es mejor así, q haya tanta distancia entre Australia y Londres. Que las alfombras no sean eternas, y todos los rodajes solo duren unos años a lo mucho.
Piensan q es mejor así. Porque de ser vecinos. Uno ya habría saltado sobre el otro, en frente de todo mundo o de nadie en realidad, solo da igual, no se habrían podido contener más.
Cuando sufres de tantos anhelos incontrolables, lo mejor q puedes hacer es poner distancias. Porque cada uno tiene algo q hacer, algo de realidad q lo ata, y no les permite estar juntos.
Chris tiene hijos y esposa. Tom tiene reputación y un hogar tradicional.
Nadie es libre. Entonces, no puede a ver amor.
Y maldicen y bendicen el tiempo y las distancias.
Algunas veces, Tom siente q no puede más. Y entonces la única eh incomparable sonrisa, q siempre lo caracteriza. Desaparece. Se esfuma como cenizas frías al viento, sin dejar rastro de su ireplicable chispa.
Y no le alcanzan los años de actuación o las mentiras de su personaje, para borra la amargura q le invade.
Porque quiere estar con Chris, por q ama a Chris. Y aun así no puede hacer nada al respecto, no puede pedirle a Chris q deje su familia, a su esposa, no puede pedirle q pongan en riesgo sus trabajos por su nueva orientación y no puede desligarse de lo q diría su propia familia; no puede acortar la distancia física entre Londres y Australia.
Chris ya ha aprendido a leer esta sombra de expresión en el rostro de Tom. Entre frustración y desesperanza. Un infinito dolor.
Tom tiende a volver sus dulces labios en un rictus serio, sus finas mandíbulas se tensan y se marcan en las esquinas de su rostro y la mirada tan baja q sus ojos parecen a punto de cerrarse. Es ahí cuando Chris más vulnerable lo siente. Y es como un niño pequeño y desconsolado al q quiere abrazar y dar amor. Y jurarle q siempre estar a su lado.
Pero puede hacer eso. No pude acercarse tanto a Tom, no frente a todos.
Y si lo único q tienes de momentos compartidos con la persona q amas, resultan ser momentos compartidos con todo el mundo también. Entonces no tienes muchas oportunidades de tocarlo aparte. De hablar y acercarse, y mimarlo hasta q sus panas se vayan, o por lo menos se difuminen.
Es en momentos como esos cuando la distancia entre Londres y Australia. Les recuerda q son incluso contienes separados. Entre Europa y Oceanía.
Tan lejos y tan cerca a la vez, en la misma alfombra frente a frente. En el mismo planeta tierra. No parece ser lo suficientemente cerca para estar juntos, para ser libres de expresar y sentir su amor, para ser quienes en realidad son.
Tras la conciencia de esto. Ni Tom ni Chris pueden seguir sonriendo, y con dificultad se mantienen en pie.
Pero entonces. Basta con q sus miradas bajas se topen, basta con q sus cuerpos choquen, basta con q la productora anuncia una secuela del rodaje anterior.
Entonces tienen la promesa de un tiempo juntos, aun q lo compartan con el resto del mundo.
Y parece q solo unos kilómetros más de tierra y mar, se han acortado. Para q por fin Australia y Londres estén juntos.
Parece como si alguien se hubiera bebido el mar, ahora hay menos agua en Oceanía. Parece q alguien se hubiera comido la tierra. Ahora hay menos espacio en África y por consiguiente Europa está más recortada, más asía el sur, más cerca de Australia.
Y nadie entiende muy bien. A que juegan Chris y Tom, mientras esperan para poder rodar su escena. Pero les ven con un mapa en mano, pintarrajeando de negro de aquí para allá. Hasta q quedan solo dos continentes Europa y Oceanía. Y un único camino conecta a Londres y Australia.
Nadie más q ellos, dos. Sabe lo q significa aquel simple juego donde pintarrajean el mapa, y sueñan q sus distancias son más cortas…
Nadie entiende q tal vez, solo un poco. Londres y Australia estén a un paso de distancia.
Fin.
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