Había pasado un mes, Katsuki Yuuri regreso a Japón y dirigir sus empresas; para mala fortuna de la familia amiga que le protegió en su infancia; estaba en la ruina. El contador de dicha familia no hizo los pagos correspondientes de los impuestos durante los últimos cinco años, provocando que el matrimonio Kenjirō, murieran en un accidente de trafico cuando venían de buscar al contador quien los había robado. Era tanta la desesperación del jefe de familia que sufrió un infarto mientras conducía, perdiendo el control y volcar el auto donde viajaba acompañado de su esposa. Dejando a un adolecente de escasos 14 años huérfano; Yuuri durante el sepelio juro proteger al único hijo del matrimonio Kenjirō, el adolecente lloraba aferrado al doncel. Yuuri acaricio sus cabellos, tomándolo del cuello para abrazarlo y vaya sorpresa se llevó al ver la marca de doncel en parte de su nuca.
Por dios, Minami es doncel- pensó. Seguido de mirar a su asistente, ella se acercó a él y le dijo la condición del jovencito – prepara todo, a partir de este momento él será mi responsabilidad- Minako solo afirmo, para retirarse.
…
Algunas horas después, Yuuri llego a casa acompañado del menor- yo quería ir a mi casa- dijo Minami.
Escúchame pequeño- dijo el peli negro- esta ahora es tu casa- viendo como el doncelito soltaba las lágrimas- que más me hubiese gustado que llevarte a la que ha sido tu hogar por tantos años. Se que esto que te diré no será fácil pequeño, pero necesito que sepas toda la verdad- el petirrojo solo afirmo intentando en vano limpiar las lágrimas- el contador de tu padre, les robo todo- el rostro de Minami era una sorpresa total- tus padres hace un par de años, me pidieron de ser necesario y ellos faltaran yo fuera tu tutor- el niño solo afirmaba entre las lágrimas- ese ladrón no pago los impuestos y el fisco no perdona; pero te juro que hare todo lo posible para salvar lo que quede de tu patrimonio- dijo Yuuri para abrazar al petirrojo, quien se aferraba a él en un mar de lágrimas.
Minami fue llevado a la habitación de Yuuri para que descasara, mientras acondicionaban una habitación para él. Al mismo tiempo que Minako llegaba con una cara desencajada- Yuuri, esto es terrible- dijo la morena.
Que ha pasado Minako-sensei, porque ese rostro preocupado- dijo Yuuri.
El fisco lo ha incautado todo. No me han dejado entrar a la casa de los Kenjirō y no conforme con eso, la prensa amarillista ya han lanzado la bomba de que la familia eran una escoria que vivían de los demás y no pagaban impuestos- dijo Minako realmente molesta y preocupada.
Rayos- golpeando el escritorio- que has investigado sensei- pregunto Yuuri.
He solicitado a Yuko y Takeshi que investiguen las cuentas y propiedades de las que disponían los Kenjirō- decía la morena- por la mañana tendremos todos los documentos y veremos qué podemos hacer por Minami- dijo Minako- necesitas algo mas Yuuri- pregunto la fémina.
Ya sabes que hacer, no necesitas preguntar- dijo Yuuri- tienes luz verde a proceder a como mejor te plazca- fue la orden contundente.
Minako se retiró, mientras el peli negro subía a su habitación y ver al doncelito; quien dormía con el rostro en lágrimas. Se acercó a él y acaricio su rostro, retirando las lágrimas- se cómo te sientes pequeño, pero te juro que ese ladrón pagara por lo que les hizo a tus padres- Se colocó su pijama y se acostó junto al petirrojo.
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Dos semanas después…
Yuuri dirigía las empresas desde su hogar, no quería dejar solo a Minami; sabía que con su perdida no podía dejarlo solo, vaya que lo sabía por experiencia propia. Ya que él con solo 7 años intento suicidarse, al no soportar la perdida de sus padres y hermana mayor y fue justamente la familia Kenjirō quien lo acogió en su hogar como un hijo más; en aquel entonces Minami aún no había nacido. Así que ahora era su turno el darle el hogar que el doncelito necesitaba, de la misma manera que su familia lo había hecho años atrás.
El peli negro estaba tan concentrado, cuando llamaron a su puerta dando el pase- Yuuri- entrando Yuko, seguida de tres niñas no mayor a los 7 años- será k podemos hablar en privado- pidió amablemente.
Por supuesto- dijo el peli negro- Axel, Lutz y Loop, porque no van al jardín y le hacen compañía a Minami- pidió dulcemente Yuuri.
Y si mejor nos das permiso de usar la pista de hielo- pregunto Axel, mientras ponía sus ojitos brillantes de la emoción por recibir una afirmación, mismos que ponían las otras dos hermanitas.
Ok, pero tienen que invitar a Minami- dijo Yuuri con una sonrisa.
Minami!!!!!- salieron corriendo las trillizas.
Estas niñas, no tienen remedio- dijo Yuko.
Ni te quejes amiga, mira que las nombraste como los saltos del patinaje- acuso Yuuri con una risita, para cambiar rápidamente a uno más serio- pero dime Yuko, de que quieres hablar.
Es sobre Minami- el peli negro se puso por demás serio- a pesar de que Minako-sensei hizo lo necesario para callar a la prensa amarillista, el daño está hecho- el doncel se molestó un poco- las habladurías están a la orden del día y en cuanto alguien reconozca al niño. Le empezara a caer tierra de todos lados, a esos oportunistas no les importa quien hizo el daño, solo les importara señalar- dijo Yuko.
Ya había pensado en eso, por esa misma razón le dije a Takeshi que pusiera los papeles en orden de ser necesario. Minami pasara a ser un Katsuki, lo adoptare como mi hermano menor. A ver si la gente se atreve a señalarlo y hacerle daño, ellos sabrán que les conviene- dijo Yuuri demás serio.
Y mientras tanto, qué es lo que hará Minami- pregunto Yuko.
Tarde que temprano, deberá regresar al colegio- decía el peli negro- espero que las cosas no se salgan de control- dijo Yuuri.
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Tres días después Minami llego en un mar de lágrimas a casa, subió corriendo y detrás de él Takeshi. Yuuri se sorprendió de verlo subir a toda prisa entre lágrimas- que ha pasado- pregunto seriamente a su amigo.
No quiso decirme k paso- dijo Takeshi- subió al auto en un llanto silencioso. Pero si me di cuenta de que muchos de sus compañeros le miraban de manera desagradable.
Iré hablar con él- dijo Yuuri. Subió hasta la habitación del petirrojo y lo vio ahogado en llanto- que pasa mi pequeño- dijo el doncel mayor con ternura- porque ese llanto- pregunto dulcemente.
El menor se aferró a la cintura del mayor y lloro hasta que se cansó, para dar paso a un sollozo más tranquilo- mis compañeros, “snif”, “snif”, ellos dijeron que mis padres eran unos estafadores, que eran malas personas. Dijeron que yo era malo, igual que ellos- para mirar al mayor a la cara en un mar de lágrimas nuevamente- te juro Yuuri que no soy un doncel malo, si soy caprichoso, pero no soy un chico malo- dijo Minami.
El mayor acaricio su cabeza y le beso la frente- tranquilo pequeño, esos tontos solo se dejan llenar la cabeza de tonterías- se recostó con él y se quedaron así un poco más tranquilos. Pasada una hora en silencio el mayor miro al petirrojo- pequeño- teniendo la atención del menor- quieres que te cambie de colegio, quieres tomar clases particulares- pregunto Yuuri.
No quiero volver al colegio, pero no quiero ser una carga para ti Yuuri- dijo Minami. Para soltar las lágrimas otra vez- siempre voy amar a mis padres, pero no creo que pueda soportar el ser señalado por esas malas personas- bajando el rostro y volver a llorar.
Te gustaría ser mi hermano- el petirrojo levanto su rostro sorprendido aun con lágrimas- si tú lo deseas puedes llevar el apellido Katsuki, pasaras a ser mi hermano pequeño. Nada te hará falta Minami; te pondré maestros particulares, podrás retomar tus entrenamientos de patinaje. Pero la decisión en tuya- dijo Yuuri.
Pero no estaré traicionando a mis padres, si cambio mi apellido Kenjirō por Katsuki- pregunto Minami.
Claro que no pequeño, ellos jamás pensarían que los traicionas. Después de lo ocurrido es lo mejor para ti, para tu tranquilidad pequeño. Cuando seas mayor de edad, tú decidirás si usas el apellido de tu familia o el Katsuki, no te vayas a sentir presionado- dijo Yuuri, limpiando su rostro.
Entonces hazlo Yuuri, por favor. No quiero seguir sufriendo- dijo Minami.
Así será pequeño. En cuanto al colegio tomaras clases particulares y conseguiremos un nuevo entrenador de patinaje- dijo Yuuri.
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Mientras eso pasaba en Japón; en Rusia. Un mes atrás…
El lunes a primera hora Viktor se encontraba en su oficina, con los documentos que había pedido a Yakov; revisaba detenidamente los contratos de los negocios. Paso toda la mañana revisando y planeando una nueva estrategia de mercado, así como que lugares eran buenos para expandirse. Llamando a su asistente- diga Sr. Nikiforov- con libreta en mano
Convoca a una reunión con los jefes de departamento- la asistente anotaba- programa la reunión para las 10:30 a.m. que todos lleven propuestas de mercadeo y expansión. Todas las ideas y propuestas serán tomadas en cuenta, se analizaran y posteriormente al estudio se le dará seguimiento- decía el peli plata- contrata el servicio de restaurante, la reunión será por varias horas y dile a Yakov k venga lo antes posible- dio la orden Viktor.
Enseguida señor- dijo la asistente, para salir de ahí.
Minutos después Yakov se hacía presente- Vitya, dime para que me necesitas- pregunto el mayor.
Ya te habrás enterado de la reunión- el mayor afirmo- dependiendo de las propuestas e ideas, quiero que te encargues personalmente del mercadeo en los lugares donde los japoneses no hayan invertido- el mayor seguía afirmando- y quiero saber los movimientos de los americanos- dijo Viktor.
Dalo por hecho Vitya- dijo Yakov, para retirarse.
Una vez solo, el peli plata se ponía a pensar en la estupidez k había acometido con el japonés- espero que jamás recuerdes Yuuri, no soportaría ver tus lagrimas otra vez, no quiero ser responsable de tu sufrimiento otra vez.