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Cigüeña por Sora1827

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Notas del fanfic:

Los avengers no me pertenecen. 

cigueñas esta basada en la pelicula del mismo nombre.

 

Desde tiempos inmemoriales, las cigüeñas entregaban bebés. Desde su lugar en la montaña cigüeña, servir era un honor y un privilegio.

Hasta que un día, dejaron de entregar bebés. Para muchas parejas fue algo devastador, quienes habían tenido la ilusión de tener un hijo. 18 años han pasado y muchas de esas parejas perdieron las esperanzas, su hijo soñado jamás llegaría.

O eso se creía...

Hasta ahora…

 

<Mundo AA>

Todos los vengadores estaban en la sala, estaban escuchando anécdotas de Thor, era uno de esos días, donde el mundo estaba tranquilo y sin amenazas.

-Ahora que lo pienso, siempre eh querido preguntarles ¿Las cigüeñas entregan bebés? – pregunto el Asgardiano.

-¿Quién te dijo eso? – Lo miro Sam confundido.

-Bueno, hace unos días en una misión, me topé con una niña y dijo algo de que esperaba que la cigüeña le trajera a su hermanito.

Todos se miraron entre sí, pero tanto Steve como Tony se miraron con algo de tristeza, la pareja llevaba 2 años casados, siendo felices pero con un deseo que no esperaban que se cumpliera.

-Hace tiempo las cigüeñas hacían eso, de hecho creo que es una de las pocas cosas que en este mundo no tienen explicación, pero hace años dejaron de hacer esa labor.- explico Bruce.

-Según lo historia, una pareja les enviaba una carta, y después de un tiempo ellos aparecían con un bebé. Aunque eh escuchado de parejas enviado cartas con la esperanza de que les traigan a su niño o niña soñados.- respondió Clint.

De pronto el arquero sintió un escalofrió y noto la penetrante mirada de Natasha, quien no se mostraba contenta, y por inercia miro a la pareja de esposos, rápidamente entendió lo que sucedía.

-Vaya, hubiera sido genial poder ver aquello.

El silencio inundo la habitación que duro por algunos minutos, hasta que una pequeña alarma sonó en el complejo.

-¿Qué sucede Jarvis? – Se levantó Tony de su asiento preocupado.

“Señor detecto una gran cantidad de cigüeñas, por toda la ciudad”

-¿Q-que? – Tony quedo sorprendido, pero no quería hacerse ilusiones.

Steve tomo las manos de su esposo, para darle ánimo y sonreírle cálidamente.

“Señor una de esas aves se acerca al complejo”

Todos al escuchar se sorprendieron pero sin perder tiempo, fueron a la entrada principal, donde una cigüeña iba aterrizando, rápidamente Steve y Tony se acercaron al ave, quien les entrego un paquete envuelto en una manta, al abrirlo se sorprendieron de ver un precioso bebé, cabello negro, ojos azules, piel blanca, y que al ver a la pareja empezó a sonreír.

-Sin querer pudiste verlo.- contesto Sam, mirando sonriente la escena.

-Creo que no soy el único que cumplió su deseo.- sonrió el Asgardiano.

-Parece que debemos hacer una fiesta.- Hablo emocionado Clint.

Los vengadores se acercaron para darle la bienvenida, al nuevo integrante. Tal parecía que sus días, serían más difíciles y divertidos de ahora en adelante.

 

<Mundo UCM>

Tony llegaba al complejo de los vengadores, había estado en una estresante junta con Ross quien aún lo acusaba de esconder a sus ex compañeros. Camino hasta la sala, se sentía el lugar tan grande y solitario. Por la hora suponía que Rhodes estaría en sus terapias, el mocoso de Peter, lo iba a visitar algunas veces por semana, pero ese día regresaba de un importante concurso de su escuela. Visión, pues suponía que el androide estaría en la biblioteca o en alguna parte del enorme edificio.

Era en momentos como esos en donde detestaba la soledad, le hacía recordar cosas que no quería recordar. Rememoraba todas aquellas cosas que perdió con aquella guerra civil, quería embriagarse hasta olvidar todo, pero recordar la mirada de aquellos que permanecen a su lado, lo impide. No quiere decepcionarlos, quiere avanzar pero no puede.

En una de las mesitas de la sala, observa un sobre amarillo, donde están los papeles de divorcio que solicito a su abogado, sabe que en el momento en que las firme, ya nada lo unirá a Steve.

La persona que más amo, la persona que escogió a su amigo por sobre él, la persona que le mintió.

Meneo la cabeza, como si eso pudiera alejar aquellos pensamientos de su mente.

-Buenas tardes señor Stark.- llego Visión, mientras traspasaba una de las paredes.

-Buenas tardes Vis.- Sonrió Tony, sabiendo que por mucho le dijera que pasara por las puertas, el androide no lo haría. – ¿Estuviste en la biblioteca?

-Así es. Me son fascinante las historias que los humanos pueden crear. Pero hubo un libro que me llamo mucho la atención.

-¿Así? ¿Cuál?

-Las cigüeñas.

Tony se congelo ante esas palabras.

-Leí la historia sobre como ellos entregaban bebés, lo extraño, es que en los recuerdos que aún conservo de Jarvis, sé que esa historia es cierta, aunque mucha gente lo considera un mito desde hace más de una década.

Tony trato de no mostrarse triste, pero visión le hizo recordar la época en que Steve y el siendo esposos habían mandado una carta, sabían que las cigüeñas tenían años sin entregar algún bebé, pero no perdían nada con intentar. Pero ahora que lo pensaba, se cuestionaba si las cosas hubieran sido diferentes con un hijo. No. probablemente las cosas hubieran sido iguales.

-Pues es verdad, solo que muchos prefieren decir que es un mito, debido a que mandaron carta con la esperanza de tener un bebé, pero como jamás llego, supongo que buscaron la forma de olvidar su tristeza.

-¿Por qué las cigüeñas dejaron de entregar bebés?

-Eso es un…

La charla fue cortada de manera abrupta cuando una alarma sonó en el complejo, Friday le mostro en una pantalla lo que sucedía en la ciudad, decenas de cigüeñas sobre volaban New york. Sin saber porque, Tony se dirigió a la entrada principal, Visión iba detrás de él, confundido por las acciones del castaño, al llegar afuera una cigüeña estaba frente al genio.

Tony se acercó y tomo el paquete, noto que era muy pesado, al desamarrar la manta, su expresión de asombro paso a segundo plano, mientras sonreía y unas lágrimas bajaban por sus mejillas. Dos lindos bebés lo miraban curiosos para luego sonreírle. Eran una parejita, niño y niña, el niño era rubio y de ojos color chocolate, mientras que la niña era de cabello color castaño claro y de ojos azules.

Tomo a los bebés en sus brazos y los abrazo fuertemente, mientras lloraba, era el momento más feliz de su vida, y Steve no estaba a su lado. Sintió una mano en su mejilla y noto al pequeño que lo miraba de manera curiosa, le dio un beso en la frente a cada uno haciendo que ambos soltaran un grito de felicidad.

Ahora tenía dos grandes razones para avanzar, y mirar hacia el frente. Siempre pensando en el futuro, y velando por aquellos tesoros que habían llegado en el momento más necesario. Camino al complejo junto a Visión quien miraba con curiosidad a los niños. Mientras que Tony ya se imaginaba las expresiones de sorpresa que Happy, Rhodes y Peter pondrían ante la llegada de los nuevos miembros de su familia.

…..

Miraba con tristeza, las noticias, en donde se anunciaba un acontecimiento increíble, las cigüeñas después de varios años, habían vuelto, y con ello, miles de niños. Vio la entrevista de algunos padres emocionados, con la llegada de su hijo, algunos contando la anécdota llenos de emoción.

El simplemente apretó los puños lleno de dolor. Porque quizás los hijos que alguna vez soñó con Tony, estarían con él.

Estaba tentado a esperar a que todo se resolviera, pero sabía que el esperar a veces no era bueno, así que sin decirle a nadie tomo una decisión. Solo esperaba que no fuera demasiado tarde.

 

<Mundo EHM>

Tony trataba de calmarse, pensando que aquella escena era producto de su imaginación.

-Awww están lindo.

Miro a Jane quien tomaba en sus brazos a la pequeña cosa.

-Tony deja de mirar como tonto, y saluda a tu pequeño hijo.

Miro al pequeño bebé de cabello negro y ojos cafés, sonreír con emoción. Aun trataba de asimilar su sorpresa. Nunca creyó que llegara en este momento. Tomo en brazos a su pequeño niño, mientras sonreía, ni siquiera noto que la cigüeña se había ido, incluso ignoro a Jane.

No sabía cuánto tiempo estuvo en la sala, admirando al pequeño. Pero un temblor en el complejo lo hizo ponerse en alerta, entonces noto la presencia de Thor, Hulk, Hank, Clint, Natasha, T´challa, Visión, Steve, quienes se mostraban preocupados.

Pero su preocupación paso a asombro al notar lo que Stark tenía entre sus brazos.

-¿Qué hacen aquí? – Los miro Tony sin comprender.

-Vamos Tony.- Sonrió Avispa. – Esta es una ocasión especial, todos debían estar aquí.

-No me digas que robaste un bebé.- Lo miro Barton entre divertido y asombrado.

-Creo que eso sería imposible, menos cuando algunos rasgos del bebé son de Tony.- Respondió Hank.

-Chicos, hoy la cigüeña trajo al bebé del Capitán y Tony.- Hablo emocionada Jane. – Hay que hacer fiesta.

Todos se miraron entre sí, para aceptar la sugerencia de la mujer. Así que se dirigieron a la cocina para iniciar los preparativos, mientras dejaban a la pareja sola.

-¿Somos padres?

Tony asintió un poco temeroso de la reacción de su esposo, pero toda duda o miedo desapareció ante el abrazo y la emoción que mostraba en el soldado.

-¡Somos padres! – grito emocionado Steve, mientras besaba a su esposo y a su nuevo hijo.

Ambos se sonrieron, mientras se dirigían a la cocina. Imaginaban que todos estarían curiosos de conocer al nuevo integrante.

 

<Mundo 3490>

Miraba con aburrimiento con cualquier cosa en la tele, debido a una batalla resultó gravemente herida, y su esposo aun sabiendo que estaba bien, tomo la decisión de no ponerla en misiones hasta que estuviera totalmente recuperada.

Natasha a pesar de su renuencia, decidió cumplir con la petición de Steve. Sabía que el soldado podría abandonar lo que sea que estuviera haciendo si ella estaba en otra misión y en su estado actual. Por lo que prefirió tomarlo como unas pequeñas vacaciones. Pero de todas maneras se aburría, lo peor no podía entrar a su taller a menos de que fuera estrictamente necesario o urgente.

De pronto Jarvis menciono algo que ocurría en el exterior, al escucharlo, Natasha salió corriendo aun sabiendo que sus heridas podrían abrirse, al salir noto a una cigüeña, rápidamente tomo el paquete, al desenvolverlo vio a una preciosa niña de cabello rubio y ojos azules.

Sus ojos miraron con emoción a la preciosa niña, la brazo provocando que esta sonriera. Vio como la cigüeña se iba.

-Sabes cuando tu papá llegue se llevara una enorme sorpresa.- Caminaba adentro de la mansión, mientras admiraba los rasgos de su pequeña niña.

Parte de la mañana y tarde, consiguió lo básico para su niña. No que ella no fuera esperada, pero ella y Steve trataban de no hacerse ilusiones, no cuando aquellas aves tenían tiempo sin aparecer.

Para cuando la noche llego, Natasha estaba en la cocina preparando un biberón.

-Eh vuelto…

Natasha saludo a su esposo, quien estaba en shock al ver a una pequeña rubia sonreír al verlo.

-¿Tasha?

-Cariño, creo que tendré que quedarme por un tiempo más en la casa.- dijo con burla la castaña.

Steve corrió en dirección del bebé, para abrazarla con emoción. Después de algunos minutos, dejo a la niña en la sillita donde estaba, se dirigió hacia su esposa, le dio un beso y la abrazo.

-Te prometo que las protegeré a las dos.- susurro Steve.

-Lo se.- acaricio los rubios cabellos de su marido.

-Mañana les daremos la gran noticia a todos.

-¿Mañana?

-Es que hoy las quiero tener para mí solo.

Natasha soltó una leve risita ante el comentario de su esposo. – Que egoísta me salió capitán.

-Lo soy, siempre y cuando se trate de ti, ahora también con nuestra hija.

-Entonces mañana será un agitado día.

 

<Mundo AvAc>

No sabía cómo tomar esto, de hecho quien en su sano juicio lo haría. Hacía más de pocos minutos una cigüeña apareció, trajo consigo un paquete, siendo nada más y nada menos que un bebé.

¡Un bebé! Trataba de mostrarse calmado, pero entre más observaba esos cabellos castaños y ojos color chocolate, perdía la compostura. En otro tiempo hubiera estado emocionado de tener un hermanito.

Pero ahora, todo era distinto. No tenía padres, estaba en una academia que no podría considerarse normal, y solo contaba con 17 años. Legalmente no es apto para cuidar de un bebé.

Miro al niño quien se encontraba contento y cómodo en sus brazos. Aun recordaba cómo años atrás, cuando era un niño mando una carta a las cigüeñas, con la esperanza de que le dieran un hermanito, cosa que no sucedió. Año tras año espero ilusionado, pero esa ilusión se perdió con el fallecimiento de sus padres.

-Pobre criatura que estará bajo tu cuidado.

Frunció el ceño ante la presencia de Loki, quien al parecer había entrado a su hogar para prepararse un sándwich.

-Porque no te largas de aquí.- hablo fastidiado.

-¿Y perderme el grandioso momento donde hables con Fury?

-Te equivocas no hablare con Fury.

-¿Lo mantendrás en secreto? – expreso dramáticamente.

-Claro que no. Me refiero a que quizás le busque personas que puedan cuidarlo.- hablo en susurro, mientras miraba triste al infante.

Ambos habían estado tan sumergidos en su conversación que no habían notado que alguien más los escuchaba.

-¿Por qué?

-No me creo capaz de protegerlo.

-Claro que eres capaz.

Tony se sobresaltó ante la presencia de Steve, mientras que Loki decidió retirarse lentamente. Era mejor estar haciéndole bromas a su tonto hermano y de paso quizás alguien se entere de las buenas noticias.

-¿Capipaleta?

-Tony no creas en las palabras que la gente te dice, sé muy bien que eres alguien asombroso. También estoy seguro que darás la vida por este niño.

-Steve, tenemos 17, si muchos dicen que a veces es difícil ser hermano, imagínate que ahora no solo seré su hermano sino su padre.

-Todo estará bien. Yo estaré contigo.- acaricio el rostro del castaño, mientras un sonrojo se extendía en sus mejillas.

Tony solo pudo sonreír, entendiendo aquellas palabras. Hoy en definitiva era un gran día. Ambos jóvenes miraban con fascinación al pequeño bebé, sin tener idea que todos los estudiantes en la academia ya sabían de una interesante noticia.

Steve Rogers y Tony Stark eran padres.

Loki solo se divertía con el revuelo de todos, pero de algo estaba seguro, ese no sería el único día lleno de diversión.


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