Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Jeon | VKOOK-TAEKOOK por LeviAlways

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Vivo enamorada de esta pareja y necesitaba escribir sobre ellos.

Espero que os guste <3

 Jungkook pensaba firmemente en si les podrían escuchar. 
 
Realmente, no lo había considerado en un principio, pero estaba más que seguro de que cualquiera en un radio de dos habitaciones podría escucharles, aunque, francamente, no fuera una de sus prioridades en ese momento,-él tenía pocas cosas en las que pensar si se encontraba en esa situación-.
 
Tae sostenía en puños las sábanas a ambos lados de su cabeza, con el flequillo húmedo y la mirada desorientada entre el cuello amoratado de Jungkook y sus labios rojizos. 
 
Le había besado y mordido todo el cuerpo en la medida de lo posible, y todavía se sentía retado cuando el menor alzaba las caderas en busca de más contacto, con una sonrisa satisfecha y los brazos alrededor de su cuello, arañándole la nuca y tirando de su pelo cada vez que la erección de Tae tocaba justo en su punto.
 
Aceleró las embestidas mientras mordía el cuello de Jungkook, quien todavía lloriqueaba Sí. Más rápido. Dios, Tae, Dios. Y el mayor pensaba que nunca en su vida su nombre podría sonar tan bien y tan correcto como en ese momento. Ambos llegaron al límite entre sudor y saliva caliente, con la lengua más ocupada que de normal y las manos inquietas por todas partes, entre jadeos graves y llenos y gemidos que morían entre beso y beso. 
 
Jungkook no podía parar de pensar en la suerte que tenían de estar solos en casa en ese momento. Le debía un favor a Jin. Aunque realmente ya le debía unos cuantos.
 
Tae salió despacio y se desplomó a su lado, arrastrándole con él a su pecho ignorando que necesitaban una ducha y posiblemente un cambio de sábanas. Le besó el pelo mientras él se dedicaba a acariciar su pecho tostado, con una pierna sobre las suyas y sin prestar la mínima atención a que estaban totalmente desnudos el uno para el otro. 
 
-Jin me dijo que volvería pronto, pero creo que se retrasará lo suficiente.- Habló Tae al cabo de unos minutos, con el tono ronco y todavía un poco acelerado. Jungkook alzó la cabeza dirigiéndole la mirada con el ceño ligeramente fruncido.
 
-¿Lo suficiente para qué?- Tae le miró con la sonrisa lobuna, los ojos todavía brillantes por el orgasmo y las manos rodeándole la cintura. Le besó en los labios incorporándose sobre él, mientras sentía la entrepierna de los dos chocando contra su vientre de nuevo. 
 
Jungkook perdió el sentido de la responsabilidad cuando Tae se deslizó por su entrada sin dificultad, haciéndole gritar por lo sensible que se sentía y llevando sus manos sobre su cabeza, devorando lo poco que quedaba de sus clavículas sin colorear, y dejándose hacer aún con la incomodidad y el ligero dolor de los dientes de Tae mordiendo todo a su paso, siempre pensando en el tiempo que hacía que alguien que no fuera él le tocaba de esa manera. 
 
Ni lo recordaba ni quería. 
 
Había tardado demasiado poco en aprenderse toda la piel de Tae de memoria, dónde prefería que le besara, le lamiera o le mordiera,-y en su caso, las prefería todas juntas-, y cuál era el momento en que se retorcía con el cuello hacia atrás y gemía grave porque llegaba al orgasmo. 
 
También sabía que nunca podía dar nada por hecho con él, que lo típico sería machacarle cuando le entraran ganas y si luego Jungkook cojeaba por las esquinas no era asunto suyo. Pero podían hacer el amor de manera tranquila o brutal, como cuando Jungkook aguantaba las miradas lascivas de Tae en alguna entrevista, cachondeándose de él desde la otra punta y Jungkook vengándose arráncandole la ropa en el baño más cercano, con la burla y el deseo en la cara del mayor. Pero después volvían juntos a la normalidad. Podían volver juntos a la normalidad.
 
-Jeon.- Jungkook sonrió por inercia, librándose del agarre de sus manos con una sonrisa burlona y atrayéndole para besarle, interrumpiéndole cada segundo gimiendo sobre sus labios, y regodeándose mientras Tae se volvía loco pensando en qué momento había aprendido tanto. 
 
-TaeTaeTae.- Llegó al límite en su mano, apartándole el flequillo castaño mientras sentía como bajaba el ritmo dentro de él y estallaba con los ojos cerrados, sin apartarse del toque de Jungkook. 
 
Jin y el resto llegaron media hora después, dándoles el tiempo justo para que pudieran ducharse y arreglar la habitación que compartían Jungkook y Suga. Se acomodaron en el sofá con un suspiro, el menor tumbado sobre el regazo de Tae mientras se obligaba a no dormirse por el cansancio y se convencía un segundo después de que podría dormir mientras Jin hacía la cena, que Namjoon le perdonaría tener que ayudarle esta vez y Hobie no dejaría que se acostara sin cenar.
 
Se despertó con la molestia constante en la parte baja de la espalda, unas piernas sobre su pecho y la curiosidad de cómo había llegado Suga a dormir del revés en una cama de noventa, maldiciendo el día en que se le ocurrió juntar sus camas por si el menor se caía,-porque eso era típico en él, y todos habían aprendido que si no dormía con el cuerpo de Tae rodeándole por todos lados, pasaba la noche revolviéndose hasta terminar en la alfombra que especialmente decidió colocar junto a la cama sólo por si acaso-.
 
No contempló la posibilidad de intentar despertarle, y prefirió meterse en la ducha hasta que no deseara quedarse en la cama un rato más porque luego le tachaban de perezoso. Se desvistió frente al espejo de media pared, y pudo observar tranquilamente la constelación púrpura a lo largo de sus clavículas, la base del cuello,-lo suficientemente bajas para poder disimularlas vestido,- y las ingles, todas del mismo tamaño y la forma de los labios y la boca caprichosa de Tae.
 
No le dolía demasiado como otras veces, en las que Tae no pensaba demasiado en la palidez y la constitución de Jungkook y se lucraba con su cuerpo demasiado bien como para que se pudiera negar a nada. Se puso otro pijama antes de salir al salón, donde Jin miraba las noticias distraídamente mientras desayunaba. Jungkook cayó en que era pronto todavía como para que el resto se hubiera despertado.
 
-Anoche te llevaron a la cama antes de cenar, pero te guardé tu parte para comer hoy, sé que es tu favorita.- Jin sonrió, haciendo que Jungkook se preguntara cómo podía estar siempre de buen humor a cualquier hora del día. Rodeó sus hombros desde atrás, apoyándose en su hombro.
 
-Me salvas la vida, Jin. Gracias.
 
-No pasa desapercibido el poco disimule que tienes para caminar con el culo destrozado.- Jungkook rodó los ojos, dándole la espalda a Jin mientras preparaba café y fruncía los labios.
 
-Ayer me lesioné un poco en el estudio, eso es todo, no saques las cosas de contexto.
 
-Sí. Pero todavía no han puesto el dormitorio y a Tae allí que yo sepa, ¿no? Debería prestar atención a su dieta, a ver si hay algún secreto para esa energía que tiene siempre.- Sonrió socarronamente alzando las cejas mientras bebía de la taza. Jungkook se carcajeó negando, y Jin le imitó un segundo más tarde.
 
-No lo confesaré jamás, pero aquí el pequeñín es igual de revoltoso y duerme el doble que yo.- Un Tae con el pelo revuelto y el pantalón largo como único pijama entró bostezando. Jin decidió fingir con una sonrisa tranquila que no veía las mil marcas rosadas en su pecho, con la mirada avergonzada de Jungkook encima.
 
-Le pediré a Jimin que tome nota, le entretiene más el rollo de la investigación que a mí.- Tae se encogió de hombros riendo, tanteando su propia piel con una mueca de pereza cuando cayó en que no llevaba nada puesto.-:Ah, por cierto, es tu turno de limpieza de hoy, te toca el salón, la cocina y tu baño.
 
-Jiiiiiin, no puedes decirme esto nada más levantarme, ten algo de piedad.- Se quejó con un puchero, dirigiéndose a Jungkook para rodearle la cintura con un Buenos días mientras éste desayunaba en la isla de la cocina.
 
-No me vengas con excusas, nadie quiere cubrir tu turno, te tenemos todos calado.- Habló con sorna mientras Jungkook ocultaba la risa tras la taza de café.
 
Tae bufó, a la vez que aparecía Hobie y le lanzaba la sudadera de dormir que siempre llevaba Jungkook, dándoles los buenos días arrastrando a un Jimin demasiado dormido como para reaccionar a nada. 
 
-¿No es demasiado temprano para que estéis despiertos?- Jungkook le dio un sorbo de su café al castaño.
 
-Mira quién habla, si no te llevan a la cama como una princesa no te mueves eh.- Jungkook le sacó la lengua a Hobie, quien ya trataba de despertar a Jimin apoyado en su pecho.
 
-Hemos oído risas y me ha entrado la curiosidad. Y a mí me toca limpiar con Tae.
 
-Otro que tal.- Tae se quejó, haciendo reír a Jin, Jimin y Jungkook, que estaban acostumbrados a verles durmiendo o revoloteando aburridos por la casa. Pero habían empezado las escasas vacaciones que tenían, y Jin se había puesto serio con la limpieza, así como había rebajado considerablemente la vigilancia en cuanto a Jungkook y sus paseos al cuarto de Tae.
 
-Es que os pasáis el día durmiendo y lo que no es durmiendo.- Jin clavó la mirada en el menor, que había fijado la suya en sus manos sobre la cerámica, con las mejillas coloradas de vergüenza, ya que por lo que él sabía, el rollo que traían Tae y él sólo lo sabía Jin, y éste no se esforzaba en lo más mínimo en ocultarlo porque según él eso sólo podía terminar de una manera. 
 
Pero no le cabía duda de que toda la casa lo sabía. Y le daba igual, todos fingían de maravilla que no se enteraban y él seguía a la suya.
 
-Y cuando no dormimos damos la vara, ya nos lo has explicado muchas veces Jinie.- Tae resopló, arrastrando a Jungkook a su parte del sofá mientras el resto discutía.-:Limpiaremos lo que quieras toda la tarde.- Asintió mirando a Hobie con gesto solemne.
 
-Puedes estar seguro.- Hobie besó la frente de Jimin, que todavía no sabía de qué iba la conversación y dudaba seriamente en ocupar el sofá durante el resto de la mañana, mientras rodeaba a Hobie con la cara escondida en su cuello. 
 
Jungkook se quejó del frío demasiadas veces en toda la mañana, alegando que Namjoon podría dejar de escribir un rato aunque fuera para arreglar la calefacción o hacer un apaño. 
 
-Se supone que debería haber alguien que nos lo arreglara.- Había añadido Jin con los brazos en jarras, y a Jungkook no le apeteció rechistar más.
 
-Ven, Jungkook.- Tae les había cubierto de mantas, con el menor entre sus piernas, las manos bajo su camiseta y la actitud tranquila rutinaria que le daba su calor cerca. No se les había vuelto a escuchar hasta la comida, demasiado entretenidos en lo que fuera que veían en el móvil de Jungkook y en repasarse con la mirada discreta las marcas de sus cuellos que se veían aún vestidos.
 
Jin leía sobre el sillón mientras les echaba un vistazo, y sonrió detrás de su libro cuando les escuchó murmurar; Jungkook se había acomodado por cuarta vez, por fin de lado, con la mueca de fastidio y dolor en la cara, y Tae había llegado al límite de preocuparse y le había acariciado disimuladamente donde le dolía bajo la manta y el pantalón, sin rastro de otras intenciones y bebiendo del alivio en la cara del menor.
 
-¿Te duele mucho?
 
-No, un poco, no te preocupes. 
 
-Me preocupo, lo haré mejor a la próxima, siempre te duele y a mí a los cinco minutos ya se me ha olvidado ser más cuidadoso.- Jungkook le retiró el flequillo. Es imposible que seas más cuidadoso de lo que ya eres.
 
-No puedes hacerme daño ni aunque quieras. Quizá es cosa mía.- Se encogió de hombros y sonrió cuando Tae negó ferbientemente con los labios fruncidos. 
 
-No es cosa tuya, tú lo haces todo demasiado bien, en cuanto me tocas pierdo la poca cabeza que tengo y la paciencia.- Jungkook rió sonrojado, apoyándose en su hombro y perdiendo el interés en hablar de lo que fuera, concentrado en las maravillosas manos de Tae acariciándole bajo la ropa con mimo, pensando dónde se habrían dejado todo el morbo que supondría que le tocara tan cerca de su entrada de esa manera. Tampoco nos hace falta.
 
-Yo tengo paciencia por los dos.
 
-Hobie me dijo anoche que pensaba dormir hoy con Jimin. Bueno, dormir dormir... Tú ya me entiendes. Aunque con el ensayo que va a meterse Jimin esta tarde dudo que tenga ganas de fiesta, pero vaya, que me voy del tema. Si Suga no complace tus necesidades intelectuales, que lo dudo mucho, podrías venir a dormir conmigo, y vemos una peli de miedo de esas con las que te cagas encima.
 
-Yo no me cago con tus absurdas películas, es que dan terror. Luego no pego ojo y te quejas. 
 
-Me quejo por quejarme, me gusta que me desveles a las tres de la mañana porque has visto algo extraño en la pared y ves más seguro que durmamos más pegados que de costumbre, por si se trata de una señal espiritual.- Jungkook se rió sonoro, con las mejillas hirviendo porque Tae le decía cosas así cada vez más a menudo y nunca se acostumbraba.
 
-Creo que Suga estará bien sin mí. No sé cómo narices consigue hacer tantas piruetas en la cama con lo pequeño que es, hace dos días tuve una pesadilla y cuando desperté resulta que estaba desperezado encima mía.- Tae asintió, con un sonido de garganta distraído y Jungkook frunció el ceño, pensando en las veces que le había visto actuar así. 
 
Él sabía que nunca tendrían problemas de hablar sobre lo que fuese, que la fase del terror a que Tae le dejara de lado algún día casi había pasado, que si no era de una forma sería de otra. Pero que nunca sacaban el tema de qué eran, de cómo llamarse, y Jungkook lo dejaba ir porque no eran novios como tal, follamigos era demasiado vulgar para cómo hacían el amor y la adoración con la que se tocaban, y el término de amistad les quedaba lejos desde que habían preferido el calor mutuo antes que el artificial.
 
Jungkook hablaba a veces con Jin. Hablaba, hablaba, hablaba y él no podía creerse el lío en que estaban metidos por no ser capaces de ver lo que todos veían. Jin escuchaba a Jungkook, le decía lo de siempre y cambiaban a tiempo de tema para cuando aparecía Taehyung, porque nadie se atrevía a hablar sobre lo suyo con Jungkook desde que había pasado dos semanas cabreado encerrado en el estudio sin dirigir la palabra a nadie, por cuestionar lo importante que era el menor para él, hicieran lo que hicieran de sábanas para dentro.
 
Taehyung tenía la mirada perdida de sólo mirar, tocar, o besar a Jungkook, con la molestia en las sienes de que metiera a otros en su conversación y de no poder besarle delante de todos. 
 
Eres la persona más celosa que he visto nunca, y la que menos lo aparenta. Le había recriminado Hobie mil veces, la mayoría en el último año.
 
-No te enfades, idiota.- Jungkook le murmuró, sujetándose a sus hombros y revolviéndole el pelo del flequillo.
 
-Vale.- Tae sonrió con rendición, se concentró en su piel, con la tranquilidad en las manos y la vista fija en Jimin, que sonreía sin remedio -asintiendo distraído a su conversación con Hobie- por ellos, por la sonrisa enorme de Tae cuando Jungkook le susurraba cosas sobre lo que veían en el móvil y le dejaba acomodarse mil veces con paciencia con los labios llenos fijos en su nuca.
 
Jin no podía cuestionar cómo llamar a lo suyo cuando veía algo así, y sabía que no era ocasional. Que al principio se eran indiferentes y su compañía no duraba más de una hora al día, y que ahora lo extraño era ver a Tae deambulando solitario por la casa, siempre preguntando cuándo acabaría Jungkook de hacer lo que fuera que estaba haciendo, o Jungkook buscando el regazo de Tae. 
 
Jin lo había visto más que nunca en el último año, Cada vez son más celosos y más fuertes juntos, le había dicho a Namjoon, y él siempre le recordaba a Jin que si no eran pareja ya sería por algo, que no se emocionara tan pronto, que si fuera a pasar algo ya habría pasado. Jin se negaba contra todo con la sonrisa dulce de que Namjoon se preocupaba por él por encima de los cuentos que se imaginara.
 
-Son pareja desde hace años, pero todavía no lo saben.- Decía siempre con el hoyuelo a medio formar.
 
[...]
 
Jungkook se había metido en la cama de Hobie, con las sábanas hasta el cuello y el móvil frente a la cara. Sólo se alumbraba con la lamparita, y sonreía a cada rato con la risa sonora de Jin, que se había pasado por su cuarto y de Suga para tener una de sus largas conversaciones con éste. 
 
Y Jin nunca lo admitía, pero sus Sólo me paso un ratito a ver cómo le va, duraban siempre más de lo previsto. Se cuidaban con palabras como hermanos y la sonrisa les duraba días porque a ambos les costaba muy poco ser felices con el otro, con el supuesto mal humor de Suga remendado en las tonterías de Jin y viceversa.
 
Jungkook se revolvió cuando escuchó a Hobie en el cuarto de al lado, quejándose a Jimin, que llevaba un rato acostado esperándole, aguantándose el cansancio del ensayo y riéndose suave de sus ocurrencias. 
 
-Jeon.- Jungkook dejó el móvil en la mesita, dejándose caer sobre la almohada con los ojos fijos en Tae, que apareció por la puerta con el pelo oscuro húmedo y los pantalones de pijama ligeramente caídos, y la mirada casi orgullosa de quien lleva las marcas del menor por el pecho.-:Jeon.
 
Jungkook sonrió, después de todo el tiempo sabía de Taehyung y su costumbre de llamarle por su apellido cuando quería su atención, cuando hacían el amor y no podían hacer más que mirarse y cuando no lo hacían y no podían hacer más que acariciarse lento.
 
-¿No vas a venir?- Murmuró Jungkook con una sonrisa. Tae tenía la mirada agotada y las manos vacías de no tocar al menor. Se coló sobre él bajo las mantas, murmurando maldiciones hacia lo sucia que tenían la casa, lo mucho que odiaba las tareas del hogar y lo bien que olía Jungkook, que le calló besándole profundo con las manos en sus hombros, delineándole las clavículas. 
 
Tae se acomodó sobre él, sujetando sus mejillas manteniendo el beso tranquilo, bajando por su cuello con los gemidos de Jungkook de fondo, que le animaban a más sin querer. Se separó repentinamente.
 
-Estás dolorido, vamos a ver la peli, no necesitaba nada más, te lo prometo.- Tae se desplomó a su lado, con la cara avergonzada.
 
-¿Y ahora sí?
 
-Sí. Estás precioso ahora, no pienso nada más que cosas conmigo sobre ti y viceversa, y no todas involucran hacer el amor.- Rió cortamente, con el brazo sobre los ojos. Cómo puedes estar avergonzado, cariño.
 
Jungkook hervía de anticipación. Me da igual si no hacemos nada más, qué hago contigo ahora.-:Bésame y tócame. No me importa si no seguimos, no me hace falta.- Tae se destapó la cara, con la boca abierta por costumbre y el flequillo casi sobre sus ojos, que estaban brillantes de querer hacer lo que fuera con él. 
 
Tae volvió sobre él, acarició sus mejillas y su cuello, su clavícula y hasta sus caderas, rodeando el principio de sus piernas y quedándose en la parte trasera de ellas. Jungkook jadeó, atrayéndole lento hacia él, con su mirada clavada en la suya. Qué te pasa, qué nos pasa.
 
Le besó por todo el rostro, con sus labios llenos y la respiración más pesada que de normal, mientras Jungkook se forzaba a no arrugar el ceño, porque había visto a  Tae apresurado muchas veces, harto del día y de trabajar, cariñoso como nunca o tranquilo. Pero nunca había estado tan nervioso como en ese momento, recorriendo a Jungkook como si fuera a desaparecer, con los ojos brillantes de tristeza y los besos descentrados.
 
-Tae. Tae. Cariño, dime qué te pasa.- Sujetó su cara con ambas manos, le había hecho dos marcas demasiado arriba del cuello sin darse cuenta. Jungkook lo ignoró.- Estás triste, o no, pero estás ausente, dime algo. 
 
Taehyung negó despacio con la cabeza, hundiendo la cabeza en la curva de su cuello, llevando las manos al pecho de Jungkook y empezándole a desnudar con paciencia. Jungkook no volvió a abrir la boca más que para jadear en su oído, con la lengua de Tae sobre todas sus marcas recientes y los dientes acariciándole sobre el vientre.
 
Le observó desnudarse a él, apartando el pantalón y la ropa interior fuera de la cama, admirando cada gesto que hacía el mayor como si fuera lo único que sabía hacer. Delineó su abdomen y sus brazos antes de inorporarse sobre él, aguantándose un gemido cuando había rozado sus erecciones desnudas en el cambio, Tae mordiéndose el labio. Todavía no, quieres que te toque un poco antes, ¿verdad?
 
Se acomodó sobre la entrepierna de Tae mientras éste se mordía los labios, con las manos apretando las piernas de Jungkook a cada lado. Apoyó las manos en su pecho, besándole en la mandíbula y bajo las orejas, la curva de su cuello donde sabía que le volvía loco y en los labios, gimiendo cuando el mayor había pasado sus manos al final de su espalda, masajeando ligeramente y rondando su entrada con un dedo. Déjame probarte más.
 
Bajó desde sus clavículas hasta su ombligo, lamiendo y besando a costa de los jadeos que sabía que Tae no iba a guardarse, siempre silencioso y grave. Sonrió cuando Tae le desplomó sobre el colchón con cuidado, separando sus piernas con una rodilla y dándole tres dedos a Jungkook mientras besaba el interior de sus muslos con mimo. 
 
Jungkook perdió la noción del tiempo cuando llevaba tres dedos, y Tae le había sujetado las manos para que no se tocase antes de tiempo, apoyándose la frente en la suya y deslizándose en él con cuidado. Jungkook sujetó el pelo de su nuca mientras gemía en su boca, con el vaivén interminable de sus caderas y los labios de Tae por todas partes. Se hundía imposiblemete despacio en él, con los ojos rondando las expresiones de Jungkook, que había rodeado su espalda baja con las piernas y tenía las mejillas enrojecidas.
 
Tae sólo habló de manera coherente para decir su nombre, con la voz más rota de lo que Jungkook podía imaginarse. Acabó con un gruñido profundo sobre sus labios, y se entretuvo besándole lento todavía dentro de él, con un Jungkook que se debatía entre respirar correctamente o depender de los labios suaves de Tae toda la noche. Así que era esto lo que te pasaba.
 
Taehyung les limpió a ambos y se volvieron a vestir en silencio, metiéndose bajo el edredón de su cama con las piernas enredadas.
 
-Jungkookie.- Tenía la voz cascada y la mirada perdida, Jungkook asintió embobado, pensando en si Tae podría parecerle más bonito después de hacer el amor. Todavía espero una respuesta y no vas a dármela.-:No voy a estar con nadie más que no seas tú.
 
Jungkook frunció el ceño, incorporándose con un quejido todavía dentro de sus brazos. Tae le siguió con la mirada pensando en la cagada que acababa de soltar y en que el menor no estaba dispuesto a sus tonterías. 
 
-Yo tampoco. Puedes estar seguro.
 
Tae sonrió triste mirando hacia abajo y acariciando sus piernas sobre el pantalón-:Nunca te he pedido salir.
 
-Me da igual.
 
-Nunca te he ofrecido exclusividad. Ni siquiera últimamente que le tengo celos hasta a Suga por dormir en la misma habitación que tú.- Jungkook rió cortamente, apoyando las manos en su pecho.
 
-No la necesito.- Estoy enamorado de ti.
 
-Vale.- Sonrió revolviéndole el pelo.-:Aunque ya lo sepas, te la ofrezco ahora. 
 
-¿Ahora?
 
-Llevo años sin tocar a nadie que no seas tú, ni besar, ni siquiera pensar en algo más allá de una amistad. Cada vez pienso más en que Jin tiene razón. Y siempre evito el tema por si eres tú el que prefiere estar como estamos sin ponernos nombre y no darle más vueltas. Porque cuando nos conocimos no nos iba ese rollo de la formalidad.
 
-Yo quiero estar contigo. Siempre quiero estar contigo. No sé si has podido darte cuenta, pero todos en esta casa son conscientes de que nos acostamos y el único que se atreve a decir algo es Jin porque no tiene tanto miedo a cómo reacciones.- Tae sabía que no lo decía con mala intención, pero se relajó entre los dedos que le acariciaban el pelo de la nuca.-:Cuando empezamos esto no sabíamos nada, de nada.- Tae asintió, sabiendo que en realidad era lo que necesitaba escuchar.
 
-¿Y tú? ¿Tienes miedo de mí alguna vez?
 
-No. Por eso me he quedado contigo siempre. Nunca le di importancia a si éramos amigos o novios porque creí que tú tampoco lo harías.
 
-Si no te digo que soy sólo tuyo...
 
Jungkook acunó su mejilla con la palma de la mano. Él se apoyó en ella con los ojos cerrados y los labios entreabiertos, cavilando entre decir algo más y sin saber el qué.
 
 

Notas finales:

Gracias por leer. Cualquier opinión o sugerencia es bienvenida :3

-Levi


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).