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Promise por Ciel Ritsu

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Notas del capitulo:

Hola!! 


Tenía mucho tiempo que no escribía algo de Free pero es el cumpleaños de Makoto y este año no podía pasarlo por alto, por ello les traigo este bonito oneshot MakoRin para celebrarlo!! Subiré en unos momentos otro pero con la pareja MakoRei! 


Espero que les guste y perdonen cualquier error ortográfico o falta de redacción, no es escusa pero tuve el tiempo justo y la salud no me ayudo mucho. 

 

Disfruten!! 

POV Makoto Tachibana

 

—Rin cuando seamos grandes tú serás mi esposa.


— ¿Tu esposa? Pero si soy un niño Mako.


—No importa, aún así te haré mi esposa. Y cuando sea mi cumpleaños número 25, ese día…

 

—... Nos casaremos. —Murmuro ante aquel recuerdo mientras observaba mi reflejo en el espejo tamaño completo de mi habitación. —¿Quién podría imaginar que una promesa hecha a los 6 años, ahora se hace realidad —Tomando con delicadeza el ojal y lo abrocho en mi traje, justo en el lado de mi corazón.


—Makoto-senpai ¿ya está listo?

 

Con una sonrisa en mi rostro, giro mi cuerpo hasta las personas que se adentran a mi habitación, habitación que ha sido testigo de muchas sonrisas, lágrimas y sueños.


—Wow Mako-chan te ves muy muy guapo!!


—En efecto, Makoto-senpai se ve muy bien con ese traje de novio.


—Gracias Nagisa, Rei. Estoy feliz de que ustedes estén aquí conmigo, en este día que, no espere que llegara.


—Pero llegó Mako-chan y es hora de irnos porque el que debe llegar tarde a la boda debe ser Rin y no tu —Con la risueña risa de Nagisa llenando la habitación asiento con mi cabeza. Es verdad, el novio no debe llegar tarde.

 

[2]


Se me hace, aún imposible que este día haya llegado y no es porque Rin no me ame o yo no lo ame a él, es solo, que hemos pasado muchas cosas para llegar a este día.


Nuestra niñez juntos fue interrumpida una tarde cuando Rin me dio la noticia de que se iba a estudiar a Australia, yo no deseaba que se marchará pero tampoco iba a prohibirle que cumpla su sueño de ser nadador profesional.

 

El día de su partida, entre lágrimas y abrazos prometimos que pasará lo que pasara en estos años en los que no estaríamos juntos, íbamos a cumplir la promesa de casarnos. Ambos, por el impulso del momento, sellamos una nueva promesa, una promesa de reencuentro, con un corto e inocente beso, nuestro primer beso.


Ese día Rin se fue lejos de mí.

 

[3]


Los años fueron pasando, las estaciones cambiando, pero mi amor por ese tierno y risueño pelirrojo seguía presente. Cuando llegaba la primavera iba hacia el gran árbol de cerezos, lugar en donde hicimos la promesa de casarnos cuando teníamos 6 años. Era como un ritual, no había una primavera en la que no subía a esa colina y me quedaba horas contemplando el cerezo. Recordando los tiernos y bonitos momentos en los que viví con Rin y preguntándome en cada momento si él, en Australia, pensaba en mí.


Me aferraba a la idea de que Rin si tenía en mente nuestra promesa y que cuando terminara de prepararse para ser un andador profesional vendría a Japón, vendría aquí conmigo y nos casaríamos. Esas palabras, en cada primavera siempre las repetía.


Cuando entre a estudiar en la preparatoria, hice amigos muy importantes, Nagisa y Rei eran de un año menor que yo y por ello no estudiábamos juntos, pero eso no impedía que nos juntáramos en las horas de almuerzo. Los años de preparatoria fueron muy amenos con ellos.


Mi graduación, fue en primavera, el día que lo volví a ver.

 

[4]

 

El patio de la preparatoria, estaba lleno de cerezos, mis hermanos menores jugaban animadamente mientras mis padres me observaban con orgullo y felicidad.


Junto a mi familia estaban Rei y Nagisa, ambos no habían dejado de tomar fotos y de felicitarme, todos estaban felices y más al saber que por mi esfuerzo fui aceptado en la universidad de Tokio. Tanto mi familia como mis amigos no querían que me fuera de Iwatobi, pero sabían que si quería crecer profesionalmente debían dejarme partir.


Fue en el momento en que salimos de la que fue mi preparatoria que lo vi. Se había vuelto un joven sumamente bello, su cabello estaba un poco largo, su cuerpo como era de esperarse había cambiado, estaba más alto y más esbelto. Su musculatura no era exagerada pero si era perfecta para su edad. La natación había hecho frutos en él.


Lo veía como algo irreal, solo cuando dijo mi nombre fue que pude reaccionar y sin que nadie me detuviera corrí hasta él y lo rodee con mis brazos. Pensaba que mi acción había sido muy dura y que lo podía haber incomodado pero cuando sentí que Rin correspondía a mi abrazo y murmuraba un he regresado no contuve las lágrimas que salían sin contemplación de mis ojos. Rin había vuelto a mis brazos.

 

[5]

 

En la celebración de mi graduación esa misma noche, mi familia recibió con mucho cariño a Rin, mi madre y mi padre sabía el inmenso amor que yo sentía por él y ambos me apoyaba, nos apoyaban porque con gran felicidad me enteré que Rin vino para quedarse y cumplir la promesa que habíamos hecho.


Nuevamente no lo soporté, cuando niños Rin era el que lloraba por todo, pero en ese momento, pareciera como si los papeles se hubiesen  intercambiaron. Limpiando un poco mis lágrimas me acerco a Rin y con un sonrojo en mis mejillas beso sus labios, frente de todos, de mi familia, de la de Rin y frente a mis amigos, besé esos suaves labios, fue un beso que esperó mucho tiempo para ser cumplido.

 

Pude sentir como Rin respondía mi beso con nerviosismo, necesitaba más de él, pero al escuchar los aplausos de todos caí en cuenta que aún no era el momento. Teníamos mucho tiempo y esta vez, Rin ya no estaría lejos de mí.

 

Las estaciones y el tiempo nuevamente iban cambiando, Rin como era nadador profesional se mudó conmigo a Tokio, en donde era entrenado por los mejores entrenadores de Japón y en cada competencia, yo siempre estaba ahí para apoyarlo.


Vivíamos juntos en un amplio departamento, compartíamos los gastos, Rin con sus competencias y yo con un trabajo de medio tiempo. Mis clases eran pesadas a medida que los semestres pasaban pero con el apoyo Nagisa, Rei y sobre todo el de Rin logré sobrellevarlo. Hasta que 5 años después logré recibirme de Médico.


Fue una sorpresa ver que tenía hábitos para la medicina y como me gustaba ayudar a las personas me decidí por ese campo, fue duro pero no me arrepiento de mi decisión, más porque podría serle de ayuda a Rin para que por muchos años sea el mejor nadador de Japón.


Las estaciones siguieron su curso y ahora en Otoño me dirigía en un auto conducido por Rei hacia la capilla en donde se haría mi boda junto con Rin. Al principio fue duro, no negaré que esos años sin Rin llegué a pensar que nunca estaríamos como ahora, a poco de cumplir una promesa de años. Pero el tiempo jugó a favor de nuestro amor.


Una vez llegado a la capilla siendo felicitado por toda la familia y por amigos me dirijo a mi lugar, el lugar  donde como el novio esperaría la llegada de mi esposa, eso me recordó que Rin se molesta cuando lo llamo de esa manera, como cuando lo presentaba como mi prometida, su rostro molesto era y es hermoso, pero lo que más me gustaba era que le quitaba eso enojo con besos y suaves caricias. Lo amaba, de verdad que moría de amor por Rin.


La música nupcial me saco de mis recuerdos y mis nerviosos se hicieron nuevamente presente, pensé que ya los había controlado pero no todo sale como uno quiere.


Rin estaba precioso, su traje blanco le sentaba muy bien a su cuerpo y estando acompañado junto a las dos mujeres más importantes de su vida, su madre y su pequeña hermana, fue encaminado hasta donde me encontraba. Con una gran sonrisa tomo su mano y le agradezco a la señora Matsuoka y a Gou-chan el haberlo escoltado.


Con un suave Cuídalo de parte de la señora Matsuoka llevo a Rin a situarse a mi lado, frente al padre que nos casaría. Siendo sincero no preste mucha atención a sus palabras, solo cuando hizo la pregunta, inmediatamente dije Acepto seguido de la respuesta igualmente rápida de Rin.


Cuando el padre dio su autorización de besarnos, inmediatamente rodee la cintura de Rin con un brazo atrayéndolo a mi cuerpo donde sin esperar más tiempo sellamos el inicio de nuestro matrimonio con un beso.


Los aplausos no se hicieron esperar y con él las felicitaciones de parte de todos. La fiesta dio inicio al poco tiempo después y en medio de la pista, Rin y yo dimos nuestro primer baile de esposos.


—Te amo Makoto, gracias, de verdad gracias por amarme y por haberme esperado todos estos años-


—Yo también Rin, te amo como no tienes una idea y por ti, esperaría todo el tiempo del mundo.


—Gracias Makoto, ahora y para siempre estaremos juntos.


—Juntos Rin, por el resto de nuestras vidas.

 

Fin 

Notas finales:

Si llegaron hasta aquí MUCHAS GRACIAS!! 


Espero que les hayan gustado, tengo un serio problema en hacer el final muy simple, pido disculpas por ello :c Trabajaré en ello, si es que el la universidad y el trabajo me deja. 


Nuevamente, muchas garcias por leer n.n)/ 

 

Ciel Ritsu


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