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...:::The dancing princes:::... por Ericka Chan

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Notas del fanfic:

Naruto y sus personajes no me pertenecen.

''The dancing princesses'' o ''The twelve dancing princesses'' tampoco, solo edite levemente algunas partes o agregue algunos detalles, dialogos, etc.

Sin fin de lucro.

Notas del capitulo:

Tiempo que no escribo... Lo siento...

No es que no haya tenido tiempo, no voy a excusarme con alguna cosa tonta...

La verdad es que no escribí y punto, tal vez falta de imaginación o de inspiración, no se... Pero no lo hice, voy a intentar retomar nuevamente, no prometo nada, no voy a decir días o semanas, porque no se cuando.

Tal vez suba hoy, o tal vez dentro de una semana, veré.

Solo al que le interese saber, le pido paciencia...

^-^

Gracias

Sin mas les dejo con la lectura...


Había una vez un hermoso país llamado el país del fuego. Este hermoso país tenia un rey muy bondadoso Minato Namikaze y el rey tenía, a su vez, doce hijos donceles bellísimos. Como la madre de los jóvenes Kushina Uzumaki había muerto hacia ya algunos años, era un poco difícil para el rey ocuparse del cuidado de los doce príncipes, que a decir verdad, eran un poco traviesos.

-Otra vez lo mismo.- Decía en un suspiro.

Dormían en el mismo dormitorio, en doce camas preciosas, y todas las noches, el mismo rey cerraba con llave la puerta de la habitación.

-Es por su bien, no quiero que anden fuera por la noche.

Pero a pesar de ello, el nuevo día traía siempre una preocupación para el monarca.

-Señor...

-Tráiganlos aquí.

Ocurría que todas las mañanas, los zapatos de los príncipes aparecían rotos, como si sus dueños no hubieran hecho otra cosa que bailar y bailar durante toda la noche, en lugar de dormir.

-Y, díganme ¿que les ha sucedido nuevamente a sus zapatos? - El rey no salia de su asombro, pero los jóvenes sonreían sin decir nada...

Un día, cansado ya el monarca de su incapacidad para resolver aquel misterio, hizo publicar por todo el reino la noticia de que recompensaría a quien hallara solución a su problema. Aquel que lo consiguiera, tendría por premio el casarse con el que mas le agradara de los doce príncipes, y sucedería al viejo rey en el trono.
Pero si después de tres noches y tres días fracasaba en su intento, pagaría con su vida.

-¡Yo lo haré en una noche!

-¡No yo lo haré y me casare con uno de los bellísimos donceles!

Muchos valientes y ambiciosos jóvenes se presentaron, pero para su desgracia, les fue imposible descubrir nada.

A todos ellos les paso lo mismo: vencidos por el sueño, caían rendidos y cuando al día siguiente despertaban, veían los doce pares de zapatos destrozados, sin que pudieran explicarse por donde habían andado sus dueños.

Y sucedió que un joven soldado llamado Sasuke que volvía al país después de haber corrido por el mundo.

-Nuevamente en mi hogar.- Sonrío con felicidad al saberse en casa.

Encontró un día, al atravesar un bosque, a una pobre anciana llamado Chiyo, agobiada por el peso de la carga de leña que llevaba.

-Señora deme.- Extendió sus fuertes brazos para que ella depositara la leña. La ayudo bondadosamente y mientras caminaban...

-¿Haz oído el rumor de que el rey recompensara dándole el trono y uno de sus bellísimos hijos al joven que descubra el misterio de que hacen en la noche los doce príncipes para aparecer en la mañana con los zapatos rotos?- Pregunto la viejita y Sasuke se entero de lo que pasaba en el reino.

-No lo había oído, pero seria interesante intentarlo.- El soldado estaba dispuesto a probar fortuna, y entonces la viejesita se detuvo y le hablo así:

-Has sido muy bueno conmigo joven Sasuke y quiero demostrarte mi agradecimiento. Lo que tienes que hacer para descubrir a los príncipes, es no tomar ni una gota del vino que uno de ellos te ofrecerá antes de dormir. Y luego ponte esta capa que ahora te doy.- Le tendió una capa negra, la cual Sasuke tomo y con un asentimiento agradeció.- En cuanto la tengas encima, te volverás invisible, y los príncipes no podrán saber donde estas...

El soldado siguió pues su camino, y llego al palacio.

-Señor, un joven soldado llamado Sasuke... -Cuando el rey se entero de que otro joven se presentaba para descubrir el misterio de los príncipes, ordeno que lo llevaran a su presencia y le previno:

-No olvides que si no descubres nada, te juegas la vida.

-Lo sé, señor.- respondió el soldado-. Y estoy dispuesto a salir triunfante.

-Bien.

Esa noche, cuando el valiente joven se disponía a acostarse, el mayor de los príncipes llamado Deidara se le acercó.

-Toma.-Le ofreció una copa de vino.

El soldado hizo como que bebía pero tuvo buen cuidado de dejar caer el vino sin que el príncipe lo notara. Luego se tendió en su cama, y poco después se puso a fingir que roncaba ruidosamente.

Cuando los príncipes lo oyeron, se echaron a reír.

-¡Ya esta dormido! - dijeron a coro.

-¡Pobrecito! - Añadió el mayor-. ¡Le hubiera sido mejor el no haber intentado esta aventura!- Se burlo.

-Dei.- El menor de los príncipes hablo con reproche y sintiéndose culpable.

En seguida, los doce príncipes se pusieron los zapatos nuevos que el rey acababa de comprarles, y sus pies comenzaron a moverse con impaciencia, como ansiosos de bailar.

-Ya no veo la hora de llegar.- Susurro uno de los príncipes emocionadamente.

Después se acercaron al soldado para ver si seguía durmiendo y convencidos de ello, el mayor de los jóvenes se acerco a su propia cama y batió palmas.

Inmediatamente, la cama se hundió en el piso, dejando abierta una trampa por donde fueron desapareciendo.

Apenas salio el último, el soldado se puso la capa que lo hacia invisible y corrió tras ellos, por una oscura escalera.

''Increíble'' Pensó viendo a su alrededor.

Sin quererlo, piso el borde del vestido del mas joven, que iba detrás, y el muchacho dio un gran grito.

-Ahhh! Alguien me ha pisado el vestido.- Hablo asustado girando y no viendo a nadie.

-¡No seas tonto Naruto!- replico el mayor-. Te habrás enganchado.- Le dijo negando.

Y siguieron su camino. Llegaron así a un hermoso parque, donde crecían arboles de plata. El soldado cortó una rama, y al oír el chasquido, el mas joven volvió a advertir a sus hermanos.

-Juro que escuche un ruido! Alguien nos sigue!

-¡No seas tonto!- replico Deidara nuevamente-. Es el viento.

Caminaron así hasta llegar junto a un hermoso lago, donde esperaban doce barcas. Cada uno de los príncipes subió a la suya, y el soldado se ubico en la última, junto al mas joven de los príncipes.

-Mi barca pesa mucho esta noche- Dijo el niño con un puchero que le pareció encantador al joven soldado.

Y el hermano mayor volvió a decirle que era un tonto. Al otro lado del lago se levantaba un hermoso castillo, frente al cual desembarcaron los príncipes.
El castillo estaba en medio de un jardín maravilloso.
Una suave musica llegaba hasta allí, y los príncipes se pusieron a bailar. Cada vez el ritmo de la musica iba siendo mas vivo, y tanto y tanto bailaron que al fin cayeron rendidos, con los zapatos destrozados.
Cansados, pero felices, los doce príncipes entraron entonces en el castillo, donde los esperaba una mesa bien servida. Cuando el mas joven de los príncipes se disponía a beber, el soldado tomo la copa y la vacío, de modo que el príncipe encontró su copa sin vino.

-¡Mi copa se vacía sola!- exclamo-. ¡Tengo miedo!- Se abrazo a si mismo viendo hacia los lados temeroso.

-¡Eres un tonto!- Replico el mayor-. Debes haberla volcado. ¿Quien podría habernos seguido?

Cuando terminaron de comer y beber y viendo que ya el día se acercaba, volvieron a tomar las barcas para regresar. El menor sintió, de nuevo, el peso en su barca, y lleno de temores, desembarco con sus hermanos.

El soldado se apresuro a pasar delante de ellos en la escalera.

Ni bien los príncipes entraron en el dormitorio, corrieron a ver como había pasado la noche su guardián y hallaron que el soldado dormía profundamente, tal como lo habían dejado al partir.

Completamente tranquilizados, se metieron en sus camas, el soldado se guardo muy bien de decir lo que había visto. Quería estar bien seguro de ello, y decidió que dejaría pasar las tres noches que se le habían concedido, sin revelar el secreto de los doce príncipes bailarines.

Y así volvió a vivir otra vez la aventura de las barcas y del jardín maravilloso y del encantado castillo de donde partía una musica suave y embrujada, a cuyos sones bailaban alegremente los doce príncipes destrozando sus zapatos.

Pero no paso una sola de esas noches en que el mas joven de los príncipes insistiera a sus hermanos diciendo:

-Algo hay que no esta bien, tengo miedo de que sucedan cosas desagradables.

Y siempre le respondía su hermano mayor:

-Eres un tonto. Nadie puede seguirnos ni saber que hacemos.

Así llegó el ultimo día y el soldado hubo de presentarse ante el rey.

Los doce príncipes cuchicheaban entre ellos, con risitas ahogadas, pues ya sabían que el pobre soldado no podía conocer el secreto.

Pero grande fue su sorpresa cuando, al preguntar el rey que hacían sus hijos, el joven contesto:

-Bailan todas las noches en el jardín de un maravilloso castillo.

Y en seguida contó toda la aventura, presentando como pruebas la rama de plata que arranco del árbol, y una copa de oro que había traído también de la mesa del castillo.

Los príncipes, con los ojos desmesuradamente abiertos, dejaron de reír, y cuando el rey se volvió hacia ellos para preguntarles si era cierto lo que el soldado decía, no tuvieron mas remedio que confesar la verdad.

-Así es padre.- Contesto el mas joven de los príncipes, Naruto.

-Pues bien- dijo entonces el rey-, haz ganado y puedes elegir tu esposo entre los doce príncipes.

-Gracias su alteza.- Hizo una reverencia y miro a los doce, dirigiéndose al instante al mas joven quien se ruborizo al saberse visto.- Lo quiero a el.- Le tomo delicadamente de la mano y deposito un suave beso en ella.

El rey no se esperaba a que fueran a elegir al mas joven de sus retoños, pero una promesa debía cumplirse y mayormente si fue dada por el mismo rey, así que puso su mejor sonrisa.

-Que así sea.- Y aceptó.

El joven soldado no podía estar mas feliz, iba a casarse con el mas joven y hermoso de los príncipes.

Luego de presentarlo delante del reino como el ganador, se anunció la boda del joven Sasuke Uchiha, antes soldado y ahora próximo heredero al trono junto a Namikaze Naruto el joven príncipe al cual el había elegido.

Así se casaron y descubrieron la felicidad estando juntos. Sasuke se sintió feliz de que las cosas hallan salido de esa manera, de no haber vuelto a tiempo y de no haberse encontrado con aquella viejita y de haberle ayudado nunca hubiese tenido la oportunidad de vivir lo que estaba viviendo y de lo que vendría.

Y de este modo el valiente soldado se convirtió en heredero del trono.

Fin...

Notas finales:

Gracias si la leíste...

*Estaba leyendo el libro que encontré con varias historias y pensé y si le cambio los personajes? Y bueno quedo así...

Bye

^-^


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