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Mírame, elígeme, ámame por Lililum

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Notas del capitulo:

Lamento la tardanza, estoy en epoca de examenes asi que me costo un poco de trabajo sacar el capitulo, pero aqui esta, ya saben que pueden dejar sus comentarios sobre que les parecio, al final del capitulo mencione una canción, les recomiendo la escuchen para entrar en ambiente.

Sin más por el momento espero les guste y nos vemos en el proximo capitulo

Cuando terminamos de desayunar Lana es la encarga de lavar los platos mientras Nat limpia la mesa, no se los he dicho, pero hoy vendrá Erick y necesito que salgan ambas en la noche para que nos dejen a solas. Les explicare, Erick es mi novio, es el joven más encantador que pude encontrar en el mundo, ¿el problema?, nunca hemos tenido sexo, así que hoy, es mi oportunidad para que por fin podamos tener una “noche mágica” como lo llama el.

Cuando termino de beber mi café corro a mi habitación seguida de Max, ese pequeño nunca me deja sola. Tomo una toalla y me adentro a la ducha, tengo que ir a la universidad para dejar un trabajo en equipo que debemos entregar mañana, solo falta la parte de un compañero para que esté listo, mientras me baño hago una lista mental de las cosas que no se me deben de olvidar.

Salgo a toda prisa de la ducha y me visto de la misma forma, sé que tal vez ustedes están confundidos, pero tengo que confesar que siempre llego tarde a todos lados, incluso cuando me levante temprano como hoy.

Me pongo unos jeans ajustados, una camisa ligera y unos converse blancos, si no es la mejor que tengo en el closet, pero si la más cómoda, Max me mira extrañado por la prisa tan obvia que tengo.

Salgo corriendo de la habitación con el cabello mal recogido en una coleta, mientras tomo mis cosas observo a Lena y Natalia sentadas en la mesa tomando café y conversando, al parecer soy la única que deja las cosas para último momento. Busco las llaves del auto que compartimos mientras siento sus miradas siguiéndome con una sonrisa en sus caras. Si, esta es la imagen de todas las mañanas en mi vida.

Cuando por fin las encuentro salgo de prisa no sin antes despedirme de mi pequeño hijo peludo quien ya se encuentra acostado al lado de Lana y Natalia, subo a mi adorado mini cooper azul, en todo el camino a la universidad intento repasar en mi cabeza como es que haré para tener sexo con Erick por primera vez en mi vida,

Me estaciono en un espacio libre en el estacionamiento de alumnos, bajo caminando rápido mientras miro el reloj de mi muñeca marcando las 10:15 a.m. cuando debía estar aquí desde las 10:00 a.m.

Lo sé la puntualidad no es mi mejor virtud y dudo mucho que si quiera tenga esa virtud, observo a lo dejos a mi compañero de equipo Alan quienes me espera mientras esta platicando con mi mejor amigo Steven en una mesa del campus, intento correr hacia ellos, pero cuando estoy a punto de llegar hacia ellos choco contra una persona.

Cuando por fin puedo abrir los ojos después de aquel golpe en la cabeza me encuentro con una chica, una azabache la cual me está mirando con sus ojos negros. Esta debajo de mi cuerpo y sé que es por eso que está mandándome con la mirada, cuando la miré a los ojos pude observar algunos lunares en sus mejillas al igual que su brillante piel canela.

No tarda mucho en fruncir el ceño indicándome que es momento de quitarme sin usar las palabras, me levanto lo más rápido que mi cuerpo me permite para así evitar más problemas de los que ya tengo, una vez de pie intento ayudarla ofreciendo mi mano, pero como si se tratara de un leproso rechaza mi oferta levantándose sola aun con el ceño fruncido.

–Disculpa, tenía prisa y no sabía por dónde caminaba– observo a la joven azabache quien es más pequeña que yo midiendo aproximadamente 1.60, lleva unos jeans azul cielo y una blusa blanca que permite ver un escote pronunciado.

No sé en qué momento Steven y Alan llegaron a mi lado preguntándome si estaba bien, les conteste que todo estaba bien pero cuando gire para preguntar a la chica misteriosa si estaba bien, no la encontré.

No sabía quién era, no sabía su nombre, si estudiaba aquí, pero sabía que quería saber quién era, quería saber por sus ojos se veían tan tristes y vacíos que ocultaba con el ceño fruncido.

Ambos chicos me acompañaron a sentarme a la mesa donde ellos estaban, para ser sábado y que todos los alumnos que recusaban materias adeudas estuvieran ahí el ambiente era muy pacifico, todos con libros en mano estudiando y uno que otro haciendo bromas o el payaso por ahí.

Alan quien era un simpático pelirrojo de ojos verdes estaba en mi equipo de proyecto, él era el que tenía que terminar su parte del trabajo para poder entregarlo el lunes a primera hora, el y Steven se llevaban bien, al parecer sus familias eran amigas por lo que ellos también lo eran desde muy pequeños, aunque no estudiaran la misma carrera seguían teniendo mucho contacto

–El golpe de hace un momento sí que fue alucinante, debí grabarte mientras chocabas con esa chica– se burla Steven mientras se para de su asiento e imita una caída. Si este joven azabache y fornido de 1.80 es mi mejor amigo, quien por cierto tiene un humor muy peculiar y burlón.

–Ja ja ja–fingí una risa en el tono más sarcástico que podía usar, sabia como podía hacer para que dejara de burlarse de mí. –¿Qué tal las cosas con Megan–su sonrisa desapareció tan pronto como termine mi pregunta, aquel joven alto se hizo pequeño ante la pregunta, los 3 presentes sabíamos que en esa relación quien mandaba era Megan y el solo obedecía lo que su princesa decía

–Jajajaja–soltó la carcajada Alan mientras lo miraba. –Te han pillado mandilón–el pelirrojo seguía partiéndose de risa mientras Steven hacia un tierno puchero, Megan quien era otra de mis mejores amigas siempre me contaba los detalles de su relación con Steven así que tenía armas para defenderme de aquel fortachón.

–Lo entiendo, no más burlas– me dijo el azabache mientras levantaba las manos en defensa propia. –Por cierto, no acaso tenías planes con “Don perfecto”– si ese era el apodo para mi novio, a Steven no le caía muy bien del todo, según el a veces era muy pesado y Megan tampoco se quedaba atrás con las opiniones respecto a Erick.

–Los tengo, pero más tarde lo que me recuerda que tengo que avisarles a mis chicas–digo para así sacar mi teléfono y enviar un mensaje a nuestro grupo en WhatsApp el cual yo misma cree ya que necesitábamos en mi opinión más “comunicación” aunque aún seguíamos trabajando en eso.–¡Listo!, ese plan será en un rato, ahora me he tomado el tiempo para ver a mi fortachón favorito– dije mirándolo con una ceja arqueada y una sonrisa de lado, que para ser tan grande y fornido Steven tenía un corazón de pollo más grande que el mundo entero. –Eso y para humillarte cuando te gané en una batalla– dije sacando mi teléfono celular mientras sonreía de lado.

Ambos teníamos un juego de peleas online en nuestros teléfonos y a veces para fastidiarnos el uno al otro y saber quién era mejor peleábamos, así uno de los dos molestaría al otro por perder hasta que tuviéramos una revancha.

Pasamos un rato jugando para demostrar quién era mejor que el otro, en ocasiones Alan se nos unía a la batalla y en otras jugábamos en parejas, hasta que llegó el momento de irme dejando todo en un triste y feo empate.

Steven quería seguir jugando a pesar de que le dije que necesitaba llegar y ordenar todo para Erick, hizo caras insinuando lo que pasaría y después de cansarse acepto que me tenía que ir.

Conduzco en dirección a mi casa en mi mini cooper adorado mientras escucho música, seguramente algunos de ustedes se lo preguntan y sí. ¡Amo la música!, siempre que hay una situación es el momento perfecto para escuchar música y dejarse llevar por las melodías, como en este segundo que en realidad no sé qué hacer con el hecho de que por fin después de 20 años de virginidad la perderé con el “chico de mis sueños” que para tener ese título algo dentro de mí me dice que me equivoco.

Dentro de mí una vocecita me grita que estoy a punto de equivocarme con lo que hare, que esa incomodidad que siento cuando estoy con el no son nervios del todo, que la forma en que sus fuertes brazos me estrujan cada vez que me abrazan no son lo que quiero para toda mi vida.

Un sexto sentido en forma de voz me pide a gritos que me detenga, que piense dos veces si estoy lista para tener ese vínculo tan importante con él, si estoy segura de perder algo tan “importante” con él. Tal vez es por eso que Steve no está muy convencido de esta relación, ¿será posible que yo Alexandra Gale este equivocándome?

Al dar vuelta en la esquina que me lleva directo a la avenida principal, lista para acostarme con mi novio por primera vez en mi vida, en un semáforo me detengo y al mirar por la ventana observo a una pareja, y ahí reconozco a aquella chica misteriosa azabache siendo tomada por un joven más alto que ella, de cabello rubio y delgado, sus ojos están abiertos y una vez más me encuentro con esa tristeza.

Como si el destino quisiera alejarme, es mi turno de avanzar y observar desaparecer esa imagen poco a poco por el retrovisor del auto.

Al llegar al departamento, Max me recibe emocionado junto a Erick quien ya está sentado en el sofá, esta guapo, viste una camisa polo roja y unos jeans negros ajustados. Cuando me ve se levanta del sofá blanco de mi sala, se acerca a mí y me estruja en un abrazo un poco acogedor, sus ojos avellana se posan sobre mis labios, sé que me quiere comer de una forma u otra, llevo meses impidiéndoselo.

Sus labios son bruscos, me besan de forma pasional, todo va bien por el momento hasta que esa vocecita que antes escuchaba gritar en el fondo de mi ahora grita en mi mente, me grita que me estoy equivocando y como estrellas fugaces aparece en mi mente aquella chica azabache y sus ojos tristes.

No se cómo consigo apartarme de Erick quien me ve confundido, Max se ha marchado ya a su cama dejándonos espacio personal, miro mi reloj de muñeca observando que apenas pasaron algunos minutos y sin saber que fuerza me controla tomo las llaves del auto y salgo corriendo gritando.

–¡Lo siento!, ¡no estoy preparada! ­– bajo las escaleras corriendo seguida de Erick quien intenta arreglar las cosas y saber que pasa conmigo, subo al auto de prisa, y como había dicho antes la música es perfecta para cualquier situación, incluso esta.

La canción elegida para acompañarme en mi escape y búsqueda es aquella de la película Shrek 2, Changes de Butterfly Boucher, la cual ya se encuentra por el coro, miro por el retrovisor a Erick con una cara de disgusto y preocupación mientras yo solo ruego poder encontrar a aquella chica y preguntarle por qué sus ojos están llenos de tristeza.

Acelero lo más que mi auto me permite, giro en la calle que me dejé más cercana a donde vi a aquella joven, llego a la calle donde la vi, pero una vez más el destino me juega en contra al no encontrarla.

Notas finales:

Espero fuera de su agrado ;)


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