Cuando Tom lo supo, lloro como una digna Magdalena.
Y Chris se desmayó.
Pero fue un hecho. Chris dejo algo más q una “firma” para Tom.
Le dejo algo, blanco y escurridizo entre sus muslos, después de una “junta” donde “firmaba” SU “lienzo”, repetidas veces. Le dejo una, una semillita, por así decirlo q pronto iba a ser; algo muy grande, obvio y redondo.
En resumidas cuentas, le dejo embarazado. En estado de gestación.
No se dieron cuenta al principio, pero. Sí. Tom tuvo sus síntomas y todo, vomito hasta el alma durante un mes; lloro se enojó, empezó una campaña para adoptar gatitos desamparados y todo, durante otro mes. Y durante el siguiente mes comió como si lo hiciera por todo un pelotón, y sobre todo cosas dulces.
Entonces para el cuarto mes, empezó a pensar q algo malo le ocurría. Cuando le costó más de la cuenta entrar en toda su apretadísima ropa. No savia cuando engordo tanto, y lo más probable es q Chris lo supiera antes q él, pero q ese !pinche**cretino no se lo dijo!. O eso supuso Tom.
Antes de ir a médico, decidió hablarlo un poco con Chris. Lo cierto es q ahora mismo necesitaba un amigo. Le daban miedo los médicos y se sentía terriblemente vulnerable y sensible, expuesto.
Y al final, Chris resulto ser mucho más de lo q esperaba, resulto ser alguien increíblemente paciente y gentil, algo más q un buen amante. Resulto ser su compinche, su mejor amigo. Y aquello lo puso contento, le dio la suficiente calma y seguridad para ir al médico. Eso sí, bien acompañadito de Chris. Por si había ese, mito de “examen físico”; examen creado específicamente para manosear a los sexy-pacientes como lo era Tom, en la muy modesta opinión de Chris.
El medico empezó con un corto cuestionario sobre lo q sentía o le fatigaba, Tom, fue muy honesto. Luego el medico pregunto si estaba relacionado con algún evento o acción q realizo en los últimos tiempos, Tom no lo relaciono con nada. Se sentía bien, pero últimamente tal vez su “bien estar” no era del todo normal.
Chris agrego uno o dos detalles al respecto. Cosas, como vómitos matutinos y nauseas en el día, llanto inexplicable eh inconsolable y hambre a todas horas, de cosas dulces.
El sabio doctor solo arqueo una ceja y no dijo más palabra. Pero si le mando a hacer unos exámenes para un chequeo general.
Todo aquello o al menos la gran mayoría de los exámenes estuvo para dentro de unas horas después. Y ya con los exámenes de sangre concluidos, el medico se vio en la libertad de suspender el resto de las pruebas.
Porque lo q tenia Tom era sencillo, era natural, dada su condición de doncel.
Fue cuando el médico le informo q tenía 4 meses de gestación.
Y como ya dijimos, Chis se desmayó. Fue automático, savia q el hijo era suyo, obviamente lo era, porque él era el único q estaba con Tom, y el único q le hacía constantes firma y organizaba juntas sobre esa piel. Fue como si le apagaran un interruptor, eh inmediatamente cual títere sin hilos cayera al piso noqueado.
Para Tom fue otra historia, durante los primeros 5 minutos no dijo nada. Posteriormente acaricio un poco su vientre ahora claramente pronunciado. Y empezó a llorar.
De alegría, de miedo, de rabia, de infinidad de emociones sin control q sentía cruzadas en todo su ser. Ahora savia q era normal. Era por su. Estado.
Una fuerte patada y luego el más lujurioso de los besos, le despertó a Chris.
Y frente suyo. Se precipitó un rostro dulce, un rostro vivo y gentil, claro y luminoso con una sonrisa imposible de replicar. Y una mirada alegre y traviesa, una mirada entre azul y verde.
La mirada de Tom, su rostro. Su estado. Todos los gestantes tenían esa expresión, ese filing, era vitalidad y plenitud corriéndoles por las venas y ahora Tom también la tenía.
Porque tenía a su, hijo. O hija.
Cualquiera q le diera, igual lo amaría. Y amaría a Tom, más de lo q ya lo hacía por darle, ese inusual y preciado regalo q es la vida.
Sonrió ese mismo momento, apreso entre sus enormes manos, el pequeño y adorado rostro de su amor. Junto sus frentes y simplemente. Ambos rieron. Como locos, como bobos.
Porque lo eran, porque se amaban. Y amaban a su hijo o hija. Y eran felices.
El doctor se alegró por ellos y les dedico un sentido pero muy profesional “en horabuena”. Entonces sugirió q encontraran a un médico obstetra, neo-natólogo especialista en embarazos de doncel, para q llevara a cabo el control natal durante los 9 meses de gestación.
A Tom y a Chris les temblaba todo el cuerpo, y en su vida habían estado tan nerviosos o ansiosos. A lo q asintieron como robots a todo lo q el medico les recomendó.
Esa misma noche, Chris agendo una cita, con una tal doctora Fade experta, en embarazos de doncel…
Era el comienzo de una nueva y gran aventura llamada vida. Una historia q compartía. Con Tom, el amor de su vida.
Fin?
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