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I Will not leave you alone, honey por Mariposa23

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Notas del fanfic:

Mariposa: bueno este fic, está totalmente narrado por Wilson, la historio es casi fiel a la serie, con la excepción del yaoi y algunos otros acontecimientos más q le metimos. Ko de manera muy linda nos pidió una continuación en la q casualmente, ya trabajábamos, asique aquí esta nuestra respuesta. Ciertamente no es propio de nosotros escribir en capítulos, tenemos algunos fics q si tienen capítulos. Pero este, creemos q no lo necesito. Aun q hay un extra al final, narrado por ambos, sobre cómo, acaba el fic definitivamente.
23-Ko tú y nosotros, estamos en la misma sintonía. La visión de cómo sería la continuación para el anterior fic, fue exacta. Eso mismo pasara. Pero tal vez el final te sorprenda, esperamos q sí. Gracias por leernos…

El hospital vibro con el descubrimiento. Fue horrible, aterrador. Porque en cada pasillo, en cualquier parte. Donde sea q caminara escuchaba ese bullir, y eran a base de solo murmuraciones, me sent�a tan perseguido. Era como estar escuchando el zumbido de furiosas abejas en su panal.
Nos caus� muchos problemas a m� y House, discutimos. Le dije q quer�a m�s espacio. Si bien ya no pod�amos desmentir, q lo nuestro hab�a salido a la luz. Por lo menos no quer�a darles m�s tela q cortar a la gente q murmuraba sobre nosotros. Pedir espacio, esta vez fue muy diferente a lo q hab�amos hecho antes en nuestra �relaci�n�. Esta vez, fue como ir mas enserio, m�s profundo.
Y yo lo sab�a, sabia q con cosas as� Greg se romper�a. Aun as� lo hice, ego�stamente, como siempre, contin�e con mis prop�sitos, para quedar bien, para ser el doctor perfecto. House se lo tomo de la peor forma, como siempre, tambi�n; y ya no estoy seguro de todo lo q paso entre nosotros aquella vez q discutimos. House acabo por besar a un enfermero delante de todos. El nuevo del cotilleo fue �l, pero a �l no le importaba asique todo le sali� valiendo; posteriormente me di cuenta q lo hiso por m�. El beso con ese tipo. Fue para q comenzaran a hablar de �l en vez de m�, cosa q por supuesto funciono, por q �l sabe q yo no soporto la presi�n social.
House siempre se sacrific� por m�.
Cuando lo entend�, quise volver a hablar con �l, decirle q de nuevo, me hab�a vuelto enamorar, por q �l era as�, por q ten�a detalles q te hac�an simplemente flipar; no es q fueran lo m�s obvio del mundo, o q siempre tuvieran una buena presentaci�n. Pero eran detalles aut�nticos de alguien q amaba. Que, me amaba de verdad.
Y volv� a hablar con �l, en los vestidores. Perdimos el control, nos besamos, Gregory nunca pudo decirme q no. Dios, no recuerdo a nadie q, cogiera mejor q �l. House era un experto, siempre sabiendo c�mo y d�nde tocar, en segundos estaba en la gloria; pero �l no. �l estaba en el mismo infierno perpetuamente. Porque nuestra relaci�n siempre fue as�. Porque uno de los dos necesariamente tenia q pasarla mal, sacrificarse por �l otro.
Y House se eligi� desde el principio, porque pens� q no pod�a ofrecerme nada mejor, q abrirme el camino aun a costa de su vida. Lo estaba consumiendo. �l mor�a por m�...
Cuando intente ser sensato despu�s de eso, cuando quise dejarlo libre, nos apartamos otra vez, castig�ndonos con la ausencia del otro. Entonces solo lo her� m�s. Porque hay personas q no necesitan ser libres, aun si es de algo malo. Hay personas q solo necesitan ser amadas por la persona q aman. Y yo amaba a House, s�. Pero. Siempre hab�a un pero. El pero es q me amaba m�s a m�, en el intento.
Cuando todo el Princeton dejo de hablar sobre nosotros, o los otros esc�ndalos de Greg, y las cosas se calmaron m�s. House se fue. Renuncio y nadie pudo detenerle, ni siquiera yo. Y fue todo un a�o donde no hablamos. �l viajo a Egipto y Tokio por lo q se. Dos lugares q le fascinaron en su infancia. Que determinaron quien ser�a en el futuro, como si buscara fuerzas en las tierras q le vieron formarse como hombre.
Y yo, y Stacy y la mama de House lo hablamos.
Ellas en realidad vinieron a hablar conmigo. Stacy solo lloro durante toda nuestra reuni�n. Lament� en el alma, no ser lo q House necesitaba, no ser lo q �l quisiera. Al final Blythe House hablo, y me pidi� q lo encontrara y q lo trajera a casa por q yo era el �nico q pod�a. Ambas ya hab�an aceptado lo q yo no pod�a frente a la sociedad y supongo q eso calo muy fuerte en m�.
Porque fui a por Greg, lo encontr� en una pista de carreras en Denver. Pareci� feliz de verme, feliz de q lo buscara, y casi fue como en nuestros mejores d�as, cuando House simplemente estaba tan feliz q lo demostraba sin tanta acides. Bromeamos, comimos juntos, nos divertimos. Y en la noche hicimos el amor en el hotel donde se estaba quedando. Quer�a quedarme a si para siempre. Asique a la ma�ana siguiente mientras �l beb�a jugo de naranja directo de mi piel, suger� q nos fu�ramos. Que regres�ramos a casa, q regresara a trabajar conmigo. Pero eso solo rompi� la breve enso�aci�n en la q est�bamos sumergidos.
Gregory paro de hacer lo q sea q hacia conmigo, se meti� a ba�ar y luego, empez� empacando sus cosas. Me dijo q ya ten�a planes, q quer�a viajar un poco m�s, ya ni se d�nde. Volvimos a discutir, y quise llevarlo a la fuerza conmigo por las razones equivocadas.
Alegue los pacientes q le necesitaban, en vez de reconocer q yo le necesitaba ah� conmigo, alegue todo. Menos q, lo q quer�a era traerlo de vuelta conmigo por q lo amaba. Nunca dije eso en voz alta, ninguno de los dos lo hiso. Ahora entiendo q esa responsabilidad reca�a en m�. Porque a House no se le puede pedir m�s de lo q puede dar. Y tal vez, si yo hubiera dado el primer paso, �l me habr�a seguido.
En cambio en ese entonces, solo consegu� q se obstinara m�s en irse. Y se fue por q House es as�. Si �l no quiere entonces no habr� quien le retenga.
De toda esa distancia, no se a quien le hiso peor, si a m� o a �l. No est�bamos hechos para estar separados.
Como siempre, otra vez, lo arruine a�n m�s. Me involucre con una mujer, S�ra Ges.
Y ella me gustaba, me gustaba por q ten�a el cabello rubio cenizo, con unos cuantos y delicados mechones marrones y grises, ten�a los ojos azules, el cuerpo atl�tico, esbelto y poco curvil�neo aun as�, delicado. Era inteligente, era malvada, era sarc�stica, era mayor q yo y era, internista. Era como House pero en versi�n femenina. Con lesion y todo. Solo q ella ten�a mal la rodilla, despu�s de una ca�da al esquiar, y hasta mucho tiempo despu�s con el mal clima entre otras cosas, le hac�an doler tanto la rodilla q cojeaba y tomaba un mont�n de calmantes por cualquier pretexto. Ella era experta, vivida y algo amargada. Como dije, era muy parecida a House.
Casi pens� q pod�a ser feliz al lado de Ges, porque aun q no era mi Greg, se parec�a mucho, me sent�a m�s cerca de �l. Y sobre todo lo q m�s me gustaba era, q era normal, �ramos una relaci�n normal. La de un hombre y una mujer, nada m�s, no hab�a de q murmurar. Creo q ella, en alg�n momento se dio cuenta, de q la usa. Pero no dijo nada.
No fue sino por una conversaci�n inusual q escuche entre Chase y Foreman, q me entere de q Gregory hab�a regresado hace unos meses. Y el enterarme as�. Me doli� much�simo, fue un golpe bajo q la vida me dio. Aun as� no podr�a reclamarle nada a House, no cuando yo mismo estaba involucrado en una relaci�n. Asique no fui a verle directamente, no pod�a, no ten�a el valor.
Le investigue primero.
Me entere de q daba consultas en su casa, casi como en los viejos tiempos, y q enviaba a sus pacientes a tratarse en el Princeton, despu�s de darles el diagnostico. De eso hablaban Chase y Foreman en aquella conversaci�n por la q me entere, de q �l estaba de vuelta sin dec�rmelo.
Y as� hubiera seguido espi�ndole porque savia como, porque hab�a recorrido la casa de Greg de pies a cabeza haciendo el amor en cada esquina, asique conoc�a de escondites y puntos ciegos. Ese conocimiento privado de la arquitectura del lugar, me jugo en contra, cuando los vi...
No parec�a ser algo q llevara tiempo coci�ndose, era, era simplemente extra�o.
Y estaba seguro de q para House, esto, era tan nuevo como para m�.
Pero para Chase, eso, parec�a ser muy viejo. Lo q paso, ocurri� en un d�a �normal� House acababa de votar a otro paciente de su casa con nuevas instrucciones. Chase estaba ah� en representaci�n del hospital con equipo muy costoso y delicado, asumo q Foreman llego a un acuerdo con House y lo condici�n a ser supervisado por un ojo q �deb�a� ser ecu�nime y no voluble como lo era Cameron. Pero Foreman se equivoc� si pens� q ese ojo ecu�nime era Chase, por q no fue as�.
Despu�s de terminar de empacar el equipo. Chase comenz� a hablar del paciente, del caso, como en los tiempos cuando Greg era su jefe. House lo molesto; dici�ndole a Chase q aun muchos a�os despu�s, segu�a muri�ndose por ser su perrito faldero, q hab�a disfrutado como mamon con teta, el estar bajo su escrutinio. Y muy contrario a q Chase reaccionara mal, se acerc�, sugerente, a House por un costado; le acaricio muy suavemente las manos de pianista de Greg, entre las suyas tan cuidadas con su piel de durazno como una vez le alago House. Y le susurro un escueto y grave, �Si� con la mirada anhelante y borracha de idolatr�a�
House lo miro, con la misma expresi�n q deb�a tener yo, como si de repente a Chase le hubiera crecido un cuerno con cara en la frente. Chase hiso el amago de querer besarle, pero al final solo roso demasiado cerca las comisuras de sus labios. House le pregunto q hac�a, y Chase lucio avergonzado y vulnerable. Se sonrojo hasta la punta de cabello. Y bajando los ojos acuosos, le conto sombre la; cierta �fascinaci�n� q tuvo por �l, su mentor, durante todo este tiempo desde el primer momento en q se conocieron. Que a�n le cre�a inalcanzable, pero q no quer�a pasarse la vida con las ganas q tenia, de demostrarle cuanto le admiraba. Se le confeso, en resumidas cuentas.
House iba a reaccionar mal. Iba a echarlo de ah�, conoc�a esa expresi�n en su rostro. Pero entonces Chase jugo sucio.
Con esa cara de inocencia corrompible. Le dijo, q posiblemente no era yo, pero q al menos �l estaba dispuesto a complacerle en todo y ser felices en libertad. Y si eso significaba q todo el mundo retumbara diciendo q Chase era el �ni�o� q se sentaba sobre sus piernas a �jugar�, a �l no le importar�a el que-dir�n, por q lo q sientes por la persona era lo de verdadera vitalidad. Fue lo q House quer�a o�r, lo s�, lo q yo deb�a haber dicho. Y fue Chase quien se lo dijo en vez de m�.
Fue el conejo q tent� al cazador aprop�sito. Y pese a ello, House se rindi�. Se dej� besar por el chico m�s joven q nosotros, se dej� adorar y amar en silencio, solo recibiendo lo q tanto espero, pero no de la misma persona.
Y lo vi disfrutar, lo vi gozarlo como hace tiempo no lo hac�a. Y lo supe por q record� q desde hac�a a�os desde q lo nuestro empez�, House no ten�a esa expresi�n al hacer el amor. Por lo general el parec�a concentrado en no perder ning�n detalle, en no perderme en general. Como si memorizara como �ramos los dos juntos, para luego en una posteridad afrontar con algo m�s de entereza nuestra separaci�n.
En cambio con Chase, le vi explorar, curiosear, libre de un pasado infernal lleno de heridas y rencillas. Solo, fue �l, con un nuevo amante, a quien le dio la oportunidad, q una vez la tuve yo.
La de cambiar su mundo y darle un giro 180 grados.
Fue la experiencia m�s dolorosa q recuerdo en la vida, la peor. Y quise morir en ese mismo instante. Porque fue diferente a todo lo q paso entre nosotros; porque �l pudo casarse y yo tambi�n, pero eso de ah�, no era igual a nuestros matrimonios, por alguna raz�n se sent�a m�s. Hondo, denso, m�s cerca de lo q nadie aparte de mi hab�an estado de House.
Pasaron tres meses para q lo de House y Chase se hiciera p�blico en el Princeton, sobre todo por q House ven�a a recogerle en moto a Chase y hasta lo hab�a besado delante de la entrada. El esc�ndalo fue aun mayor q conmigo. Porque de alguna manera se esperaban q hubiera algo as� entre nosotros, pero con Chase nadie se lo vio venir.
Cameron perdi� el control, hasta Foreman lo hiso. Y aun as� a Chase no le import�, ten�a la frente muy en alto, y lucia muy c�modo de comentarle a quien le interesara, sobre lo q ten�a con House, lucia orgulloso sobre todo. Cuando los aires se calmaron despu�s de otros tres meses, Greg volvi� al Princeton; como si nunca se hubiera ido, como si no hubiera pasado casi tres a�os fuera. Volvi� y volvi� con Chase a su lado, como su pareja oficial. Por supuesto q hubo rumoreo, pero como a ninguno de los dos le molesto, las cosas, simplemente se fueron pasando, enfriaron r�pido.
Gregory no hablo conmigo en todo ese tiempo. No m�s all� de un educado �buenos d�as� o un �adi�s�. No me miraba profundo como �l sol�a, no me buscaba en mi consultorio y si nos salud�bamos era por q en alg�n punto en todo el hospital, coincid�amos y ya. Era como si no le importara si estaba ah� o no, como si yo en general, ya no le importara m�s, y aquello me destru�an en formas indecibles, de las cuales nunca calcule el da�o, ni aun ahora lo s�.
La desesperaci�n y el dolor, hicieron de las suyas; cuando sent� q no pod�a m�s. Y lo confronte una vez en la sala de descanso, lo acuse de evitarme adrede. Pero en realidad, el reproche ten�a otro tinte, y estoy seguro de q �l lo ley�. Aun as� me dijo. Que era por Robert, por respeto a �l q ya no quer�a tener contacto con �sus ex�. Intento bromear diciendo q �el crio era como un demonio de lo celoso y posesivo q se comportaba a veces� pero Greg no pareci� molesto con ello en realidad. Eso solo acabo por desquiciarme a�n m�s. Asique espere, y espere a q House saliera de consulta y terminara con sus horarios, espere a q Chase tuviera q quedarse para cumplir con su turno en quir�fano toda una noche, espere a q se despidieran melosamente y todo. Y en cuanto lo tuve solo en el estacionamiento me lance a besarlo a com�rmelo vivo si pudiera, y volver a sentir el fuego entre sus brazos otra vez�
Pero. Lo q me paso, no me lo esperaba, su boca estaba helada, su barba solo me raspaba en vez de hacerme cosquillas. Su cuerpo tieso, no respond�a al m�o, era como si ya, las piezas q eran nuestra almas, no coincidieran m�s; porque ahora �l era como un trozo de hiel y yo segu�a siendo escurridiza arena, de cualquier manera, no cuaj�bamos, �ya no m�s?. Le mire interrogante a unos cent�metros de distancia. �l solo me dijo, q lo de �ex� iba muy enserio.
Y entonces en ese momento, supe q lo hab�a perdido, por primera vez, lo hab�a perdido de verdad. Ahora era yo quien viv�a en un infierno. El temor, a q fuera yo quien se vaya, se revirti�, cuando �l se fue primero.
Termine mi relaci�n con la mujer q se parec�a a �l, no le halle m�s sentido, ella no era Greg; por m�s q lo intentara, sus gemidos agudos no eran roncos como los de �l, y su cara carec�a de barba q House ten�a, sent�a sus pechos dem�s y sus casi inexistentes curvas, demasiadas. Quer�a al cuerpo masculino de Gregory House, aun si eso significaba ser homosexual; justo en la cama con ella, en lo q menos pensaba era en lo q especular�a la gente, y solo me dedicaba a extra�ar. Al amante q fue el amor de mi vida.
Y mientras, me corro�a la envidia al ver a House y Chase ser una pareja normal. Disfrutar de todo lo q fue y pudo ser m�o.
Chase era extra�amente cari�oso a todas horas y en cualquier lugar con House, y Greg era desinhibido, y necesitado. Asique eran una pareja complementaria, perfecta. Donde yo ya no ten�a cabida. Y aun as� lo segu�a intentando acercarme a Greg, pero �l pon�a a Chase como escudo de por medio, nada m�s doloroso q eso.
Y entonces vino el final.
La iron�a de iron�as, me entere de q ten�a c�ncer. Yo, el onc�logo.
Y, por lo q me cont� House, tuvo una ardiente noche de amor, con Chase, antes de q, fingiera suicidarse en un incendio, antes de su despedida.
Todos lloraron en su funeral, y todos alegaron amarlo, Chase estaba mal. Pero tanto House como yo, sab�amos q se recuperar�a por q, era joven y a�n ten�a la vida por delante. En cambio nosotros, yo. Estaba muriendo. En su funeral supe q no estaba muerto y aquello me revivi� aun q fuera por un corto tiempo.
�l solo, volvi� conmigo, en un apartado lugar, y me dijo.
-�No te dejare solo, cari�o�.
Y no recuerdo a ver llorado tanto en toda mi vida. Porque eso, eso fue lo m�s hermoso q nadie haya hecho o dicho, por m�, nunca hasta ahora.
House decidi� morir a mi lado. Dejo su perfecta relaci�n con Chase para pasar mi agon�a junto a m�; con un hombre ingrato y malo, q no lo supo apreciar. Que lo dejo cuando no deb�a.
Y aun as�, ahora �l regresaba voluntariamente, en el peor momento de mi vida, para verme morir, para estar a mi lado recogiendo sudor y v�mitos, todo porque. Me amaba.
En las buenas, en las malas. Hasta q la muerte nos separe�

Fin.

Extra:

House miraba firmemente al frente mientras sent�a su despedida desvaneces poco a poco.
Wilson iba a morir. Era un hecho indiscutible. El c�ncer era una enfermedad terminal a la larga. No hab�a la esperanza de un diagnostico diferente. No hab�a la esperanza de resolver ning�n acertijo porque no lo hab�a.
House hab�a decido morir junto a Wilson. Sepultarse en el olvido de sus conocidos desde ya, para luego tranquilamente suicidarse sin dejar a nadie atr�s.
Es q era l�gico, era todo lo q pod�a hacer.
Sin Wilson, no ten�a nada, no ten�a a nadie.
Al parecer amaba a Wilson m�s de lo q quiso reconocer en toda su vida.
Asique sonaba bien. Cabal; morir junto a la persona q amas.
Wilson reci�n apenas iba sintiendo, reci�n los dejes de la enfermedad. No iban ni por la mitad de los meses q Wilson de le quedaban de vida. Y aun as� era dif�cil. Porque Wilson empezaba a vomitar como loco, y el agotamiento pesaban, en su demacrado rostro. House estaba ah�, para sostenerlo todo lo q su cuerpo discapacitado le daba, mientras vomitaba. Y aun q se burlara y todo, se quedaba despierto hasta q Wilson se pudiera dormir, secaba su frente afiebrada, y le embut�a comida hasta por las orejas.
Siempre atento, cargando, incluso, con el peso de lo q ya no pod�a cargar.
Fue por eso, q un d�a. Despu�s de devolver hasta lo q no hab�a en su est�mago, despu�s de q House lo levantara, despu�s de arroparlo en la cama eh hidratarlo, d�ndole luego, un poco de leve fruta.
Que a Wilson no le pareci� mal acabar su vida as�. Consider�ndolo bien, nadie ninguna persona con la q estuvo, ni siquiera su familia. Le abr�a cuidado de la manera en la q lo hacia House.
As� fue como solt� un descuidado� �ojala me hubiera casado contigo�
Ya no eran palabras del Wilson arrepentido, q aprendi� a la mala a valorar lo q tenia. Eran palabras de un hombre contento, aun q en el ocaso de su vida�
Si lo pensaba bien, House era perfecto. Claro no es q literalmente fuera perfecto, el hombre ten�a muchos errores, pero �l ten�a los suyos igual, ambos se hab�an hecho da�o, asique estaban a mano. Pero House le hab�a sido entregado. En todo lo q cabe la palabra, House era alguien interesado en �l, q le hac�a re�r, q lo consolaba a su manera, muy honesta por cierto, cuando lloraba. Era quien lo entend�a, quien lo perdonaba, quien lo hac�a enojar. House era perfecto. Para �l. Aun con sus errores.
Eso pens� Wilson aquella vez.
Y House maldijo en su interior. Porque se mor�a de la rabia para con la vida misma.
Porque hab�a querido escuchar eso desde hace mucho, mucho tiempo, y hab�a querido escucharlo de Wilson. Justo a tiempo, cuando ten�an tiempo por vivir. Y no ahora cuando se les hab�a acabado el tiempo.
No quer�a escucharlo.
No cuando Wilson iba a dejarlo. Y �l a suicidarse.
La vida no pod�a ser tan perra.
Pero lo era.
Despu�s de todo. Esta siempre fue la cr�nica de un futuro muerto. El relato de una muerte anunciada. La larga historia de la agon�a del amor. Tanto f�sica como incorp�reamente.

Era ese, el fin�

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