Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cayendo el atardecer por hellblack_sasuke-

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola a todos.

Empezando nuevo proyecto, por el cual estoy muy emocionada ya que desde hace mucho quería publicarlo.

Los personajes son de Masashi Kishimoto

Notas del capitulo:

Gracias a todos por estar aquí el día de hoy.

Sé que el resumen no dice mucho, pero he de mencionar que el fic en gran medida es sobrenatural (magia, espectros, fantasmas, etc), de misterio, tal vez un poco de terror pero no mucho xD y... ese tipo de cosas. La verdad es que es la primera ocasión donde centro un fic en ese tipo de temática.

Gracias por darle la oportunidad como siempre y el permitirme estar aquí.

 

Solo había oscuridad. De repente, una que otra estrella en el cielo alumbraba el terreno donde el chico se encontraba. Lo reconocía como la palma de su mano. Se encontraba en su colegio; eran cerca de las dos de la mañana, tal vez; no estaba seguro.

Estaba huyendo, ya no tenía energía para seguir peleando. Necesitaba encontrar a Naruto y marcharse de ahí inmediatamente.

Era la peor noche de su vida.

Sasuke seguía corriendo, perdiéndose en los pasillos de los edificios de su escuela; solo escuchaba su respiración. Los pocos poderes que le quedaban, los usaba en ese momento para que los enemigos no conocieran su ubicación.

El sudor corría su frente a pesar de ser una madrugada fría. Su aliento inundaba hasta su última vena; mantenía sus ojos bien abiertos y se encontraba en un estado máximo de concentración.

Sintió de repente un fuerte empujón que lo llevó para atrás. Cuando cayó al piso se percató en lo que estaba ocurriendo. Frente a él yacía Naruto atado y sometido por uno de los tipos que los habían estado persiguiendo, y ahora a unos pasos del cuerpo débil de Sasuke, estaba esa maldita mujer que parecía ser rusa. Cada vez les mandaban a gente peor y más difícil de matar.

-¡Sasuke¡ -Gritaba Naruto- no mires su arma –murmuró mientras permanecía con los ojos cerrados- es una trampa –el moreno agachaba el rostro mientras observaba al rubio. Intentó levantarse, pero fue en vano. En un par de segundos, en un abrir y cerrar de ojos, la mujer se había encargado de hacer caer a Sasuke en su trampa.

Sasuke vio su arma. Era completamente extraña. Parecía una pequeña ruleta fosforescente rosa y verde; solo giraba y giraba. Ya era demasiado tarde.

Todo pasó demasiado rápido.

Sintió un tirón en su cabello, la mujer que tenía el cabello teñido de rosa logró sentarlo de un solo jalón; Sasuke miró a su alrededor rápidamente. Vio el cielo, estaba completamente despejado, había luna llena, todo estaba en silencio, miró a Naruto. Tenía miedo, no podían hacer nada.

-No quiero morir –murmuró- “No puedo morir, no quiero morir” –pensaba. Cerraba los ojos con toda la fuerza del mundo, podía escuchar como el arma se estaba cargando; en cualquier momento le dispararían en la cabeza- “no puedo morir aquí” –pensó- “No voy a morir aquí, no puedo morir aquí” –gritó en su mente, viendo su vida pasar a través de tantos años. Escuchaba las súplicas de Naruto. Algo se le debía ocurrir.

Utilizó su último suspiro para intentar hacer algo; ocupó lo que le quedaba de magia para no morir esa noche.

El ruido del arma detonarse interrumpió el silencio de esa madrugada. Fue muy rápido. Sasuke sintió un dolor agudo en la parte superior de la cabeza; un dolor que se esfumó casi de inmediato. De repente, todo estaba oscuro. No había nada. Ya estaba hecho.

Había muerto.

Era como cuando estás dormido. Es como cuando cierras los ojos y todo el lugar en donde te encuentras, está de color negro. Corres y corres y todo está igual. Sin embargo, hay una pequeña sensación tal vez de paz, silencio, calma. Un lugar sin espacio ni tiempo. Una zona donde no hay nada más que tú, perfecto para reflexionar y pensar en todas aquellas cosas que hiciste y en todas aquellas que no.

Sasuke miraba con desesperación todos sus recuerdos. Tenía una sensación de arrepentimiento, frustración. Vivir en carne propia lo que significaba morir, era terrible. Dolía y mucho.

Cerró de nuevos sus ojos, pedía y utilizaba sus poderes para regresar. Aún no podía morir. No todavía.

Fue entonces que despertó.

A un lado de él estaba Naruto, era de día, pero todavía se sentía muy extraño.

-¿Qué sucedió? –Sasuke se frotaba la cabeza. El rubio le sonrió cálidamente-

-Pudimos escapar –al fondo, se escuchaba en las noticias el asesinato de tres sujetos cerca de la máxima casa de estudios universitarios del país-

-Entiendo –contestaba a secas-

-Por lo menos no nos encontrarán por algún tiempo. Tendremos que escondernos un rato

-Está bien –sus manos aun temblaban-

-Sasuke –el de ojos azules murmuró en un suave y agradable tono. Se acercó al moreno y delineó su mentón- tranquilo –sonreía de manera grácil- lo importante es que estamos juntos. Esta vez nadie va a separarnos –el otro solo asintió- te amaré para siempre

-Y yo a ti, Naruto –le devolvía una sonrisa con la misma intensidad- te amo demasiado –el chico tomaba la mano del rubio y la apretaba con fuerza- pase lo que pase, siempre voy a encontrarte

-Jamás dejaré de buscarte –susurró en su oído y esta vez, Sasuke de nuevo despertó.

En cuanto abrió los ojos, lo primero que vio fue el techo blanco de una habitación; miró a ambos lados, se encontraba en su alcoba. Parecía que ahora sí había despertado de verdad.

Se talló el rostro, todavía estaba oscuro. Notó que estuvo llorando mientras dormía. Su cabeza explotaba, era como si algo le hubiera chupado la vida, y como no.

Ese, no había sido un sueño cualquiera. De hecho, no había sido un sueño. Todo lo que pasó había sido real.

Revisó su teléfono que se encontraba a un lado, eran cerca de las cinco y media de la mañana. Se echó de nuevo en la cama con pesadez, quería dormir otro rato antes de irse a la escuela.

Olía su almohada, intentado relajarse y volver a condiciones basales. Fue una noche terrible. La agencia cada vez los mandaba a misiones más peligrosas, pero esa en especial, donde en verdad había muerto…

Además, lo más importante de todo. Naruto también había ido.

Cuando sintió, de nuevo estaba llorando, pero esta vez era de alegría. Por lo menos, por un momento, pudo estar con él de nuevo.

A pesar de que la situación era cada vez peor, el haber visto a Naruto, le daba algo de esperanza.

Se quedó dormido hasta que sonó su despertador; se levantó rápido y se arregló para dirigirse a la escuela.

En su cuarto había piedras, amuletos, fotografías y un sinfín de cosas, algunas escondidas, algunas que pareciera que no significaban nada pero significaban mucho; “protecciones”, hechizos.

Sí, Sasuke pertenecía a una agencia muy especial.

Antes de salir por la puerta principal se encargaba de fortalecer la barrera que rodeaba todo su departamento para que nada malo pudiera entrar o mejor dicho, “encontrar”.

La vida de Sasuke era como la de cualquier estudiante.

Era un chico promedio, un tanto popular; era un buen alumno, sin embargo a veces reprobaba o a lo largo de su carrera debió de recursar algunas materias; no porque no supiera, sino que hay cosas que son difíciles de explicar. Pero tampoco le importaba mucho, solo lo suficiente.

Sasuke siempre se describió como una persona común, pero sin embargo, bastante especial.

Él y su familia pertenecen a esa clase de personas “especiales”, aquellas que pueden ver más allá de lo evidente.

Sí, Sasuke era “mago”, tenía “poderes”, podía ver y hacer cosas que la gente normal no puede. O mejor dicho, dones que la mayoría de la gente perdió.

Desde tiempos inmemorables ha existido el bien y el mal. Lo que hoy se conoce como magia, no es más que energía que alguien es capaz de controlar para ciertos fines.

La energía está en todos lados, no solo se trata de la energía que se utiliza para prender un foco. Existen muchos tipos, y si alguien es capaz de manipularla, entonces pueden pasar grandes cosas. Pero si esas capacidades son desarrolladas por aquellas personas que sirven para cometer actos oscuros, es entonces cuando pasan cosas terribles.

Por ello, es que hay un mundo escondido, coexistiendo con todo aquello que se considera normal. Es ahí a donde Sasuke pertenece.

Una agencia especializada en mantener el equilibrio para que todos los seres vivientes se encuentren en paz.

El papel de Sasuke en ese lugar era jefe del escuadrón más importante que tenía la institución.

Cazadores de oscuridad.

Y él, era el cazador más importante de todos.

Por lo que su cabeza valía millones.

 

-¿Soñando despierto otra vez Sasuke?

-Perdón profesora –decía con algo de pena- estaba distraído

-Pues deja de distraerte –respondió la mujer en un tono de regaño- te decía que si te doy esta ecuación y el diámetro al cuadrado…. –Sasuke la escuchaba a lo lejos, aunque la miraba a los ojos fingiendo poner atención; estaba mucho más enfocado en la asquerosa araña con púas y ojos en las patas que se encontraba en el hombro de la profesora, absorbiéndole la energía- ¿podrías darme el resultado?

-Cien –contestó en automático-

-Y entonces si yo solo quiero la… -Sasuke aprovechó que la profesora se volteó para escribir algo en el pizarrón, y lanzarle un hechizo a la araña para matarla. Odiaba esas cosas- ¿cuánto sería?

-Pues, sería cincuenta, ¿no?

-La mujer, tratando de tenerle paciencia, prosiguió- pues justamente, no sería cincuenta –por siempre la gente sería malagradecida. A pesar de todo, nunca cambia. Por eso les pasa lo que les pasa. Sin embargo, Sasuke es así. Si puede ayudar, lo hace, sin esperar nada a cambio-

-Olvidé que hablábamos del diámetro, entonces es veinticinco –murmuró-

-Sí –al parecer su humor había cambiado, se encontraba feliz porque pareciera que Sasuke había entendido- muy bien Sasuke –el chico apenas sonrió.

En momentos como ese, odiaba ser empático. Podía sentir la tristeza de la chica que estaba tres filas atrás, sentada por el medio. Al parecer su madre recién había muerto y de una forma muy violenta.

Sasuke podía sentir lo que otras personas, y a veces, hasta escuchar sus pensamientos.

La mayor parte del día estuvo normal y cotidiano. El hecho de ver a tantas criaturas ya no era nuevo para él. Ya nada lo sorprendía, siempre era lo mismo. La gente cargaba con monstruos horribles; de ahí a que todo el tiempo les pasaran cosas malas.

-Llamando tierra Sasuke –de repente una chica colocaba su mano frente a él- en las nubes como siempre –sonreía de manera amplia- te estoy grite y grite desde medio pasillo

-Perdón Sakura –la miraba apenado- estaba…

-Lo sé –ladeaba el rostro- ¿qué estabas viendo? –Preguntó con curiosidad-

-No quieres saber

-De acuerdo –sonrió una vez más. Sakura era su amiga desde los primeros semestres de la escuela. Siempre la consideró como una buena persona y a pesar de que lo primero que vio en ella no le gustó, al investigar supuso que no pasaría nada si seguía manteniendo relación con ella; y hasta la fecha es así.

Sakura sabe lo que es Sasuke, y cree en esas cosas; sin embargo, entre menos sepa mejor. Es curiosa, pero no tanto- ¿vas a clase?

-Sí –respondió con suavidad- tengo clase con Karin

-Ah muy bien  -le palmaba el hombro- la saludas por favor, hace mucho que no la veo

-Lo haré –sentenció- ¿Sakura?

-¿Qué pasó?

-Tranquila, tu mamá se pondrá bien –dijo sin más con una sonrisa amplia en el rostro y se marchó-

-“Siempre estás en todo, ¿no es así?” –La joven pensó para sí, sintiendo un aire esperanzador en su pecho. Así era con Sasuke. A pesar de que no le dijeras nada, él lo sabía todo.

Apenas el fin de semana se le subió la presión arterial a su madre que estaba en el hospital con la salud algo delicada; pero si el moreno decía que se pondría bien, era porque así sería-

-Sasuke –la pelirroja lo saludaba desde su lugar, cuando vio al chico entrar-

-¿Cómo estás? –Preguntaba, acercándose a ella, para luego sentarse a su lado-

-Bien –sonrió- y ¿tú?

-También

-¿Te pasó algo? –Arqueó la ceja- te veo muy pensativo

-Parece que ya empiezas a tener dones –dijo en burla, y luego se puso serio- no es nada; solo, pasó algo extraño en la noche –estaba preocupado porque la sensación de muerte aún no se iba y para esa hora de la tarde, debería ya de haberlo hecho- cuando sepa bien que sucedió, te contaré –de nuevo parecía tranquilo y despreocupado. Como siempre-

-Vale –la chica seguía mirándolo pero optó por dejarlo en paz- oye…

-¿Qué pasó? –Sasuke ya sabía lo que la chica iba a preguntarle, pero igual la dejó hacerlo-

-¿Me lees las cartas? –Decía con alegría-

-Claro que sí –le correspondía del mismo modo, dejando salir una suave risa- les platiqué a algunas chicas lo que haces y también quieren que se las leas, ¿podrías hacerlo?

-Sabes que sí –suspiraba divertido- no tienes remedio…

-¿Podrías el jueves?

-En las horas libres que tengo contigo –confirmó-

-Muchas gracias Sasu…

-De nada –volvió a reír con gracia y después de un rato, el día terminó.

Para las seis de la tarde ya se encontraba en el edificio principal de la agencia. Un lugar, en el que nadie buscaría nunca-

-Me hubiera gustado que vinieras más temprano. Lo que sucedió anoche es importante –una mujer le decía desde el otro lado del escritorio-

-Hubiera sido muy sospechoso –cruzaba las piernas y colocaba las manos por detrás de la cabeza- especialmente porque no estoy seguro de a quién mandaron ahora

-Pero está en tu escuela ¿verdad? –El chico atinaba con la cabeza-

-Es un alumno. Es hombre, pero todavía no lo he encontrado; esta vez mandaron a alguien que sabe cómo esconderse

-Sin embargo ese no es problema para ti, sé que podrás hacerlo; además llevamos unas semanas de ventaja

-He estado investigando –el moreno de nuevo se ponía tenso- a mi parecer, son años de ventaja. Calculo de dos a tres años

-¿Por qué tanto tiempo? –La mujer se cruzaba de brazos, sumamente curiosa-

-Los monstruos que trataron de matarme la semana pasada mientras estaba en el metro… jamás los había visto. Estoy seguro que es algo nuevo

-¿Algo muy lejano?

-Deben de venir de una dimensión muy, muy diferente; además los asesinatos cesaron

-Comprendo. Le diré a Sai que siga averiguando

-De todas formas deben de tener mucho cuidado. Matar a esas cosas no es nada fácil. Solo maté a uno ese día; tuve que huir

-Lo sé. Y perdóname por haberte expuesto tanto

-Es mi trabajo de cualquier modo

-Aun así –la mujer suspiraba- ¿quieres hablar de anoche? Todo es importante, pero cuando te sentí y supe lo que pasó…

-Sí –la miraba- ni siquiera yo puedo entenderlo. Quería saber si tú conoces algo de todo esto

-Estoy igual de sorprendida que tú. Para empezar, Kakashi y yo habíamos decidido enviarte a una de las casas donde ellos hacen sus fiestas, pero al parecer llegaste a tu escuela, y esos tipos solo te estaban esperando… -se mordía un dedo- no entiendo cómo pasó eso

-Lo que en verdad no comprendo es que Naruto apareció

-¿Qué dices? –La mujer de cabello rubio se levantaba de la mesa- eso no puede…

-He estado pensando todo el día en eso y tampoco me lo explico, pero sí. Era él –Sasuke se arremangaba la manga de la camisa que llevaba ese día. Se quitó la muñequera que llevaba consigo en el brazo izquierdo y se lo enseñó-

-Válgame –Tsunade no salía de su asombro-

-Naruto me salvó. Dijo que por un tiempo debemos estar escondidos, en lo que las cosas se tranquilizan un poco, pero que todo estará bien

-Yamato lo cuida día y noche; sin embargo no me reportó nada

-¿Puedo verlo? –Aunque no pareciera, Sasuke estaba ansioso por todo lo que había sucedido. Necesitaba estar con él.

Tsunade vio la desesperación que Sasuke traía consigo, así que se levantó del lugar y lo invitó a que la siguiera.

-Voy a llamarlos a todos mañana. Tenemos que hablar mucho sobre esto –lo miraba con un aire ligero de preocupación-

-Estaré bien –dijo de manera delicada-

-Aun así, esa mujer y esa arma… nunca he visto algo como eso. Es mejor estar preparados para lo que sea. Además el hecho de que en verdad hubieras muerto…

-Ya ha pasado… -la mujer lo interrumpió-

-Es la primera vez en que enserio te mueres Sasuke –lo miraba enérgica- no podemos darnos el lujo de bacilar.

Quédate con él, el tiempo necesario –le daba ya la espalda- también llegó un nuevo miembro

-¿De los Hyuga?

-Neji –respondió- necesito que le enseñes como trabajamos aquí

-¿Acabas de asignármelo como compañero? –Sasuke preguntó de mala gana-

-Cada vez la situación empora, no puedes ir solo

-¿Lo estás diciendo por lo que pasó anoche? –Lucía molesto- eso no es nada; yo puedo cuidarme solo. Siempre he trabajado solo desde que…

-Si no hubiera sido porque Naruto apareció anoche –le decía enojada-, hoy no estaríamos platicando y quién sabe qué hubiera pasado con tu cuerpo –lo miraba de reojo- deja de ser tan irresponsable, porque tu mejor que nadie sabe lo que pudo haber pasado si morías en ese lugar –el silencio inundó el sitio-

Ambos sabemos que Naruto te salvó –Sasuke miró al suelo- y con las habilidades de Neji creo que serán buen equipo –la mujer ahora le hablaba de forma cálida-

Sé que te molesta, porque la única persona con la que puedes compaginarte es con Naruto; pero ten en cuenta que son tiempos difíciles. No podemos confiarnos –Sasuke se quedó callado. Comprendía la situación y sabía que Tsunade estaba en lo correcto; era solo que… le costaba aceptar los cambios que venían- sabes que lo hago por ustedes dos

-Lo sé –el moreno se giraba a verla- ¿Cuándo empieza?

-Mañana por la noche

-Estoy en perfectas condiciones, puedo salir hoy

-Prefiero que descanses –lo miraba con seriedad- a fin de cuentas te agotaste mucho en la batalla y necesito que toda tu psique se encuentre bien; sin mencionar que morir y regresar en una misma noche no es cosa fácil

-Si tú lo dices… -en ese momento la mujer desapareció y Sasuke se quedó solo frente a una puerta. Suavemente la tocó e hizo un sello. Como si nada la abrió y no pudo evitar sonreír de alegría.

Se acercó a donde recostado en una cama, se encontraba un chico de cabellos rubios; tenía un respirador conectado a su cuerpo y todas las máquinas médicas habidas y por haber.

-¿Qué noche la de ayer no crees? –Sasuke murmuraba una vez que ya estaba a su lado. Con una mano, acarició el rostro del rubio- gracias –susurró, mientras derramaba algunas lágrimas. El rostro del moreno irradiaba tanto amor por el chico que estaba dormido- siempre, terminas salvándome-

A todos en la agencia les rompía el corazón.

Lo que les había pasado eran de esas cosas que no deben suceder y sin embargo… pasan- no sé qué hubiera hecho sin ti –Sasuke acariciaba la frente de Naruto con las yemas de los dedos- incluso cuando estás dormido, eres hermoso –sonreía mientras se sentaba a su lado- estoy haciendo todo lo posible para traerte de regreso –el chico tomaba la mano del rubio y la llenaba de besos- por favor no te rindas. No dejes de luchar Naruto, por favor, regresa…

 

-¿Desde cuándo está así? –Un chico de cabello castaño seguía a la mujer rubia por todo el recinto

-Desde hace cinco años –suspiraba sin detenerse en su andar- Naruto y Sasuke salieron a una misión. En ese tiempo Kakashi era el encargado de asignarlas; supusimos que no habría problema, era… algo sencillo. Algo, con lo que no deberían de haber tenido problemas; sin embargo, todo fue una trampa

-Comprendo –respondió de manera respetuosa-

-Y durante el combate, para que no dañaran a Sasuke, Naruto se puso en medio. Desde ese día, Naruto está en coma

-Esa es la versión médica –Tsunade sonreía ante la respuesta del joven-

-Me alegra que ya estés aplicando lo que te han enseñado tantos años. La verdad es que en estos momentos, Naruto se encuentra en “el limbo”. A pesar de que el ataque era para matar a Sasuke; no estoy segura de lo que hizo Naruto que logró sobrevivir y simplemente ir a limbo, pero el problema es que no puede regresar. Es como si lo hubieran sellado… y a pesar de que hemos intentando de todo, nada parece funcionar

-Ya veo

-Y después de lo que sucedió anoche, no quisiera que Sasuke esté solo. Últimamente los atentados contra él han aumentado y me preocupa que viejos enemigos hayan vuelto por él

-Creo que a toda la agencia le preocupa; incluida mi familia, de lo contrario no me hubieran pedido que viniera con ustedes

-Las cosas que están sucediendo no son coincidencia, y estoy segura que la oscuridad está planeando algo fuerte…

-Y si perdemos a alguien como Sasuke van a pasar cosas muy malas –decía con seriedad- ¿su familia ya está en camino?

-Sí –confirmaba- al final Mikoto me llamó porque sintió como su hijo se moría, así que esta misma noche llegan

-Qué bueno –decía con tranquilidad- Sasuke necesita mucha energía ahora mismo

-Mañana será tu primera misión con él. No lo desaproveches, es un chico con mucha experiencia dentro y fuera de combate

-No lo dudo –sonreía- aprovecharé todo lo que pueda enseñarme –“¿Cómo será, trabajar con alguien como él? Alguien, que estaba destinado a ser la ruina del mundo. Alguien que está marcado por la maldad. Alguien que nació para ser hijo de la oscuridad”. -pensó-

           

 

 

Notas finales:

Gracias por leer.

Espero traer pronto la actualización.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).