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Nosotros lo llamamos paraíso. por hokagay

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Notas del fanfic:

Advertencias: Personajes fuera de caracter, mención de non-con (no entre los personajes principales), drogas, prostibulos

Notas del capitulo:

Terminos utilizados importantes

Consigliere:Es el consejero del Don de la mafia, en tiempos de crisis el Don le pedira su opinion y este puede manifestarse cada vez que crea que una decision no es adecuada 

Omertá: Es un codigo de silencio bajo el que se rige la mafia

Oyaji: Viejo/Padre, no quise reemplazar este termino con esas palabras ya que la siento más apropiada. 

[-]

“Anoche me sirvieron mucho veneno, bebé.

Anoche hice cosas de las que no estoy orgulloso.

Y me puse un poco loco.

Anoche conocí a un chico en la pista de baile

Y deje que me llamara “cariño”.”

–Last Name, Carrie underwood

 

[0]

Luffy recorre los laberinticos pasillos de la gran residencia de la Familia Barbablanca, mientras intercambia saludos con algunos de sus hermanos y se dirige hasta el despacho de su padre. El mismo hombre que lo adopto a él y a su hermano Ace hace doce años, cuando eran un par de huérfanos en los suburbios del Archipiélago Sabaody que robaban y peleaban para sobrevivir, y que estúpidamente intentaron asaltar al gran mafioso quien solo se rio de la situación y les ofreció un lugar al cual pertenecer dentro de su familia.

En una familia con tantos hombres entre sus filas como la de Barbablanca existen distintas divisiones de trabajo y cada una de ellas es supervisada por un comandante, los hombres en que el viejo tiene puesta toda su confianza y Luffy es uno de ellos, el más joven y en quien el resto de los comandantes que lo vieron crecer desde un pequeño mocoso de siete años son más sobreprotectores.

Una vez frente al despacho, Luffy toca la puerta y de inmediato la grave voz del Don le da la autorización de entrar

– ¿Me llamabas, Oyaji? – Pregunta Luffy, cerrando la puerta detrás de él y alzando una ceja, desconcertado, al ver al resto de los comandantes reunidos en la habitación –

– Mi hijo, ¿Cómo estuvo tu descanso? – pregunta Edward Newgate, una vez el joven esta frente a su escritorio – ¿La pasaste bien ayer?

– Muy bien, gracias nuevamente por los boletos para el concierto de Soul King – dice Luffy, aun emocionado por poder haber asistido al concierto del legendario músico Brook, en cuyas apariciones sobre el escenario se disfraza de esqueleto –

– Puedes tomar asiento – dice el Don, señalando el asiento frente a su lujoso escritorio y el joven acata de inmediato su petición – Necesito discutir algo contigo

– ¿Una nueva misión? – pregunta el menor emocionado, siempre interesado en resolver conflictos con otras familias o traidores –

– Es un poco distinto a las misiones que normalmente te son encomendadas por lo cual eres libre de rechazarla si te hace sentir incomodo – responde Newgate, alzando su dedo en dirección de Ace como advertencia de que se mantenga en silencio cuando el joven hace amen de interrumpirlo –

– ¿De qué trata la misión? – pregunta Luffy –

– Fue pedida nuestra ayuda por alguien que trabaja en los suburbios de Sabaody, el lugar es un bar que funciona como prostíbulo, algunos de los empleados son chantajeados a trabajar ahí contra su voluntad a través de distintos métodos de extorsión y otros drogados para trabajar como esclavos sexuales… y para hacer la situación peor, el dueño del lugar es el peón de Kaido, Doflamingo

– Eso es terrible – responde Luffy horrorizado, al haberse criado en los suburbios y el bajo mundo temas como la prostitución y drogadicción no lo sorprenden, son distintos motivos los que llevan a las personas a orillarse a esa clase de cosas pero que sean obligados a trabajar de esa manera por una tercera persona realmente lo hace sentir molesto –  ¿Entonces, qué necesitas que yo haga?

– Necesito que te infiltres y trabajes ahí por un tiempo – Responde Newgate, y si no fuera por la seriedad del tema se reiría del rostro que su hijo menor ha puesto – Eres el más apropiado para el trabajo, eres joven y tienes el atractivo del que tus hermanos carecen

– ¡No sé porque pero de alguna manera eso fue ofensivo, Oyaji! – interviene molesto Thatch, el comandante de la cuarta división, con el ceño fruncido –

– Oyaji tiene razón – dice Marco, el consigliere y comandante de la primera división, poniendo su mano sobre el hombro de Thatch – El resto de nosotros somos muy musculosos, muy viejos o muy conocidos dentro del bajo mundo como para participar de este tipo de misión mientras que Luffy tiene un cuerpo más pequeño, facciones faciales más delicadas que lo hacen atractivo y exótico para esa clase de lugar

– Aun estoy en contra de esto – se queja Ace, como lo ha hecho durante la última hora desde que el Don discutió el plan con el resto de los comandantes para pedirles su opinión– ¿Qué pasa si algún pervertido se sobrepasa con él y Luffy no puede hacer nada por estar de encubierto?

– En las noches que Luffy trabaje, alguno de nosotros podría ir y contratar sus servicios durante algunas horas, de modo que otros no tengan la oportunidad – propone Izo – Esos lugares tienen habitaciones privadas y nadie sospecharía nada si Luffy entrara con alguno de nosotros allí

– Esa es una buena idea, Izo – alaba Haruta –

– ¿Cuál es tu respuesta, Luffy? – Pregunta Barbablanca – siempre puedes rechazar esta misión, para mi es siempre fundamental tu comodidad y seguridad

– No parece ser algo tan complicado y me gustaría ayudar a cerrar ese antro – responde el pequeño comandante – Debo deshacerme de Doflamingo silenciosamente y ayudar a esas personas

– No te confíes, Luffy – advierte el comandante de la quinta división, Vista – cualquier persona que trabaje con Kaido es engañosa y paranoica, además de fuerte

– Doflamingo ni siquiera sabrá que le pateo el culo – dice Luffy animado con los brazos en pose de victoria y algunos de sus hermanos, como Fossa, Jozu, Rakuyo y Atmos solo se ríen alentándolo –

– Cuento contigo, hijo. Por favor, sé cuidadoso – pide Newgate – además mientras dure esta misión tendrás que vivir en un departamento cerca de los suburbios, hablare con nuestros aliados, los hermanos DeCalvan, para que te hospedes en uno de sus edificios, de esa manera será un poco más seguro para ti

– Luffy teniendo que ser cuidadoso, ¿qué podría salir mal? – Pregunta Ace con sarcasmo, recibiendo de inmediato un golpe en el costado por parte de Thatch para que permanezca en silencio–

– ¿Por qué sería más seguro así? – Cuestiona Namur, comandante de la octava división – ¿No sería más seguro que volviera aquí todos los días?

– ¿Y si alguien lo sigue y descubre su conexión con nosotros? – Contesta Marco – Eso sería muy peligroso para Luffy y desataría de inmediato una guerra entre nosotros y Kaido

– Ace, eres un pesado – dice el joven comandante sacándole la lengua a su hermano – y déjamelo a mí, Oyaji, te haré sentir orgulloso.

– Me haces sentir orgulloso todos los días con solo ser mi hijo – responde el Don, haciendo sentir avergonzado a su hijo menor y reír al resto – Hoy celebraremos y mañana comenzaremos con la operación.

– ¡Si! – exclaman todos los comandantes al unísono, siempre dispuestos a una buena fiesta.

. . .

Luffy no recuerda haber estado tan mal vestido y sucio desde los siete años, antes de ser acogido por la familia Barbablanca y encontrar un hogar entre ellos. El joven comandante observa la dirección desde la que camina Doflamingo quien se encuentra observando las vitrinas de algunos locales comerciales, Luffy reúne lágrimas en sus ojos y agacha la cabeza mientras camina en la dirección de Doflamingo y con sincronización perfecta choca contra el pecho del hombre de gran estatura.

– Lo siento mucho, señor – se disculpa Luffy con voz temblorosa mientras alza sus ojos llenos de lágrimas para observar al peón de Kaido – 

– No te preocupes, chico – dice Doflamingo, poniendo su mano sobre el hombro de Luffy, siempre amigable con posibles víctimas para su negocio – Estas en mal estado, ¿hay alguna manera en la que te pueda ayudar?

– Me han corrido del orfanato ahora que soy mayor de edad, no consigo un empleo ya que no tengo estudios, estoy hambriento y tengo miedo de vivir en calle por más tiempo – relata Luffy con voz entrecortada mientras lágrimas se deslizan por sus mejillas – No sé cómo podría ayudarme con tanto, señor 

– Podría darte un empleo – sugiere Doflamingo, tanteando terreno – Mi nombre es Doflamingo, soy dueño de un bar aquí en Sabaody, es un lugar poco convencional así que no sé si estarías dispuesto a trabajar para mi 

– ¿En serio? – pregunta Luffy esperanzado, apoyando sus manos sobre el pecho de Doflamingo mientras una pequeña sonrisa encantadora se forma en sus labios– Mi nombre es Lu y si es un trabajo haré lo que sea, con el dinero podría pagar un arriendo y tener para comer

– Me encantan los chicos como tú – dice Doflamingo, sus manos bajan de manera sugestiva del hombro de Luffy hasta su cintura – ¿Qué tal si me acompañas al bar, te doy algo de comer y te entrego tu nuevo uniforme?

– Por supuesto – responde Luffy, usando su mejor sonrisa encantadora mientras permite que Doflamingo entrelace sus dedos con los suyos para dirigirlo en la dirección que se encuentra su bar –

 

[1]

Dos días después, mientras se observa en el espejo y se da cuenta de lo obsceno que es el uniforme que debe utilizar, Luffy se pregunta si en verdad fue una buena idea haber aceptado la misión. El uniforme es casi estándar para hombres y mujeres con sutiles diferencias debido a algunas partes de la anatomía que deben cubrirse para ser atractivo y asemejar al traje que utilizaban las concubinas para seducir al sultán. Un ancho collar alrededor de su cuello del que se sostiene una tela blanca que cae sin forma por el centro de su pecho (dejando al descubierto sus pezones invertidos), hasta las caderas donde es envuelta de izquierda a derecha por debajo de su cintura y que cae hacia adelante como un taparrabos, con pulseras doradas en cada una sus muñecas que asemejan al oro. El uniforme de las mujeres es similar solo que estas tienen los senos cubiertos dejando al descubierto sus espaldas con un corte en ‘v’ hasta sobre el trasero.  

El nombre del bar que funciona también como prostíbulo es “Mariejois”, el lugar desea dar la imagen de un viejo harem donde todos los clientes son un sultán al cual servir y ayudar a cumplir sus deseos. Algunos de los hombres que llegan solo buscan compañía, una mujer u hombre atractivo con quien sentarse a beber un trago y conversar, otros buscan observar show principal que se da en medio de un escenario con hermosas bailarinas que mueven seductivamente sus cuerpos y otros buscan sexo de una noche con alguien a su elección que cumpla sus más oscuras fantasías en las habitaciones que hay en el segundo piso del bar. 

El ambiente del bar le es a ratos abrumador, el calor que lo hace sudar aun cuando trae tan poca ropa encima, los sonidos de risa que se confunden con los de gemidos femeninos y masculinos, el olor a alcohol y sudor impregnándose en su piel por horas. Aunque ver el rostro de alguno de los trabajadores lo hacen fortalecer su decisión de haberse infiltrado para matar a Doflamingo, se ven tan miserables mientras trabajan en la barra sirviendo tragos o bailando para los clientes, y ni siquiera ha querido pensar en quienes están dentro de algunos cuartos designados a servir como juguetes sexuales contra su voluntad porque están demasiado drogados como para protestar, de momento no puede ayudar a esa gente y eso lo frustra.

Esta noche fue encargado de llevar tragos de la barra hasta las mesas como mesero, mientras alguno que otro hombre golpea su trasero a mano abierta y él debe morder dentro de sus mejillas para no gritar y devolver el golpe con su puño en la cara de los pervertidos, y en vez de gritar ríe de manera encantadora, batiendo sus pestañas y moviendo su caderas mientras camina a la siguiente mesa.

 

Cuando cumple una semana de trabajo es llamado al despacho de Doflamingo, el jefe se encuentra sentado en una silla de cuero y sus manos están cruzadas sobre su regazo, es la primera vez que Luffy lo ve sin sus gafas y no le pasa inadvertido como esos ojos de un profundo color azul siguen el movimiento de su caderas mientras entra en la oficina.

– ¿Me llamaba, amo doflamingo? – pregunta Luffy mientras el nombre con el que debe referirse al peón de Kaido deja un sabor a bilis en su boca. No sabe porque presiente que de verdad necesitara un trago de alcohol luego de su reunión con este hombre –

Doflamingo extiende su mano, indicándole a Luffy que desea que la tome y el joven obedece, rodea el escritorio de costosa madera barnizada y queda de frente con el hombre de corto cabello rubio, quien con su mano abierta acaricia los firmes muslos de Luffy.  

– Tienes un cuerpo tan bonito – alaba Doflamingo, sus largos dedos ahora viajan peligrosamente cerca de los glúteos del joven con intención de tocar más– Y lo has ocupado tan bien en pocos días, pasas horas en las habitaciones privadas con algún hombre

– Solo quiero ayudar al amo Doflamingo con el negocio – Dice Luffy de manera amable, colocando su mano sobre la de Doflamingo y dándole un apretón de manera coqueta haciendo que toque su firme trasero. Doflamingo lame sus labios y lo observa con ojos deseosos – el amo ha sido tan amable de darme un trabajo cuando yo no tenía nada y no sé cómo comenzar a agradecerle todo lo que ha hecho por mí    

– No es necesario que hagas nada, encanto– susurra Doflamingo, muy cerca del oído de Luffy causándole escalofríos – sigue siendo un buen chico para mí, mientras obedezcas mis reglas y sigas siendo así de atractivo, te daré todo

– Por supuesto, amo – murmura Luffy inclinando su cabeza de manera obediente, nuevamente peleando con sus impulsos de golpear algo cuando siente los dientes de Doflamingo en su oreja y un beso en su mejilla antes de que se aleje – Con su permiso me retirare ahora a ayudar a los demás, hay mucha gente hoy deseosa de que cumplamos ordenes

– Claro, encanto, ve – permite doflamingo, retirando sus manos del cuerpo de Luffy mientras el joven hace una pequeña reverencia, se retira de la habitación rápidamente para llegar a la barra y como había previsto antes de la reunión, pedir un gran vaso de ron.

 

Su segunda semana paso sin inconvenientes, alguno de sus hermanos se presentaría cada día al bar y lo llevaría a una habitación, algunos le traían comida o una baraja para jugar a las cartas y pasar el rato dentro del cuarto mientras otros incomodos con su apariencia le prestaban sus chaquetas para que se cubriera. La mayoría de ellos estaban en contra de que siguiera trabajando en el bar, asegurando de que era muy peligroso y que no era necesario que tuviera que soportar gente tocándolo sin su consentimiento mientras sirve las mesas pero nada logro que Luffy se retractara de su decisión y dejara de trabajar para Doflamingo, el joven comandante juro que hará caer muerto a ese hombre y tiene pensado cumplir su promesa pase lo que pase.   

 

[2]

Es al inicio de su tercera semana que conoce la perdición en forma de hombre. Él llego tarde por la noche, un par de horas antes del cierre, vestido en un elegante traje negro un poco arrugado y con el cansancio escrito en su rostro, acompañado de otro hombre de largo cabello negro atado en una coleta, ninguno de sus colegas de trabajo pareció prestarle atención al par y Luffy no pudo entender cómo si el vibrante cabello rojo de aquel hombre es algo que no puedes simplemente ignorar, así que Luffy decidió acercarse y atenderlos. El pelirrojo pidió un whisky doble, sin batir un ojo frente a su casi desnuda presencia mientras el pelinegro pidió un vaso de ron, el joven comandante cumplió rápidamente con el pedido con una sonrisa sincera al ver que ninguno de los parecía atraído a él. Luego de beberse sus vasos y observar brevemente el ambiente del bar, dejaron el dinero justo sobre la mesa y se marcharon sin una palabra más.

El pelirrojo volvió dos días después, nuevamente vestido en un traje de diseñador negro pero esta vez el hombre lo mira con curiosidad, pidiéndole que lo acompañe con un trago a su elección. Luffy tiene un coctel de mandarina en su mano mientras escucha al hombre, que descubre se llama Shanks, hablar y hacerle preguntas superfluas sobre las últimas noticias del día o lo caluroso que ha sido este verano a comparación del anterior.

Shanks vuelve al día siguiente, repitiendo lo mismo del día anterior. Es un hombre amable y gracioso, utiliza costosos trajes de diseñador con un sombrero de paja sobre su cabeza y sus ojos difícilmente se separan del rostro de Luffy mientras hablan.

Shanks vuelve al día siguiente y al día después de ese, y al día siguiente después de ese hasta completar toda una semana de trabajo de Luffy, acompañándolo durante horas pagando por el consumo de ambos y nunca haciendo un comentario subido de tono sobre su reveladora apariencia. Sus hermanos que llegan cada noche miran al hombre pelirrojo con el ceño fruncido, desconfiando de sus acciones pero confiando lo suficiente en su hermano menor quien sabrá cuando detener al hombre si es que la situación lo requiere.

A Luffy le da escalofríos lo rápido que las intenciones de Doflamingo con él se hicieron claras. El proxeneta desea tenerlo como su chico juguete favorito, su consentido con quien tiene sexo y que a cambio le ofrece beneficios materiales. Luffy no declino del todo sus avances ya que eso haría retroceder todo su plan, así que simplemente respondió que de momento no se sentía digno de ser algo tan íntimo con el amo doflamingo, quiere esforzarse por devolver un poco más de lo que ha recibido al poder trabajar en el negocio antes de ofrecer su cuerpo por completo a brindar placer al amo y sorprendentemente el hombre mayor estuvo de acuerdo.

En un mes de trabajo ha conseguido importante información sobre la situación del bar y su dueño, doflamingo trabaja en el bajo mundo de la droga bajo el alias de Joker, un narcotraficante de poca monta pero que tiene acceso a distintos tipos de drogas que utiliza en los trabajadores del segundo piso, hay 12 de ellos y las llaves de esos cuartos están en la oficina de doflamingo. Ha enviado toda esta información reunida a su padre a través de sus hermanos cuando lo visitan.

Shanks vuelve cada noche de manera regular a la misma hora y es difícil para Luffy no sentirse un poquito atraído a él. El pelirrojo tiene 27 años, ocho años más que Luffy, ve incluso las situaciones negativas con una actitud positiva, ha viajado alrededor del mundo formando su propia verdad sobre las cosas, su comida favorita también es la carne y es frustrantemente atractivo con su cabello rojo peinado hacia atrás, de manera que toda tu atención se centra en la cicatriz que tiene en su ojo izquierdo que en vez de quitarle atractivo solamente lo hace más interesante.

Luffy puede mostrar un poco más de su persona real con Shanks, el joven que ama reír de manera ruidosa y hablar de cosas como sus deseos o sueños en la vida; en vez de la falsa persona que ha formado en el bar de chico obediente que debe utilizar con el resto de los clientes. El pelirrojo también esta atraído por él, Luffy puede notarlo por el borde coqueto que han tomado sus interacciones los últimos días, la manera en que le sostiene las manos sobre la mesa y acaricia sus nudillos, los besos de despedida que cada vez son más cerca de su boca y la manera en que sus ojos han tomado un borde hambriento, los ojos de un hombre deseoso por más que inocentes toques de su piel. 

Es una noche diferente en el bar, en su mes y tres semanas trabajando en aquel lugar Luffy nunca habia visto tanta gente reunida. Hay una banda en el escenario donde el resto de la semana usualmente bailan chicas y hay gente en el centro del bar, donde las mesas han sido puestas a un lado para hacer espacio para una improvisada pista de baile. Shanks nuevamente visita el bar, vestido en un traje de diseñador gris, sin corbata y con su camisa blanca desabrochada hasta la mitad del pecho, ha bebido varios vasos de lo más fuerte que ofrece la casa y el cautivador sonido de la guitarra, con el saxofón y el teclado uniéndose en una magnifica melodía hacen que le pida a su acompañante bailar, Luffy toma la mano que le es extendida y se deja arrastrar hasta la pista de baile.

La mano derecha de Shanks está sobre su cintura desnuda y su mano izquierda entrelazada con la mano derecha de Luffy, mientras los dirige a un ritmo bastante rápido que se acopla con el sonido que la banda marca. Ambos ríen intentando no pisarse los pies y fallando mientras son empujados uno contra el otro, debido al poco espacio que hay con tanta gente reunida en el mismo lugar. Shanks guía a Luffy para que gire cuando el ritmo que llevaba la banda cambia, el sonido del bajo se sobrepone al del saxofón y aparece el tamborileo constante de una batería, la voz del vocalista es incitadora mientras canta promesas de lo que le hará a su amante.

La espalda de Luffy queda contra el pecho de Shanks, sin posibilidad de moverse al haber quedados apretados entre la multitud que como encantados con la voz del vocalista se han quedado quietos observando su performance. Es difícil para el pelirrojo la situación, el cuerpo de Luffy tan cerca del suyo, embriagado en el aroma a perfume y sudor que hay en su delgado cuello y el deleitable trasero presionando contra su erección. Luffy lo mira de reojo hacia atrás, una sonrisa en su rostro cuando mueve intencionalmente su trasero contra él, presionando sus poco vestidos glúteos contra Shanks, de manera que quedan parcialmente separados por la erección del pelirrojo dándole una idea de cómo estarían si no hubiera ninguna prenda de ropa separándolos.

Shanks traga la saliva que se ha juntado en su boca, empujando de manera experimental sus caderas contra el joven que devuelve la acción a su propio ritmo, volteando su rostro y lamiendo sus labios como una invitación a ser besados, y eso hace el pelirrojo, su boca ansiosa busca la del joven y sus labios se encuentran en un beso fogoso, semanas de deseo reprimido manifestándose libremente, sus manos tocan de manera reverente la cintura de Luffy hasta llegar a su erección, sus dedos lo tocan sobre la delgada tela del taparrabos y todo se sale de control. Los brazos de Luffy abrazándolo hacia atrás, obligándolo a mover sus caderas en contra de él más rápido, como si fueran verdaderas penetraciones y sus propias manos moviéndose a un ritmo desquiciante en la erección de Luffy quien se corre cuando Shanks mete su lengua dentro de su cálida boca. Shanks lo sigue pronto, corriéndose en sus pantalones sin ser tocado, como un adolescente solo por poder apreciar la expresión en el rostro del joven mientras se corre.

El calor insoportable de minutos antes disminuye, el sonido de la banda que pareció desaparecer mientras se tocaban vuelve a ellos como una bofetada de realidad y se separan rápidamente, Luffy cubre su parte delantera manchada con su semen y se disculpa brevemente con el pelirrojo antes de que este pueda detenerlo y desaparece en la parte trasera del bar que sirve como camerino para que los trabajadores se cambien de ropa.

 

[3]

Es Izo quien lo visita temprano apenas comienza su turno al día siguiente, Luffy esta agradecido que sea él y no otro de sus hermanos, con quienes hablar sobre lo que pasó la noche anterior seria incomodo y que terminaría siendo una cacería para matar al pelirrojo, porque sus hermanos son sobreprotectores, creerían que el pelirrojo lo obligo y no que fue él quien sedujo al hombre primero. Izo es diferente, más calmado, dispuesto a escuchar y siempre con un buen consejo que dar. 

– ¿Entonces básicamente tuviste sexo con ropa en medio de la pista de baile con este hombre? – pregunta Izo una vez el joven comandante ha terminado de narrar la situación del día anterior –

– ¡No lo digas así! – se queja Luffy cubriéndose el rostro con ambas manos, avergonzado –

– ¿hiciste todo eso para mantener la fachada de trabajador aquí o porque ese hombre realmente te genera…cosas? – cuestiona Izo, intrigado por el comportamiento de su hermano menor –

– El realmente me gusta – confiesa Luffy, quitando las manos de su rostro para mirar fijamente a su hermano y mostrarle lo serio que es respecto a esto – pero no quiero echar a perder las cosas y que interfiera con la misión, estoy tan cerca de ganarme la total confianza de doflamingo y hundirlo.

– Entonces invítalo a tu departamento, es un lugar en el que tienes total control de lo que pueda suceder y privacidad suficiente para explorar que tan lejos quieres llegar con él– aconseja Izo – pero se precavido, utiliza protección si es que tienen relaciones sexuales y se cuidadoso con tus sentimientos, la vida en la mafia es dura y no se nos está permitido fallar… la omertá puede caer sobre nosotros en cualquier momento y este hombre puede traicionarte si te entregas por completo

– Entiendo, Izo – responde Luffy, pensando en las palabras dichas por el comandante – Gracias por el consejo

– Para eso somos los hermanos mayores – responde Izo revolviéndole el cabello al joven comandante –

 – ¿Por qué Ace no ha venido a verme? – pregunta Luffy cambiando de tema a uno que lo ha intrigado durante unas semanas –

– Dice que no soportaría ver a alguien intentar seducirte o tocarte – contesta Izo, acomodando un mechón de su cabello detrás de su oreja – y que solo vendrá una vez cuando la misión esté a punto de finalizarse

– Entiendo –responde Luffy un poco desanimado, después de todo Ace es su hermano y nunca habían estado separados sin hablar durante tanto tiempo –

– anímate, pronto terminara todo y volverás a casa con nosotros – dice Izo, golpeándolo juguetonamente en la nariz – Oyaji también te extraña, después de todo eres su hijo menor y le preocupa lo que pueda pasarte

– Dile que prepare un gran festín para mi regreso, porque lo hare victorioso – ríe Luffy animadamente y su hermano solo gira los ojos, acostumbrado a la personalidad animada del joven.

Shanks vuelve tres días después del incidente, cuando Luffy cumple dos meses trabajando en el bar y de inmediato solicita la presencia del joven en su mesa. Es evidente que el pelirrojo lo desea, está escrito sobre toda su cara, la forma en que sus ojos le piden que lo acepte y que le diga que el también desea que se repita nuevamente lo de hace algunas noches y la desesperación con la que sujeta sus manos impidiéndole que se aleje. Luffy se inclina sobre la mesa, sus labios cerca del oído del pelirrojo para darle su respuesta:

– Manglar 27, Nuevo mundo #390. Estaré ahí alrededor de las 4:00am, si es que me quieres… espérame ahí hoy – susurra Luffy de manera seductora aunque su voz tiembla un poco, es la primera vez que hace algo como esto y se encuentra nervioso.

Shanks asiente encantado, sus ojos brillan y toma delicadamente la mano de Luffy para dejar un beso en su palma abierta. Luffy esconde su sonrisa detrás de su copa de blue margarita.

– Has estado excelente, encanto – alaba Doflamingo besando el cuello del joven y acariciando con sus grandes manos los muslos de Luffy, quien está sentado sobre su regazo como una fiel mascota, justo lo que él desea que se convierta– has sido un buen chico, vendiendo más que cualquiera y luciendo cada vez más delicioso, solo quiero devorarte

– Solo por ti, amo – responde Luffy de manera melosa, aun cuando la atención que el proxeneta le presta es incomoda e incluso repulsiva pero finge que le encanta – el amo ha hecho tanto por mí y yo solo quiero ser de utilidad

– Sabia que habia tomado una buena decisión cuando te traje – responde Doflamingo, mordiendo su cuello y dejando una marca que el joven siente la necesidad de remover de inmediato–  Nadie habia sido tan leal conmigo sin estar interesados en obtener beneficios, tú lo haces por lealtad y agradecimiento  

– Me llena de felicidad trabajar aquí y poder ayudar al amo, solo desearía poder hacer más – responde Luffy, reposando su frente contra el hombro de doflamingo en un gesto melancólico y resignado.

– ¿En la segunda planta hay habitaciones en las que no puede entrar nadie, verdad? – Pregunta Doflamingo de manera retorica pero Luffy asiente de igual manera – ¿Puedo contarte algo sin que te asuste, encanto?   

Luffy se sienta, su cabeza ya no descansa contra el hombro de doflamingo y lo observa a los ojos, sus ojos tienen forma de almendras y son de un color azul profundo, generalmente están oculto detrás de unas gafas de sol rojas que solo se quita cuando va a estar con el joven.

– En esas habitaciones tengo gente, esas personas están drogadas todo el tiempo y los clientes que pagan ciertas cifras de dinero pueden hacer lo que deseen con ellos – explica Doflamingo, Luffy se mantiene impasivo aun cuando genera un revoltijo de emociones en su estómago que este hombre declare en voz alta hacer tal cosa. El proxeneta incluso parece avergonzado cuando confiesa sus motivaciones – ellos no quisieron trabajar para mí y yo los quería, así que tuve que obligarlos

– Cualquiera que no aproveche algo tan magnifico como trabajar para el amo merece ser obligado a darse cuenta de su insignificancia – dice Luffy, poniendo sus manos sobre el pecho de Doflamingo y suprime la sonrisa triunfante de su rostro cuando observa la completa adoración en los ojos de doflamingo – El amo no necesita estar avergonzado frente a mí, yo nunca juzgaría a mi salvador.

– Eres justo lo que necesitaba en este mundo, encanto – dice Doflamingo, acunando el rostro de Luffy para besarlo en los labios de manera rápida y juntar sus frentes – alguien que vaya a mi ritmo y cumpla todos mis requerimientos, dime, ¿podrías ayudarme a supervisarlos?, te daré una copia de las llaves para que arregles las habitaciones o los limpies para su siguiente cliente

– Por supuesto, amo, déjamelo a mí – responde Luffy, golpeando su pecho con su mano derecha para demostrar lo emocionado que esta de poder ser de ayuda –

Fingir frente a Doflamingo siempre lo deja agotado pero hoy realmente ha hecho un avance, se ha ganado la total confianza de Doflamingo y eso es algo para celebrar. Además tuvo varias horas de descanso e incluso tomo una ducha antes de regresar a su departamento, cuando llega al edificio se encuentra con Shanks esperándolo, apoyado contra la pared y con las manos en los bolsillos. Al verlo, el rostro del pelirrojo se ilumina y rápidamente camina en su dirección.

– Te ves bien con ropa puesta – bromea el pelirrojo, besándolo en la mejilla y colocando su mano en la parte baja de su espalda mientras lo dirige dentro del edificio –

– El uniforme no fue mi elección, es para atraer a los clientes pervertidos – responde Luffy sacándole la lengua y Shanks solo se ríe –

– Hola Luffy – Saluda el conserje, Doma, quien junto con los hermanos DeCalvan es un aliado de la familia barbablanca. Doma observa con el ceño fruncido a su acompañante, y Luffy sabe de inmediato que sus hermanos se enteraran de esto –

– Buenas noches, Doma – responde Luffy educadamente mientras camina al ascensor seguido por Shanks. Una vez las puertas del ascensor se cierran, presiona el número 15, que es el piso donde su departamento se encuentra y acepta sin problemas los delicados besos que Shanks deja en la parte posterior de su cuello. La noche promete ser larga y Luffy no puede esperar. 


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