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The power of me compels you! por nezalxuchitl

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El santuario estaba hecho mierda como pocas veces después de una guerra santa. Entre que nadie habia reconstruido en años y que los zombies habían empezado con las athena exclamations, a duras penas habia dos columnas que se sostuvieran.

Shaka entro en su casa, cuyos muros no levantaban mas que el moradito antes de destransformar su cuerpo decadente. Su armadura flotaba sobre los cimientos de su loto dorado, la vistió, se sento en pose, brillo doradito y las piedras regresaron de los lugares donde habían volado, volviendo a su forma original dada por los humanos, asentándose hasta construir el templo de la casa de Virgo.

-Ese cabron – dijo Aioria, que lo hacia a mano – presumiendo sus poderes budistas.

-¡Hermano! – lo sobresalto Aioros parado detrás de el – No me digas que no aprendiste el principio básico de la reconstrucción.

Imágenes de galaxias y bolitas cuánticas bailoteando.

-Asi como has debido comprender que todo esta hecho de atomos y que puedes destruirlos enfocándote en el principio de la deconstrucción, debes asi mismo comprender que puedes crearlos enfocando tu cosmos en el principio de la construcción. – miro la cara de Aioria - ¿Alguna duda?

-¿Qué significa deconstrucción?

-En serio, ¿Qué le diste a Saga para que te nombrara caballero?

 

La casa de Cancer parecía el cráter del meterito que acabo con los dinosaurios, pero de lo que Masque di mour se quejo fue de:

-Nada mas se muere uno y le quitan su decoración.

-¿A dónde vas? – le pregunto Dita, que no pensaba arruinarse el esmalte de las uñas en labores de criados.

-Al pueblo por los remates de Halloween.

-Si encuentras unos albañiles buenorros me los mandas. Y que traigan una grabadora con la musiquita esa de AYMCM.

El caballero de libra no estaba en su casa, naturalmente. Habia seguido camino abajo con su gorda y su flaca, y se genero un momento incomodo cuando las dos borregas quisieron ocupar el lugar de vigilancia de la casa de Aries.

-Mama, ahora yo soy el caballero.

-Pero yo soy tu madre. ¡Armadura! – la saludo con mas alegría que a su marido - ¡Ven a mi!

Y la armadura traidora se fue con el.

-¡Ay, no es justo! – protesto Mu.

-Shion, los cuernos de la armadura te hacen ver tan ancho…

Dohko lo miraba con ojos ardientes. Shion le contesto con un remolineo furcia.

-¿Sigues sin usar mallas debajo de la armadura?

-¡Ay que asco! – meneo la cabeza y las manos Mu.

-¿Por qué no vienes y lo compruebas?

Mu salio de ahí antes de escuchar otra cosa, desandando el camino a la casa de Virgo.

Pero con un tintineo metalico las armaduras doradas se encontraron. Shion alzo a Dohko para besarlo, este se sentia en la gloria de estar a merced de su gorda, con su voluptuosidad a la mano por donde agarrase. Era como si los cuernos del carnero celestial lo alzaran por el aire, y el equilibraba cada pompa en sus manos, pesandolas y balanceándolas.

Shion estaba grandote, precioso. Su pelo siempre volvia a su forma sin importar cuanto lo aplastaras. Las guarras de las armaduras de Libra y Aries comenzaron a resonar entre ellas, dándoles una agradable vibración de cuerpo casi completo a sus portadores.

-Shion, ya no tenemos limite de tiempo…

-Si, ninguna diosa pendeja va a suicidarse sin su armadura porque me heche otro orgasmito…

-Ah… tampoco, pero me referia a que mi corazón revivio bien. Desde la vez pasada.

-¡La batalla de los mil días! – le brillaron los ojos.

-¿Podras resistirla, esponjosita?

-Eres tu el que esta en duda, chino ladino.

El cosmos brillaba, moradito y limón, surgiendo a distintos angulos intensidades por las aberturas y grietas de la casa de Aries.

 

-Fotocopia, reconstruye la casa de Geminis.

-¡No soy tu criado!

-¡Barre, barre Kanonciento! – le hizo burla Saga.

-Como el mas reciente caballero de Geminis, yo soy el caballero de Geminis.

-¡Mis cojones! Armadura, ¡viste mi cuerpo!

-¡No! ¡Viste el mio, Armadura!

-Tu ya estas vestido, con tus andrajos de Kanonciento.

Kanon lo ignoro, y hablo con la armadura que vibraba:

-¡Yo soy tu portador!

-¡Yo estoy mas bueno!

-Mmmm!

-Grrrrr!

Parecia que estuvieran extreñidos y la pobre armadura sufria y temblaba, hasta finalmente alzarse, dividirse en dos, y cubrir a medias a los gemelos.

-¡Oye! – exclamaron a la vez - ¡Lo sabia! – triunfo Kanonciento – Yo tengo la cara buena.

-Pero la parte del cuerpo de la cara mala.

-Tu tienes la cara mala.

-Pero todo el cuerpo bueno.

-No, la mitad del lado bueno.

-Pero yo estoy bueno de todos lados.

-Ni estas tan bueno. Te pasas de musculoso, yo estoy mas bueno.

-Tu estas mas uke.

-¡No es cierto!

-Ven aca fotocopia. Se buena, dame el resto de la armadura, y te la meteré con ella puesta.

-Yo te la meteré a ti.

-Eso ya lo veremos.

-Yo soy el primogénito, Saga.

-No, yo soy Saga.

Carcajada diabólica.

-Ni siquiera sabes quien eres, Kanon.

-Tu eres Kanon.

-¿Estas seguro? ¿Qué te dice el espejo?

Aprovechando que al tener las partes contrarias de la armadura era como su reflejo en el espejo, Kanon le jugo el truco del espejo, como tantas veces que fue a visitarlo, mientras preparaba el ejercito de Poseidon.

Gesto idéntico al de Saga.

-¿Es que ya no me conoces? – le dijo, hablándole como el mismo, con su tonito victima y compungido - ¿Saga nos ha hecho sufrir tanto que dudamos de nosotros mismos?

-Saga, ese hombre tan bueno… - comenzó a caer en su juego.

-Si no fuera tan atractivo, poderoso, irresistible, buscaríamos alguien mas a quien amar.

-¡Pero tu me amas, Kanon!?

Imito su gesto y sus palmas se tocaron, como si se tratara de un espejo.

-Ay si! Es nuestra desgracia. Me robo el corazón.

-Tenemos el mismo corazón, Saga y yo.

-Si, Saga, que no nos quiere. Se va con Virgo.

-Yo te consolare, Kanon. Ven a mis brazos y posa tus labios sobre los mios, asi… - lagrimas ardientes corrian por sus mejillas – Kanon, tu, tocándome. Tu fantasma viniendo desde el cielo luego de que te matara en Cabos Union.

-Lo que mas sufrias al estar en esa prisión era estar lejos de mi.

-Si, de mi. Saga, refugiate en mis brazos. Apoya tu cabeza en mi pecho y deja que acaricie tu frente, deja que aleje a los demonios de tu mente atormentada, ¡yo, Kanon, te salvare!

-¡Salvame Kanon! – ya estaban acostaditos y muy amorosos – Tu eres el único que puede hacerlo, mi hermano, mi gemelo, mi otro yo.

-Yo te protegeré, Saga. Dejalo todo en mis manos.

La armadura volvió a unirse, y los gemelos, desnudos, también.

 

***

 

La reconstrucción del Santuario no progreso mucho, salvo por Virgo y Tauro que gustaba de hacerlo a mano, solo por la satisfacción del exfuerzo físico, no porque supiera menos de Teoria del cosmos que un estudiante de contabilidad.

La batalla de los mil días fue suspendida por una orden de pizza que hizo pensar a los de la pizzería del pueblo que era broma, hasta que un ataque de cosmos les cayo en la cocina procedente de la casa de Aries.

Vestidos, tranquilos, y con un par de Geminis que tal vez no fueran los mismos de la vez pasada se reunieron en la sala del Patriarca, con Shion sentado y todos los demás parados, incluyendo a Athena, a su lado.

-Seintos, nuestro querido patriarca va a retirarse, y al no haber caballero de Altar, no existe un sucesor. – declaro Atena, con mucho cuidado de no decir mas que lo obvio, para que se mataran solos.

-¡Yo sere el patriarca! – alzo el puño Saga (que tal vez fuera Kanon)

Virgo, Geminis, Capricornio y Piscis lo aplaudieron, pero Escorpion se alzo:

-¡Oigan no! Este tio hizo todo el desmadre y lo quieren de vuelta?

El cubito asentia con aprobación, que se mostraba como una mirada de desaprobación al pretendiente a patriarca.

-Soy el caballero mas poderoso, soy el indicado para estar a cargo del Santuario.

-Eso esta en veremos, porque si un caballero dorado pelea con otro caballero dorado su poder se igualara y libraran una batalla de mil días – guiño de Dohko a Shion – sin que resulte ganador.

-¿Quieres tu combatir por mil días con Saga, Milo? – pregunto Athena, rogando que si y que fuera al estilo de los veteranos.

-¡¿Yo?! ¡Para nada! – abrazo a su cubito – Quiero estar con mi cubito.

-Que no me digas asi. – le pego Camus.

-Pero si no quieres combatirlo…

-Lo combatiré con razones – (levántense las mandíbulas )- : Saga asesino al patriarca anterior, al caballero de Altar anterior, usurpo el patriarcado, fingio que era Shion, se drogo nuestros sueldos. Por su culpa Camus, Shura, Dita y Death mask murieron con deshonor porque estaban combatiendo a la verdadera Athena, y luego como mato a Shion sin saber los secretos del patriarcado, Athena se murió sin su armadura y tuvimos que ir todos al infierno a dársela y nos morimos todos, parejos, hasta los que acababan de resusitar. – miro a Mu.

-La conducta de Saga no es digna de un patriarca, ni siquiera de un caballero dorado. – declaro el pelimoradito.

-Pero luego se arrepintió y mato a Athena, para que pudiera morirse. – lo defendió Kanon (que tal vez fuera Saga).

-A mi no me gustaba la manera en que Saga dirigía el Santuario. – declaro Leo.

-A mi me engaño. – dijo Shura.

-Muajajaja! – Saga (el que asumiremos que es Saga) se carcajeo malévolamente – Por pendejos todos, yo nada mas decía que ahí estaba Athena y que era su voluntad y se lo creían, tarados.

-Bueno – se alzo la voz de Dohko de entre el revuelo – Asi solia ser antes. Si el Patriarca no lo aprobaba, Athena no veía a nadie ni nadie veía a Athena.

-Ya oiste perra, al rincón. – le dijo Saga, con los ojos rojos y el pelo blanco.

-¡Ares! – alzo su baculo - ¡Deja este cuerpo indecente y provocador!

Saga se alzo por los aires y vomito espuma.

-¡Ares! ¡Abandona el cuerpo de Saga!

Saga, con la voz aun mas tepachuda:

-¡Nunca!

Athena, sacudiendo su baculo:

-¡El poder de mi te conmina!

-¡Mira lo que hace el puerco de tu caballero! – se la empezó a jalar, y Athena estuvo a punto de abandonar el exorcismo. Pero en el marcado abdomen de Saga aparecieron unas letras en griego, con la palabra “ayuda”.

-¡Ares! – a Athena se le esponjo el pelo casi como a la gorda - ¡Te ordeno que liberes el cuerpo de Saga y nunca mas vuelvas a poseerlo!

-¡No jodas! – susurro Shura a Milo – A Saga se lo ukeaba Ares.

A Saga le giro la cabeza.

Athena se abrió un dedito, salpicándolo con su sangre.

-¡El poder de mi te conmina! ¡El poder de mi te conmina! – Saga bajaba, e iba volviendo a la normalidad, a partir de los puntos donde la sangre de Athena habia salpicado - ¡El poder de mi te conmina!

Finalmente, al ponerle el baculo ensangrentado sobre la frente, Saga se sacudió y un espíritu buenorro, a todo color, con los ojos rojos y el pelo blanco salio de Saga, vestido como el dios de la guerra de los tiempos mitológicos, porque era el dios de la guerra de los tiempos mitológicos.

-¡Athena! – esa era la voz del supertepache – Crees que me has vencido, pero volveré y te derrotare.

El espíritu de Ares se elevo, Athena brillo junto con su baculo y cuando todos pudieron volver a ver ya estaban solos, con un Saga desmayado y con la polla aun medio rigida de fuera.

-Joder, que nos van a chingar los ojos. – se los froto Camus.

 

Continuara...

 

Notas finales:

Gracias por leer. Espero que lo sigan disfrutando, como Saori.

Cualquier duda pregunten.

Slán!


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