Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Histoires por Ari_123_love

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Me golpeó duro la inspiración :v He estado leyendo demasiado, historias del destino casi todas, así que henos aquí otra vez. 

Al Final


-No me crees.


Una pequeña exhalación, que regresaba a un tema que había sido poco tocado.


-¿Por qué lo dices?- Minho extendió su mano, tratando de acercar a Taemin a su cuerpo. El chico no se quejó, dejo que el mayor le arrastrara hasta la cama y le sentara sobre su regazo.


-Lo puedo ver en tus ojos, Minho.- Taemin mordió su labio inferior, bajando la mirada. -No crees en este tipo de cosas...Y no te culpo por ello, pero...Es frustrante.


-Hey, Minnie.- Minho sonrió, alzando el rostro de Taemin con cuidado. -Tienes razón, no creo en este tipo de cosas, pero no hay manera en que no crea en ti, ni en lo que me dices.- Sonrió, besándole en el mentón, subiendo poco a poco a la mejilla, y terminando en la boca del chico. -Es un poco difícil para mí, ¿de acuerdo? Sólo dame algo de tiempo- Exhaló, observando a Taemin asentir frenéticamente. -¿Qué te parece si me cuentas algunas de esas historias nuestras? Podría ayudarme a recordar.- Sonrió, ante la mirada iluminada que Taemin le dio.


-¿Lo dices en serio?- Jadeó. -¿N-no te burlarás de mí?


-Escucha, bebé, lo primero que hice al verte aquel día en que nos conocimos fue tragar duro, acercarme a ti y cargarte sobre mi hombro para poder traerte a casa.- Rio, entreteniendo sus manos en el cabello rizado color miel del menor. -No lo pensé, era incapaz de pensar...Como si un instinto primitivo me hubiese invadido y me obligase a apartarte de la vista de los demás. Si lo que dices, es que eso que sentí se debe a que el destino nos quiere juntos, entonces estoy dispuesto a escuchar tus historias, y darle una oportunidad a creer en las reencarnaciones y que hay algo más después de la muerte.- Fijó su mirada en el par de ojos color chocolate que le miraban con admiración. No había forma en que pudiese lastimarle, ni aunque fuera de manera accidental. -Jamás me burlaría de ti. Respeto todo lo que crees, y si es cierto, estoy de acuerdo en empezar a también creer en ello.


-Minho...- Taemin chilló por lo bajo, sintiendo que su pecho era demasiado pequeño como para permitir que su corazón latiera apropiadamente tras esas palabras. -No puedo probarte nada de esto.


-¿Me estás diciendo que sólo me conforme con tus historias?- Sonrió de medio lado.


Taemin cerró los ojos, suspirando con fuerza, mientras reunía algo de valor para poder mirar a Minho sin sentir aquel ardor en sus mejillas. Sabía que había sido arriesgado confesarle que él era el hombre que había esperado toda su vida, y no porque lo había idealizado. Sino porque lo recordaba. Lo recordaba de vidas pasadas. Siempre había sido Minho, y sólo Minho. No podía ser alguien más si no era él. Entonces el hombre sonrió ante su confesión, y le pidió una pequeña explicación. Sabía que no le había creído en el primer instante, pero también veía la sinceridad de Minho cuando dijo que estaba dispuesto a poner en tela de duda sus propias creencias, mientras escuchaba las historias de las vidas que habían tenido que vivir para poder estar justo como lo estaban ahora.


-Una vez fuiste un pirata...- Jadeó por lo bajo, mordiendo su labio inferior. -…Un sexy e hijo de puta pirata.- Cubrió su boca, riendo por lo bajo, ante la boca abierta y mirada de asombro que Minho le dio debido a su vocabulario. –Eras el peor, Minho.


-Déjame adivinar, ¿te secuestré? ¿te robé?- Preguntó, hundiendo su nariz en la mejilla de Taemin, esperando por la historia.


-En lo absoluto.- Taemin calló un par de segundos. –Yo fui el malo…Yo te delaté, dije dónde estabas escondido y propicié que te llevaran a la horca.


Minho ahogó un gemido dentro de su garganta. Podría tratar de reír, y quitarse esa sensación de los hombros, pero le creía. La mirada de Taemin era demasiado clara y sincera. Taemin creía absolutamente en su historia, por lo tanto él lo hacía.


-¿Por qué lo hiciste, Minnie?- No fue reclamo, sólo curiosidad.


-Yo…- Taemin bajó la mirada. –Cuando encontré tu escondite, y te vi ahí, no pude huir, ni fingir que no estabas. Me habías mirado, y sonreíste de esa manera en que te asegurabas de robar corazones…- Exhaló. –No quise que jugaras con el mío, ya lo tenías, no iba a permitir que lo rompieras…Fui egoísta, y me aseguré de yo ser tú último.- Se cubrió la cara, sintiendo que iba a empezar a llorar en cualquier instante.


-Hey, shhh, tranquilo.- Minho pasó una de sus manos de la cintura de Taemin, a sus hombros, abrazándole con fuerza. –Si lo que dices es cierto, entonces te perdono.


-¿Lo dices en serio?- Preguntó, con tremendas lágrimas escurriéndose por sus mejillas.


-Si bebé. Te perdono, porque entiendo la posición en la que estabas. ¿Piratas, eh? Una época difícil, además robe tu corazón, y no era un santo.- Sonrió. –No sé si hubiera hecho lo mismo, pero si hubiese tenido las mismas intenciones.


-Minho.- Taemin exhaló.


-¿Me cuentas otra historia?- Le animó. –Tal vez una donde yo no haya sido un sexy hijo de puta.- Rio.


-Siempre eres sexy.- Rio. –Ah~, no sé, tal vez aquella vez en que eras un caballero.- Se sonrojó rápidamente.


-Oh, esto suena interesante. ¿Qué te hizo ponerte así de colorado Minnie?- Minho chasqueó la lengua. -¿Quién eras tú?


-Una figura religiosa.- Mordió su labio, con insistencia, permitiendo que Minho viera la manera en que el belfo estaba siendo maltratado.


-Presiento que hay algo más ahí, ¿no?


Taemin asintió, terminando por exhalar.


-Por figura religiosa, no me refería a un sacerdote…Yo era a quien le rezaban, porque pensaban que era una encarnación de deidad en el mundo. Consejero del emperador, y quien ordenaba lo que se hacía.- Suspiró, mirando fijamente a Minho. –No debiste tocarme, pero lo hiciste. Me llevaste al cielo, y me arrojaste de regreso a la tierra. Fue tan mágico, y tan erróneo.- Acarició el rostro de Minho, con cariño. –No te detuviste, por más que te lo pedí. Supiste que yo realmente no quería que te fueras.


-¿Morimos?


-Así es. Tú por haberte extralimitado con una figura sagrada, yo por no ser una deidad.- Susurró. –Pero valió la pena, en cada momento.


-No me cabe la menor duda, aunque difiero un poco. Te vez como se deberían de ver las deidades.- Le estiró un rizo de cabello. –Y prometo siempre ser tu caballero.


-¡Minho!- Rio, golpeándole suavemente en el pecho. –Eso lo sé, la mayoría de las veces lo has sido, incluso…- Sonrió, escondiendo su rostro. –Hace un siglo, ya sabes, no estaba bien visto que dos hombres se amaran…- A pesar de decir eso, Taemin lucía un rostro sonriente y travieso. –Mucho menos cuando yo vendía mis servicios.


-¿Qué tú qué?- Minho soltó en un grito demasiado agudo para su gusto.


-Oh, Minho, tu compraste mis servicios, y ganaste mi corazón.- Hizo un puchero. -¿No es eso suficiente?


-…Sí, lo es.- Exhaló, tras meditar las palabras de Taemin. –Supondré, entonces, que nos condenaron por ser quienes éramos.- Esperó a que Taemin asintiera. –Entiendo, no fue nuestra culpa, sino del momento en que vivimos.- Bajó la mirada, apretando nuevamente a Taemin entre sus brazos. No dudó en jalarlo un poco más arriba en la cama, acomodándose mejor con el menor aún sobre su regazo. -¿Alguna otra historia? ¿Alguna que sea divertida?


-¿Eh?- Taemin tildó un poco su cabeza, pensando. -¡Oh! ¡Fuimos chicas! Una vez.- Rio. –Y nuestro deporte favorito era discutir.


-¿En serio?- A Minho se le escapó una carcajada desde lo más profundo de su garganta. -¿Chicas? No me sorprende que nos gustara discutir. ¿Era atractiva?


-Sexy.- Masculló. –Recuerdo que me gustaba mucho jugar con tu cabello, y espiarte por la mirilla de la puerta.


-¿Espiarme?


-Sí, éramos vecinas.


-No puedo tomarte en serio si sigues hablando de nosotros en femenino.- Rio. -¿Qué nos pasó?


-Tomamos distintos caminos, Minho.- Se encogió de hombros. –No logramos externar nuestros sentimientos por completo, y eso nos llevó a nuestro fin. Era inminente.


-Perdóname bebé…


-Era necesario que sucediera de ese modo.- Asintió. –Ambos nos hemos equivocado tanto, pero es el camino que tuvimos que recorrer.


-¿Siempre?- Exhaló.


-Sí…- Se arremolinó entre los brazos de Minho. –No importan los finales, Minho. Hemos disfrutado de cada camino. Fuiste mi enamorado secreto una vez, me dejabas pequeñas cartas y regalos todo el tiempo, escondidos en cada lugar. Anhelaba llegar a mi trabajo, y poder toparme con alguna de tus cartas.- Enganchó su mirada a la del mayor. –Yo sabía que se trataba de ti, pero nunca pudiste decírmelo a la cara.- Jadeó.


-¿Por qué?


-…Min…- Tragó fuerte, entristeciendo su mirada. –Te intentaron asaltar, y salió mal. Moriste, tras un disparo.- Volvió a dejar que algunas lágrimas se le escaparan.


-Oh, Minnie.- Le acarició la cabeza. –No te voy a dejar esta vez, haré todo lo posible para quedarme a tu lado.


-Yo también…- Taemin gimió. –También te he dejado, y no pienso volver a hacerlo.


-¿Me dejaste? ¿En qué sentido?- Preguntó.


-Una vez, me fui con alguien más, creyendo que sus promesas serían ciertas.- Murmulló. –Cuando volví, ya no me aceptaste. Y estabas en tu derecho, yo fui quien no creyó en nosotros.


Minho no podía hablar, tenía algo atorado en la garganta, y ciertamente no podía dejarlo salir. No, prefirió atrapar a Taemin entre sus brazos, haciéndose la promesa de jamás dejar ir a Taemin, ni de permitirle perder la fe de lo que tenían juntos.


-Pagué por mi error, Minho.- Taemin lo aseguró. -En mi siguiente vida, morí a causa de una enfermedad...Tú ya habías hecho tu vida con alguien más, así que realmente no pude pelear por lo nuestro. 


-Taemin.


-No te preocupes, me lo merecía. Y tú, encontraste a alguien que te amo profundamente.- Torció los labios. –Tuviste lo que todos quieren, una familia, una casa, alguien que estuviera a tu lado siempre.


-Pero no eras tú.- Minho exhaló. -¿Ha habido vidas en las que no nos conocemos?


-Más de las que realmente recuerdo.- Se escogió de hombros. -Sólo lo sé...Una vez, fui un doctor traumatólogo. Y tú, un motociclista demasiado arriesgado.- Rio, escondiendo su rostro en el hombro del alto. -Sé que llegaste al hospital, yo iba a revisarte...Entonces llegaron algunos que fueron lastimados en un accidente de cuatro autos. Tuve que enfocarme en ellos...


-Bueno, hiciste lo mejor.- Asintió. -¿Alguna historia apasionada?


-Muchas.- Rio alegremente. -Fuimos amantes, Minho. En distintas ocasiones. Sin embargo, hay una que me gusta mucho.


-¿Ah sí? ¿Por qué?- Le picó el costado libre, provocando que Taemin diera un pequeño brinco sobre la cama.


-Yo era el interés amoroso de tú jefe.- Le miró un poco descarado. –Él realmente estaba muy interesado en mí; me ayudó de tantas maneras, no podía simplemente rechazarle. Pero, tú eres irresistible, siempre lo has sido.- Suspiró. –Tenía que quedarme a su lado, pero no pensé en renunciar a ti. Eres mío, Minho.


-Sí, tú también eres Mío Taemin.- Rio. –Entonces, si se supone que no recordemos nada de nuestras vidas pasadas, ¿por qué las puedes recordar bebé?- Preguntó, sintiéndose algo intrigado por cada una de esas historias que Taemin le narró. No sabía si el menor las había inventado, pero por la manera en que sus ojos le miraban, sabía que era algo que realmente creía, y no una mentira.


-Porque llegamos al final, Minho.- Taemin se acomodó mejor entre los brazos del alto, mirando hacia arriba para encontrarse con el par de ojos grandes que le querían tanto. –Cada historia, cada vida, todas estaban hechas para poder recorrer cada posible error que existe, sólo para que al final, podamos estar juntos. Uno de los dos tenía que recordarlo.


-Ahora estamos juntos.- Minho exhaló.


-Así es, estamos juntos, en nuestra última vida.- Se arremolinó contra el cuerpo de Minho. –La que será perfecta, para los dos. Te amaré de la mejor manera, entregado sólo a ti. Y yo sé, que tú lo harás igual. Sin dudas, sin interposiciones de terceros, sin equivocaciones. Sólo tú y yo.


-¿Habremos de morir, Minnie?- Jadeó, subiendo su mano hasta la mejilla de Taemin y le acarició con cuidado.


-Lo haremos, eventualmente.- Sonrió. –Pero esta vez no será como las pasadas, ahora lo haremos tras una larga vida juntos. Y eso lo que más espero de esta vida, mi tiempo a tu lado.


-Yo también lo ansío.- Sonrió. –Pero…¿Ya no volveremos a vernos, después?


-No es así, Minho.- Le tranquilizó con un arrullo. –A partir de ahora, estaremos juntos, incluso después de la muerte. Vamos a estar juntos, por la eternidad. 

Notas finales:

Fin♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).