Naruto contemplaba lo poco que podía observar del techo de la oscura habitación. Una habitación que no resultaba ser la suya, y que francamente estaba acostumbrado a que no lo fuera, pues los últimos meses se la había pasado de habitación en habitación recorriendo todas en cuantas se fijara como meta visitar una o varias veces a la semana, solo la experiencia que había sostenido con anterioridad, le la frecuencia con la que regresaría y claro la buen que fuera su amante en turno en la cama, entre más placentero fuera el sexo que recibía el rubio más atraído se sentía de regresar.
Era simple, bastaba con tocar a la ventana de la noche en cuestión, un par de golpecitos al cristal, y la persona en el interior de esta habitación sonreí al saber que la noche seria de candente diversión. Luego de que se le daba acceso Naruto solía comenzar besando el cuello de su amante, para reforzarlos llevando sus manos a la nuca de la persona en turno. No importaba si el cabello era rojo, negro, blanco, plateado o castaño este último es el más había visto recientemente, aquello no le importaba a Naruto, a él solo le importaba el sexo, todos sus amantes eran quizá igual de candentes y eso hacía que el rubio se sintiera orgulloso, había logrado conquistar a cualquiera que se propusiera.
Pero con el tiempo el rubio llevo su apetito sexual a complacer, reduciéndolo a un pequeño y selecto grupo de Shinobis, lo mejor de lo mejor. Aquello le garantizaba noches interminables de diversión y placer.
-Siiii- Una enrome sonrisa se formó en su rostro con sus ojos cerrados, mientras gemía en la oscuridad de aquella habitación, mientras era penetrado por uno de sus amantes. –Lo estás haciendo fenomenal- Mordió su lengua para parar sus gemidos y poder decir aquello.
-No pensé que me visitarías esta noche.- Con la frente sudorosa para un instante de su trabajo para contemplar la cara de satisfacción de su amigo rubio, y luego de sonreír de lado, dio una violenta, desprevenida y profunda embestida al interior del rubio, provocando que este gimiera y se retorciera de placer, provocándole contracciones que su amante sintió en su miembro, provocando que este tensara de placer todos sus músculos. –Estas jodidamente sabroso Naruto.-
-Eso ya lo sé, ya lo sé.- Sometido totalmente por las envestidas de su amante. Naruto alzo una de sus manos y acaricio la mejilla de este, contemplando el hermoso y perfecto rostro varonil del chico. –Eres mi favorito, ¿Sabias?.- Naruto paso uno de sus dedos por sobre los labios del chico.
-¿Se lo dices a todos?.- Detuvo nuevamente sus ligeras, calmadas y amenas embestidas, con su ya visible y agitada respiración.
-¿Todos?- Naruto fingió sorpresa por aquella pregunta y la contesto con otra pregunta. - ¿A que te refieres?-
-Sabes de que hablo.- Sin salir del interior del rubio, se inclinó para darle un beso a este. Y luego de terminar aquel largo y apasionado beso, contemplo los azules ojos del rubio. –Solo somos tus juguetes sexuales , ¿Verdad?.- Como leyendo la mente del rubio reanudo sus embestidas al formular aquella pregunta.
-Pu,pu,puede ser.- No podía evitar que la vos se le quebrara al sentir las envestidas del otro reanudarse. -¿Te molesta?.- Pregunto con vos seductora al momento que apretaba una nalga del otro y lo forzaba a dar una embestida mas profunda. Y al sentir aquello y cerrar los ojos de placer y esperar la “Cursi” respuesta.
-Si eso significa que puedo pasar algo de tiempo intimo contigo como me gustaría, disfrutar de ti, poder fantasear que no te hago el sexo, si no el amor y que somos algo mas.- Suspiro profundamente meditando lo que respondería la pregunta del rubio y al soltar su exhalación junto con su respuesta. –No, no me molesta Naruto. Es solo que me llena de rabia saber que mañana a esta hora estarás en brazos de alguien más- Desvió su vista mirando a la nada de la oscuridad.
-No me digas que ¿Tu?- Sus enormes orbes azules se abrieron de la sorpresa de tratar de entender las palabras del chico. –Tú, ¿Te has….?-
No pudo terminar de pronunciar pues fue callado abruptamente por los labios del otro al tiempo que sentía como en su mejilla caía una lagrima, una lagrima que no era suya. Era de su amante.
Amos cuerpos se tensaron, las embestidas se intensificaron a tal grado que pareciera que el activo quería terminar antes de lo que su capacidad se lo permitía, puedo haberse tomado su tiempo y durado aún más del largo tiempo que ya llevaban en la cama, no por nada era el favorito de Naruto. Pero simplemente quería terminar con esto de una vez.
Alzo las piernas del rubio para poder darse paso libre y paso, de un sexo lento a uno intenso y desesperado, como si estuviera teniendo sexo en el baño de un antro.
-Aquí voy Naruto. – Sentía como su cuerpo temblaba ante su prematura y provocada venida dentro del rubio.
-Haa, haa. Siiiiiiiiii- El rubio se aferró y rasgo la fornida espalda del chico al sentir aquella cálida descarga dentro de él. –Todo un macho, como siempre debo decir.- Lambio sus labios al gozar de aquella peculiar y abundante descarga que solo una persona podría darle.
El orgasmo invadió aquellos dos adolescentes que solían ocasionalmente reunirse por las noches bajo la luz de la luna, para explorar la intimidad de su Juventud.
-Gracias ¿Supongo?.- Sintió aquel frio nocturno al chocar con su miembro ya flácido al salir literalmente de las entrañas del rubio. –Como siempre no fue nada.- Tomo el mentón del rubio y dio un profundo y desesperado beso a este, como si quizá fuera el ultimo, como su nunca más se volvieran a ver.
La habitación se congelo por un momento, el sexo había terminado ya hora Naruto se encontraba con la pregunta que se formulaba siempre después de tener sexo y llegara al orgasmo con alguno de sus amigos cercanos pero particularmente con este, ¿Qué hacer?. Acurrucarse en el pecho del otro y recibir besos estaba descartado, particularmente con su amante de esta noche, podría hacerlo con Shikamaru, Sasuke o Neji. Pero con el no, con él no podía fingir una noche romántica una típica escena de besos y abrazos pos sexo. ¿Por qué no?.
-Adiós Naruto- Pronuncio con su ronca voz, sacando al rubio de aquel transe y dejándose caer sobre su cama.
El rubio entendió aquello y se incorporó desnudo, recolectando su ropa dispersa por toda la habitación, poniéndolas al instante.
-¿Estas corriéndome?- Coloco su banda protectora en su frente. –Nadie hace eso, no es lo usual ¿Sabes?.-
-Ya te di lo que buscabas esta noche ¿No?. He cumplido. – se dio la vuelta se cobijó dando la espalda al rubio.
-Lamento que las cosas.- Hizo una pausa antes de saltar de la ventana en medio de la noche. –No sean como tú las quieres.- con sus ojos cristalizados salto sin decir adiós.
-Yo también Naruto, yo también más que nadie.- Pronuncio el chico al dejar de sentir la presencia del chico. Quedando con los recuerdos de una falsa noche de pasión. Los cuales lo atormentaban pues sin querer se había enamorado del rubio.
Y así el moreno se quedo meditando en la soledad de su habitación. Con su perfecto torso desnudo a la luz de luna.