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How Deep Is Your Love por KatsumiKurosawa

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Notas del fanfic:

Este fanfic fue subido originalmente a wattpad xDDD pero unas personas sin oficio ya saben :v de esas que viven envidiando, reportaron el fanfic por su contenido shota y fue retirado de la cuenta xD

Lo subo aquí porque aquí en Amor yaoi existe la categoría Shota xD así que pues... bueno, me he decidido.

Disfrútenlo C:

How deep is your love

Por Katsumi Kurosawa

Capítulo 1

Sólo un niño

 

 Hacía mucho calor en Seúl.

Youngbae estaba tirado en el piso, mirando al techo, tratando de soportar el estupor que le estaba quemando las neuronas. Era verano en Seúl y el timbre de la casa de Dong Youngbae estaba sonando con insistencia.

Con la pereza de un adolescente de 17 años que era, se levantó para atender la puerta. Su rostro cambió de inmediato cuando su pequeño vecino le saltó encima.

” ¡Hyung! ”le dijo la aguda vocecita de Lee Seunghyun mientras escondía la cabeza en el pecho de Youngbae y este sonreía.

”Hola, pequeño panda… ¿Cómo estás? ”cerró la puerta por inercia y arrastró al chiquillo que no se desprendía de su cintura.

”Muy bien, hyung. Mamá se fue a trabajar y me he quedado solo. Decidí venir hoy también.

Los Dong y los Lee eran las únicas familias con hijos en ese piso. SeungRi siempre iba a molestar a su hyung.

Sin embargo, por primera vez, Youngbae deseo no tener al panda en su apartamento. Su cabeza estaba jugándole malas pasadas, algunas más horribles que otras y no quería transformarse en algo que no era.

En un ser despreciable…

Pero es que dos años antes, Youngbae había puesto una mini piscina de plástico en el breve patio.

”Hyung, hyuuuung~ ”le había dicho el pequeño SeungRi de 9 años” hace mucho calor…

”Lo sé ”le había respondido con una sonrisa porque creía que había solucionado aquel horrible verano en unos minutos” Por eso he llenado mi piscina de plástico… ¡Ven!

Todo era inocencia en ese momento para Youngbae.

O al menos lo fue hasta que el niño menor se quitó la ropa hasta quedarse en unos calzoncillos de pandas y se metió a remojarse con él. Se quedó boquiabierto mirando la suave y blanca piel de Ri… parecía tan apetitosa…

La forma en que sus pequeños glúteos se alzaban, le hacía pensar al mayor que de grande iba a tener un trasero delicioso…

”Dios mío, pero qué estoy pensando…. ”susurró para sí mismo mientras SeungRi chapoteaba alegre.

Se metió con él a la piscina y jugaron un rato a arrojarse agua al rostro. Sin embargo, el menor se cansó y se quedó recostado en la diminuta piscina, con una sonrisa en los labios que no había modo de borrar.

”Hyung… ”suspiró y se arrastró como un cachorro hasta encontrar a su querido vecino. Youngbae tragó duro.

El niño buscó sus brazos y se quedó con él, tenía todo el cuerpecito bajo el agua, sobre su cuerpo en realidad. Su cabecita se recostó en el pecho contrario y se aferró a hyung con muchísimo amor.

Youngbae soltó un gemido callado. Su cuerpo se sentía extraño y no le gustaba para nada ese calor entre sus piernas.

El pequeño estaba sobre su miembro.

”Dios… ”miró hacia el techo enrojeciendo como un idiota.

Pero SeungRi se veía tan lindo… ahí… perdido…

Deslizó su mano de adolescente por la diminuta espalda de SeungRi. Era tan suave como parecía…

El niño no pareció incomodarse, por lo que otra mano de Youngbae se unió a las caricias, llevándola a su mejilla regordeta.

Acarició una de sus ojeras de nacimiento, y pasó el pulgar por esos generosos labios sonrosados. SeungRi era precioso.

Se veían tan tentadores…

”Debo estar volviéndome loco… ”concluyó acercándose a esos labios, lentamente. Ri se movió interrumpiendo su acción y sin quererlo, se frotó contra su pene” Oh, Jesús…

¿Por qué le pasaban esas cosas a él? Era un buen hijo. Iba a misa con todos los domingos, aunque sus padres no estuvieran en casa. Pero en ese momento, estaba duro como una puta roca ante la pureza del niño entre sus brazos. El pequeño SeungRi lo había puesto así con un roce certero de su piernita.

Su corazón latía desbocado, tan fuerte que su cuerpo entero se movía al pulso de este. El temblor no molestaba a SeungRi.

No quería hacer una estupidez…

Se sentía como un lobo a punto de devorar una ovejita preciosa. No quería mover los dedos y corromper aquella piel pura. Pero no dejaba de acariciarlo. Es que SeungRi era demasiado suave… demasiado lindo…

Los enormes y hermosos ojos se abrieron barriendo aquel magnífico par de pestañas para mirar a su hyung de modo intrigante. Youngbae le sonrió disimulando su nerviosismo, pero el niño estaba muy atento en su rostro.

”Te quiero mucho, hyung… ”susurró el niño incorporándose hasta estar a su altura, colocando las manos a los costados de sus hombros.

El corazón del mayor se detuvo. Aquellos ojitos preciosos se cerraron de nuevo y el niño acercó su carita a la suya.

No esperó, siendo honesto, a que el pequeño depositara sus labios en los suyos y comenzara a moverlos.

Ahogó un gemido excitado y abrió los labios para aprisionar el pequeño labio inferior, sintiendo su cuerpo vibrar enloquecido en el agua.

Qué ganas.

Qué ganas tenía de poner a SeungRi en cuatro, como en los videos pornográficos que su hermano Hyunbae había dejado olvidados en su cuarto antes de irse a estudiar a América. Quería penetrar al niño con todas sus fuerzas hasta saciar su impulso animal…

Se separó de SeungRi como si quemara al tacto. ¿Qué le estaba haciendo a un niño? Se puso muy rojo e incrédulo desvió la vista.

” ¿No te gustó, hyung? ”le preguntó acariciando torpemente los hombros delgados de Youngbae” Mamá siempre besa a papá después de decirle que lo quiere… ¿Lo hice mal?

Youngbae ahogó un jadeo necesitado, dándose cuenta de que sostenía la cinturita desnuda del niño.

”No… no lo hiciste mal… ”se apresuró a responder” Pero…

”Se siente bien… ”dijo con una sonrisa inocente y se lanzó a sus labios de nuevo. Youngbae recibió el torpe beso y acarició su cabecita, hasta colocarla en una posición adecuada para un beso adolescente.

Pero qué carajo estaba haciendo.

Estaba besando a un niño de 9 años… y su polla estaba a su máximo bajo el agua. Necesitaba descargarse o lo haría dentro del niño y sería un problema legal muy serio.

Legal. Podía ir a la cárcel…

Se alejó de SeungRi de nuevo y una risa nerviosa se escapó de su boca.

 ”SeungRi… tienes que saber que… ”Youngbae miró a un lado tratando de ser honesto. No podía medio follarse a un niño simplemente, tenía qué explicarle”: esto que estamos haciendo en este momento, está mal y debemos detenernos…

El niño inclinó la cabeza como un cachorrito y apretó su agarre en los hombros de su hyung.

”Pero… Mamá y papá…

”Nosotros no somos mamá y papá, Riri… esto está bien entre un hombre y una mujer… también podría estar bien entre dos hombres, pero no entre dos hombres de nuestras edades, SeungRi… ”explicó con paciencia.

” ¿Entonces? ”susurró el niño con los ojos llorosos. Youngbae temió que se echara a llorar en ese momento.

”Eres muy pequeño para estas muestras de afecto, Riri… ”concluyó rompiendo el corazón del niño quien hizo un puchero conteniendo las lágrimas” Pero… cuando seas grande… tal vez…

” ¿Y si lo mantenemos en secreto? Que sea nuestro secreto, por favor… y podremos darnos besos cuando sea grande…

Grande.

Cuando fuera grande.

Deseó no haber sido tan subjetivo en ese entonces.

Porque SeungRi, a sus once años, se sentía un niño grande. Mucho más cuando llegaba con el uniforme de la clase de Tenis puesto. Mostrando aquellas hermosas piernas lechosas.

”Vine directo del colegio… ”confesó arrojando su mochila a un lado y su raqueta de tenis se salió de esta. Su linda camiseta blanca hacía juego con sus shorts azules. Era la cosa más tierna que veía los lunes y jueves que practicaba en la escuela.

” ¿Tienes hambre, pandita? ”Youngbae sonrió con dulzura. Amaba cocinarle al pequeño.

”Sí… hice mucho ejercicio~ Jiyong-hyung dice que estoy entre los mejores de la clase… pero él es el mejor así que tengo que entrenar más duro… ”otra de esas palabras que no quería escuchar de los labios de SeungRi.

Duro.

Tuvo escalofríos y se dirigió a la cocina como si nada sucediera. Había algo de Kimbab. Le sirvió y ambos se sentaron a comer en la mesa.

Observar a SeungRi comiendo era una de sus actividades favoritas. La delicada forma en la que sus manitas delicadas, sus dedos regordetes tomaban los palitos y aplicaban tiernamente la fuerza para sostener la comida.

Como abría lentamente los sonrosados labios para meter la comida a su boca y la fuerza con la que mordía la comida. La suavidad con la cual masticaba y la expresión de satisfacción en el rostro.

Era hermoso. No había otra definición.

Youngbae comía lentamente para no perderse esos detalles. Esos gestos. Esos movimientos tan sagrados.

Luego se arrepentía y volvía a su comida.

No podía.

No podía desear así a un niño. Aun cuando no sabía en sí qué era lo que deseaba de él… ¿Era besar castamente esos labios? Claro que no. Dudaba que ese deseo tuviera que ver con la castidad.

¿Era una prueba de Dios? Debía ser fuerte. No quería ser un pecador. Quizá uno de los pecados más grandes era el que lo mantenía sufriendo: corromper un alma pura.

SeungRi bebió de su té helado y fijó aquellos hermosos ojos cafés en Youngbae para sonreír de ese modo tan divino, como un ángel. Rayos, SeungRi era un angelito y él… él se estaba convirtiendo en un aliado de satanás.

Su corazón se calentó ante aquella tierna sonrisa. Tenía que admitirlo. Estaba enamorado de SeungRi. Estaba enamorado de un niño de once años.

Sin embargo, la razón de su batalla mental eran sus deseos carnales. Sus deseos impuros.

Ri había crecido bastante el último año y su delgada figura no era más que un pecado en shorts.

Recordaba lo que su mejor amigo, Seunghyun… había dicho…

”Legalicen a los de 12…

Y Youngbae se rió tan fuerte que todos en el receso se les quedaron viendo. Trató de callarse a sí mismo metiéndose el sándwich de pavo a la boca.

”Hyung… ”Youngbae regresó de su recuerdo cómico gracias a la voz de SeungRi, quien le miraba con el ceño fruncido” ¿Por qué sonríes así?

”Oh, por nada… ”se llevó tres rollos de kimbab a la boca y luego el jugo de frutas, para darle tiempo a su rostro para regresar a una expresión más neutra.

”Creí que estabas acordándote de tu novia…

 Youngbae estaba a punto de preguntarle ¿cuál novia? Pero al ver el rostro molesto de SeungRi, simplemente ladeó la cabeza y sonrió burlón.

”Oh no~ recordaba un chiste que me contó Hyung… Seunghyun-hyung… pero ahora que lo mencionas… debería llamar a Hyorin para preguntarle si quiere tener una cita en la noche ”se levantó de la silla y tomó el teléfono inalámbrico.

”No serías capaz de hacerlo frente a mí…

Youngbae borró su sonrisa de inmediato. La reacción amarga del niño no era normal.

SeungRi era siempre un niño tan bromista, tan feliz… tan dulce, que aquel rostro enfurecido no combinaba para nada con sus rasgos faciales.

”Calma SeungRi… no quise ofenderte… ”susurró el mayor, dejando a un lado el teléfono y arrodillándose a un lado de la silla del pequeño.

El niño tenía los ojos cristalinos y la mandíbula tensa.

”Te he visto con ella… ”confesó de pronto, sin mirarlo. El kimbab parecía más interesante” Como ríen… ella te mira como si fueras un waffle…

¿Un waffle? Interesante analogía. Sabía que su mejor amiga, Min Hyorin, estaba enamorada de él. Incluso habían tenido un par de salidas juntos, pero Youngbae simplemente no podía engancharse.

La adolescencia era un terreno duro y confuso. Youngbae estaba preguntándose si era homosexual… no podía simplemente tener a la chica más bella de su clase babeando por él y no sentir nada.

”No veo qué de malo tenga eso, Riri… ”acarició su mejilla, pero SeungRi pareció ofenderse más” ¿Por qué estás tan enojado?

El niño enrojeció evidentemente.

”Yo… no quiero que se te acerque. ”dijo con determinación y por fin le sostuvo la mirada, con el ceño fruncido.

”Pero es mi novia, SeungRi, tiene que acercarse a mí… y hacer cosas que los novios hacen… ”Bae se mordió el labio para contener una sonrisa. SeungRi estaba celoso… celoso como un infierno.

Un calor feliz se instaló en su pecho, aunque trató de que no se le notara en la cara, quería que su pequeño tratara de explicar su comportamiento.

” ¿Cosas que los novios hacen? ”el sonrojo se fue a la mierda y el niño se levantó de su asiento” ¿Besarse? ¿Acostarse?

Youngbae se incorporó para pararse frente al niño. No cabía en la sorpresa de que aquella palabra hubiera salido de esos virginales labios.

”SeungRi… yo…

”Si quieres besos, yo puedo besarte… ”el pequeño comenzaba a temblar de ira. Seguramente imaginándolo en la cama de Hyorin” Podría acostarme contigo si quieres…

A Youngbae se le fue el aire.

” ¡SeungRi! ”le reprendió” No es una charla que un niño debería tener… No sabes lo que dices… no hables de sexo a la ligera.

”Claro que sé lo que digo… ”su voz bajó un par de decibeles”. He visto imágenes… videos en internet ¡Me han mandado videos en el grupo de kakao talk!

 ”Oh Dios mío… ”el color se le fue del rostro al mayor. No podía creer como la tecnología había corrompido la inocencia de su pequeño” No puedo creerlo… estos niños de ahora…

”Si quieres que haga todo eso… pues lo hago… pero ya no estés con ella… ”pidió con los ojitos llenos de lágrimas y las dejó caer, sintiéndose miserable por perder la batalla contra ellas.

”Todavía eres un niño, SeungRi… no podemos hacer…

”Siempre seré un niño para ti, Hyung ”su voz se quebró más por sus recientes cambios de voz que por su llanto” No quiero esperar… ¡No quiero!

Un zumbido se había instalado en los oídos de Youngbae. No sabía qué estaba sucediendo. Dios estaba probándolo de nuevo.

Sólo sabía que SeungRi estaba llorando y eso le dolía. Mucho.

Lo tomó entre sus brazos y le permitió sollozar en su pecho.

”SeungRi… quiero que entiendas algo… ”caminó con el niño hacia el sillón de la sala y se sentó, logrando que Ri se sentara a su lado, aun sollozando en su pecho” Yo… tocándote del modo en el cual deseo tocarte… es algo inmoral. Sobre todo, ilegal… ”limpió un par de lágrimas del pelinegro quien le miraba desesperado” Si yo te toco de forma sexual… iré a la cárcel…

”No si nadie lo sabe… ”interrumpió el pequeño.

”SeungRi… ”le reprendió suavemente.

”Por favor… puede ser nuestro secreto… ¿Hyung siente lo mismo que yo? ”se incorporó en el sofá, hincándose en el mismo mientras su hyung le miraba como si se hubiera vuelto loco” Sé que sí… ”cruzó una de sus piernas al costado del mayor y se sentó en su regazo, sosteniendo su rostro firmemente.

Youngbae lo miró confundido.

”Lo hago. Pero no tienes una idea de lo que pienso… y está mal. Muy mal… ”confesó por fin, sintiendo el aliento del menor chocar contra sus labios” Te quiero mío de maneras que no entiendes… modos que no entenderás hasta que crezcas…

”Déjame por lo menos besarte, hyung… ”y su rostro descendió hasta posar sus labios sobre los del mayor.

Terciopelo.

Youngbae movió sus labios suavemente para guiar la boquita del pequeño Seung. Inclinó la cabeza para que él tomara el lugar correcto y se atrevió a introducir su lengua en la caliente cavidad y el niño gimió entre asustado, deteniéndose un segundo y volviendo al movimiento, intentando acostumbrarse al intruso. Gimió necesitado.

Era un beso muy diferente al de años atrás. Era un beso más adulto.

Las manos de Ri se instalaron en los hombros del mayor mientras capturaba lo más que podía de los carnosos labios de su hyung. Youngbae se dejaba besar y respondía con tranquilidad, rodeando con los brazos su breve cintura.

Había tenido por lo menos dos novias desde que había entrado a la preparatoria. Sabía lo que un beso era. Pero jamás había sentido eso, en un beso.

Pero ¿Qué era eso?

Una llama encenderse en su interior y quemar todo a su paso. Ese escalofriante deseo de sexo… sexo con un niño.

Al mismo tiempo el beso le refrescaba. Le calmaba las ansias.

Sentía el amor del pequeño.

No parecía nada malo. No parecía nada inmoral.

De hecho, ellos repitieron aquel acto día tras día, sin ser descubiertos.

………………..

Se hincó ante la imagen de Jesucristo en la cruz.

No podía. No podía más.

Había besado a un menor. Había acariciado castamente a un menor, sin embargo, mientras lo acariciaba, miles de llamas lujuriosas ardían y  pensaba en cosas más fuertes, más morbosas.

La imagen de SeungRi en su cabeza, soportando su miembro de adolescente en su cálido pero estrecho canal, era la que le despertaba por las noches jadeando y casi empapado en llanto.

”No quiero hacerle daño… ”susurró y su garganta convulsionó de inmediato” Jesucristo… sé que estoy haciendo mal… sé que estoy pecando… Quiero detenerme, lo juro, quiero parar… pero no puedo… ¿Por qué, señor mío? ¿Es… mi destino… ”un par de lágrimas gruesas rodaron de inmediato por sus ojos pequeños”… ser… un… asqueroso… ser humano?

Esperó una respuesta que sabía no obtendría. Dios tenía diferentes formas de comunicarse con él.

¿Qué haría? SeungRi, después de una sesión extenuante de besos en la alfombra, había pedido ir a la habitación de su hyung. No podía permitirlo… iba a descontrolarse si lo hacía.

Regresó derrotado de la iglesia. Sentía que su vida no tenía ningún valor…

La lluvia le hizo poco a su ánimo. Una vez que estuvo en su casa, se dio una ducha caliente y se puso ropa cómoda.

Hacía sus deberes cuando el timbre sonó.

Sabía que era él. SeungRi lo visitaba de nuevo… no era difícil, la puerta del apartamento de enfrente era la de su familia.

”Hyung… mamá no llegará hasta muy tarde y… yo estoy así… ”se quejó de inmediato el pelinegro mientras le se apuntaba a sí mismo.

Su uniforme escolar estaba empapado.

Sus hermosas tetillas se hicieron visibles y Youngbae tragó duro. ¿Qué clase de señal era aquella?

”Deberías volver a casa y cambiarte ”dijo en automático, como una máquina contestadora.

”Olvidé mis llaves… recuerda que el chofer sólo me trae hasta la casa y se va… ”intentó percibir cualquier indicio de malas intenciones en el pequeño, pero no las halló. Luego se lamentó por desconfiar así de un niño… SeungRi era sólo un niño.

”Toma lo que quieras de mi closet… ”fue lo único que pudo decir, viéndose afectado de inmediato por la sola idea de SeungRi usando solamente una de sus camisetas…

El niño tardó mucho más de lo que Youngbae podría haber esperado. O era solamente el reloj interno del adolescente, más descompuesto de lo acostumbrado.

” ¿SeungRi? ”tocó la puerta, cauteloso.

El niño no respondió.

Se preocupó de inmediato así que abrió la puerta de la habitación, buscándolo con la mirada. Se arrepintió de haber abierto la puerta.

Se arrepintió con todas sus fuerzas.

SeungRi estaba dormido en su cama, sólo con una camiseta puesta. Abrazaba una almohada y la deliciosa curvatura del nacimiento de sus glúteos, se asomaba peligrosamente, provocando un corto circuito en su cerebro.

Tuvo una erección de inmediato.

La boca se le secó.

Y perdió el control.


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