Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nueva aventura ( Guilmon x OC) por Dokidoji

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

GUILMON x OC

 

Nota: Raimon es un OC mío, es un digimon con forma de canino rojo, parado en dos patas y guantes blancos con garras negras. Puede ser tanto chico como chica, en este caso, es masculino.

Notas del capitulo:

Otro fanfic, luego de años sin poder acceder. 

El atardecer en el digimundo se miraba de forma espectacular ese día, Raimon lo disfrutaba sentado a la orilla de un acantilado con vista al mar, sintiendo el viento despeinar su pelaje. Desde que tuvo que decirle adiós a su niña en el mundo real, se sentía solo. Jamás había necesitado compañía, pero desde que aprendió lo que era hacer amigos, era amargo no tener a nadie con quien charlar. Ya no tenía motivaciones para hacerse más fuerte, pues no tenía a un tamer que defender. Hasta ese trágico día, no había hecho más que pelear contra otros digimon con el objetivo de ser el mejor en combate “maldición” pensó arañando una roca cerca de él. El vacío se calmó cuando otro digimon de su mismo color rojo apareció al lado de él, era de forma reptil y parecía triste.

Debía ser otro que había perdido a si niño o niña, pues se miraba como alguien pacifico que no buscaba pelea y al igual que él, simplemente se detenía a observar el paisaje. Se acercó cauteloso al gran chico, su pecho palpitaba algo rápido al verlo de cerca- ¿Extrañas a alguien?- preguntó con su voz ronca como de costumbre. El reptil rojo solo agachó la mirada.

-Quiero ver a Takato- confesó con una voz sumamente triste. Las sospechas eran ciertas y eso le hacía sentir un hueco en el estómago.

-¿Tu tamer a quien servías?- preguntó acercándose aún más, observándole más a detalle.

-Takato era mi amigo y ahora ya no puede jugar conmigo- Aquello fue como un flechazo a su frio corazón, no podía dejar de lado a alguien tan inocente y de corazón puro sufrir así. Si fuera su yo de antes simplemente lo dejaría así, pero su niña había cambiado algo dentro de él que le impulsó a posar su mano en el lomo y sobarlo diciendo que todo estaría bien y tarde o temprano se encontrarían de nuevo.

-¿Quién eres chico?- preguntó algo más suave para dejar de sonar tan intimidante.

-Mi nombre es Guilmon- Después de decir su nombre, olfateó invadiendo su espacio personal que tanto cuidaba Raimon, haciéndole sonrojar por el atrevido acercamiento, pero no podía molestarse con él.

-Ya veo, puedes llamarme Raimon, y al igual que tú, era el camarada de un humano, una niña llamada Taiga- Acarició su cabeza- y al igual que tú la extraño mucho.

No tenía pensado dejarlo escapar, hasta ahora aquella inocencia le parecía de lo más tierno y era el segundo ser que le hacía sentir así. Taiga fue la primera, pero no estaba más con él. El chico podría aceptar acompañarlo y ya no estaría más solo – Si quieres tú y yo podemos hacernos camaradas para buscar una forma de regresar con nuestros humanos- odiaba tener que decir algo de lo que no estaba seguro, sin embargo, la improvisada idea era tentadora, ¿realmente existía una forma de regresar con los humanos? Era hora de averiguarlo.

-Guilmon podrá ver a Takato denuevo- ambos ojos brillaron de alegría mientras decía aquello, aquel gesto de emoción hizo que el canino tuviese la necesidad violenta de robarle un beso al chico y lo hizo. Ambos alientos chocaron para juntarse y sellarse. Uno cerraba sus ojos con tranquilidad mientras el otro los abría quedando en shock y silencio.

Raimon esperaba una respuesta de rechazo por parte del otro, pero éste solo cubrió su boca con su gran pata con una mirada que decía “¿Qué fue eso?”. Se disculpó por aquel atrevido movimiento, pero parecía no entender del todo que había sucedido. Simplemente recuperó su cara sonriente y su posición se volvió más firme. Viendo que no le odiaba, tomó su mano y sugirió hacer otro tipo de juegos, pero en un sentido más pícaro, pero el chico era tan puro que accedió sin tener idea de que eran esa clase de “juegos”. Ambos caminaron mientras todo se oscurecía. La noche se pintaba con cientos de estrellas alumbrando el cielo y líneas características del mundo digital donde se encontraban. Nada en eso era real, eran solo datos programados  no, aquello era incorrecto, lo que él sentía no podía ser falso, estaba seguro de que nuevamente, alguien había cautivado su corazón. ¿Esto podía ser amor? No era algo fácil de saber, pero si sabía que su aventura con su nuevo compañero acababa de comenzar.

 

Notas finales:

Gracias por leer. actualizaré pronto.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).