Salí del trabajo como siempre, solo. No quería llegar a mi departamento sabía que estaría vacío como de costumbre, últimamente no podía dejar de pensar en él, realmente soy una persona patética ya han pasado 10 años y a pesar de todo lo sigo amando, buscándolo inútilmente entre los aburridos rostro que veo a diario.
''Me gustas senpai''
Oda Ritsu la primera persona de la que me enamore. Él, era un chico realmente lindo e inocente o al menos eso creía yo, en ese tiempo estaba en el instituto y mi vida era una lástima, nada parecía tener sentido, no había mucho que realmente me importara; así que cuando él se confesó solo pensé en lastimarlo no soportaba su inocencia, su pureza me parecía absurda y la manera en la que el parecía ser feliz y yo no me causaba cierta sensación de desasosiego, ¿tal vez era envidia o celos? Me hacía sentir un poco enfermo, está bien, ahora lo admito no me gustaba ver como él había crecido en una familia feliz y cariñosa mientras la farsa que mantenían mis padres desde que tengo memoria finalmente se desmoronaba, no me importaba si seguían juntos o no de hecho desde que recuerdo siempre pensé que todos seriamos más felices si finalmente decidían separarse y no es que no me importaran mis padres de hecho los quería pero al final ellos eran los que no parecían tomarme mucho en cuenta ya que al parecer se odiaban lo suficiente como para no querer volver a verse nunca, así que realmente me quede solo en casa, pero eso no es importante al menos ya no ahora y tampoco lo fue (del todo) entonces porque a pesar de mi plan inicial y de que la idea de lastimarlo realmente me parecía tentadora… No pude hacerlo, me enamore de él como un idiota, incluso pensé que él podría compartir un poco de su felicidad conmigo y un día simplemente se fue, dejándome solo con este amor que ahora me quema por dentro, supongo que me lo merecía yo quería lastimarlo y al final fue el quien jugó conmigo...
Llegue a la estación, siempre igual la misma gente, la mismas caras pero nada de eso me importaba yo solo pensaba en sus hermosos ojos verdes, nada más me preocupaba y… De nuevo, un extraño sentimiento me saco de mis pensamientos, desde hace unos días ha sido lo mismo un escalofrío recorre mi espalda y siento una profunda mirada que me acecha no sé qué o quién es pero no deja que esté tranquilo, la siento tan cerca de mí, trato de buscar esa mirada que me paraliza, me devora pero no puedo encontrarla, sé que está ahí, acechándome en la oscuridad, esperándome, pero ¿esperar que, ya habré perdido la razón?
Salí del tren directo a mi departamento y ahí seguía esa sensación que cada vez se aproximaba más, no podía ignorarla por mucho que lo intentara.
Por fin llegué, la puerta no tenía llave y estaba totalmente obscuro, lo que es extraño pues está mañana era ya tarde y salí sin ni siquiera apagar el televisor, traté de no darle importancia, y me fui directo a la cama realmente estoy estresado por fin era el fin del ciclo y yo ya no tenería ni una gota de energía. Me acosté.
Las horas transcurrieron y no se el punto exacto en el que me quedé dormido, pero comencé a sentir un extraño peso sobre mi cuerpo, no era molesto si no al contrario más bien se sentía cálido y agradable, después cosquillas y una suave respiración que se deslizaba cerca de mis oídos para descender lentamente hasta mi cuello y un placentero escalofrío recorrió mi cuerpo, unos suaves labios me besaban mientras una fría mano se colaba dentro de mi camisa masajeando mi pecho; abrí mis ojos y ahí estaba él; una bella figura se dibujaba encima de mí con la escasa luz de luna que entraba por la ventana...