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-Comida para vampiro- *los cachorros saben mejor* por serenituegt

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Capitulo: 2 Vampiros

La música llenaba el ambiente de una atmosfera agradable. Todos los presentes se relajaban y bailaban discretamente.

La velada no sedaba por nada en particular, solo era para desaborar un poco la rutina...

-Excelente velada señor Kaiba... Me sentí muy alagado al ser invitado, inesperadamente -la persona que estaba frente, a los ojos del dueño del palacio. Era un hombre bonachón con poco pelo y largas patillas, pero con una suculenta hija virgen...

-No señor el placer será todo mío -el castaño se alejó del bonachón y siguió a la joven, que había salido al balcón. Pues este castaño estaba hambriento- 

Sus ojos no habían dejado de asechar a la joven. Su sangre caliente era el premio en esta casería. Y era mejor que se apresurara. Ya que los demás vampiros, no dejarían nada, para la media noche...

-“Buenas noches señorita” -exclamo casi como susurro pero la joven voltio sin remedio-

-Buenas noches... Conde Kaiba -musito la joven con una melodiosa vocecita. Pero también exaltada, pues notaba que se encontraban a solas.

-Si me disculpa Conde... debo regresar con mi padre... -la joven se apresuró a entrar; pero la varonil voz la detuvo-

-¡Acaso la estoy incomodando!!...  –la joven sintió vergüenza y sus mejillas se coloraron. Cosa que combinaba ala perfección, con su rojizo cabello...

-Lamento si es así... Yo solo buscaba con quien conversar. En ocasiones este palacio, puede ser muy solitario... -el joven camino hacia el balcón, pasando de largo a la bella joven-

Pero los atentos ojos de la joven, lo siguieron hasta el final...

-“Oh” no fue mi intención, ser tan cortante -la chica dio un paso hacia el frente. Sujetando su pecho con una mano-

-Solo no quiero, que las personas se den una idea equivocada de mí. Usted sabe que un caballo y una dama no puedes estar a solas...

-Le importa mucho el que dirán, no es así... ¿? -la muchacha cambio su rostro, por uno de sorpresa. Pues el hombre que tenía frente a ella; la había insultado indirectamente. Más esta no tenía ninguna forma de defenderse-

-Bueno la opinión de la gente y el qué dirán, está presente en muestra sociedad. Si las personas no fueran tan superficiales, estoy segura que este encuentro no sería mal visto.

El castaño miro a la joven, y guardo silencio... simplemente ya no le contesto. Lo que hizo fue mirar al cielo, el cual era despejado por el viento. Eh iluminado por la luna, la cual estaba en su punto medio...

-Puedo preguntar en que piensa, Conde... -la joven camino a centímetros del varonil joven. Su corazón se aceleró, al sentir la brisa, “¡que con llevaba el aroma del varón!”-

¡El moreno la miro con intensidad! Con esos feroces ojos azules, que ponían a templar a cualquiera.

La chica sintió un escalofrió, pero lo atribuyo al viento...

-Alguna vez te has sentido sola.... –la pregunta del moreno, arrastraba dolor. Junto con miles de sentimientos ocultos-

La joven por supuesto no pudo responder a la pregunto... pues ella no conocía, la soledad de la noche o del dia...

-Creo que nunca eh experimentado la soledad... mí perturbado Conde...

La mujer sonrió, pues el varón era más interesante de lo que ella esperaba. Y eso le causaba una excitación descomunal...

Excitación que el conde podía oler... Pues las mujeres jóvenes, eran su especialidad...

Sin más el castaño de exquisito porte. Se aproximó a la bella doncella.

Pero un estruendoso ruido llamo la atención de los dos jóvenes – ¡Que fue eso! –pregunto con sobre salto-

El moreno la tomo de los hombros y con suavidad susurro a su oído – ¡Mi apreciada leidy!... Ya es hora de que sepa qué es la soledad...

La chica se exalto al susurro del varón y trato de apartarse. Pero este la sujeto con fuerza y mordió su cuello con ferocidad.

La sangre comenzó a frotar alucinantemente. El vestido de la susodicha rápidamente se encontró bañado del líquido palpitante.

La doncella a penas y pudo sollozar. Pues los colmillos del castaño habían desgarrado sus cuerdas vocales.

-aht... aaah... ahahhh...–era el único sonido que salina de los labios de la víctima. Mientras sus manos se aferraban al rostro del vampiro y sus ojos poco a poco perdían la vida.

“¡Más a nuestro conde le gustaba juguetear con la comida!”...  con fuerza arrojo a la chica que aún mantenía algo de vida. A centímetros de la entrada, en donde se daba el baile...

El vampiro solo deseaba ver a la chica, arrastrándose por el suelo. Tratando de salvar su inmunda vida, tratando de escapar de sus fieros y fríos ojos. Pues si algo le gustaba a este vampiro, era ver como sus víctimas se desesperaban, mientras la vida seles escapaba...

La susodicha pese a la pérdida de sangre y la enorme herida que llevaba en el cuello. Logro arrastrarse hasta las entradas del lugar... la cual era cubierta por una cortina de un fino salín...

Con ahogo y suma dificultad, estiro su brazo. Por un leve segundo miro sus dedos, los cuales estaban blancos como la nieve pero cubiertos de sangre. La chica sabía que iba a morir. Pero tenía que decirles que ese hombre era un vampiro...

-¡Quieres entrar!... exclamo el vampiro que se aproximaba a la joven.

La doncella solo miro los zapatos del susodicho, y con rapidez su rostro mostro terror. Terror que no la dejo respirar.

El vampiro se acuclillo y dijo mientras movía la cortina – ¿Esto es lo que querías?

La victima abrió los ojos incrédula, no entendía al monstruo. ¿Qué era lo que pretendía? Mas la chica lo analizo paco; ya que con rapidez se deslizo hacia delante, sin quitarle la vista al chupa sangre...

Mas lo que vieron sus ojos la dejo más que alterada. La habitación estaba cubierta de sangre, entrañas y más de un miembro mutilado. La doncella se tumbó en el piso, su cuerpo ya no le daba para más, pues la impresión que se había llevado, era mucho para ella.

De una de las esquinas del cuarto, se escuchó una voz. – ¡Te sigue gustando jugar con la comida!... Pensé que ya no hacías eso, desde que éramos niños...

El castaño giro su rostro para toparse, con el dueño de las palabras. El cual era un varón arrebatadoramente sexy... que llevaba puesto pantalones negros, que ajustaban a sus glúteos perfectamente, su playera era blanca y suelta pero se encontraba cubierta de sangre. Sangre que escurría por su pecho. Sus ojos eran como la sangre que le gustaba, mas mostraban un singular brillo de pureza.

-Como siempre metiéndote en los asuntos de los demás. Contesto el oji-azul que pateaba una cabeza cercenada... Además, mira quien habla de comer como niño chiquito. Cuando tú has dejado el comedor en este estado...

El joven de ojos sangre, había regresado de una diligencia a Egipto. Había pasado 20 días en un barco y era obvio, el porqué de su apetito voraz.

Bueno me gusta chupar hasta la última gota, y si dejas el cuerpo entero. No obtienes toda la sangre...

El castaño miro con desdén al otro. Pues este siempre era un caos, y por tal no bebía estar solo.

-Y dime Seto... que vas hacer con ella. –el vampiro se refería a la joven tendida en el piso. Pues uno como vampiro tenía la obligación, de matar al mordido y evitar la propagación, de la maldición-

-Es obvio que va a morir. Pero es virgen así que no tienes de que preocuparte, ella no se trasformara –contesto el castaño con desde y frialdad, mientras comenzaba a salir de esa habitación-

Pero antes de poder salir, un chillido se escuchó... –“¡Hermano!”.... ¡hermano!... –entro a la habitación un pequeño niño de azabache color-

-¡Ya me he desecho de todas las carrosas y de los caballos!... Aunque no creo que alguien extrañe a unos donnadie...

El pequeño niño tenía un ánimo descomunal. Una sonrisa en su rostro y una bella mirada... La cual usaba para embaucar a sus víctimas...

-¡Buen trabajo, como siempre! –contesto el oji-azul, mientras rozaba la cabeza del más chico. Y el más chico, recibió ese mimo con mucho gusto.

-Ustedes siempre de melosos. Hacen que se me revuelva el estómago... –el carmesí sonreía con diversión, pues ver al pequeño azabache siempre era una delicia. Mas el oji-sangre sabía que su pequeño primo estaba prohibido...

Los dos miraron de reojo al carmesí y lo ignoraron. Pero con rapidez uno cambio de opinión.

-Vaya has hecho un desastre. Sabes lo que costara sacar la sangre de los tapetes. Y ni hablar del tapis de las paredes...

El pequeño azabache paso de lado. Y comenzó a observar el lugar, que parecía una carnicería. –Yami parece un neófito... Y ahora que aremos con tantos pedazos de cuerpo...

El carmesí se puso al nivel del pequeño y en un susurro muy táctil dijo –Tal vez podamos, armarlos juntos. Sera como un rompecabezas de miembros...

El pequeño soltó una risita, y sus labios posaron una sonrisa de lado... –Si mi hermano se entera. Te arrancara la cabeza...

El grande sonrió igual que el pequeño –Pero tu hermano ya no está aquí. Y no tiene por qué enterarse.

El azabache giro su rostro y se topó, con que era cierto, que su hermano ya no estaba en la habitación.

-¡Por que no pasamos un momento grato los dos!... –decía el carmesí, que cerraba las puertas del lugar-

El pequeño sintió escalofríos, pues no le gustaba quedarse con su primo. El carmesí era conocido por ser una maquina sexual... y por ser más descarado que el sol. Por salir todos los días...

-Déjate de estupideces... Tú sabes que jamás seré tuyo... Además el incesto meda asco. Por qué no mejor te consigues a alguien, para juguetear...

El más chico estaba dispuesto a marcharse. Pero la mano del carmesí lo había detenido... Y este acto había hecho cruzar sus miradas...

-Eres tan hermoso... –el oji-sangre, atrajo al pequeño, hacia su pecho.

-¡Déjame!... –grito el pequeño, más el grande sujetaba su rostro con avidez.

-¡Solo hasta que, me hayas besado!... –el grande clavo sus labios, contra los del pequeño sin experiencia-

El beso fue agresivo y forzado, pero esto excitaba al carmesí. El cual mordía los labios del azabache. Causando así una pequeña sangracios. Que lamia con mucho gusto...

El pequeño después de unos minutos se zafo del beso. Quedando así en el suelo... sus labios sangraban y sus comisuras estaban moradas. Sus muñecas estaban de un color rojizo, y sus ojos señalaban al culpable de las marcas...

El grande saboreo la sangre que quedaba en sus labios, y miro al pequeño... Tal vez aun no pueda tocarte, pero tú sabes que serás mío. Tu hermano no tiene otro candidato mejor que yo. Y si de todas formas, existiera alguien... “¡Yo lo mataría!”...

El pequeño niño miro como el grande se marchada... Y después de unos segundos el niño trato de levantarse. Pero sus piernas temblaban, y su corazón estaba desbocado... En realidad el chiquillo estaba temblando. Y no podía controlarse. Pues en su mente solo podía divisar los ojos color sangre...

Una lágrima se escapó de sus ojos, mientras un sollozo salía de su boca... – ¡No!... ¡no! Yo nunca ser tuyo –grito- Yo amo a alguien más. Y jamás dejare que me separes de él...

El chiquillo se tumbó en el suelo. En el mismo lugar, en donde se encontraban los cuerpos cercenados...

El azabache no quería pensar en nada... solo quería dormir... y dormir. Pues la sangre que había chupado el carmesí, había sido demasiada, más de lo prudente. Y el niño siendo un vampiro también necesitaba ese líquido...

-“¡Estúpido!”... ahora tender que ir a cazar...

Continuara >>>

 

Notas finales:

Nos vemos en el proximo capitulo


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