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Nacido para conocerte por DMOll08

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Notas del capitulo:

Segundo cap! espero y les guste c:

El amor de los jóvenes

 

II

 

 

Nuevamente el día inició. Lance entró al aula, sus pasos eran lentos y cortos, el bullicio de los estudiantes le hizo salir de su estupor. Se encontró a Pidge y Hunk, a los pocos minutos el profesor entro ordenando que todos tomaran sus lugares.

Lance se sentó en el suyo.

Pidge volteo a verlo.

 - Lance- lo llamo -Tienes una mala cara.

Por un momento pensó que solo era una burla de la chica, pero al ver el rostro de ella noto que lo decía en serio.

Suspiro ladeando la cabeza.

 - No dormí bien- susurro. En parte era verdad. No logro conciliar el sueño los últimos días pensando en lo que la enfermera le dijo. Estaba pensando demasiado las cosas.

El profesor sacó una carpeta y se dispuso a escribir en la pizarra.

Lance rasco su cabeza. Keith tampoco había ido ese día. Ya habían pasado un par de semanas desde que iniciaron las clases.

La puerta se entreabrió un poco, era Keith.

 - ¿Puedo pasar? - preguntó dudoso.

 - Pase- asintió el profesor.

Entro rápido tratando de no llamar la atención, noto que Lance lo miraba. Lo miro y de sus ojos saltaron chispas de enojo.

Lance supo que no era precisamente del agrado de Keith, giro el rostro. No pretendía agradarle.

Soltó un bufido. Le irritaba ese chico.

 - Que fastidio...

 Pidge observo a Keith de reojo.

 "Un omega ¿eh?" sonrió como si supiese lo que les deparaba a ambos.

El profesor se mantuvo dando su clase. Los pensamientos de Keith se centraban únicamente en que su celo estaba demasiado extraño los últimos días. Él siempre ha sido consciente que su celo era inestable y los supresores no le venían bien, por eso había sido expulsado de la anterior academia y ahora quizá tendría el mismo destino en esta. Solo se lamentaba de causarle problemas a quienes lo han ayudado todo este tiempo. Se encogió de hombros.

-Es todo por hoy clase- anunció el profesor guardando su carpeta -Resuelvan los problemas que les he entregado al delegado de la clase, tienen hasta el viernes- dicho eso abandonó el aula.

Lance contaba las hojas de los problemas que el profesor le entregó. Él fue seleccionado como delegado de la clase. Le gustaba ese cargo.

-Son veinticinco copias- término de contarlas dejándola sobre su mesa -Solo debo repartirlas. Se dispuso a levantarse cuando una estudiante entró el aula.

-El profesor de su siguiente clase no podrá asistir por problemas personales- acto seguido se marchó.

- ¿Qué? - Hunk se levantó -Iré por comida.

- ¡Hey, espérame! - Pidge salió tras él - ¿No iras? - preguntó a Lance.

-Me quedare a repartir las hojas.

-Te esperaremos en la nevería- pidió Pidge.

-Si, si- aceptó Lance.

Entrego a cada alumno la hoja de problemas, su tarea lo llevó hasta Keith quien estaba absorto en sus pensamientos.

-¡Oye! - lo llamo.

Keith giro su rostro para toparse con un Lance disgustado.

-Tiene como cinco minutos que te estoy hablando- dijo molesto -Toma.

Keith tomo la hoja que el moreno le entregó.

- ¿Qué es? - preguntó. No estaba precisamente prestando atención a la clase.

Lance enarco las cejas.

-Es la hoja de problemas que entregó el profesor- dijo con cierto aire de burla -Solo resuélvelo y entrégalo antes del viernes, no debe ser gran cosa para un omega que fue aceptado aquí.

- ¿Ah? - Las palabras del moreno lo irritaron. Su cuerpo estaba extraño y ahora esto.

-Digo, si fuiste aceptado en esta prestigiosa escuela es porque eres bueno ¿No? - sintió el aroma dulce del omega.

- ¿Que insinúas?

-Nada, nada- dijo con sorna -Los de tu clase son muy astutos- sonrió con malicia. Se dirigió a su asiento y guardó el resto de las hojas en su mochila. Salió del aula para seguir a Hunk y Pidge. -Que sujeto tan desagradable- mascullo.

Pese a sus palabras crueles lo que realmente deseaba era salir del aula. El olor de Keith era asombroso. Le sorprendió bastante que ningún otro alfa lo notara.

Vio a Pidge y Hunk sentados en una mesa en la nevería.

-Te pedí un jugo de naranja- se lo paso Hunk a Lance.

-Gracias.

-Supongo que ser el delegado no te sienta mal- dijo Pidge burlona -No te creas tanto.

-No se peleen- pidió Hunk -De todos modos, no deberíamos estar aquí ¿No se supone que eres el delgado?

-Si y como delegado puedo salir si quiero del aula.

-Si Hunk, todos tenemos hambre- asintió Pidge –De todos modos, tenemos toda una hora.

-Si, yo también tengo mucha hambre.

Lance término de sorber lo último del jugo.

-Yo quiero algo salado- dijo levantándose de la banca.

Se escucho un ruido dentro de la escuela. Tanto Lance, Pidge y Hunk se encontraban fuera, en el área de nevería.

- ¿Qué es eso? - Pidge siguió a Lance.

El alfa se tensó al oler el aroma llegarle.

-Keith…- su rostro se crispó. Avanzó a paso veloz para luego convertirse en una carrera.

- ¡Lance! - lo llamo Pidge.

- ¿Dónde vas? - grito Hunk.

- ¿Un omega en celo? - corrió Pidge tras Lance.

Hunk opto por seguirles.

- ¡Esto es malo! - chillo el más alto del trio.

 

 

 

Su celo llegó de imprevisto. Estando dentro del aula una oleada de calor lo invadió. Un alfa se levantó dirigiéndose a él. Keith al verlo noto sus intenciones.

- ¡No! - grito al sentir como este lo jalaba de su uniforme. Intento forcejear, pero el agarre era fuerte.

- ¡Oye, suéltalo! - gritó un compañero beta.

Otro junto con este se percató de lo que ocurría.

-Suéltalo- pidió el segundo.

-Es sólo un omega…- gruño el alfa.

-Llamare a un profesor- salió una chica.

Varios compañeros intentaron detener al alfa. El chico ya no estaba en sus cabales.

Keith logro zafarse y cayó de bruces contra el suelo. Esto era lo que tanto temía. Debió quedarse en casa tal y como Shiro le recomendó.

Un profesor entró y detuvo la escena.

-Alto ahí- parecía molesto. Antes de que iniciará este nuevo curso les dieron conferencias de qué hacer cuando una situación así se les presentara.

Se escucho el sonido de varias voces mezclarse y un profesor tratando de controlar el alboroto. Lance supo de dónde venía ese olor, llegó hasta el aula y noto como varios estudiantes miraban curiosos.

Pidge se detuvo detrás de Lance.

- ¿Que paso? - la chica lo miro preocupada - ¿Que ha pasado? - Pidge pregunto a otra alumna.

-Un omega fue atacado, pero los alumnos lo protegieron- respondió la chica.

Lance sin dudarlo entró al aula. Ahí un profesor sacaba del brazo aun estudiante.

Sintió que alguien lo tomaba del brazo. Intento detener a quien lo jalaba.

-No…- se retorció.

- ¡Keith! - reconoció la voz de Lance. Noto como este lo sujetaba. Era consciente de la naturaleza del alfa.

-No, no- intento liberarse.

-No te hare nada- dijo intentando tranquilizar al chico.

- ¿Que harás? - Pidge se acercó a él.

-Lo llevare a la enfermería.

La cabeza de Keith estaba hecha un desastre.

-Está bien- se alejó la chica.

- ¡No, suéltame!

-Oye, quédate quieto.

-Puedo ir por mí mismo- Keith logro zafarse del agarre. Intento levantarse, sus piernas estaban débiles.

Lance intentaba concentrarse. El olor que Keith desprendía le mareaba, no quería ceder a sus instintos, él siempre se consideró mejor que el resto de los alfas.

- Me haces sentir extraño...- dijo en un quejido Keith -Tu...

Le sorprendió lo dicho por el omega. Lance lo sostuvo por la cintura evitando así que Keith llegara hasta el suelo.

 - ¿Te desagrado tanto? - le cuestionó el pelinegro.

Las acciones del moreno discrepaban bastante de lo que sus palabras decían. No es odio lo que siente, en algunos momentos la personalidad de Keith le enojaba de sobre manera, sobre todo cuando se pavoneaba frente a él para dirigirle una mirada insolente.

El aroma de Keith llenó sus fosas.

 - No, no me desagradas- ladeó la cabeza. Dirigió su mirada nuevamente a Keith. Lo observó a detalle. El chico tenía una pequeña boquita rosácea que destacaba entre su pálido rostro.

Sus músculos se tensaron ante la idea de su boca contra la de Keith.

 - No me siento bien- Keith intento levantarse -Solo déjame ir a la enfermería.

Lance no lo dejo ir. Keith intento levantarse, pero el más alto lo ciño a su cuerpo. Lance no quería dejarlo ir. Muchos menos con el delicioso aroma que estaba desprendiendo el omega.

 - ¿Eres consciente de como luces en este instante? - le susurró al oído -Vamos, voy a llevarte.

 - Dile a Shiro que venga por mi- pidió.

 - ¿Ah? - le enojó más de lo que imagino que justo en ese momento Keith pidiera por Shiro cuando él se ofrecía a ayudarlo -Voy a llevarte yo.

Keith intento oponerse, pero Lance lo levanto entre sus brazos.

 - No, bájame- suplicó. Su cuerpo se estremeció al sentirse envuelto entre los brazos del alfa -Solo llévame entonces.

Lance noto como Keith se mostraba ahora sumiso.

  - Solo llévame...

 - Bien, sujétate a mí.

Caminaron todo el trayecto hasta la enfermería bajo la mirada curiosa del alumnado.

 - ¿Esta bien? - se acercó un profesor.

 - No se siente muy bien- respondió Lance.

Keith no dijo nada. Tenía su cara escondida entre Lance, no quería que lo vieran en ese estado tan vergonzoso, sobre todo cuando una abrumadora oleada de calor le invadía por completo.

 - Solo lo llevaré a la enfermería- continuo Lance ansioso por que el profesor se quitara de su camino.

 - Oh, bueno- se alejó el profesor -Si necesitan algo no duden en llamar a un profesor- dijo alejándose.

Siguió su camino por las instalaciones cruzando el jardín, tenía el rostro un poco ruborizado por todo lo ocurrido, era evidente que Keith es un omega, el olor que emanaba de él olía exquisito, no quería dejarse llevar, aunque tampoco era consciente de por qué lo ayudaba, bien y pudo haber pedido que un profesor u otro compañero fuera quien se encargara de Keith, el deseo de ser el quien lo ayudara fue más fuerte y ninguna de esas opciones se presentó en ese instante.

- ¿Por qué haces esto? - Keith hablo con voz queda, aun se mantuvo oculto entre el pecho de Lance -Creí que me odiabas…

-Ya te dije que no me desagradas, además, soy el delegado de la clase- se excusó.

Keith se aferró a la chaqueta del moreno.

Lance llegó hasta la enfermería. Se topó con la enfermera de la última vez, esta lo miro claramente sorprendida.

- ¿Qué pasó? - se levantó acercándose a Lance.

-Él se siente mal…- respondió Lance.

-Es su celo, llévalo a la habitación número 2 iré a buscar unos supresores- se apartó.

Lance hizo lo que la enfermera le pidió. Llevo a Keith hasta la habitación y lo dejó con cuidado en la cama.

La ansiedad le invadió por completo. Su celo empezó en mal momento. Sentía el calor recorrerle la piel. No aguantaría mas así, no mientras Lance lo sostenía de esa manera. Estaba seguro de que su rostro se encontraba completamente rojo, rojo por el calor y la vergüenza. Lo único que podía hacer era esconderse en el pecho de Lance, la fragancia del moreno le mareaba.

 - Bájame...- dijo en voz baja.

Lance lo tomo con más fuerza entre sus brazos.

 - Me siento extraño- se mordió el labio. Mostró su rostro a Lance. El alfa se sorprendió al mirarlo. Keith estaba rojo y parecía que algo le dolía.

 - ¿Te sientes bien? - le pregunto preocupado - ¿Te duele algo?

 - No...- Keith pensó. Se suponía que él no era del agrado de Lance. Las pocas veces que hablaban discutían e incluso Lance decía que él es desagradable. Aunque el obviaba el asunto pensando en cualquier cosa, sentía algo por el alfa.

 - Te dije que te llevare a la enfermería- dijo Lance. El olor del chico llegaba hasta él. Entrecerró los ojos para mirarlo detenidamente. Keith tenía el ceño fruncido y las mejillas ruborizadas.

 - Bien...- asintió Keith. Su cuerpo le jugaba en contra. Su cabeza se nublaba haciéndole comportarse de forma ajena a él. Molesto solo fruncía el entrecejo.

Llegaron hasta la enfermería.

La enfermera le dio unos supresores de celo.

 - Le hará bien- se lo entregó a Lance -También dale esto para que duerma un rato, aún quedan unas horas para que finalicen las clases ¿Hay alguien que pueda venir por él?

 - No lo sé, iré a preguntarle- dicho esto Lance llegó nuevamente a la habitación donde había dejado a Keith. El pelinegro lucia lamentable, como si algo le doliera en lo más profundo.

 - ¡Keith! - se acercó preocupado al chico.

 Keith extendió su mano aferrándose al uniforme de Lance.

 - Por favor- dijo con voz suplicante -Ayúdame...

 - Iré por la enfermera- se levantó, pero fue sujetado por Keith.

 - No- gimoteo -Por favor- apretó fue cuerpo contra el del moreno.

Lance entendió lo que ocurría. Un omega en celo es la perdición de un alfa. Durante todo el camino del aula a la enfermería lucho con el deseo que le estrujaba el pecho.

"Tómalo" Trago saliva ante el pensamiento.

La exquisita escénica de Keith llegaba hasta lo más profundo de él haciendo que un deseo voraz y desconocido se hiciera presente.

 - Solo por esta vez- le susurró al oído Keith.

Lance estaba seguro de que el chico estaba de esa manera por su celo.

 - Me haces sentir extraño...- dijo Keith -Todo este tiempo.

Al oír lo último todo el poco sentido común que le quedaba se disipo. Ahora solo quedaba el instinto.

 - Bien- tomo a Keith de la cintura. Tomo los labios del chico en un beso ardiente, Keith no se resistió ni peleo. Quedaron juntos sobre la cama probándose tímidamente el uno al otro, la timidez dio paso a sus pasiones sumergiéndolos en una danza cuerpo a cuerpo. Desabrochó de forma desesperada los pantalones de Keith y antes de darse cuenta lo tenía completamente desnudo bajo él, la imagen se le hizo irresistible, su moral se esfumó, ya no quería detenerse, ansiaba saborear la exquisitez del omega. Su entrepierna estaba hinchada por la lujuria, deseaba de forma feroz estar dentro de Keith.

Keith soltó un gemido al sentir como su cuerpo era tomado de esa forma, no podía hacer nada más que dejarse llevar por lo que su cuerpo deseaba. Lejos de lo que pensaba ser tocado por Lance no le molestaba, las caricias y besos se volvían deliciosas.

Lance se deslizó tomando entre sus manos el excitado miembro de su compañero, su mano llegó hasta los muslos del omega, palmeo y sintió la humedad del chico.

"Así que este es el cuerpo de un omega" había leído libros sobre las diferencias biológicas entre alfas, betas y omegas.

Adentro su dedo curioso en el interior del chico sintió las paredes calientes y suaves.

 - Mas...- suplico Keith.

Lance sabia lo que seguía. Las piernas de Keith temblaron.

 - ¡No! - jalo el cabello de Lance - ¡Metemelo, lo quiero dentro de mí!

Lance soltó un gruñido, más de sorpresa que de enojo. Le sorprendió que alguien como Keith que se veía tan serio y reservado estuviera en ese estado rogando ser follado. Río en sus adentros.

Keith abrió sus muslos mostrando su rosado y pequeño agujero.

Lance no se lo creía.

 - Tu realmente- tomó las piernas del chico separándolas, se acomodó entre ellas -Sabes lo que quieres- la acción de Keith solo provocaba que Lance se mordiera los labios para contenerse y no metérsela con violencia. Deslizo con cuidado su miembro en el interior de Keith, el calor era asombroso. Lo tomo de las caderas embistiéndolo.

 Keith lo sintió profundo dentro de él.

 - ¿Te duele? - preguntó Lance recostándose un poco sobre Keith -Dime si te duele.

 - No, no me duele.

Lance empezó con las embestidas lentas y pausadas. Keith soltaba gemidos pequeños y bajos, llego un punto en donde no pudo acallar más sus gemidos.

-No hagas tanto ruido- Lance lo beso para contenerlo un poco, continuó con las embestidas, no podía detenerse. Lance lo cambio de posición, ahora solo era Keith acostado boca abajo con las caderas levantadas, Lance lo sujetaba para así mantenerlo en la posición que quería. Keith no hacía más que recibir las duras embestidas de su compañero, se removía de placer.

-No…- chillo Keith.

Lance no deseaba detenerse, no en ese instante, incluso si Keith le rogaba el no estaba dispuesto a ceder. Lo único que deseaba era correrse dentro de él.

-Lo siento- tomo del rostro a Keith con suavidad y lo beso.

Entre sus gemidos Keith abrió los labios dejando que la lengua de Lance se abriera paso dentro de él. Lo follaba de todas las formas posibles y el no hacía nada más que dejarse tomar y sentir todas las sensaciones que Lance podía brindarle.

Ambos sucumbieron al orgasmo. Lance se dejó caer sobre Keith. Respiro profundo y se levantó.

Keith solo se quedó en silencio.

-Lamento todo- se disculpó.

Lance no comprendió a qué se refería.

-Todo fue por mi celo, yo…- apretó los labios -Déjame solo.

La reacción de Keith le estrujo el pecho a Lance. Después de todo lo que paso él ahora le decía algo como eso. Se encogió de hombros. No podía obligar a que le quisiera.

-Bien- masculló. Termino de vestirse y salió de la habitación. Keith se quedo solo con sus pensamientos.

Con pasos lento Lance llegó hasta el aula. El profesor se había enterado por parte de los alumnos. Lance solo entró sentándose en su lugar.

- ¿Por qué tardaste tanto? - Pidge se giró para preguntarle.

-Nada en especial- respondió Lance.

-Oh, bueno- la chica volvió a prestar atención a la clase.

El día continuo sin que nadie más que el supiera todo lo que ocurrió en un solo día.

-El definitivamente es desagradable- dijo tratando de negar los sentimientos que florecían en su corazón.

Notas finales:

Aunque este estuvo mas corto que el primero me tarde mas escribiendo este 

Gracias por leer


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