-Adelante
Al escuchar la voz de la mujer el pequeño pelinegro no lo dudó un instante y entró a la oficina.
-Buenos días, mi nombre es Monkey D. Luffy y soy el nuevo enfermero
-Sí, Luffy-san, te recuerdo
La morena le sonrió amigablemente y con un gesto le indicó que se sentase frente a ella.
-Yo…- estaba un poco nervioso, había llegado tarde y quizá lo despedirían sin siquiera haber comenzado a trabajar- ¡lo siento mucho!- agachó la cabeza- se supone que debí estar aquí a las…
-Siete y media ¿cierto?- Robin lo interrumpió
-S-Sí- susurró- por eso…
-Está bien- la chica posó una de sus manos sobre la cabeza del menor- son diez minutos de tardanza, te los dejaré pasar por esta vez, solo prométeme esforzarte por llegar a tiempo ¿está bien?
-¿Ehh? …. Sí, por supuesto ¡Gracias!- Luffy le sonrió e internamente agradeció que la directora del hospital fuese así de buena, muy diferente a la del internado en el que estuvo, esa vieja seguro estaría sola tosa su vida ya que estaba seguro que nadie podría soportarla nunca.
-Bien, Luffy-san, en el tiempo que estuve esperándote seleccioné a la sección a la que pertenecerás- la mujer tomó un documento de su escritorio- es la de cardiología y la jefa de enfermería es Monet-san
-Cardiología- dijo para sí mismo el menor- ¡bien! Estoy ansioso por comenzar
-Me alegro- sonrió- ten, toma estos papeles y entrégaselos a la jefa de tu sección, ella te indicará todo lo que tienes que hacer
-Entendido- Luffy se paró dispuesto a retirase pero recordó un detalle muy importante- Etto… Robin-san ¿me podría indicar dónde es esa sección?
-Oh, cierto, solo sigue el pasillo y voltea a la derecha
-Gracias, nos vemos luego- dicho esto el pelinegro se retiró dejando a la morena con una pequeña sonrisa en el rostro
“Que chico tan interesante, tengo ganas de adoptarlo”
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Apenas llegó a la sección indicada por la directora, no le costó mucho trabajo dar con la tal Monet. Era una joven de cabellos verdes que tras explicarle quién era y entregarle los papeles que la doctora Robin le había dado, solo le sonrió y muy amablemente le indicó cómo funcionaba todo allí.
Se sentía muy afortunado por haber conocido personas tan amables como la morena, la jefa de enfermería y porque no, aquel doctor de nombre tan complicado.
“¿Cómo era?... mmm… ah sí, Torao”-sonrió recordando el rostro de aquel doctor- “es algo amargado, pero buena persona, después de todo, me ayudó”
-Me pregunto en qué sección se encontrará
-¿Se encontrará quién?- la voz de una mujer interrumpió su monólogo
-Ehh… la jefa de enfermería, es que quiero preguntarle algo
-Monet-san está coordinando asuntos importantes ahora, no puede perder el tiempo hablando con mocosos como tú ¿eres nuevo no?- la pelirroja lo miró despectivamente
-Sí-“genial, no todo podía ser tan bueno”
-Entonces, en lugar de holgazanear, ponte a hacer tu trabajo- la chica le entregó unos papeles que llevaba en las manos- llévale esto al doctor Shirohige
-¿Ehh?
-Que me miras ¡apresúrate!
-Está bien- quería gritarle lo que pensaba de ella a esa arpía, pero debía contenerse, no quería causar problemas
“¿Shirohige?...mmm… ah, sí, Monet-san me dijo por dónde quedaba su consultorio”
Caminó tratando de ordenar los papeles como podía, la enfermera se los había dado todos de cabeza y no podía entregárselos así al doctor.
“Esto es difícil, maldita arp….”
Sintió un cuerpo mucho más grande que el suyo golpearlo y no pudo evitar caer al suelo llevándose consigo los documentos que, para su mala suerte, habían terminado esparcidos a su lado.
-Itte…- ¿porque tenía que pasarle lo mismo dos veces en el mismo día?
-No aprendes la lección ¿verdad?
La voz de aquel hombre hizo que por instinto levantase la mirada.
-Tú eres…- el chico sonrió- ¡Torao!
-Tsk… es Trafalgar, mocoso
-Pero es muy difícil, prefiero Torao- el chico se reincorporó del suelo y miró con sus grandes y hermosos ojos los del mayor- lo siento de nuevo, estaba mirando los papeles y…
-Sí, puedo deducirlo- el moreno observó los documentos en el suelo y sin saber qué lo impulsó, se agachó a recogerlos y ordenarlos de forma rápida
-¡No tienes por qué hacerlo!- Luffy tuvo la intención de ponerse a la altura del contrario, pero el moreno fue más rápido y se reincorporó frente él con los causantes del choque entre ambos.
-Deberías agradecerme, mocoso- sonrió
-Ehh… gracias, Torao- el chico se sonrojó, estaba avergonzado por toda esa situación
-Ten- le entregó los papeles- dime ¿A dónde te dirigías?
-Al consultorio del doctor Shirohige- sonrió al notar que los documentos estaban muy bien ordenados, el doctor había sido muy amable
-Ya veo, su consultorio está al lado del mío
-¿Tú también trabajas en esta sección?- no pudo evitar preguntar
-Sí- se preguntó cómo el niño podía tutearlo de esa forma si se habían conocido hace solo unas horas… era muy extraño- ¿fuiste designado aquí, mocoso? tengo mala suerte
Al escuchar su contestación el menor frunció el ceño- no soy mocoso, mi nombre es Luffy, y no entiendo porque dices que tienes mala suerte
-¿Que no es obvio?- se acercó un poco más al chico frente a él- ahora tendré a un niño chocando conmigo todos los días
-¡No volverá a pasar!- habló con las mejillas algo sonrosadas- tenlo por seguro
-Bien, te creeré- sonrió de lado- ahora, es mejor que te apresures a entregarle eso- señaló los documentos en las manos del pequeño moreno- a Shirohige-san, Luffy-ya
“¿Luffy-ya?... es extraño, pero me agrada como suena mi nombre dicho por él”
-Sí, nos vemos luego, Torao
“Es Trafalgar”- pensó el doctor antes de alejarse de la presencia del menor.
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Tras muchas horas de extenuante trabajo, algunos regaños por parte de enfermeras amargadas y un hambre de los mil demonios ya que la comida que servían en el restaurante del hospital era muy poca, al fin estaba completamente listo para irse a su casa, lo único que quería era comer la deliciosa comida que seguro Ace o quizá Marco habrían preparado, su boca se había agua de solo pensar en eso.
“Carne…”
Arittakeno yume wo kakiatsume sagashi mono sagashini yuku no sa….
El sonido de su celular interrumpió sus cavilaciones y se apresuró a contestar.
-Hola
-Luffy, soy yo
-Tío Shanks- esbozó una sonrisa- ¿Cómo estás?
-Bien, gracias por preguntar… Etto… Luffy, llamaba para hacerte recordar que hoy prometiste venir a comer conmigo y con tu tío
-¡Es cierto!- gritó dejando algo sordo al pelirrojo al otro lado de la línea- me había olvidado por completo, es que hoy fue mi primer día de trabajo y…
-¿En serio?- interrumpió el pelirrojo- Me alegro mucho, Luffy, entonces con mayor razón tienes que venir, te estaré esperando con un delicioso banquete de carne
-¿B-Banquete?- su mente voló a universos llenos de esa deliciosa comida y si no fuese por la voz de su adorado tío juraba hubiese seguido divagando buen rato
-Sí, vendrás ¿cierto?
-¡Claro! Estoy saliendo del hospital en este momento, estaré allí en unos quince minutos
-Ok- Shanks estaba contento- te espero
-Nos vemos
Colgó la llamada, se apresuró a enviar un mensaje a su hermano y salió corriendo rumbo a la casa de su tío, estaba cerca por lo que ir caminando no le resultaba un problema.
....