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Mi mascota indisciplinada por XXIIIYamikoXIII

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Una vez fuera del bar, Seung Hyun notó que su amigo no estaba pero sí su vehículo el cual yacía estacionado en donde lo había dejado pero con la llave puesta y las puertas sin seguro. Lo que significaba que un enojado YoungBae se había ido en taxi.

 

El peliplateado suspiró ante la posibilidad de que pudieron habérselo robado mientras caminaba hacia su vehículo.

 

 

“Por suerte, conozco a YoungBae lo suficiente como para que no comente lo que acabo de hacer”

 

 

-Por ahora- susurró bajo sonriendo de lado, encogiéndose de hombros ya que poco le importaba que sepan que compró una mascota. Por algo tenía dinero.

Antes de llegar al vehículo, pudo escuchar un leve quejido del pelinegro por lo que lo miró notando cómo su delgado y encadenado cuerpo se aferraba a él.

 

 

“Eso no me lo esperaba de alguien tan soberbio y carente de amor como este sucio perro”

 

 

Al llegar a su Audi color negro último modelo, divisó al dueño del bar acercándose a él.

 

-La noticia era de verdad, ¡increíble!- aplaude Yang.

 

Seung Hyun frunció el ceño.

 

-Tranquilo, chico. Sólo vine a ver con mis propios ojos si realmente compraron a esa mascota tan terca. ¡Te felicito!- le restó importancia el hablarle formalmente ya que se podía apreciar que Seung Hyun no superaba los treinta años de edad.

 

-Gracias. He pagado mucho por él, ¿hay algo que deba tener en cuenta?- lo mira serio.

 

-Lo sé y por eso agradezco que te hayas animado a comprarlo- hace una leve reverencia.

Observando cómo Jiyong dormía en los brazos del peliplateado, Yang sonrió de lado.

-Por cómo descansa tranquilo sobre ti, no tengo nada que decirte. Sólo que te costará que sea obediente al principio-

 

 

“Así que está tranquilo sólo en mis brazos, eh”

 

 

Sonrió de lado mirándolo dormir tan sereno.

-Lo sé y no se preocupe que lograré disciplinarlo correctamente- sintió nuevamente su calor corporal aumentar al imaginar unos cuántos castigos para aplicarlos en el pelinegro.

 

-Confío en tus palabras chico pero de todos modos, déjame entregarte esto- le da una pequeña bolsa de tela negra.

 

-¿Qué es?- lo mira dudoso de tomarlo.

 

-Es para que esté sumiso si no logras controlarlo-

 

-¿Ya ha sido usado?-

 

-No en él. Como es agresivo y difícil de controlar, sólo lo hemos golpeado y encadenado para cuando era presentado en cada evento ya que si usábamos esto mostrando a una mascota de apariencia sumisa que al estar completamente consiente podría llegar a golpear, podríamos tener un gran problema- suspira.

 

 

“Ahora entiendo el por qué la otra joven subastada estaba sonriendo todo el tiempo”

 

 

Al ver la pequeña bolsa moviéndose frente a él, Seung Hyun miró a Yang.

 

-Si no lo quieres, no importa pero era un pequeño obsequio por haberlo comprad…-

 

-Lo acepto- sin dejar que termine de hablar, toma la pequeña bolsa guardándosela en uno de los bolsillos de su pantalón.

 

Yang sonrió victorioso y miró al pelinegro nuevamente.

-¿Sabes quién era él antes de ser una mascota?- lo mira serio.

 

-No- miente ya que no estaba seguro de lo que podría suceder si afirmaba su pregunta.

 

-Me alegro. Entonces aquí tienes su caja de memoria- le entrega un USB.

 

-¿Caja de memoria?- sintió curiosidad al tomar el dispositivo.

 

-Si por algún motivo él tiene un recuerdo, dirá una clave que se le fue otorgada cuando accedió a ser una mascota. Si te interesa saber de su pasado, puedes acceder a ese USB ingresando sólo con esa clave y si no te importa, puedes simplemente ignorarlo continuando sometiendo a tu mascota como más te guste-

 

 

“O sea que no se acuerda de mí”

 

 

Pensativo, guardó el USB en el mismo bolsillo junto a la pequeña bolsa.

 

-De nuevo, te agradezco por haber comprado a GD. Espero no sea un gran problema disciplinarlo- sonríe de lado.

 

-No se preocupe, podré hacerlo-

 

 

“Y será muy divertido vengarme lentamente de él”

 

 

Sonríe de lado de una manera tan escalofriante que provocó que la maléfica sonrisa de Yang se esfumara.

 

Al escuchar sus guardaespaldas llamarlo alterados, el dueño del bar se apresuró en despedirse de Seung Hyun.

-Que disfrutes de tu mascota- hace una leve reverencia para irse casi corriendo hacia donde sus dos guardaespaldas lo esperaban, con un claro gesto de que algo no andaba bien.

 

Al ver cómo Yang desaparecía de su vista, el peliplateado sonrió ignorando si algo malo les sucedía. No le interesaba.

 

-Te disfrutaré al máximo- miró a Jiyong antes de abrir la puerta trasera de su vehículo y le dedicó una lamida por sus entreabiertos labios.

 

El pelinegro jadeó dormido frunciendo el ceño.

 

 

“Lindo sonido. Muero por escuchar más cuando lleguemos a mi casa”

 

 

Suspiró intentando calmar su ansiedad mientras que finalmente abría la puerta trasera arrojando sin delicadeza, el durmiente cuerpo de Jiyong.

 

Al notar cómo aquel delgado y encadenado cuerpo se encogía abrazándose a sí mismo por el frío clima, Seung Hyun rodó los ojos decidiendo quitarse su saco para cubrirlo lo más que podía.

-Esto será lo único bueno que haré por ti hoy, estúpido perro- susurró en un tono amargo cerrando la puerta trasera dirigiéndose hacia la del lado del conductor para poder subir y finalmente conducir rápidamente hacia su mansión.

 

 

**

 

 

Una vez que llegaron, Seung Hyun estacionó su vehículo en la entrada de su garaje privado.

Al bajarse, caminó tranquilamente hacia la parte trasera notando que el pelinegro aún seguía durmiendo. Con la diferencia de que había cambiado de posición, aferrándose más al saco que él le había dejado para cubrir su desnudo cuerpo.

 

 

“Se lo ve tan tranquilo… veremos cómo será cuando despierte”

 

 

Abrió la puerta trasera y con desconfianza ya que no sabía si Jiyong fingía dormir, lo envolvió con su saco, cargándolo en sus brazos mientras cerraba con su cadera la puerta trasera y así poder caminar hacia su casa.

 

Al ingresar suspiró aliviado ya que para su suerte, vivía solo.

 

Aunque su madre le insistió muchas veces de que contratara uno o dos sirvientes, él siempre se negó debido a que nunca le agradó que se metieran en sus asuntos y que tocaran sus pertenencias más preciadas, como ser sus costosos cuadros o sillas de colección.

Por ese motivo, Seung Hyun vive solo y suele limpiar la casa una vez a la semana mientras manda a lavar sus prendas sucias.

 

 

“Mañana debo limpiar, aunque tal vez esté muy entretenido divirtiéndome con él”

 

 

Miró a Jiyong y al notar que se movía con más frecuencia, se apresuró en llevarlo a una de sus tantas habitaciones.

 

Al subir las escaleras, se quedó pensativo en el pasillo decidiendo cual puerta abrir.

 

Miró su habitación y negó. No era bueno que alguien tan agresivo estuviera allí. Le rompería sus pertenencias y eso, no se lo perdonaría.

 

El peliplateado decidió contar desde su habitación hacia las demás puertas y al contar la número ocho, ingresó.

 

Aquella habitación aún estaba sin decorar pero gracias a una ventana y un foco de luz en el techo, era iluminada. Sus paredes eran blancas y sólo contaba con una cama individual, un sofá, un ropero vacío pero espacioso y un mediano baño con ducha y bañera ubicada en una de las esquinas del dormitorio.

 

Dejó a Jiyong sobre la cama y se encargó de acomodar la gruesa cadena alrededor de una de las patas de la cama mientras medía si estando encadenado, el pelinegro llegaba al baño.

 

Al comprobar que todo estuviera en orden, se sentó en el sofá esperando pacientemente a que Jiyong despertara.

 

 

“Veremos cómo se comporta para decidir si debo mantenerlo encadenado o no”

 

 

Suspiró y con el correr del tiempo, sintió ganas de fumar pero al recordar que su caja de cigarrillos estaba en el saco que se había olvidado de quitarle al pelinegro, bufó.

 

Se puso de pie y al acercarse a Jiyong, éste se sentó rápidamente en la cama por lo que se quedó quieto esperando a ver cómo reaccionaría el pelinegro.

 

-Hola GD- lo saluda tranquilamente.

 

-¿Quién mierda eres?- frunce el ceño dedicándole una mirada de odio.

 

-Soy Choi Seung Hyun, tu dueño-

 

Al notar que Jiyong no cambiaba su seria expresión, el peliplateado suspiró.

 

 

“No me recuerda”

 

 

Sintió ganas de golpearlo pero se contuvo dedicándole una sonrisa de lado.

 

-No soy dueño de nadie. Ni de un puto viejo como tú- gruñe.

 

-¿Viejo, yo? Te informo que tengo veintiocho. Un año más que tú, estúpido perro-

 

-A tu edad ya eres un viejo con canas. En unos años más, serás un puto viejo calvo- se burla de él provocando que Seung Hyun lo tomara desprevenidamente del cuello, apretándolo con fuerza.

 

-Me gusta cambiar el color de cabello y tengo el dinero necesario para hacerlo. Pero eso es un tema que no te interesa. Lo que tendrás que aprender es que soy tu dueño y obedecerás todas mis órdenes, GD- susurró ronco de ira cerca de sus labios.

 

Jiyong lo escupió.

-Nadie me da órdenemmh cof cof- jadeó y tosió al sentir cómo Seung Hyun lo ahorcaba con más fuerza logrando asfixiarlo lentamente.

 

-Eres mi puto perro y no he pagado un millón de dólares por ti en vano, así que más te vale obedecerme- con su mano libre logró limpiar su rostro y sonrió de lado al notar cómo Jiyong se desesperaba por respirar.

 

Al liberarlo, el pelinegro jadeó recuperando la respiración poco a poco.

 

-Tienes un excitante jadeo de puta. Me dan ganas de follarte ahora mismo- le quitó su saco a Jiyong para poder tomar su caja de cigarrillos.

 

El pelinegro le dedicó una mirada de enojo mientras cerraba sus piernas al recordar que estaba desnudo.

 

Seung Hyun rió mientras encendía un cigarrillo comenzando a fumarlo tranquilamente.

-¿Tienes miedo de que te viole, GD?-

 

Jiyong frunció el ceño, debido a que se sintió nervioso por la penetrante mirada del peliplateado.

 

-No me interesan los sucios perros como tú, mucho menos violarlos ya que se ponen a llorar como niñas pero bien que les gusta y luego te piden por más- comenta mintiendo para ver cómo reaccionaba el pelinegro.

 

Pero Jiyong no dejaba de mirarlo sin dejar de fruncir el ceño.

 

Seung Hyun suspiró acercándose a él de nuevo.

 

-Quiero fumar- lo mira desafiante.

 

El peliplateado rió nuevamente fumando lo poco que le quedaba de su cigarrillo y se acercó a Jiyong arrojándole todo el humo en la cara.

 

-¡¿Qué mierda haces hijo de puta?!- se queja con claras intenciones de golpearlo pero Seung Hyun sujetó su puño, doblándoselo hacia abajo.

 

-Al parecer no te ha quedado claro quién manda, ¿no? Soy tu dueño, GD y no fumarás a menos que yo quiera-

 

Al notar que Jiyong se quedó inmóvil aguantando el dolor en su brazo, aprovechó para olfatear su cuello.

 

-Apestas. Ve a ducharte y luego pensaré qué hacer contigo-

 

-S-Suéltame- gruñe mirándolo con desprecio.

 

-Di “suéltame amo, por favor”- ordena y al notar que el pelinegro mordía su labio inferior del enojo, apretó más su puño provocándole un inmenso dolor.

 

Jiyong chilló bajo y luego de unos minutos, suspiró.

-S-Suéltame a-amo…-

 

El peliplateado observaba atento cómo la vena de la frente de Jiyong resaltaba debido a lo mucho que apretaba su mandíbula para contener su ira.

-No está completa la frase que te ordené decir-

 

-Suéltame amo… p-por f-favor- lo mira completamente rojo por la ira e impotencia de no poder hacer nada.

 

-Buen perro- lo liberó provocando que el pelinegro se tomara su mano, intentando mover sus dedos.

 

Pero Jiyong permanecía quieto, sólo moviendo su mano por lo que eso hizo que la poca paciencia en el peliplateado se esfumara.

 

-Suficiente. Ve a ducharte, GD-

 

-No quiero-

 

-¿Ah, no?- lo jaló de la cadena provocando que Jiyong sí o sí se pusiera de pie pero sus piernas perdieron el equilibrio, por lo que Seung Hyun lo sujetó de la cintura.

 

-¡No me toqmmh-

 

Su boca fue tapada por la gran mano de Seung Hyun.

 

-Ni sirves para estar de pie. Eres un desastre-

 

 

“Aunque debo admitir que pese a su delgadez, tiene mucha fuerza para pelear”

 

 

-Por ser la primera vez aquí, perderé mi tiempo en limpiarte a fondo. Con el correr de los días, te ducharás tú solo, ¿de acuerdo?- destapó su rostro para que pudiera responder.

 

Jiyong intentó forcejear pero el peliplateado le dio un fuerte jalón a su larga cabellera.

 

-¿Has entendido?-

 

-S-Sí…-

 

-¿Sí, qué?-

 

-Sí, a-amo- apretó sus puños con fuerza mientras sentía cómo Seung Hyun dejaba de jalar su cabello.

 

-De a poco vas aprendiendo- sonríe de lado soltando su cintura para tomar la gruesa cadena moviéndola un poco para que Jiyong lo siguiera.

 

A paso lento, el pelinegro lo siguió ingresando al baño.

 

 

“Se nota que no se alimenta y ni siquiera debía de moverse cuando estaba encerrado. Sus piernas están débiles como para caminar adecuadamente”

 

 

Una vez dentro, observó detenidamente el cuerpo de Jiyong sintiendo una especie de magnetismo.

 

 

“Esa sensación la he sentido hace años”

 

 

-Métete a la ducha y coloca tus manos contra el azulejo- ordena.

 

Jiyong lo miró desafiante.

 

Suspirando, el peliplateado tomó nuevamente la cadena para enrollar una parte sobre las muñecas de un desesperado Jiyong quien intentó forcejear.

-Si no obedeces, me obligas a ser agresivo contigo GD- susurra sobre su oído provocando que el pelinegro mordiera su labio inferior en completo silencio.

 

Seung Hyun logró que el pelinegro se metiera a la bañera mientras colocaba la cadena por encima del grifo de la ducha para que las manos de Jiyong quedaran inmovilizadas hacia arriba, aunque podía sostenerse de los azulejos.

 

-Cuando comiences a tener disciplina, cambiaré esta repugnante cadena y te conseguiré un buen collar para que puedas usar- susurró tranquilo mientras abría la llave del agua fría.

 

-Aah mmh ¡maldición!- se quejó Jiyong al sentir el agua helada.

 

-Ups, me equivoqué de grifo- ríe divertido al notar cómo Jiyong giraba su rostro mirándolo con odio.

 

 

“Me gusta verlo así”

 

 

Sonríe de lado mientras notaba al pelinegro dejar de maldecir por lo bajo al sentir el agua tibia.

 

Aprovechando que había cerrado sus ojos apoyando su rostro sobre sus inmóviles brazos, Seung Hyun tomó el jabón que estaba sobre el suelo de la ducha y enjabonó bien sus manos para luego esparcir el jabón por todo el cuerpo de Jiyong quien se tensó ante el tacto.

 

 

“Pese a su deplorable situación, su piel sigue siendo suave como antes”

 

 

Con el jabón intercambiándolo a cada mano, las deslizaba con más entusiasmo acariciando ahora la pelvis y piernas de Jiyong quien reaccionó intentando moverse a un lado pero resbaló provocando que el peliplateado ingresara medio cuerpo dentro de la bañera para sostenerlo provocando que se mojara un poco.

 

-¡Ten cuidado, idiota!- gruñe Seung Hyun intentando mantener ahora él el equilibrio.

 

-N-No me toques más- dice aún con su rostro escondido sobre sus brazos.

 

-Debo limpiarte bien… oh, pero qué sorpresa estoy viendo- sonríe de lado al notar una notoria erección en Jiyong.

 

Sintiéndose ansioso, se quitó su calzado para poder ingresar completamente en la bañera sin perder el equilibrio.

-¿Eres tan puta que con sólo unas caricias ya estás así?- deslizó su mano enjabonada sobre la erección de Jiyong quien se desesperó tirando su cadera hacia atrás, intentando ser liberado.

 

Pero con lo que no contaba el pelinegro era que sintiera algo duro y caliente entre sus piernas logrando tensarse.

 

 

“Qué jodidamente excitante se volvió esto”

 

 

-¿Por qué no dices: “por favor amor, libérame de esta excitación”?- se acercó a su hombro susurrándole ronco en el oído de Jiyong.

 

-¡Jamás! ¡Suéltame hijo de putaaah mmh- gimió al sentir una mezcla de excitación y dolor debido a que Seung Hyun comenzó a masturbarlo mientras le jalaba su largo cabello con fuerza.

 

-Eres un perro tan indisciplinado. ¿O debería decir una perra agresiva en celo?- ríe divertido al sentir cómo Jiyong gemía y maldecía.

 

 

“Hace años que no me caliento como ahora”

 

 

Lamió sus propios labios al sentirlos secos y decidió liberar el cabello de Jiyong para poder enjabonarse bien sus dedos.

 

Al sentir una mordida en su hombro, el pelinegro se desesperó pero jadeó alto al sentir dos dedos introducirse en su interior.

-N-No- apretó con fuerza su mandíbula ante su enojo por no poder liberarse.

 

-¿No? ¿Acaso no te he dicho que iba a limpiarte a fondo?- rió cerca del oído de Jiyong mientras que sin dejar de masturbarlo, sacaba y metía sus dedos con más rapidez.

 

Jiyong comenzó a sentirse ido debido a que al mover su cadera hacia atrás, sentía los dedos del peliplateado introducirse más en él y si se movía hacia adelante, embestía la mano de Seung Hyun.

 

 

“Quiero follarlo”

 

 

-GD- susurró ronco mientras arrinconaba lo más que podía el delgado cuerpo contra la pared para meter sus dedos lo más profundo que podía logrando tocar una lugar que provocó que Jiyong se estremeciera elevando su cadera para sentir de nuevo el rudo toque.

 

-Mmmh m-maldición-

 

-¿Te gusta aquí, eh?- para divertirse mejor, comenzó a tocar rápidamente aquel punto dulce en Jiyong quien mordía con tanta fuerza su labio inferior que un fino hilo de sangre manchaba su mentón.

 

 

“Increíble. Pese a que evita gemir, su cuerpo es muy honesto y tan erótico”

 

 

Sintió que su respiración era errática por lo que comenzó a frotar su pelvis contra una de las nalgas del pelinegro.

-No te contengas y gime todo lo que quieras, GD- ordena masajeando el glande del pene del pelinegro quien sintió sus piernas temblar.

 

-Mmh mmh n-no mmh maldición aaah aaah- no pudo evitar gemir mientras se corría sobre la mano del peliplateado.

 

-No te he ordenado que te corras en mi mano, ¡maldita perra en celo!- gruñe quitando sus dedos del interior de un agotado Jiyong mientras jalaba su largo cabello para que alzara la vista al colocar su mano cubierta de semen del pelinegro.

-Es espeso. Se nota que hace un tiempo no experimentas el placer, ¿no?-

 

Al escuchar que Jiyong no le contestaba, sólo jadeaba maldiciéndolo, el peliplateado jaló con más fuerza su cabello logrando que el menor se quejara pero no contaba con que los dedos cubierto de semen se introdujeran a su boca.

 

-Es tuyo, trágalo y ni se te ocurra morderme porque te violaré tan fuerte que tu culo sangrará tanto que no podrás moverte por días- lo amenaza mientras libera el agarre de su cabello para poder deslizar su mano hacia su entrepierna.

 

Un ido Jiyong se encargó de obedecer por temor a que la amenaza fuera real.

 

 

“No aguanto más. Necesito correrme”

 

 

Al lograr quitar su duro y palpitante pene de su mojado pantalón, sujetó con fuerza la cintura de Jiyong mientras metía su pene entre las piernas del pelinegro quien hizo arcada al intentar liberar su boca pero los dedos que estaban en su interior, tocaron su campanilla.

 

-No te muevas si no quieres que realmente te duela mmh- jadeó ronco al sentir cómo Jiyong se tensaba apretando sus piernas y trasero provocando que su pene se sintiera bien ante aquella presión.

 

Al no sentir una penetración, Jiyong sólo hizo silencio mientras que podía escuchar los roncos jadeos de Seung Hyun mezclados con el golpeteo de su duro y caliente miembro entre sus mojadas piernas provocando que hiciera eco por todo el baño.

Ante aquella situación, Jiyong sintió su corazón latir con fuerza y sin poder evitarlo, mordió uno de los dedos de Seung Hyun.

Automáticamente su boca fue liberada aunque no contaba con que su rostro sería sujetado con fuerza siendo guiado hacia un lado, encontrándose con la boca de un excitado peliplateado que unió sus bocas en un hambriento beso del cual a Jiyong se le dificultó hasta intentar negarse.

 

 

“Sólo lo estoy besando y masturbándome contra él pero se siente tan jodidamente bien”

 

 

Al sentir su orgasmo cerca, deshizo el beso para morder el labio de un desorientado Jiyong mientras daba sus últimas embestidas corriéndose entre las piernas del pelinegro quien no pudo evitar jadear al sentir la esencia caliente sobre su piel y el ardor en su labio al ser estirado con fuerza hasta ser liberado.

 

Seung Hyun deshizo el agarre tanto en el rostro como cadera del pelinegro y lo miró.

-Ahora sí estás limpio y marcado por tu amo- ríe mientras le daba una nalgueada a un exhausto Jiyong que no pudo siquiera maldecir debido a que su cuerpo se desplomó pero no contaba con que un rápido peliplateado lograra amortiguar la caída.

 

Al cerrar la llave de los grifos, con cuidado, liberó el agarre de las muñecas de un desmayado Jiyong para poder tomar una toalla y envolverlo en ella y así con mucho cuidado de no resbalarse, salir de la bañera.

 

 

“Este maldito logra provocarme a tal punto de hasta desearlo sexualmente”

 

 

Suspiró intentando calmar su caliente cuerpo al igual que sus pensamientos que no dejaban de recordarle sucesos pasados.

 

 

“Cuando despierte, seguiré divirtiéndome con él a ver cómo reacciona”

 

 

Sonríe de lado y una vez que lo dejó en la cama, iba a acariciar su rostro pero escuchó el timbre resonar por toda la mansión.

 

-¿Quién puede ser a las seis de la mañana?- susurró bajo notando la hora de su celular que lo tenía guardado en su saco.

 

Observó también que tenía más de veinte llamadas perdidas y diez mensajes pero que jamás fueron escuchados ya que siempre tenía su celular en modo vibrador.

Al ver que eran de Seungri, suspiró pesadamente ya que la única manera de que él viniera a esa hora a visitarlo, era porque estaba ebrio.

 

Intentó ignorarlo mientras se aseguraba que la ventana de la habitación estuviera bien cerrada por si a Jiyong se le ocurría tirarse del segundo piso.

 

 

“Dudo que quiera escapar por aquí ya que está encadenado y podría llegar a morir ahorcado”

 

 

Miró al pelinegro descansar hasta que un gran grito lo alteró.

 

-YA SÉ QUE ESTÁS AQUÍ, ¡ABRÉME HYUUUUUUUNG!- gritaba desde la primera entrada de la casa.

 

 

“Tendré que abrirle, de lo contrario, recibiré quejas de los vecinos por su culpa”

 

 

Seung Hyun maldijo mientras salía de la habitación, cerrándola con seguro sin notar que Jiyong abría sus ojos lenta y pesadamente…

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Qué les pareció? o:

 

Pido disculpas si hay faltas de ortogfrafía >:/

 

Espero les haya gustado. ^^

 

¡Gracias por leer! ~


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