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Un chico como tú por perv_muse

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Shangri-la era un restaurante bar famoso de la ciudad, la verdad es que sus hamburguesas eran de mis favoritas, y si buscabas un lugar para embriagarte con clase, era el sitio indicado, además de la buena música y decoración sus políticas sobre discriminación eran tan estrictas que de hacer un comentario inapropiado sería echado del establecimiento.

Me senté en una de las mesas cercanas al bar y pedí la hamburguesa de tocino con doble carne, si bien estaba espiando a SangHyuk no me quedaría con el estómago vacío. Dieron justo las ocho cuando lo vi llegar, llevaba un abrigo a cuadro azules con blanco, pantalón negro y el cabello con siempre, se veía muy diferente de cuando usaba uniforme, si no fuera un idiota total casi podría haberle hecho un cumplido, o no dejarlo ahí solo en primer lugar, pero ni el fin del mundo me haría cambiar de opinión.

Paso un rato más antes de que viera a una chica empezar a murmurar con otra mientras lo observaban en la puerta, eran las ocho y media cuando finalmente noté que una de ellas filmaba a SangHyuk, tenía una sonrisa maliciosa en el rostro, y mi enemigo de muerte parecía cada vez más molesto, pero no tenía forma de contactarme, pues no tenía mi número de móvil, sonreí con satisfacción, mordiendo rápidamente mi hamburguesa antes de volver a cubrirme.

SangHyuk entro luego de un rato, sentándose junto a las chicas, diciendo algo con una expresión no muy amable, poco después varios de los comensales comenzaron a levantarse, dirigiéndose a su mesa, entonces descubrí que me había salvado de una humillación aún más grande que la de medio año atrás, todo el grupo de SangHyuk se encontraba disperso en el restaurante, por lo visto esperando a mi llegada para hacer alguna jugada, pues Wonsik, mejor conocido como Ravi, solo le palmeaba la espalda mientras reía fuertemente burlándose de él.  

Maldito idiota, de verdad que merecía lo peor. Regresé a casa luego de que se marcharan, encendí mi laptop y abrí el grupo del instituto, había un nuevo video subido hacía diez minutos, algo típico de aquellos imbéciles, el título decía <La humillación de Hyoggi por Taekwoon>; verlo solo me dio dolor de estómago, pues mientras esperaban a mi “llegada” hablaban de todo lo que tenían planeado para aquella noche, pero luego la broma se fue contra SangHyuk quien acabó siendo la burla de sus “amigos”.

Ni siquiera quería ir al instituto el lunes, pero tenía un largo fin de semana para prepararme mentalmente antes de volver a ser el centro de atención de la escuela.

—¿Estas bien? —el sábado por la mañana Haru y yo salimos a dar nuestra caminata matutina, y aunque no me sorprendía que ya estuviera al tanto, era un tanto triste que fuera mi hermana la única persona que se molestara en saber cómo estaba.

—Solo espero que no armen un alboroto, aunque después de lo que pasó hace medio año, dudo que dejen pasar esto como cualquier cosa.

—Puedes decirle a mamá que estas enfermo, dudo que te obligue a ir si realmente luces mal, yo podría maquillarte.

—Dios, sabes, me gusta enfrentar mis problemas de frente, jamás bajaré la cabeza delante de ellos Haru —me detuve a respirar un poco, estirando mis brazos—, si no voy sería como darles la razón, y sabes, el ir solamente va a demostrar que verdaderamente me importo una mierda dejar tirado a SangHyuk.

—Lo sé, aunque… no es que ese tipo me agrade o que diga esto para defenderlo, pero no parecía molesto porque sus amigos se burlaran.

—Sino porque fallo en humillarme, créeme, ese tipo no tiene escrúpulos.

—No lo sé, Wonnie, llámame loca, pero parecía como otra cosa.

No pensé demasiado en lo que Haru decía, al fin y al cabo, tenía solo catorce años, a esa edad ¿qué tanto podía saber sobre asuntos como este?

Mi tan esperado día llegó, salí de casa con un nudo en el estómago listo para enfrentarme al mundo. Tal y como lo pensé, la gente me miraba en los pasillos, aunque el encuentro con SangHyuk termino siendo retrasado por el director, quien me llamó a su oficina; un chico se encontraba sentado frente a su escritorio, tenía la piel morena, el cabello castaño con flequillo largo y sus facciones eran tan finas que de no saber que aquella escuela era solo para hombres habría creído que era un chico.

—Señor Jung, tome asiento —el director Park era un hombre de edad, calvo, con muchas arrugas bajo los ojos, unos lentes de aumento suficiente para matar una hormiga si se ponían al sol, y un carácter de miedo si se le hacía enojar—. Este joven de aquí es Cha Hak Yeon, viene de Changwon, estará cursando el final de año en nuestra escuela, por motivos de fuerza mayor, claro está, y al ser uno de los estudiantes destacados de último año, creo que sería conveniente que usted fuera su guardián.

Sentí un sudor frio escurrir por mi frente, no podía negarme la petición por mucho que lo deseara, y no porque Hak Yeon pareciera un mal tipo o algo, sino lo contrario, el estar cerca mío podía arrastrarlo a ese oscuro y lúgubre rincón en el que la gente simplemente era cruel por diversión.

—Claro, será un honor, aunque si me permite la indiscreción, existen candidatos mejores como Sungkyu, o Suho.

—Pueden retirarse.

El director ni siquiera había hecho el esfuerzo de escucharme, lo que era frustrante, pero no tenía opción, daría la guía turística a Hak Yeon y luego le hablaría sobre lo malo que sería para él el estar cerca de mí, con suerte el tipo sería algún snob que rápidamente huiría al grupo de SangHyuk o algún otro.

—Entonces eres de Changwon.

—Si, recién llegado, la verdad es que siendo sincero no le veía mucho caso el transferirme, pero mis padres se divorciaron y bueno, mi madre insistió —Hak Yeon parecía una persona bastante tranquila y amable, inclusive despreocupada pese a lo que parecía ser su situación.

—Debe ser difícil la separación.

—No mucho, mi padre apenas y estaba en casa, además seguiré viéndolo cada fin de mes, habría sido difícil si hubiera debido quedarme con él en lugar de mamá.

—Supongo que si —continuamos nuestro camino por las instalaciones del colegio, pase a mostrarle el campo de fútbol, el gimnasio, los laboratorios, las aulas principales, la dirección ya la conocía por lo que no tuvimos que pasar de nuevo, durante aquel recorrido perdimos las dos primeras clases, algo refrescante pues si bien Hak Yeon no notaba las miradas acosadoras de medio instituto, yo sí.

Fue hasta el almuerzo que incluso Hak Yeon no pudo evitar que unos idiotas me lanzaran besos mientras comprabamos el almuerzo.

—No sé si estoy alucinando, pero ¿acaso esos tipos…?

—Si —suspire, ignorandolos —. Quería esperar al final del día para decirte esto, pero creo que lo mejor para ti es alejarte de mí luego de que termine de enseñarte la escuela.

—¿Qué? ¿por qué? —Hak Yeon me miro confundido—, oye, a menos que seas un vendedor de droga, no encuentro un motivo convincente para dejar de hablarte ¿sabes?

—Soy gay —solté la bomba, mirando a otra parte, esperando a que el recién transferido tomara sus cosas y se fueran, en su lugar sentí su mano sobre la mía.

—¿Y eso es un pecado? —se quedó callado un segundo antes de reír—, bueno, según la iglesia lo es, pero ¿qué más da?, yo también lo soy y no es algo por lo que uno deba avergonzarse, sino quienes tratan de humillarnos solo demuestran la basura que son como seres humanos.

—No lo entiendes, esta escuela hará hasta lo imposible por aplastarte si llegan a saberlo, lo mío se supo debido… a una estúpida carta que escribí y cayó en las manos erróneas, desde entonces mi vida ha ido en picada hacia un abismo de soledad, humillación y dolor.

—Supongo que soportarlo tres meses no logrará acabarme y aunque te conozco de hace dos horas, pareces un buen chico, no creo que merezcas un trato de ese tipo solo porque te gusten los hombres, superemos esto juntos ¿sí?

—Se que vas a arrepentirte…

—Déjame esa decisión a mí.

Faltaba un cuarto de hora para el término del almuerzo cuando mi pesadilla se hizo real, SangHyuk llego a nuestra mesa, carraspeando la garganta lo suficientemente alto para hacerse notar, como si su sola presencia no fuera suficiente.

—¿Podemos hablar?

—No, lo siento, estoy ocupado, por cierto, te presento al chico nuevo, resultó que los rumores eran ciertos, tenemos un transferido de Changwon.

—Mucho gusto —Hak Yeon le extendió la mano con una sonrisa, pero SangHyuk apenas y lo miro, ignorando su saludo por completo, realmente parecía de mal humor, y siendo sincero sería la primera vez que no lo veía feliz ¿tanto le había afectado mi plantón?

—Hablemos.

—Si tienes algo que decir, adelante, Hak Yeon puede oírlo.

—¿Por qué no fuiste ayer?

—¿De verdad esperabas que fuera?, solo evite ser humillado por milésima vez, SangHyuk, discúlpame si tengo el cerebro suficiente para saber que un imbécil como tú solo quería hacerme quedar como un rarito frente a toda la escuela, de nuevo, por cierto.

—Viste el video ¿no?

—No, bueno si, pero no lo digo por lo que vi en el video —miré a Hak Yeon de lado, nos miraba atentamente y aunque ahora mismo me arrepentía de no haber ido a algún lugar más privado para tratar el tema, ya no podía parar—, si fui, y lo que me encontré fue a todo tu clan reunido por el restaurante y unas chicas grabando ¿qué planeabas hacer? ¿Besarme y luego llamarme marica mientras todos me gritaban otros insultos?

—¡¿Qué?! —SangHyuk se masajeo el tabique de la nariz con frustración—. Si, yo hice que todo aquello pasará, que fueran, la grabación, pero era porque iba a hacer algo importante, no intentaba humillarte ¿por qué no me crees?

—Quizá porque justo después de pedirme tu maravillosa cita decidiste que era gran idea lanzarme besos con tus amigos en el patio, o porque creíste que decirme que saludara a Suho también era algo divertido cuando arruinaste mi amistad con él, y no solo mi amistad ¡Sino mi vida!

—Quería explicarte todo…

—¡Lo que querías era darme pretextos, justificaciones para que ya no te odie! —ya no tenía aire en los pulmones, mis puños estaban cerrados con tanta fuerza que podía sentir mis uñas clavándose en mis palmas—. No quiero escucharte, no quiero tener una cita contigo, quiero verte lejos ¿sí?

—Eso no va a pasar —SangHyuk se recargo sobre la mesa, acercándose hasta quedar a unos pocos centímetros de mi—, soy muy insistente, y tu muy necio, ya encontraré la forma de hacerte entender.

Ahogue un grito de coraje cuando se fue, Hak Yeon me abrazo mientras SangHyuk se alejaba con el rostro más relajado de cuando había legado ¿cómo podía ser tan malditamente arrogante y ni siquiera inmutarse por ello?  

 


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