Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi loca vida por SergeiAnnieLove

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este es mi primer fanfic original, espero les guste y me apoyen para continuarlo, ¡mucho amor para tod@s! 

¡El fanfic contiene toques de humor! ^^

Notas del capitulo:

Traté de esmerarme. les he preparado algunas imágenes de la apariencia de los personajes principales! 

Ojalá les guste, háganmelo saber plis.

Éste es el enlace para que puedan ver las imágenes de cómo son los peronajes!

https://www.tumblr.com/blog/mylovelycherrylol

- ¡¿Qué haz dicho, madre?!- grité enfadado, no podía creer lo que acababa de escuchar.

- Tal y como lo oyes, estamos hartos de que sigas haciendo de las tuyas, simplemente ya no sabemos cómo lidiar contigo- dijo ella, con la cara tan roja como un jitomate a causa de la cólera que entraba en su interior.

- No, no puedo aceptar que me quieras tirar de una patada de mi propia casa, ¡¿no se supone que eres tú quien debe educarme?!

- ¡No es sólo mi responsabilidad!

- ¡Claro, también es la responsabilidad de tu querido Michael!

- ¡Te he dicho miles de veces que él es tu…!- la interrumpí con enojo

- ¡Sí, sí, mi “padre”, madre, yo no considero a ese tipo como mi padre, si tan sólo se comportara como uno…!

- ¡No permitiré que le faltes al respeto!- prosiguió- tú eres necio como una mula, llevamos 15 años de nuestra vida desperdiciados en tratar de llevarte por el camino del bien, ¡¿y tú cómo nos lo agradeces?! Ah, claro, ¡gritando y echandonos la culpa de tus estupideces a nosotros! ¡no haz aprendido absolutamente nada de lo que te hemos inculcado!

- Claro, siempre soy yo el culpable, ¡¿no?!

- Mira, no seguiremos con esta discusión, apresúrate a hacer tus maletas, y no quiero oir ni una palabra más.

- Preferiría que me sacaran de la casa a punta de patadas, antes de ser lanzado a una escuela militarizada, ¿es en serio, madre?

- ¿Qué te acabo de decir? ¡A tu habitación, ya! ¡Y sin rechistar!

- I ti hibiticiin yi, y sin richistir- imité en tono burlón y voz baja a mi madre, no me podía creer que esto estaba pasando realmente.

-¡Cállate ya!- gritó finalmente mamá mientras se quitaba el zapato y me lo lanzaba directo a la cabeza. Antes de ser golpeado decidí subir las escaleras a toda prisa y corrí a encerrarme en mi habitación, no iba a permitir que me humillaran de esta manera, por lo que hice una maleta rápidamente y salí por la ventana. Mi habitación estaba en un segundo piso, pero afortunadamente había un viejo árbol que era mi confidente y mi apoyo en las escapadas y regresos nocturnos, perfecto para no hacer ruido con la puerta de la entrada principal y que mis padres no se percataran de mi ausencia.

Para mi entera desgracia, mi madre estaba justo afuera, esperando con un par de oficiales de seguridad. ~Puf, ¿es enserio, madre? ¿crees que utilizaría la violencia contra ti?~

- Más te vale que bajes de ahí ahora mismo y dejes de resistirte, te enviaré el resto de tus maletas después, ahora sube al auto.

- ¡Nunca!- Grité infantilmente sacando la lengua a mi madre, trepé hasta el techo y salté a los frondosos arbustos del vecino. ~¡Agh, malditas ramas! Bueno, lo peor ha pasado, ¡a correr!~

- ¡Wof, woof, woof wof woooof!- escuché los ladridos del recién llegado perro del vecino y antes de darme la vuelta lo sentí mordiendo mi pantalón hasta quitarmelo, demonios, este día no puede ser peor. Ví cómo, pero me las arreglé para salir vivo de las garras de esa bestia, y ahora sin pantalones, corrí 2 cuadras antes de que me atraparan los oficiales.

~Debí hacer más ejercicio, mi condición física ha empeorado tanto, maldita sea, soy un palito tan desafortunado~ Dije para mis adentros. No era específicamente anorexico, pero mi condición física era terrible, a causa de que nunca corría para huir de la policía, sino que, al tener una complexión física pequeña me era fácil escabullirme entre alguna que otra grieta de los barrios que frecuentaba.

- Muchas gracias oficiales, pónganlo dentro del auto, lo llevaré a donde debe estar.

- No hay de qué señora, ha sido un placer, con su permiso.

***Minutos después***

- Hijo, te he dicho muchas veces que no me gusta llamar a la policía para poder hablar contigo, ¿por qué eres así.

- Bueno, es tu culpa, si no fueras tan insoport- no terminé la frase y sentí un sape en toda la cabeza- ¡Auch!- dije mientras me sobaba con una lágrimita en el ojo.

- Eres un irrespetuoso

- Pero así me amas mami, ¿verdad?- agregué con un tono tierno y sarcástico, ganandome un sape fuerte en el otro lado de la cabeza- ¡Oye, no me golpees!- estuve a punto de reclamar, pero sentí un pequeño beso en la misma zona.

- Claro que te amo hijo, nunca dejaría de amarte, pero debes entender que lo que hago es por tu bien, esto es sólo…

- El inicio de una etapa nueva, llena de nuevas oportunidades y nueva gente qué conocer, blah, blah, blah… ¿cuántas veces me haz dicho eso tras una pelea?

- Hehe- se rió por lo bajo- cada vez que peleamos… Mira, no es una escuela militar realmente, era todo una broma-

- No creo que fuera una broma para Michael, ayer cuando discutí con él a solas presumí que nunca me dejarías ir a ese tipo de lugar, ¿ahora quedaré como un idiota frente a ese hombre?

Mamá suspiró y continuó hablando

- Tenías toda la razón en ello, jamás te dejaría ir a una escuela militar, pero tenía que fingir frente a esos hombres, sabes que son amigos de Michael y podrían hablarle al respecto

- ¿Eso significa que no tendré que irme?- dije entusiasmado, con mis ojos brillantes y al borde de las lágrimas

- No exactamente... - la sonrisa se borró de mi rostro- sí tienes que irte, pero es un lugar distinto

- ¿Dis...tinto?

- Si, mil veces mejor que la escuela militar. Ahora mismo estamos en camino, ¿por qué no duermes un rato mientras llegamos, cariño?

- Bien- me di la media vuelta y caí en un profundo sueño.

 

***Mientras tanto, en el mundo de los sueños***

 

¡Hola amigos y enemigos! Bueno, lamento lo de hace un momento, mi madre y yo estabamos teniendo una… pequeña pelea, nada relevante, jaja. :P

Mi nombre es Lukyan, Lukyan Raidenovitch, o simplemente Luka, Lucas, como gusten llamarme, prefiero que me llamen Luke. ;) Sí, sí, sé lo que piensan, pues sí tengo un apellido ruso porque mi padre biológico lo era, pero eso es algo que tocaré más adelante. Tengo 15 años de edad, mido 1.70m, mi cumpleaños es el 27 de marzo y mi signo zodiacal es Aries.

Seguramente se imaginan que soy un grande y fuerte chico ruso, pero nop… Lo único que heredé de mi padre fue su sentido del humor, sus ojos y el hedor mañanero, me encantaría tener un cuerpo de hombre, aunque no me incomoda ser delgado, lo que realmente me incomoda es que los chicos me confundan con una chica y a veces me manoseen en el transporte público pero… Bueno, como sea, mi cabello es un poco largo y excesivamente sedoso, color castaño claro y  tengo ojos azules como dos lindas cascadas. ^^

Ehm, la vanidad no es un pecado, ¿o sí? .-.

Como sea, les hablaré de mi familia. Primero ¡mi amorosa mami!

Su nombre es Jade Williams.

De ella heredé el cabello y su gran carácter, ¿no se notó mientras discutíamos?

Ella mide la fabulosa estatura de 1.60m, ¿no es adorable? Chiquita pero picosa, eso sí. Sus ojos son de una peculiar combinación entre miel y verde, algo interesante, heredado de mi bisabuela. Puede que no lo demuestre por completo, pero es una persona excesivamente amorosa y sobreprotectora con su hijo, osease yo mero. :D Solía estar casada con Sergei Raidenovitch, ¡mi fabuloso padre biológico!. Medía 1.90m, nacimos el mismo día. Su cabello era rubio y sus ojos azules, lo recuerdo vívidamente. Él era un hombre fiel a su patria, alguien dispuesto a dar su vida por proteger a su país entero y a todos a quienes amaba, aunque estaba retirado. Él era apodado como “El ángel de la muerte” en sus días de gloria, ya que era una persona de carácter rudo, todo un luchador. Solíamos vivir en Rusia, pero tras una guerra ocurrida en la zona al norte de nuestro pueblo se le convocó para ofrecer sus servicios una vez más en contra de un líder alemán que amenazaba con destruir los alrededores. El ejército que él comandaba salió triunfador, pero mi padre fue declarado muerto en combate. No quise saber más detalles, ya que en ese tiempo yo tenía tan sólo 7 años. Sé que como el héroe que solía ser se le rindió una ceremonia internacional por todos sus años, todos lloramos mucho. Mi madre y yo desarrollamos un répeluz por el ejército y lo que tuviera relación con los asuntos militares, algo que sólo entre nosotros sabemos, esa es la razón por la que estaba tan enfadado y decepcionado cuando me hicieron creer que iria a una escuela militar. En cuanto a el cómo era conmigo, sólo tengo buenos recuerdos de él, solía arroparme para ir a dormir, jugabamos a las luchas, a fútbol (aunque yo siempre perdía por mi condición débil desde pequeño él se dejaba ganar para hacerme sentir bien,vaya hombre). mi madre lo amaba con locura, pero tuvo que olvidarlo y seguir con su vida. Medio año después nos mudamos a Japón, otro medio año después regresamos a la hermosa Nueva York, lugar de origen de mi madre, fue ahí donde conoció a un tipo llamado Micalzón, digo, Michael. No quiero profundizar en él, sólo diré que es oficial de policía (si así se le puede llamar) y es un desgraciado, jamás hizo el mínimo intento por ser un padre para mí, él me golpeaba, me maltrataba, me hacía sentir mal por mi condición física, bueno, él es la razón por la que soy un poco rebelde. Mi madre lo limita, afortunadamente ese desgraciado no le ha tocado un sólo pelo a mi querida madre, y parecen quererse. No interferiré entre ellos, mientras mamá sea feliz yo lo toleraré. Ok, ok, me puse sentimental. xD

Eso es todo sobre mi vida por ahora, oh, estoy a punto de despertar, sigan para ver qué pasará, porque si les soy sincero tengo intriga de saber a dónde me lleva mamá. D:

 

***Pasados 40 minutos*** 

-Cariño, hemos llegado, despierta.

- ¿Mhm?- abrí los ojos un poco sobresaltado y limpié la babilla que había estado saliendo por mi boca, un poco avergonzado.

- Aquí estamos, el campus “Macro Vision”, hogar de todos lo jóvenes del mundo

- Mh, muy bonito, pero oye, ¿no es éste un..- tragué saliva lentamente- … un campus exclusivo para hombres?

- Eh, bueno, sí- respondió mamá con una mueca simulando una sonrisa, obviamente estaba nerviosa

- Oh

En menos de 5 segundos estaba de regreso en el auto, salí prácticamente disparado y corrí con todas mis fuerzas, apenas entré cerré la puerta con seguro y me fui a la parte trasera del auto. Tal y como me lo esperaba mi madre ya estaba enfrente del auto, tristemente era ella quien tenía las llaves del auto, sin pensarselo dos veces abrió las puertas y entró por mí.

- ¡No, no! ¡Suélteme señora secuestradora!- grité buscando una distracción para tomar el primer autobús que me llevara lejos de ahí, mientras mi madre me jalaba del pantalón con toda su fuerza y yo me aferraba a la puerta del coche casi llorando

- ¡Suéltate ya, cariñooo!- dijo con su inconfundible tono de desesperación, era ese tono que tienen todas las madres, uno que sólo entienden los hijos, ese que dice “Si no me haces caso ahora mismo voy a enterrarte vivo, tesoro”. Con la esperanza completamente perdida me di por vencido y solté la puerta, azotando contra el piso como un vil costal de papas. No dije nada más, me sobé el trasero, tomé mi maleta y me dirigí a la entrada del campus.

- Te amo cariño, te traeré tus cosas después, y recuerda, para Michael tú estás en una escuela militar, ¿entendido?- besó mi frente y se dio la vuelta hacia el auto.

- ¡También te amo, madre!- grité cuando ella estaba dentro del auto a punto de arrancar, me lanzó un beso y yo lo regresé.

Me quedé parado viendo el coche hasta que desapareció entre las montañas. El lugar no era malo, pero yo sabía bien que sería una pesadilla convivir con tantos hombres con mi actual aspecto físico, temblé como una gelatina a medio cuajar y entré despacio en la academia.

- Buenas tardes- saludé al recepcionista.

- Buenas tardes- respondió con cortesía, tenía aproximadamente 28 años- ¿en qué le puedo ayudar?

- Bueno, mi madre me ha traído aquí

- ¿Cuál es su nombre?

- Jade Williams, mi nombre es Lukyan Raidenovitch

- Ah, así que eres tú, tu madre ha hecho el registro ya, sólo tienes que llenar algunos pocos papeles, ir por tu identificación y bueno, instalarte, por aquí por favor.

- Claro, le sigo.

El chico salió de la recepción y se dirigió a lo que parecía la zona de los dormitorios a toda velocidad, apenas pude seguirle el paso.

- Bueno, aquí estamos, ésta será tu habitación, por favor, siéntente cómodo, tu compañero llegará dentro de poco tal vez.

- ¿Co… compañero, dices?

- Sí, ¿creías que eran habitaciones para una sola persona?

- ¡Pues sí!- dije un poco alterado

- Hehe, qué divertido. Cuando termines de instalarte ven conmigo de nuevo, te asignaré un tutor para que te enseñe todo lo que necesites saber, con permiso.

~ Bastardo, ¿cuál era la gracia? Llevo toda mi vida con una habitación propia, es normal que me extrañara el cambio repentino… Bueno, qué puedo hacer mejor que comenzar a instalarme~

***Una hora más tarde***

- Puf, al fin terminé, no es mi mejor trabajo, pero al menos ya tengo en dónde dormir.

Una vez terminado mi trabajo mi objetivo era apresurarme y buscar al recepcionista para que me acomodara aún mejor. ~Primero un baño, que nunca le viene mal a nadie~

Debo admitir que era el baño más relajante que me había dado, al menos las duchas no serían pesadas, ya era ganancia. Cuando terminé y abrí la puerta no me fijé en dónde iba, y entonces

- Woah, perdón, lo siento- por inercia retrocedí, acababa de chocar con un chico, uno bastante alto, al verlo bien sentí temor.

- ¿Qué demo- no terminó de hablar y me miró de una forma… Me asusté aún más- ¿Y tú quién eres, linda? ¿No se supone que las chicas están prohibidas en éste lugar? ¿Qué me trae tan grata sorpresa?

- ¿Disculpa?- dije sin entender bien la situación, al menos no lo capté al momento.

- ¿Por qué una chica tan linda acaba de salir de mi baño? ¿Acaso es mi cumpleaños?- dijo con una sonrisa burlona en su rostro ~Voy a golpearlo~ pensé.

- Creo que estás malinterpretando las cosas, yo no soy ninguna lindura ni mucho menos, me llam- no pude tan siquiera decir la oración completa, el tipo estaba besandome de una forma asquerosa- ¡No!- dije con trabajo, apenas podía separar mis labios de los de él, estaba metiendo su lengua en el interior de mi boca, sin pensarlo y por instinto de supervivencia.

- ¡Auch!- se separó rápidamente de mí y me miró de manera provocativa, me cargó sin importarle que hubiera mordido su lengua y me tiró en la cama.

- Eres una chica ruda, ¿no?- comenzó a besar mi cuello y recorrió hasta casi llegar a mi pecho, estuve al borde de las lágrimas, sin saber qué más hacer me quité la toalla para mostrar la verdad, total, ambos somos hombres.

- ¡¿Qué mierda?! ¡Nooo, mis ojos!- se separó a toda prisa de mí y me gritó- ¡Tápate ahora mismo, joder!

- ¡Mira quién habla, el atacante sexual!- dije mientras me reacomodaba la toalla y limpiaba algunas lágrimas de mis ojos.

- ¡Tú… tú eres hombre!

- ¡No, es un adorno que me compré, mira!- dije haciendo la finta de quitarme de nuevo la toalla.

- ¡No quiero ver nada!- dijo mientras cubría sus ojos, tras esa reacción horrorizada no hice más que dibujar una sonrisa burlona en mi rostro.

- Bueno, mi nombre es Lukyan Raidenovitch, y no me agradan los atacantes sexuales- me presenté con toda la cortesía posible

- ¡Vete a la mierda!- dijo mientras salía de la habitación

Me quedé de pie mirando el picaporte de la puerta, y una idea me vino a la mente, sonreí y dije

- Qué agradable sujeto, jeje- tomé mis maletas y comencé a cambiarme.

Notas finales:

¿Qué les ha parecido?

Espero que les gustara, puse todo mi esfuerzo en este capítulo, incluso cree la cuenta de tumblr.

Sin más por el momento, me despido, bye~ <3

No olviden visitar el tumblr para ver a los personajes, me gustaría saber sus opiniones al respecto de todo, ahora sí, besooos. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).