Empieza mi tormento
Departamento Uchiha-Namikaze
Era una hermosa mañana donde los pájaros cantaban, el sol brillaba y un azabache dormia plácidamente, se removió en su amplia cama y decidió abrir sus ojos negros, tenia mucha pereza para levantarse, decidió seguir durmiendo pero no pudo al escuchar que lo llamaban más bien le gritaban.
¡SASUKE SAN... SASUKE SAN! – gritaba el doncelito, entrando sin permiso a su habitación con una cámara en mano, empezando a sacar fotos de todos los ángulos posibles tanto al azabache como a la habitación entera.
¿Qué estás haciendo pequeño dobecito? – interrogo un alterado azabache cubriendose con las sábanas su torso desnudo y corriendo al baño, se miro al espejo y para su desgracia otra vez su imagen era un completo desastre – mira pequeño dobe… sera mejor que veles esas fotos – recomendó el mayor “mi imagen es lo primero” se dijo internamente el mayor, se baño y se cambió, a los minutos salió del baño y se sorprendió de no ver al pequeño dobe, fue a la cocina llevándose un susto al ingresar – ¿pero qué rayos paso aquí? – se preguntó el moreno, mirando el desastre que era la cocina.
Ah... hola Sasuke san... bueno... yo… le preparé su desayuno – exclamó el doncelito nervioso por el comportamiento del mayor, Sasuke resignado se sentó y empezó a desayunar, se sorprendió mucho al probar el alimento “el dobecito si que sabe cocinar” se dijo internamente, Naruto igual se sentó y ambos desayunaron en completo silencio, una vez terminaron comenzaron a limpiar todo el desastre que había ocasionado el menor, hasta dejar reluciente la cocina.
Bueno… nos vemos más tarde Sasuke san – se despidió el rubito agarrando su mochila y saliendo del departamento, dejando al azabache completamente confundido al no tener en su encima como siempre al doncelito.
Pequeño dobe – murmuró, no entendía nada, ya habían pasado tres semanas que vivía con el menor donde siempre era lo mismo, primero ese pequeño dobecito como lo había empezado a llamar, cuándo la primera vez que le conoció se le había lanzado en su encima mientras gritaba como loco, segundo no le dejaba ni a sol ni a sombra siempre sacándole fotos en cada lugar que se le ocurría al menor y tercero confesándole ser su admirador número uno y que lo amaba con todo su adolescente corazón, eso era todos los días y para cerrar el día se tomaba la libertad de besarlo cada vez que se que podía, pero ahora extrañamente le preparaba un delicioso desayuno y se retiraba como si nada, realmente no entendía nada y menos a ese doncelito.
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Toda la tarde se la paso aburrido, su representante le había llamado para comunicarle que tenía un mes libre, que lo tomara como vacaciones y espere en Japón para filmar una parte de la película donde el azabache era el protagonista, resignado acepto el vendito descanso, pero luego recordó que tenía una gira en París dentro de tres meses, suspiró con cansancio al saber que no iba a tener ningún descanso.
Solo espero que Gaara llegué pronto, lo extraño mucho – susurro para sí mismo el moreno, escuchó el sonido de la puerta y sabía muy bien de quien se trataba – ese dobecito – dijo, se puso de pie para ir a la sala donde observó al doncelito sacándose los zapatos en el pasillo.
Ya estoy en casa – anuncio su llegada feliz Naruto, se acerco al mayor que solo se le quedo mirando en silencio, Naru al no recibir ninguna clase de respuesta se puso de puntillas y halo de la corbata del varón para plantarle un beso casto en los labios y se fue corriendo hacia arriba, Sasuke estaba completamente aturdido por la actitud del doncelito.
E-ese pequeño dobecito me... me be-beso – hablo entrecortado el azabache, no podía creer, ni su novio se tomaba esas libertades con él, unos minutos pasaron hasta que su estado de sorpresa paso frunció su ceño y rápido subió los escalones hasta llegar a la habitación del rubito, de golpe abrió la puerta encontrando al doncelito en paños menores, quién al darse cuenta de la presencia del mayor gritó fuerte cubriéndose con la toalla su desnudez.
¡Kyaaaaaa!, ¡pervertido... tu... tu eres un pervertido! – acusaba Naru con su dedo índice señalando una y otra vez al mayor, quien solo tenía un tic en su frente al escuchar semejante grito, el rubito agarró lo primero que encontró y lo lanzó al pobre azabache que no pudo esquivar el libró que había lanzado el menor, dándole en plena frente acto que causo al azabache caer al piso, pero en el lanzamiento que realizó Naruto no se dio cuenta que había soltado la toalla que cubría su cuerpo desnudo – ¡kyaaaaaa! – soltó otro grito lanzando ahora sus pantuflas al mayor que estaba en el pisó quejándose del dolor.
Naruto rápido se fue al baño encerrándose ahí, tenía toda su carita roja por la vergüenza que paso, se puso su ropa y estaba por salir pero decidió sacar su rubia cabeza para observar su habitación y comprobó que su amado actor no estaba, salió de su habitación, bajo los escalones hasta llegar a la sala, ahí tampoco encontró al modelo, decidió ir a la cocina donde ahí si lo encontró, parecía que preparaba algo para comer o eso creyó el menor, Naru observo que el moreno estaba bien concentrado por eso en su rubia cabecita se le prendió un foquito.
Sasuke se encontraba de espaldas hacia la puerta de modo que no vio entrar al rubito ni lo escucho ingresar por estar metido en sus pensamientos, tenia entré sus manos un recipiente lleno de crema batida y en la otra frutillas “a Gaara siempre le gustaba comerlos en las horas de descanso” recordo los días de instituto que pasaba con su novio en ese tiempo solo eran amigos, a Sasuke no le gustaba el dulce, pero al pelirrojo sí.
¡SASUKE SAN! – de pronto escucho la chillona voz del dobecito y para el colmo sentir un peso en su encima, que esto ocasionó que su cuerpo se inclinara hacia adelante, consecuencias su cara dio directo al recipiente con crema batida y que las ricas frutillas salgan volando por los aires – ups jejeje… perdón – se disculpo el doncelito al ver lo que había ocasionado su jueguito de asustar y saltar en la espalda del azabache.
Pequeño dobe... ahora me las pagarás – dijo un Sasuke muy enojado, se podía notar una vena muy sobresaliente en su frente y que además tenía un aura color oscuro que rodeaba todo su cuerpo causando espanto al menor – ¡TUS PADRES NO TE ENSEÑARON RESPETAR A TUS MAYORES! – grito fuerte el azabache sin medir sus palabras por el enojo que tenia, asustando al rubito que al escuchar esas palabras su semblante cambio rápido – ¡VETE A TU CUARTO AHORA! – ordenó serio el mayor.
El doncelito obedeció, sin decir nada se fue a su habitación dejando salir sus lagrimas, el azabache no pudo notar el semblante que tenía el menor ni las lagrimas que derramo Naru, Sasuke estaba por recoger las frutillas cuando su teléfono celular empezó a sonar, desganado fue y alzó para contestar.
¿Hola? – contesto con una voz irritada, no estaba de humor para nadie, su enojó aún estaba presente por esa razón no vio quién era y solo contestó.
Hola también a ti Sasuke... veo que llamé en mal momento – comentaron del otro lado con sarcasmo, al escuchar esa forma tan seca de responder.
Ah... yo… lo siento Gaara – se disculpo de inmediato el azabache al escuchar la voz de su novio – no era mi intención hablarte de esa forma, lo que pasa es que el pequeño dobecito me esta causando muchos problemas – explico rápido el varón, sabía que debía fijarse antes de conestar pero nada podía hacer, por partes estaba molesto con su novio por no estar ahí como había prometido.
Ya veo... es el sobrino de tu cuñado ¿verdad? – preguntó el pelirrojo algo desconfíado, Sasuke no era un hombre fácil de tratar siempre era frió, no le gustaba mostrar sus sentimientos y siempre era prepotente con todos los que le rodeaban, ni a él que era su novio lo dejaba bromear, las muestras de cariño no iban con el azabache.
Si... se llama Naruto y tiene 15 años, es muy torpe y gritón – se quejaba el azabache, sin darse cuenta que no dejaba de hablar del doncelito y que no había preguntado de cómo se encontraba su pareja en esos momentos como siempre lo hacía y eso Gaara lo noto.
Bueno... solo te queda aguantar unas semanas, hasta que tu hermano vuelva de su luna de miel– aconsejo el pelirrojo, Gaara pensó que su novio le preguntaría ¿cómo estaba?, ¿cómo le fue en su gira?, o ¿cuándo iba a visitarlo?, pero solo hablaba de ese doncelillo malcriado según lo calificó el doncel pelirrojo – y Sasuke no me preguntaras ¿cómo me fue o cuando iré a Japón para estar contigo? – interrogó el doncel celoso de saberse desplazado por un mocoso malcriado.
Lo siento Gaara... pero tengo tantos problemas con el dobecito que últimamente todo lo olvido – comenzó a mencionar al menor otra vez el varón sin darse cuenta, Gaara solo suspiró fuerte, otra vez Sasuke empezaba a hablar del chiquillo malcriado – ¿cuándo vendrás? – preguntó el azabache sin ánimos, mientras escuchó los pasos del doncelito bajar por los escalones.
Muy bien, la gira fue un éxito total, Sai me dijo que tengo el mes libre y ahora voy en camino a Japón – informo muy contento el doncel, esperando la respuesta de su pareja, pero al no recibir contestación alguna habló nuevamente – ¿Sasuke?, ¿estás ahí?, Sasuke contéstame – Gaara se molestó mucho al no recibir respuesta del otro lado.
Hola... ah… lo siento Gaara… pero cortare la llamada, el pequeño dobecito creó que se lastimó su tobillo al caer de los dos últimos escalones y ahora esta llorando, lo llevaré al hospital nos vemos cuídate – se despidió el moreno rápido y la llamada se corto, dejando a un pelirrojo muy molesto, quién solo lanzó su teléfono celular al piso, ocasionando que su móvil se rompa en mil pedazos.
Eres un pequeño dobe pero bien d-o-b-e – recalcó sus palabras el azabache, alzo al doncelito quién solo tenía la carita roja y lágrimas descendían por sus morenas mejillas, hace instantes se había tropeza con sus propios pies y había caído al piso, para su buena suerte solo fue una caída leve de una altura muy corta, pero su tobillo parecía haber recibido el daño.
Sasuke lo subio a su auto y fueron al hospital central de Japón, donde atendieron de inmediato al rubito, lo sacaron una placa de rayos x, donde no se evidenció ninguna lesión, le aplicaron un analgésico topico y le recetaron un antiinflamatorio en comprimidos, le realizaron un vendaje donde el doctor sugirió que debía mantenerse en reposo por una semana.
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Naru estaba recostado en el gran sillón viendo un programa de televisión muy aburrido, hace más de cuatro horas que se encontraba ahí, después de salir del hospital el azabache le había llevado a casa y dejado ahí solo, además que le dijo que no se moviera de ese lugar, mientras él iba a salir para arreglar unos asuntos de su nueva filmación que tenía en Japón, al rubito le hubiera gustado ir con el mayor pero no pudo, por que el moreno le había obligado a quedarse en ese aburrido sillón.
El doncelito soltó un fuerte suspiro de resignación al no saber qué hacer, trato de ponerse de pie pero le dolía mucho su tobillo razón por la que no se podía mover de ese lugar, sintió como su celular vibrar, saco de su bolsillo su celular y contesto de inmediato.
Hola Kiba, ¿qué paso? – pregunto el doncelito con una sonrisa tan brillante como si su amigo le estuviera viendo.
Naru ¿qué paso?, ¿donde estas?, se supone que deberías estar con las fotos hace cuatro horas – se escucho una voz del otro lado, claramente se escuchaba que estaba molesto, el rubito al escuchar a su amigo abrió sus hermosos ojos azules al recordar su salida que ocasionó su accidente.
Lo siento mucho Kiba, pero sufrí un pequeño accidente y por esa razón no pude llevar las fotos que te prometí – se disculpo el rubio con su mejor amigo.
¿QUÉ?, ¿te encuentras bien?... no importa voy para tu casa en este mismo momento – comunico Kiba del otro lado con un tono de voz que sonaba preocupado.
Espera Kiba, no estoy en mi casa… me encuentro en casa de mi tío – informo rápido el doncelito, conocía muy bien a su amigo y sabia que armaría un gran escándalo por su estado.
Igual iré, en unos minutos estaremos ahí – y sin dejar que Naru responda se corto la llamada dejando al doncelito preocupado al escuchar el plural.
Solo espero que Sasuke san no se moleste al tener a mis amigos en el departamento – murmuro para sí mismo el menor, mientras se acomodaba bien en el sillón esperando la llegada de sus amigos.
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Una hora paso y Naruto escucho el sonido de la puerta ser abierta para luego observar al moreno ingresar con unas bolsas del supermercado.
Ya llegue – informo el azabache caminando directo a la cocina donde dejo las bolsas del súper en la mesa y volvió a la sala, estaba por preguntar al menor de como se encontraba, pero el sonido del timbre ser tocado con insistencia lo desvió de su dirección, fue a la puerta para atender al loco que tocaba el timbre de esa forma.
¿Que desean? – pregunto el mayor al ver en la puerta a un grupo de adolecentes que lo miraban con estrellitas en sus ojos, eso Sasuke lo noto muy tarde.
¡ES UCHIHAAAA SASUKEEEE! – fue lo único que escucho el azabache al ver como una masa de adolescentes con hormonas en el aire se lo lanzaban en su encima dejándole sin respiración, unos segundos después el grupo de adolescentes se apartaron del cuerpo que se encontraba en el piso para luego ingresar al departamento sin ser invitados, dejando al pobre moreno en el piso casi inconsciente.
¡Naruuuuu!, ¿como estas? – grito un castaño de pelo corto, piel blanca, ojos marrones, casi del mismo tamaño y edad del rubito que solo les observo con una sonrisa brillante a su grupo de amigos.
¿Te sientes bien?, ¿por qué el actor más famoso se encuentra en el departamento de tu tío?, ¿podemos sacarnos una foto con él? – así los amigos del rubio le bombardearon con miles de preguntas en coro dejando a Naruto mareado por no saber a quién contestar primero, pero todo esto fue roto al escuchar una voz de ultratumba.
Pequeños mocosos ¿cómo se atreven a dejarme votado en el piso de la entrada? – interrogo el mayor causando susto a los presentes que se abrazaron entre sí – en este mismo instante quiero que se vayan ahora mismo de este departamento – les dijo con un semblante que realmente daba mucho miedo incluso Naru chan juraba jamás haber visto esa mirada en el mayor – ¡A-H-O-R-A! – menciono y no tuvo que esperar mucho para ver como esa masa de adolescentes corrían por sus vidas.
Sasuke san… no era necesario que los votaras de aquí... eran mis amigos – reclamo el menor haciendo un puchero tierno a ojos del mayor que relajo sus facciones faciales.
No me importa y creo que es hora de que vayas a descansar – sugiero como si nada el mayor, se acerco al rubito y lo alzo llevándole directo a su habitación sin escuchar las protestas del menor – bien dobecito descansa… así no causaras más problemas – menciono el mayor cerrando la habitación del menor que no dejaba de gritarle.
¡ERES MUY MALO TEMEEEEE! – le grito fuerte tanto que se escucho por todo el departamento causando un tic en la frente del azabache al escuchar cómo le había dicho “¿que soy un teme?, maldito dobecito” se dijo internamente soltando una risita pero se sorprendió de su actuar“¿qué me está pasando?” se pregunto pensativo Sasuke al ver que poco a poco ese pequeño doncel le estaba ocasionando a que se porte de una manera diferente y que un sentimiento surja en el fondo de su corazón.
Decidió dejar de lado esos pensamientos y enfocarse en la llegada de su novio que seguro ya estaba por llegar a Japón, no sabía porque pero ya no estaba tan emocionado de verlo como antes solía ser, tal vez se debía a la falta de estar juntos y no salir como una pareja normal, Sasuke cerro sus oscuros ojos al recordar su relación.
********** Flash back **********
Gaara y yo nos conocimos en el instituto, desde ahí nos hicimos amigos era el único doncel que no se me lanzaba encima o trataba de insinuarse, me gustaba su forma de ser, lo reservado que era tenía mucho parecido en personalidad conmigo.
Nuestra relación de amigos creció más, pero debido a mis sueños que era convertirme en un actor famoso como a mi madre le hubiera gustado, ellos fallecieron en un accidente cuando mi madre estaba de gira y mi padre decidió acompañarla, sus últimas palabras fueron que cumpla sus sueños y eso era mi meta.
Kakashi Hatake me ofreció la oportunidad de salir como famoso, yo acepté gustoso, a mis 15 años me convertí en el modeló más cotizado de Japón, esto me obligó a dejar el instituto para estudiar por vía electrónica, los contratos fueron mas y mas hasta que llego el día de salir de gire a nivel internacional y por ultimo mundial.
A mis 18 años era el modelo más famoso donde me ofrecieron ser protagonista de una película que al ser lanzada fue un éxito total, tanto que me ofrecieron un contrato para otras dos películas, así Kakashi me obligo a tomar cursos de actuación, en un año fui reconocido como el mejor actor.
Con mis compañeros de instituto no volví a tener contacto hasta que en una conferencia de prensa me encontré con Gaara llevándome la sorpresa que estaba ahí para dar conferencia sobre sus diseños y para mi sorpresa, igual era un modelo.
Desde ese día Gaara me visitaba en sus horas libres para invitarme a salir, poco a poco nos volvimos más unidos, era él único que me lograba entender, cuando regresé a Japón mi hermano mayor Itachi me contó que se había enamorado de un doncel, esa vez me presentó a Deidara que para ser sincero era muy hablador, tenía un carácter muy explosivo.
Deidara nos contó que tenía una deuda muy grande que su madre le había dejado por apostar y que falleció por una intoxicación alcohólica, por esa razón su deuda paso a él además que tenía un sobrino pequeño que vivía muy lejos, traté de ayudarle económicamente pero Itachi se negó, conocía bien a mi aniiki y sabía que no aceptaría mi dinero.
A mis 20 años me fui de gire al continente Europeo, ahí estuve dos años donde mi fama creció más, Kakashi me dio un descanso al verme irritado, me fui para París a tener unas relajantes vacaciones no se cómo pero Gaara se apareció justo ahí, tenerlo siempre a mi lado, mantener una conversar de forma normal sin tener que soportar halagos falsos, gritos y más gritos, era el único doncel que siempre se portó de una manera normal y eso me gustaba mucho.
Al cumplir mis 22 años Gaara organizó una fiesta para celebrar mi cumpleaños, para mi comodidad era solo entre los dos, el cariño que sentía por Gaara era muy diferente, su presencia me producía paz y tranquilidad por esa razón le propuse ser mi novio.
Esa fue la primera vez que unimos nuestros labios, las primeras semanas teníamos citas como toda pareja normal, pero a los tres meses Gaara volvió para su gira y Kakashi me llamó para volver porque tenía una entrevista de prensa, desde ese momento nuestra relación fue a distancia por vía telefónica debido a nuestros itinerarios que ambos teníamos al ser cotizados, las llamas eran todas las noches para preguntarnos ¿como estábamos?, ¿que como nos iba?, y miles de cosas.
Así pasamos los tres años como pareja, un día mi hermano me llamo para invitarme a su boda, todavía me costaba creer que ese doncel soportara a mi hermano, no es que sea malo pero Itachi era irritante, un casanova de primera, pero bueno hasta el mejor cazador es casado.
Llamé a Gaara para que me acompañará y así tener la oportunidad de presentarle a mi hermano y cuñado, me prometió estar libre ese día y que le gustaría conocer a mi familia, me sentía contentó de tener su apoyo a la distancia pero todo se arruino cuándo me llamó contándome que no podía acompañarme, traté de comprender pero tener una relación a distancia y que Gaara siempre prefiera sus giras antes que nuestra relación, me daba a pensar que lo nuestro fue un error.
Pero al llegar a Japón y conocer al sobrino de mi cuñado me causo un sentimiento que jamás he sentido por nadie, decidí no tomar interés en esos extraños sentimientos que ese dobecito me estaba provocando, además que es un doncel muy chiquillo para mí, grita mucho, se mete donde no se debe, se toma derechos que a nadie se lo he permití en mi vida ni a mi novio.
********** Fin Flash back **********
Espero llegues pronto Gaara – susurró el azabache sentándose en el sillón, tal vez con la presencia del pelirrojo ya no pensaría en cosas sin sentido o eso quería creer el moreno.
Continuara……………………….