El susurro de las lágrimas.
Llora por lo que se fue, por lo que nunca vendría. Lo toca, pero no se mueve, no respira y llora, llora por su fiel compañero, sabe que nunca lo volverá a ver llegando a casa, ni en ningún otro lugar, esta muerto, no respira y eso es todo, no respira y todo se acabo, llora porque las lágrimas resbalan por sus mejillas, pero ningún sonido sale de sus labios, sus lágrimas susurran su dolor. su abuelo llega a casa y lo ve parado frente al cuerpo inerte, escucha algo, pero no identifica qué, esta a sorto, solo su fiel amigo y él.
No sabe en que momento, como paso, tal vez fue el cansancio, tal vez la vejez, pero hay esta, su mejor amigo, su fiel compañero, el único recuerdo de sus padres, su querido Nieve, aquel perrito, su único amigo.
—Goku —Siente un jalón, lo apartan del cadáver, es un niño, pero sabe que es perder a alguien importante, no es la primera vez que alguien muere, sus padres también se fueron y no volvieron y eso es la muerte, el partir de las personas, un largo viaje sin retorno inesperado, sin una despedida, sin una palabra, sin un adiós, a veces sólo una sonrisa que dice un hasta luego.
—Goku —Otro jalón lo hace mirar hacia donde no hay nadie, regresa en si y mira a su abuelo Gohan, las lágrimas siguen bajando, suelta un quejido lastimero y su abuelo lo abraza, sabe que intenta consolarlo y lo logra, a los pocos minutos Goku duerme en su regazo. Ahora tiene que buscar una caja y donde enterar el pequeño cuerpo de Nieve. Lo decide mientras lleva a Goku en brazos, lo enterara cerca del árbol de Sakura, allí su nieto podrá ir a verlo cada vez que quiera.
...
Goku aprende, aprende muchas cosas, sigue viviendo con su abuelo en la montaña paoz, cada mañana baja para ir a la escuela, a hecho muchos amigos, entre ellos la encantadora Bulma. Bulma es inteligente, más de lo que debería para su edad, es bonita y vivas, a Goku le agrada, le agrada mucho, por eso es su mejor amiga, aunque no se lo ha dicho, sabe que debería.
Se encuentra en la escuela, espera paciente que toquen el timbre, no hace mucho que desayuno, pero siente hambre, espera que las horas pasen rápido para poder merendar. Van llegando los estudiantes, alguien capta su atención, nunca lo ha visto, seguro es nuevo, se dice, se pone de pie y se acerca al chico que parece perdido, le habla y descubre que en efecto es nuevo, esta en ese salón, le pregunta su nombre y descubre que se llama Vegeta, tiene ocho años, al igual que él.
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Lo sabe, sabe que algo anda mal, tiene 15 años y esta enamorado, pero no de cualquier persona, esta enamorado de un chico igual que él, ¿Cuando sucedió? No lo sabe, tan sólo paso. Se acurruca en su cama y respira profundo, hace meses lo esta meditando, mañana le dirá al responsable de aquellos sentimientos que lo hace suspirar. Aun sabiendo que esta mal.
La mañana ya esta, se alista y se va, llega a la escuela y entra tranquilo, es demasiado temprano, no hay casi nadie, casi llega a su salón cuando escucha el sonido de una risa encantadora, la reconoce y se acerca despacio, abre la puerta con cautela impropia de él, sonríe, pero su sonrisa queda en el aire, Bulma y Vegeta se besan con amor y ternura, siente dolor y las lágrimas caen, se aleja y corre de vuelta a su hogar.
Se refugia en su cama, su abuelo se preocupa, Goku no quiere comer, algo esta mal, demasiado mal. Nunca se niega a comer, aunque este enfermo, aunque el dolor lo martille, aunque no pueda moverse.
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Tiene 16 años, sigue siendo amigo de Vegeta y Bulma, supero su amor no correspondido, ya no le duele ver a Vegeta junto a Bulma, sabe que ella es maravillosa y que Vegeta se la merece. Nadie supo ni sabe que no le gustan las mujeres, si lo supieran seguro lo repudiarian y se moriría de vergüenza, es mejor mantenerlo en secreto, aunque sus amigos se la viven molestándole porque no tiene novia.
—Goku, hoy hay una fiesta en mi casa, te espero, no te vayas a escapar como la última vez.
Sonríe y se arasca la nuca, no le gustan las fiestas escandalosas y las de Bulma lo son, pero aun así asiente con la cabeza, necesita distraerse.
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Se remueve y siente dolor en todo el cuerpo, abre los ojos y sabe que no esta en su habitación, esta todo pintado de azul, la reconoce y respira tranquilo, pero no por mucho tiempo. Se incorpora y se mira, esta desnudo y hay alguien al lado derecho de la cama, le duele la retaguardia, ¿Qué esta pasando?.
Lo ve, Vegeta esta despierto y lo mira, le sonríe, sin embargo él, aunque no pueda verse así mismo sabe que tiene cara de horror. Está mudo, Vegeta esta desnudo, le dice algo y Goku se desmaya.
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Tiene que ir a la escuela, lo sabe, no puede faltar, aunque aun así no quiere ir, no sabrá donde esconder la cara, como mirará a Vegeta y sobretodo a Bulma, Bulma su querida amiga. Que horror, se acostó con el novio de su mejor amiga, sonríe, pero las lágrimas caen, le sabe amargo, también le sabe a un maldito cliché de una telenovela de bajo presupuesto o un libro de alguien que se quedo sin ideas, sólo que él no es una mujer, es un hombre hecho y derecho que le gustan los hombres, pero eso no le quita lo masculino.
Sus mejillas están empapadas, las limpia con las mangas de su suéter naranja, va al baño y se lava la cara. No tiene opción, mientras más rápido llegue a la escuela, más rápido se acabara la angustia que siente en el pecho.
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Tres días, tan sólo ha pasado tres días, Vegeta se comporta extraño, le dice que le quiere y lo besa en el baño, lo toca y Goku se deja hacer, le gusta, pero llora, siente culpa, mucha culpa. Esta engañando a su mejor amiga, que hipócrita, hace lo que no quiere que le hagan, pero cuando Vegeta lo mira se le olvida, aun así en la soledad de su casa se pierde y las lágrimas susurran su dolor.
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Dos semanas pasan, llega a la escuela, ve a Bulma llorando, se le acerca, ella le dice su dolor, Vegeta a roto con ella, la deja destrozada y él la consuela, le dice que todo estará bien y le permite refugiarse en su pecho, hipócrita se dice así mismo, mal amigo, traicionero.
Sólo es cuestión de días para que la verdad se descubra y se descubre, una noche tan estrellada como agradable, se besa con Vegeta detrás de un árbol. Bulma los ve, lo encara y le grita, le dice hasta del mal que va a morir. Las lágrimas caen de nuevo, Vegeta lo consuela aun sabiendo que todo es su culpa.
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Hoy cumple 23 años, esta en la universidad, la vida se le complica, pero sigue adelante, aun esta con Vegeta, ha perdido la amistad de Bulma desde aquella noche en la que todo se descubrió, hace años que no la ve, se pregunta si esta bien, aun sabiendo lo famosa que es.
camina con la mano entrelazada a la de Vegeta, se detienen y él le abraza, Vegeta le susurra algo y él llora. Lágrimas caen y recuerda todas las veces que lloro, recuerda que lloro por la pérdida de su querido Nieves, por aquel amor no correspondido, lloro por el remordimiento de engañar a alguien importante, por la culpa carcomiendolo, lloro por dolor, por tristeza y ahora por felicidad.
A comprendido que las lágrimas tocan una melodía silenciosa, que susurran en silencio lo que guarda el corazón, que mortiguan las penas del alma, que libera la felicidad sin necesidad de una canción.
Lo entiende y lo comprende, llorar es necesario aún cuando no hay una razón, despacio y sin prisa con una sonrisa dice un —¡Sí! —ya han pasado años y cree que es el momento de dejar las inseguridades y darle paso aquello que todo el mundo llama seguridad porque lo amó, lo ama y lo amará hasta el final.
—Fin—