JongHyun se había despertado como cualquier día, con un dulce Taemin entre sus brazos como cada mañana y su respiración tan tranquila.
Dejo un beso en la mejilla de este, mientras acariciaba su cabello con ternura. En la carita del menor se notaba su agotamiento y es que no quería despertarlo, amaba despertar y ver aquella imagen cada mañana.
Se escucharon pequeños golpes en la puerta, a lo cual Jong respondió con un suave "adelante", intentando no despertar a Taemin, quien estaba un poco aferrado al brazo derecho del moreno.
-Disculpe, señor JongHyun. El señor MinHo llamo de la empresa y dice que necesita presentarse allá, ya que habrá una junta -Comentó una de las chicas de servicio, entrando con una pequeña reverencia a aquella habitación.
-¿Ahora? -En su rostro se noto la molestia de cierto modo, ¿Una junta en su día de descanso?, que tedioso.
-Si, señor -Dio otra pequeña reverencia formal -. Preparamos un pequeño y sencillo desayuno para ambos. Con permiso -Sonrió un poco y aquella chica se retiro de la habitación de la pareja.
JongHyun bufo un poco, pasando su mano libre por su cabello. Intento separarse lentamente de su pequeño Minnie, pero este solo se aferro más a él, dándole a entender que estaba despierto. Se notaba en su boquita fruncida en un puchero.
-Minnie, bebé, tengo que ir a trabajar -Su mano se poso esta vez en la cabellera del menor, acariciando dulcemente esta -. Por favor, mi vida.
-Pero no quiero que te vayas. Trabajas toda la semana y hoy es tu día libre, no es justo -Las mejillas del pequeño se inflaron en un puchero y este se sentó en la cama, mirando suplicante a su mayor.
-Lo sé, bebé. Creeme que yo tampoco quiero ir, pero debo hacerlo -Trataba de convencerlo, pero lo conocía tan bien y era a veces tan caprichoso, que terminaría cediendo.
-¡Entonces llevame contigo! -Se cruzó de brazos e infló los mofletes en su típico puchero -Prometo portarme bien, además saliendo de tu trabajo podríamos ir a algún lugar -Los ojitos del albino se tornaron suplicantes y demasiado tiernos.
JongHyun soltó un pequeño suspiro, ¿Cómo decirle que no si ponía aquella carita? Era tan débil ante los encantos de Taemin, pero es que, él es tan precioso.
Acaricio el cabello del pequeño y dejo un tierno beso en sus labiecitos rosas.
-Esta bien, mi vida. Pero tienes que estar tranquilo -Taemin asintió diversas veces con entusiasmo -. Esta bien, ahora vistete, dulzura. Ponte la camisa que te regale y tus jeans negros -Sonrió de lado, mientras que el pequeño se levantaba de inmediato y corría al guardarropa.
JongHyun lo siguió y al igual que el albino, tomo su ropa, en este caso, un traje y comenzó a vestirse. Se estaba arreglando la corbata cuando sintió las manitas del menor alrededor de su cintura, en un cálido y tierno abrazo
Él moreno rió por lo bajo y termino de acomodar su corbata, girando sobre sus talones para abrazar al pequeño Minnie. Dejo un beso en los labios del menor y este correspondió gustoso, rodeando la cadera del mayor con sus piernas.
-Minnie, ahora no, bebé -Soltó una risilla con cierta picardía, recibiendo un puchero por parte del menor.
-Pero yo quiero estar contigo, puppy -La manera en la cual lo había llamado lo hizo morder su propio labio inferior, conteniendo sus ganas de no avanzar a más. Bajo al menor y lo tomo de la mano, dirigiéndose a la cocina.
-Perdoname, mi vida. Te lo debo, ¿Si? Iremos al centro comercial y te comprare todo lo que tu quieras después de la junta -El pequeño Taemin solo respondió con un pequeño "¡Yay!", dando un saltito.
Llegaron al comedor y cada uno comenzó a ingerir sus respectivos desayunos. El albino estaba muy entusiasmado, jamás había ido con JongHyun a su empresa, lo cual lo ponía ansioso.
Unos pocos minutos después, terminaron de desayunar y se retiraron hacia el auto del mayor, escuchando como Taemin se despedía de HyeMin y algunas otras empleadas.
Subieron a aquel vehículo deportivo. Taemin se coloco en el asiento del copiloto y Jong por supuesto en el de conductor. Introdujo la llave en aquel auto, comenzando a andar en este, dirigiéndose a su empleo.
En el transcurso del camino Taemin encendió la radió, cantando de vez en cuando algunas canciones que este se sabía y movía un poco sus brazos, recordando las coreografías.
Jong lo miraba a veces de reojo y disfrutaba de la dulce voz que poseía su pequeño Minnie. Amaba oírlo cantar, pero amaba más el verlo bailar y desenvolverse en la danza. Sin duda, era perfecto.
Aquel recorrido duro aproximadamente diez minutos y al llegar el azabache aparcó el automóvil, apagó el motor y salio del vehículo, dirigiéndose a abrirle la puerta al pequeño Taemin.
Le quito el cinturón y este se lanzo a sus brazos de inmediato, plantándole un beso tierno, el cual él correspondió encantado.
-Anda, bebé, vamos -Tomó la mano de Taem, entrelazando sus dedos y comenzó a caminar con él hacia aquel edificio, notando los ojitos de su pequeño abrirse con sorpresa por la cantidad de pisos que este tenia -. Tranquilo. No te separes de mi para no perderte de vista, Minnie.
-Esta bien, me quedare contigo -Su sonrisa fue bastante dulce y JongHyun sonrió al igual que él.
Llegaron al elevador y el mayor lo llamo con aquel botón, mientras que este no demoro mucho en llegar.
Se subió a aquella máquina junto a su albino, mientras que este movía un poco sus pies y tarareaba canciones que venían a su mente. El elevador llegó a su respectivo destino y ambos bajaron de este, caminando hacia su respectivo destino, la sala de juntas y a lo lejos notaron una figura más alta y un tanto fornida.
Aquel hombre se volteo a verlos; mientras que la pareja llegaba a donde él se encontraba de pie.
-¡Al fin! Jong, si que sueles demorar -Comentó con una pequeña risa el hombre de ojos grandes.
-Lo siento, no quise dejar solo a Minnie, asi que por eso lo he traído conmigo -El menor asintió, afirmando lo que había dicho Jjong -¿Esta Key por aquí? Quizá deba dejarlo con él mientras termina la junta; ya sabes, para que lo cuide.
Por su parte, el pequeño Taemin soltó el agarre de su mano con la de Jong y los dos mayores rieron ante aquello.
-¿¡KiBum hyung esta aquí!? -Dio saltitos con entusiasmo. Sus dos mayores sabían lo mucho que Taemin apreciaba a Key, ya que este igual suele cuidarlo y minarlo bastante -. ¡Quiero ir con él! Así yo te espero más tranquilo, amor -Se balanceo tímidamente sobre sus talones al llamar al moreno de aquella forma.
-Claro, Minnie. Debe estar por la oficina de MinHo. Él es su secretario -Le fue inevitable no soltar algunas risitas al azabache, provocando que MinHo se ahogase un poco -. Ven, te llevare con él -Volvió a tomar la manita de su pequeño y lo guió hasta el lugar indicado, notando a un KiBum muy entretenido tomándose fotos.
-Oh, ¡Jjong! ¡Taeminnie! -Exclamó felizmente el hombre de cabellera rubia y se dirigió hacia donde estaban los mencionados, recibiendo un abrazo por parte del albino -. Hola baby, ¿Cómo estas? -Le preguntó de manera maternal.
-Key, ¿Podrías cuidar de Minnie mientras estoy en la junta? No puedo dejarlo solo porque es muy inquieto y se perdería -Juntó sus manos de manera suplicante, provocando risas por parte de los dos menores.
-Claro que si. Anda anda, vete de una vez, Jjong. Yo cuido a Taeminnie -El pequeño albino dejo de abrazar al rubio y dejo un besito en la mejilla del azabache, mientras que este se despidió con una sonrisa y se retiro nuevamente.
-¡Key hyung! Te extrañaba -Rió un poco el menor y ambos se sentaron en el sofá que había frente al escritorio del mayor.
-Y yo a ti, Taeminnie, dime, ¿Cómo vas con JongHyun? -Apoyó su rostro en su mano cerrada, mirando con cierta picardía al albino.
-Bien. Me sigue cuidando como siempre. Me encanta pasar tiempo con él, aunque casi siempre esta trabajando -Movió sus pies mientras decía todo aquello, escuchando una pequeña risita de Key.
-Hay una manera para que te preste atención de inmediato, Minnie -Se sentó un poco más firme y apoyo su rostro en sus manos, mirando al menor, quien ladeaba su cabeza con curiosidad.
-¿Cómo, hyung?
-¿Sabes lo que es una 'mamada'? -Taemin nego con su cabezita y Key volvió a reír un poco, platicandole y explicando sobre aquella palabra.
[. . .]
Cuando por fin aquella tediosa junta término, JongHyun fue de inmediato por Taemin, ya que ansiaba ver a su bebé y además no quería toparse a su compañero JongIn, quien de vez en cuando miraba a Taem cada que este iba a la empresa para verlo.
-¡Jjongie! -Exclamó el más pequeño, corriendo a los brazos del mencionado y este lo recibió con alegría -¿Ya acabaste? ¿Me llevaras al centro comercial? -Dio unos cuantos brinquitos con emoción y una dulce mueca en su rostro.
-Claro, mi vida, por eso vine por ti. Vámonos -Tomo la manita del menor y comenzó a casi arrastrarlo por aquellos pasillos, mientras que Taemin se despedía con la mano de su hyung KiBum, recordando su explicación y sus mejillas se tornaron rojizas, pero por suerte, su novio no lo había notado.
Siguieron su camino hacia el elevador y presionaron el primer piso. Este bajo con el típico ritmo que posee el elevador y de vez es cuando la pareja JongTae se daban besos. Algunos tiernos y dulces; otros más intensos, como si Jjong quisiera comerse a su pequeño.
Y lo quería.
Pero ese no era el momento, ni el lugar. Primero debía consentirlo con lo que él pedía y en ese momento era llevarlo al centro comercial.
Siguieron caminando y cuando caminaban en la recepción, la chica que se encontraba ahí observaba al azabache de una manera un poco descarada y Taemin no pudo pasar aquello por alto, aferrándose al brazo derecho de su novio, inflando un poco sus mejillas y provocando una risilla por parte de Jjong.
Al finalmente llegar hasta el auto del mayor, este le abrió la puerta a su dulce novio. El menor se sentó en el asiento del copiloto y JongHyun en el del conductor claro esta.
Encendió el auto y comenzó a andar hacia el centro comercial. El camino fue igual que siempre; Taeminnie cantando y viendo el paisaje, mientras que el mayor se dedicaba a escuchar su dulce voz al cantar.
[. . .]
Llegando a su destino, estaciono el vehículo y bajaron de este, andando hasta la entrada del centro comercial con un Taemin bastante emocionado, tomando de la mano al azabache y arrastrándolo hasta aquella enorme tienda.
-¿Qué quieres ir a ver, bebé? -Cuestionó cuando ya estaba al lado del pequeño y caminaban tranquilamente, tomados de las manos.
-Ropa. Key hyung dijo que había visto una tienda donde había ropa bastante linda para mi -Sonrió con ampliedad el albino y siguió caminando, buscando la tienda con la mirada -. Oh, ahí esta -Soltó la mano de Jjong y corrió hasta su destino, siendo seguido por el más grande.
Entró a la tienda y vio a un lindo Taemin observando las playeras y pantalones. Amaba la forma en la que se vestía el menor, ya que aquellos pantalones tan ajustados que solía usar le daban una linda vista de su redondo trasero.
Se mordió un poco el labio inferior y sacudió su cabeza para dejar esos pensamientos de lado, decidiendo mejor ayudarle a elegir algo de ropa.
-Jjongie, ¿Cuál me quedaría mejor? -Le mostró unas blusas cortas, que dejarían a la vista su plano y níveo abdomen. Uno era rojo y el otro era negro con unos detalles color vino.
-El negro, bebé. Te veras precioso con él -Le sonrió con cierta dulzura y Taem correspondió aquel gesto y coloco la blusa elegida en el canasto donde llevaba la ropa que se probaría.
Siguió eligiendo algunos conjuntos y finalmente tomo su canasta, dirigiéndose a los probadores, seguido por Jong.
Se sentó en un sillón frente al probador donde estaba el menor y espero a que este saliera.
Le había mostrado unos cuantos conjuntos, dejando embobado al azabache.
-A-amor, necesito ayuda -Le llamo Minnie desde su probador y el mayor no tardo nada en entrar junto a él, que estaba de espaldas, mirándose en el espejo - ¿Me abrochas esto? -Señalo los listones que tenia aquella blusa azul marino y se dio media vuelta, dejando a la vista en lo que necesitaba ayuda.
El mayor tomo los listones y comenzó a amarrarlos un poco. Cuando termino, se inclino un poco para besar los hombros descubiertos del menor, sin poder resistirse a dejarle una marca morada por succionar su piel. Taemin soltó un gemido por aquella acción de su mayor y sus mejillas se pusieron rojas cuando Jjong continuo con los besos, lamidas y algunas marcas.
-J-Jong -Gimió otra vez Taemin, cubriendo sus labios para que no lo escucharan -. Y-ya -Se giro sobre sus talones, mirando al azabache.
-Lo siento bebé, no me resistí -Rascó su nuca con cierto nerviosismo, pero repentinamente sintió como Taem lo empujaba a la pared del probador y se pegaba a él bastante, sintiéndo asi el pequeño la erección aun no tan notoria de su novio -¿Qué hace-... -Fue interrumpido por una de las manitas del albino, ya que esta se posición en su entrepierna, arrancándole un jadeo.
Sin decir más, el menor frotó un poco la erección del Dino, logrando que aquel bulto resaltara bastante. Sonrió de lado y sus mejillas se tornaron rojas, recordando lo que KiBum le había explicado.
A veces su "omma" podía resultar mala influencia si lo veíamos de cierto modo.
Continuó frotando el pene de Jjong sobre la ropa tan molesta ya para el mayor. Taemin desabrocho su cinturón y su pantalón con cierta lentitud solo para molestarlo, recibiendo un pequeño gruñido por su novio. Se le notaba ya un poco desesperado y es que, Tae jamas le había hecho una mamada.
-Bebé, deja de torturarme así y hazlo -Habló con aquella voz autoritaria que solía tener con el pequeño cuando tenían sexo. Minnie solo rió por lo bajo y tiro de los boxers negros de Jong, dejando libre su dolorosa erección.
Taemin se agacho hasta la altura del miembro del contrario, tomándola con su mano y observando como estaba tan duro como una roca. Las venas sobresalían y toda la extensión estaba bastante hinchada. Acerco su boca al glande de su novio y dio una lamida lenta en la punta, provocando que JongHyun se moviera un poco y su pene topara en la mejilla del albino, provocándole toda risita tierna, pero de cierto modo, sensual.
Por su parte, el pequeño siguió otorgando lamidas en su glande y bombeando la extensión con su diestra, provocandole gemidos algo ahogados al azabache.
-J-joder Taemin, metelo a tu boca ya -Volvió a hablar con su voz tan demandante y el pequeño dio otras lamidas, introduciendo ligeramente su lengua en el orificio del miembro de Jong -Ah, mierda -Gimió y mordió su labio inferior para no hacer más notorios aquellos sonidos. No quería que alguna empleada los escuchara.
Por fin Taem introdujo toda la extensión del más alto, haciendo que este continuará mordiendo su labio inferior con algo de fuerza y es que, quería gemir más alto, pero no era correcto. Al menos no ahora.
-Mierda, Taemin. Tu boca es jodidamente caliente -Movió sus caderas contra la boquita del pequeño, embistiéndola un poco, provocando esta vez un gemido en el albino. Sintió como la lengua del pequeño recorría cada parte que alcanzaba de su pene y solo cerraba los ojos, posicionando sus manos en los cabellos blanquiceos de su pequeño novio -¿Te encanta mi verga, no? -Tae solo sonrió un poco sobre su miembro y continuo con sus acciones, mientras que Jong seguía embistiendo un poco contra su boca, logrando tocar la garganta de su precioso novio.
Y así continuó Minnie con aquella felación, escuchando los comentarios morbosos de JongHyun.
El mayor se tenso, dando a entender que no faltaba mucho para que se corriera. Iba a retirar su pene de la boca del pequeño, pero este lo detuvo y saco su miembro de su boca solo un momento.
-Correte en mi boca, puppy. Quiero probar tu esencia -Puso ojitos de perrito y volvió a introducir aquella extensión en su boca, sin dejar de mirar el rostro del mayor.
Y oh diablos, aquella imagen le pareció tan jodidamente excitante. Podría tomarle una foto y masturbarse con solo eso. Pensar en eso provoco que por fin se corriese en la boca del menor, llenando su cavidad bucal de su semen espeso y caliente.
Taemin se atragantó un poco con aquel líquido blanco, pero no removió el pene del mayor hasta que cayo la última gota, tragando y relamiéndo sus labios de una forma un tanto sexy para el azabache.
-Tu boquita es la puta gloria, bebé -Alzó al pequeño, tomando sus manitas y dejando suaves besos en todo su rostro, provocando que se sonrojara aun más.
-C-creí que lo haría mal -Soltó una suave risita, tan tierna para si quiera imaginar lo que acababa de hacer y es que Taemin poseía una apariencia totalmente inocente, lo cual le encantaba de él.
-No, mi vida. Anda, compremos toda tu ropa y vayamos por un helado -El menor no resistió a dar saltitos de alegría y coloco toda su ropa en el canasto que llevaban antes. Saco a JongHyun del vestidor a la fuerza -. Hey, yo quería verte -Comentó entre pequeñas risas y tomo la canasta donde venía la ropa que compraría para su pequeño.
Y es que después de aquel delicioso acto que realizo Taemin en los probadores, lo consentiría el día de hoy con todo lo que el pequeño quisiera.
El centro comercial se había convertido en uno de sus lugares favoritos.