El secreto de los aquelarres.
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Capitulo: 1
Cuenta la leyenda que hace muchos siglos atrás, existió un reino llamado cero
Cuyo emperador era el guerrero mas fuerte y temible de todo aquel imperio
Forjado a base de interminables guerras sangrientas que se cobro a mas de un alma inocente. Sus cimientos construidos sobre una tierra que ocultaba en sus entrañas a un monstro capaz de arrasar
Sin piedad todo aquel ser vivo que estuviese tan lleno de luz y esperanza por lograr encontrar un tesoro tan peligroso como lo era el querubín de las montañas custodiadas por unos antiguos seres conocidos como elfos y hadas quienes eran fuertes adversarios de los vampiros y licántropos-
Relato la hermosa mujer a su pequeño hijo quien le miraba asombrado y ansioso de que ella continuara, pero para su mala suerte su madre le anuncio que ya era hora de dormir. El niño hizo un pequeño berrinche en contestación a la orden dada por su progenitora
-si te duermes ahora mañana te sigo contando la historia- le prometió ella con una mirada fría y carente de emociones hacia el dulce niño de unos aproximadamente cinco años
Que con toda la ilusión pintada en sus facciones aniñadas, decidió obedecer a su madre cerrando sus ojitos y dejándose envolver entre los brazos de el dios del sueño.
Pero esa promesa nunca se cumpliría pues en el mismo instante en el que el niño finalmente se rendía al cansancio ella le miro con sorna y burla, antes de salir de la habitación sin despedirse del pequeño
Se dirigió a la habitación que compartía con su esposo y entro en silencio observando por unos momentos al apuesto hombre que ya descansaba bajo el abrigo de las mantas pulcramente acomodadas sobre la cama
-cerdo repugnante tu y ese engendro me estropearon mi bella figura- escupió con ira y asco la mujer
Yendo directo hacia donde una maleta negra y grande reposaba en el escritorio, la tomo y echo a caminar hacia la puerta de la salida, durante su recorrido por la casa hasta la puerta de entrada dejo sobre la mesa ratonera un sobre blanco perfectamente sellado
Una vez hubo logrado su cometido abandono la casa sin mirar atrás por un momento.
Dejando sin culpa alguna a un pequeño rayito de sol que dormía tranquilamente en una de las habitaciones de aquella vieja y algo mal tratada casucha
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Por otro lado en la ciudad de agoura california
En una mansión se llevaba a cabo una cena familiar alegre y amena
Acompañada de buena música y las risillas de niños de entre 4 y tres años que jugaban por todo el inmenso lugar
Las señoras platicaban sobre trivialidades y sus señores maridos sobre trabajo mientras degustaban los platillos preparados y un buen vino solo d colección y especial para la noche
Que reinaba allí entre lujos dignos de un rey
Sin saber que bajo el abrigo de la noche estrellada dos pares de ojos les observaba con satisfacción y un odio abrumador
La figura se camuflo en la noche y con sigilo se acerco hacia el gran ventanal para asustar al grupo de niños que jugueteaban felices sin saber el cruel destino y el tormento que les acechaba, en un futuro incierto por un secreto arraigado a una terrible locura sedienta de poder.
Que se cometió hace dos milenios en un lugar que aparentaba no poseer maldad alguna ante los ojos de sus visitantes.
Sin embargo los ancianos sabios de los aquelarres, eran los únicos en resguardar aquel secreto que una antigua bruja druida anhelaba poder develar, pues con ello obtendría el poder deseado para gobernar el mundo y sumirlo en las tinieblas bajo un estricto régimen de dolor y desgracia.
La figura estuvo a punto de hacer su travesura contra esos revoltosos, cuando sus ojos vieron a un pequeño en particular de unos bellos orbes nipones que le perturbaron de sobre manera
Al percatarse de que era uno de sangre pura, su quijada se apretó con ira y la incredulidad se dibujo en su rostro oculto por la cortina de seda color blanca. Negó varias veces con su cabeza
Intentando despabilar la idea que había surgido en su mente pues de saber esa información su jefa no dudaría ni un segundo en despellejarle por su ineptitud y eso no era bueno no para el
Ya que se presumía ser el mejor entre la manada del sur de clanes de licántropos
Tan sumido estaba en su mundo que no previno el sutil agarre de dos pequeños y frágiles bracitos en una de sus piernas.
Y cuando se dio cuenta bajo la mirada para toparse con una carita de rasgos coreanos que le miraba curioso y alegre con sus mejillas regordetas infladas en una tierna mueca
-que quieres mocoso- dijo en un gruñido intentando asustar a la criatura
Que para su sorpresa enseño sus colmillitos dando a conocer su naturaleza
- ¿nene? A ¿mama?- dijo soltando su pierna esperando su contestación
- -a, si, si, si. Mama lo que digas- dijo bufando pues no había comprendido nada
- El niño echo a reírse llamando la atención de sus amiguitos que fueron a ver que era lo que tanto le causaba gracia y el licántropo tuvo inmensas ganas de morir ahí mismo o ser asesinado por su jefa
- Pero en un tronar de nudillos desapareció dejando al bebe confundido, pero no le dio tanta importancia y decidió que mejor se regresaba a jugar y a si lo hizo.
- En cambio el estaba que sudaba frio, era definitivo eso no acabaría bien esos jodidos niñatos eran todos de sangre pura
- Lo cual era un verdadero problema porque su jefa desconocía que el ultimo clan de vampiros aun seguía en pie. Pero no era un clan cualquiera
- O si claro que no lo era no el clan kobayashi.
- -¿paso?- pregunto un niño de cabellera esponjosa al recién llegado
- Niño de rasgos coreanos, que solo le miro con diversión y se dedico a ignorarlo
- -nene malo- dijo con un puchero el niño de cabellera esponjosa
- Y una mueca dolida en su carita que ya empezaba a mostrar signos de querer echarse a llorar
A lo que otro pequeño pero peli rojo se acerco y le ofreció su manita
En una muda invitación a jugar que fue aceptada con una enorme sonrisa y devuelta de la misma forma
Y sellada con un golpecillo por parte de otro niño, que parecía feliz haciendo sonidos con sus manitas regordetas por todos lados
Que incluso sus amiguitos eran también parte de aquel ritual de golpecillos rítmicos en sus cabecitas
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Viernes 13 de enero de 2018