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Baile y Regalo EraserMic por Pineapple Phoenix

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Notas del fanfic:

Los personajes pertenecen al manga Boku no Hero Academy, yo solo los tomo para escribir estos mini fics.

Notas del capitulo:

Como dije fueron hechos para el intercambio navideño, ojalá y les gusten.

Capítulo único.

— ¿Y…? —

— ¿Qué quieres Midnight?

— No te hagas el inocente Eraser, ¿ya tienes preparado el regalo para Mic? — La hermosa heroína llevaba un par de minutos molestado a Aizawa por la fecha especial que sería mañana. Incluso Mic se mostraba ansioso, pero conociendo a su novio no le había dicho nada, aún.

— Eso no es de tu incumbencia Midn—

— ¡No lo es, pero todos los profesores quedamos en prepararle una fiesta sorpresa! Y como no te veo muy emocionado… — su tono de voz cambió a uno más bajo, pero su mirada era la misma de hace unos minutos.

— ¿Qué insinúas?

— Que no has conseguido nada para él ¿cierto? — Odiaba a esa mujer por ser tan perspicaz. Aizawa se la había pasado toda la semana buscando un buen regalo para su pareja, pero nada lo convencía del todo, pues ¿qué podría desear Hizashi qué no se lo pudiera comprar él mismo?

Ganaba incluso más que Aizawa, y era él quien por lo regular lo invitaba a salir y cosas de ese estilo. Por supuesto que también llegó a darle algún presente, pero fue en su juventud más que nada. Cosas pequeñas pero que Hizashi aún guardaba en su departamento. Varias veces le señaló que era un sentimentalista por aún tener esos curiosos audífonos que le dio en su cumpleaños 19, pero siempre le respondía con: “tú me lo regalaste, estoy en mi derecho de hacer lo que quiera con ellos.” Y daba la discusión por sentada.

— No he conseguido nada. — Admitió derrotado recargándose en su asiento y apartando por un momento su vista del monitor para centrarse en su compañera.

La heroína al escuchar eso sonrió de manera siniestra. Pronto se arrepentiría de haber aceptado su “ayuda”. — Entonces te ayudaré a buscar el regalo perfecto para Mic. Le haremos la fiesta mañana al terminar las clases, pediremos que nos aparten el karaoke que está cerca de aquí.

Aizawa iba a quejarse que terminarían haciendo alguna idiotez en ese lugar, pero Midnight lo tomó de la muñeca para guiarlo hasta la salida del plantel. A penas y le dio tiempo de medio arreglar sus papeles.

— Oye ¿y a dónde se supone me vas a llevar? —

— Es secreto. — respondió con simpleza. Fueron hasta su coche donde Shouta tomó el lugar del copiloto, colocándose el cinturón de seguridad. No le apasionaba la idea de salir a esas horas, pero no tenía mucho que perder en realidad, el cumpleaños de su pareja era mañana, después de todo. — Despiértame en cuanto lleguemos. —

La heroína lo ignoró, era mejor si permanecía dormido, así no la mataba antes de saber a dónde se dirigían. Condujo durante largos minutos con dirección a la parte más transitada de la ciudad. Sólo allí estaban las tiendas a las que llevaría a su amigo.

Una vez encontró lugar en donde aparcar, tomó de los asientos traseros un abrigo que le llegaba a mitad del muslo, perfecto para ocultar su traje de heroína, dejó su antifaz y acomodó un poco su cabello. Con su amigo no habría mucho problema pues siempre tuvo un perfil bajo en el mundo de los héroes. —Eraser, despierta, hemos llegado. — lo movió un tanto emocionada. El mencionado de a poco fue recobrando los sentidos. Confundido por el lugar en el que estaban. — Ya lo verás. —Nemuri adivinando sus pensamientos dijo eso para callarlo.

Ambos bajaron del auto, esquivando a personas y en silencio Shouta la seguía sin entender del todo. En esa parte de la ciudad lo más vendido era ropa y accesorios para toda ocasión ¿debería regalarle ropa? No estaba mal pero pensó que sería algo más… “distinto”. —Aizawa. — Lo llamó. — Es aquí. — Señaló un enorme edificio cuya entrada estaba después de unas escaleras. No alcanzó a distinguir el nombre del local pues su anuncio neón estaba dañado.

Tocó un par de veces la puerta, la cual fue abierta al instante, dándoles la bienvenida una trabajadora cuyo vestuario era bastante escaso, demasiado. Eraser no entendía el porqué pero tampoco se iba a poner a juzgar.
Al entrar por completo en el local se dio cuenta del lugar al que había sido llevado.

La iba a matar.

La habitación era iluminada por luces rojas y verdes, colocadas en las orillas, por lo que daba un aire erótico al oscuro local. En los aparadores había “accesorios y ropa” si, pero ¡para malditos juegos sexuales!

— ¡Tú! —Aizawa estaba por decirle ciertas cosas a la heroína pero ésta sonreía con suficiencia, sin dejarse intimidar. — Te dije que te ayudaría ¿no? Apuesto que a tu relación con él le hace falta cierta acción que por el trabajo es imposible conseguir. ¡Pero mañana es viernes! Imagina todo lo que puedes disfrutar en ese fin de semana. —

Era la última vez que confiaba en ella, en cualquier persona.
La mujer todavía se dio el lujo descaro de ponerse a observar la mercancía que ofrecían. — Mira que este de aquí es bonito. —señaló un maniquí con un arnés de cuero. Shouta estaba que echaba humo por las orejas, por lo que salió de inmediato de la tienda. Midnight no se preocupó, después de todo era ella quién tenía las llaves del auto.

— Compraré ese —.
Unos minutos después regresó a su auto con una caja perfectamente envuelta en manos. — ¿Listo para irnos Eraser? — Ni siquiera le respondió, solo la miro activando su quirk, mostrando lo molesto que estaba. — Bien. — dijo como si nada para quitar la alarma del auto y que ambos pudiesen entrar.

— Ni pienses que voy a usar lo que sea que hayas comprado Nemuri.

— ¿Oh? Pero si estoy segura que a Yamada le encantará. — dejó la caja en el regazo del Shouta. — Tómalo, te lo obsequio, si lo utilizan o no ya es problema suyo.

El resto del camino se la pasó en silencio, uno muy tenso. La heroína lo dejó en su departamento despidiéndose como si nada hubiese pasado esa noche. Aizawa, muy a su pesar terminó aceptando esa estúpida caja, la cual dejó en la parte de arriba de su armario, para que nadie viera.

Según el reloj en su cuarto ya eran las 02:35 de la mañana, y aún tenía que dar clases el día siguiente, sin contar con la dichosa fiesta. Se dejó caer en su cama, hundiendo el rostro en la almohada más cercana. Su pequeño gato negro fue con él para hacerle compañía. O pedirle comida, la segunda más que nada. Aizawa se levantó para alimentar a su mascota, revisando de paso su celular. Tenía cinco mensajes, tres de Hizashi, otro de 13 y el último de Midnight. Ese decidió ignorarlo por el bien del aparato.

El mensaje de 13 era un simple: “Imagino que Nemuri ya te avisó, pero por si las dudas te aviso que la fiesta para Present Mic será a las 8, no llegues tarde.”

Lo dejó como leído y pasó con los de su pareja:
“Shouta!!! No olvides que mañana es mi cumpleaños <3”
“Estaré esperando tu regalo!!!! Te amo!!!”
“Uhm! Ya que no respondes supondré que te quedaste dormido. Descansa Shou—chan!!!! ¡¡¡TE AMO!!!”

Aizawa no pudo evitar que una sonrisa adornara su rostro, aunque fuesen mensajes casi podía escuchar su ruidosa voz al otro lado de ese aparato. Decidió responder con un simple “Estaba ocupado, claro que no olvide la fecha. Descansa Hizashi.” Dejó cargando su celular y se decidió a dormir. Ya después pensaría en qué obsequiarle.
Al día siguiente todos los alumnos estaban de acuerdo en algo. Aizawa se veía más aterrador que de costumbre, y no sabían el porqué.

El no dormir bien afectaba al profesor, por ello es que siempre cargaba con su bolsa de dormir, pero entre tanto ajetreo de ese día no había podido dormitar ni un poco. — Y con esto termina la clase, dentro de pocas semanas iniciarán sus exámenes así que espero estén preparados. Pueden irse. —

Su horario de trabajo había sido cumplido, eran las 5:10 de la tarde, aún le quedaba tiempo para improvisar algo, sólo debía ser muy optimista. Demasiado.

Para no pasar el mismo momento bochornoso del día anterior esta vez le pidió ayuda a 13. Había aceptado llevarlo al centro comercial pues el había sido el encargado de llevar las bebidas, por lo que no sería un problema. Para evitar problemas se reunirían dentro de dos horas junto a la fuente principal, después cada quien fue por su lado.
Aizawa caminó y entró en varias tiendas durante un largo tiempo, pero como las veces pasadas no encontraba nada que le gustase regalar. Estaba por darse por vencido cuando vio una pequeña tienda al fondo del corredor. Probablemente luego lo lamentaría, pero era su última opción —no estaba tan desesperado como para usar lo que sea que haya comprado Nemuri en esa tienda—.

Las dos horas pasaron y ambos héroes se reunieron. — ¿Pudiste encontrar algo para Mic? — Preguntó cargando con varias bolsas llenas de botellas de licor. Aizawa señaló el paquete que traía atorado entre su brazo y cintura, su mano sobrante cargaba con otro paquete más grande aún, aunque se notaba más ligero.

Como pudieron acomodaron las cosas en el coche de 13 y regresaron al lugar de la fiesta. Antes haciendo una parada especial.
Eran las 7:43 y ya tenían casi todo listo, solo faltaba el invitado estrella. Entre pláticas triviales, los héroes se fueron relajando y disfrutando de la música y bebida. Hizashi, como era propio de él entró al lugar de manera estruendosa.

Todos los saludaron con un ¡¡Feliz cumpleaños Yamada!! Sin perder tiempo también se unió a la ronda de tragos. Las botanas y comida desaparecían tan rápido como llegaban a su mesa. Hizashi estaba muy feliz, se notaba a kilómetros. Feliz porque todos sus amigos y pareja estuviesen presentes ese día.

El alcohol poco a poco se acababa y junto a eso, la timidez de los presentes. Quienes al principio se mostraban reacios a participar en el karaoke terminaron cantando a todo pulmón y las risas inundaron el lugar. Muy pocos tenían el don para cantar pero eso no evitó que se divirtieran.

Hizashi también mostró sus habilidades como Dj, sabrá dios de donde la sacaron. Incluso Shouta se divirtió bastante, ¿y cómo no hacerlo cuándo todos estaban haciendo el ridículo? Sobre todo su novio.
En ocasiones Hizashi le robó uno que otro beso durante la fiesta, siempre acompañado de “Owww”, “¿Cuándo la boda?”, “¡No presuman frente a nosotros!” y un coro de risas, los ignoraba, la sonrisa de su pareja le era más que suficiente para divertirse junto a los demás.

Cuando el ánimo fue disminuyendo decidieron que era hora de entregarle los regalos.
— ¡El mío primero! — Dijo PowerLoader, le entregó una pequeña caja a penas adornada con papel azul. Mic rápidamente quitó la envoltura y casi chilla de emoción al ver una radio personalizada. — Dijiste que habías roto la tuya por accidente. — Explicó, el héroe le agradeció por el presente y los demás se animaron a darle sus obsequios. Entre ellos destacaban discos de vinilo, reproductores de música, un kit completo para limpiar las gafas, cafetera y condones, que rápidamente fueron reemplazados por unos guantes de cuero nuevos. Hizashi no se cansaba de agradecer por cada uno de los regalos ofrecidos. Y claro, no faltó el observador.

— ¡Aún falta Eraser de entregar su regalo!— Seguido de un coro. Eraser solo bufó dejando su bebida de lado. Se levanto de su asiento para ir directo a donde estaba Yamada, dándole un beso que por unos segundos lo dejó sin aliento. — Tu regalo te lo daré cuando estemos en tu casa. —

Algunos se rieron por ese atrevimiento de Aizawa y otros lo corearon siguiendo con las burlas.
Ya avanzada la noche tuvieron que dejar el lugar, todos despidiéndose para dirigirse a sus respectivos hogares, entre Hizashi y Shouta tuvieron que meter las cosas al auto del primero. — Fue muy entretenido ¿No, Shouta? —

Este solo asintió, colocándose en el lugar del copiloto. El hogar de Mic no quedaba muy lejos por lo que no tardaron más de unos minutos en llegar. Después de aparcar, Yamada se dio el lujo de recordarle su afirmación anterior, sobre el regalo. —Shouta ¿de verdad me darás mi regalo aquí? — preguntó con un falso tono inocente. — Si, espero te guste, la verdad no sabía que regalarte. — Admitió una vez entraron a su casa. Aizawa fue el primero en encender la luz de la habitación, dejando que viera su “regalo”.

—Shouta… de verdad es para mí?! —Mic, como si fuera un niño pequeño corrió hasta el otro extremo de la sala al ver el obsequio. Eran un par de loros, y no cualquier tipo. — ¡¿Son ninfas?! — Las aves que hace unos segundos estaban dormidas abrieron sus ojos mirando curiosas su entorno. Aleteando un poco, Hizashi estaba hipnotizado por los animalitos.

— Hace muchos años me dijiste que siempre quisiste tener una cacatúa, pero pensé que sería demasiado ruidosa. Así que pensé… Esas son muy parecidas, y si parecen a ti. — Explicó mientras acomodaba los regalos en la mesa. — ¿Te gustan? —

— ¡¿De verdad lo preguntas Shou—chan?! ¡¡Son increíbles!!— Por unos segundos alejó su atención de las aves para dirigirla a su pareja y abrazarlo mientras lo besaba. — ¡Gracias, Shouta! —

Durante los próximos minutos no se cansó de agradecerle y mirar a las aves, eran muy adorables.
Después de toda la emoción de ese día fueron a dormir, Hizashi abrazando la cintura de su pareja y repartiendo suaves besos en el cuello de este. Nada con morbo, simplemente demostrándole por medio de ese contacto cuanto lo quería y amaba.

Aunque seguía siendo el día especial de Hizashi, no iba a pasar nada si lo consentía un poco ¿cierto?

Semanas después de la celebración en el karaoke, Hizashi y Shouta se relajaban un poco de las clases en el departamento de Aizawa. Uno revisando los exámenes escritos que había realizado y otro viendo un programa cualquiera en la Tv.

— Hace frio, ¿tienes unas mantas Shouta? — Sin dejar de mirar los papeles le señaló el ropero donde las guardaba. Sin esperar más indicaciones el rubio fue por ellas, estaban en la parte superior del ropero, no le costó mucho alcanzarlas pero por jalarlas terminó tirando una caja. No lo iba a tomar importancia si no fuera por la curiosa envoltura que tenía. Siendo él una persona curiosa comenzó a inspeccionar su contenido.

Aizawa al escuchar que algo se caía y que se estaba tardando bastante en regresar pensó que había tirado algunos de los juguetes que había comprado para su gato, por lo que fue a ayudarle.
—Mic ¿necesitas ayu… — En el cuarto lo esperaba su pareja mirándolo de manera divertida, sosteniendo en sus manos un arnés de cuero, en el suelo también habían botellitas de colores y otras cosas que no vale la pena mencionar.

— N-no es lo que piensas.


— ¿No, y qué se supone estoy pensando Shou-chan? —
En esos momentos maldecía no haberse deshecho de esas cosas. No tenía que ser un genio para saber lo que la mirada de Hizashi reflejaba.

 

Notas finales:

Sé que no es exactamente lo que pediste, pero espero te haya gustado de igual forma.


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