En un cuarto vacío un rubio de mediana edad veía por la ventana con tristeza, sentía un enorme vacío en su pecho.
Por sus suaves mejillas escurrieron cristalinas lágrimas, sentía culpa y remordimiento, había abandonado a su familia por una vida tan vacía como esa.
Era un egoísta, lo sabía mejor que nadie, pero todo lo hacía por amor…
Él era Minato Namikaze, un hombre de 28 años.
Tenía una familia que consistía en su bella esposa, Kushina Uzumaki, ella había sido la persona que más quería desde que eran pequeños. Pero ahora la había abandonado vilmente, y solo por los deseos egoístas de su corazón.
Desde hacía un tiempo, él había estado enamorado del esposo de la mejor amiga de Kushina, ese hombre se llamaba Fugaku Uchiha, desde el primer momento en el que cruzaron miradas un deseo inimaginable surgió en ambos.
Minato era completamente consiente de que Fugaku también sentía algo por él, y fue por eso que tiempo después, cegado por sus deseos acepto ser su amante y abandonar a su esposa.
En esos momentos estaba en una de las mansiones de Fugaku, sostenia su teléfono celular fuertemente.
Un mensaje de Kushina estaba en la pantalla.
De: Kushina
Para: Minato
“Minato, soy yo otra vez… Siento molestarte, no volveré a hacerlo.
Solo quería informarte de algo…
Estoy embaraza, aunque creo que eso tampoco te interesara.
No quiero volver a verte.”
De pronto el rubio se derrumbó por completo, amargas lágrimas escurrían de sus mejillas sin piedad.
La culpa no lo dejaba en paz, él en verdad quería a Kushina, pero no la amaba.
—Soy la peor de las escorias, ¿verdad, mi querida Kushina? —susurró con tristeza mirando aquel mensaje.
—¿Qué tanto dices, Minato? —
Un hombre imponente y de negros cabellos entro en la habitación, parecía no entender la escena que estaba presenciando.
—Bueno, supongo que eso no es de mi interés. Aunque, Minato, ¿Qué haces en este cuarto vacio? Tienes toda la mansión para ti —
—Me gusta aquí —
—Si tanto te gusta, lo mandare a amueblar —
—Fugaku… —
— ¿Si…? Minato, estas raro, ¿te sucede algo, verdad? —
—… ¿Cuándo dejaras a Mikoto? —
Esa pregunta hizo que Fugaku cerrara la boca, el silencio de pronto se volvió incómodo para ambos.
—Y-ya veo… —
—Minato, ten paciencia, pronto lo hare. —
—…Si tú lo dices —susurro el rubio mirando por la ventana con tristeza.
“Es obvio, no soy el dueño de tu corazón.”
—Créeme, lo hare pronto. Tú bien sabes que las cosas con Mikoto no van bien, tu eres la persona que quiero… —
— ¿Por qué no la dejas lo antes posible? Yo deje a Kushina… —
—Pero tengo un hijo de 6 años, es mas complicado. —
—Creo que tienes razón, seré paciente, Fugaku —
—Así me gusta, ya verás. La dejare en cuanto tenga la oportunidad y seremos felices juntos —
Fugaku salió de la habitación sin decir nada más, Minato cerró los ojos fuertemente y se recargo en la pared.
En una de sus manos estaba su teléfono con el mensaje de Kushina, y en la otra el periódico con un anuncio importante.
"¡EL MATRIMONIO UCHIHA MAS VIVO QUE NUNCA!
La feliz pareja de empresarios está mejor que nunca. Mikoto Uchiha informo a los medios su reciente embarazo…”