Diez años habÃan pasado, diez años desde la ultima vez que Yoongi vio a Hoseok, ahora Min Yoongi de 22 años, residente de la ciudad de Seul, empleado de una cafeterÃa y estudiante de la facultad de letras habÃa cambiado no solo su corte de cabello, también su actitud arrogante y agresiva, hoy era tranquilo, reservado y muy callado, habÃa ingresado a la universidad con las mejores notas de su clase, música, libros y café, era todo lo que rodeaba a Yoongi en su tranquilo mundo.
— ¡Otro famoso capuccino de Yoongi! — Gritaba una orden un compañero del trabajo de Yoongi.
—¿Por que le llaman asà ? — Pregunto una joven que al parecer era nueva en el negocio.
— La gente dice que pueden ver cerezos flotando cuando pruebas su café, lo hace con ampr.
—¡Ya! cállate Kook— Golpeo  Yoongi la cabeza de su joven amigo con la libreta donde tomaba ordenes.
— Solo digo la verdad... amargado— Soltó Kook mientras salia atender otra mesa, Yoongi servia su famoso café cuando algo llamo la atención en una de sus mesas, un joven que al parecer disfrutaba de uno de sus cafés, ese perfil... esa sonrisa... puso la piel de gallina del pelinegro, negó varias caves saliendo de aquel trance para meterse a la cocina de inmediato.
Cuando salio, noto que el joven ya se habÃa ido, pero la duda aun seguÃa en la mente de Yoongi.
—No lo creo ... — Suspiro resignado, Yoongi recordó cuanto tiempo espero volverlo a ver, aun tenia la esperanza de hacerlo, incluso recordó que en su infancia le habÃa pedido a Santa que en vez de juguetes dejara ver una vez mas a Hoseok..."tonto" pensó Yoongi y sonrió al recordad esos absurdos recuerdos.
El dÃa habÃa pasado con tranquilidad después de la supuesta aparición de la persona que Yoongi habÃa imaginado, sus clases en la universidad eran entretenidas como siempre, Yoongi habÃa decidido estudiar letras, querÃa ser un editor de algún libro, ya que el no tenia el talento necesario para escribirlo, querÃa ayudar a una persona que escriba cosas hermosas a que esas cosas hermosas lleguen a otras personas, querÃa encontrar a Hoseok y proponerle tal vez algún dÃa publicar su libro, ya que recordó el poema que Hoseok habÃa dejado ese dÃa en su pupitre.
El dÃa empezaba hacerse frió, la tarde iba cayendo y con ella el sol, era hora de volver a casa, en el transcurso al metro Yoongi recordó al joven de la cafeterÃa, se parecÃa a el, de seguro Hoseok estarÃa igual a ese chico, quizás es asà de guapo... Yoongi soltó una pequeña risita al escuchar sus propios pensamientos, se estaba volviendo loco.
— TonterÃas ... — Suspiro Yoongi y empezó a caminar, los cerezos florecerÃan el próximo mes, y a Yoongi le gustaba verlos, supo de alguna forma que era una de las actividades favoritas de Hoseok cuando era niños, en ese entonces a Yoongi no le parecÃan la gran cosa, pero ahora era el espectáculo mas hermoso que veÃa todos los años, el amor, los niños jugando al rededor de los petados y personas sonriendo al verlos florecer era el acto mas maravilloso de la tierra.
Después de llegar a la estación del metro, puso sus audÃfonos y empezó a camina, hasta que la pierna de alguien lo hizo tropezar casi cayendo al sueño hasta el punto que sus audÃfonos salieron volando.
—¿¡Que te pasa idiota!? ¡FÃjate !— Reclamo Yoongi a lo cual solo vio la cabeza de un joven que al parecer estaba apenado pidiendo disculpas, el joven se encontraba sentado pero habÃa estirado la pierna en dirección a donde las personas transitaban.
— Lo siento mucho señor, pero mi pierna se habÃa dormido y solo querÃa que despertara otra vez —La voz del chico sonaba temblorosa y tÃmida, cuando el chico levanto la cara Yoongi se quedo perplejo en ese momento... era ¿ el? ... la mirada del chico estaba perdida, en una sola dirección ...pareciera que estuviera...
—Ciego .... —Susurro Yoongi para si mismo pero se percato que el chico lo escucho y sonrió.
—Efectivamente señor, soy ciego — El chico mostró el bastón que ocupaba para movilizarse, pero no fue lo único que impacto a Yoongi, si no esa sonrisa, no podÃa creerlo, esa sonrisa que solo habÃa visto una vez.... y es ciego ... eso no podÃa ser cierto, tal vez fue un error y solo se parecÃan demasiado.
—Disculpa....¿ cu-cual es tu nombre?— Pregunto Yoongi con la voz temblorosa, no querÃa escuchar su nombre la necesidad de saberlo era de vida o muerte, su garganta se cerraba cada vez mas tanto que le costaba tragar, su respiración se entrecortaba, rezaba porque no fuera quien pesaba que es.
— ¿ Por que quiere saber eso ? — Pregunto el chico con dudas.
— Porque necesito disculparme correctamente por mi descortesÃa —Contesto Yoongi.
—En ese caso, soy Jung Hoseok—Sonrió el menor, y eso hizo que el mundo de Yoongi se viniera abajo, ¿ en serio era el ? ¿ en serio era Hoseok? y estaba ...ciego... Yoongi no podÃa creer que aquel chico sonriente ... fuera el, tal vez solo es una cruel coincidencia de que el chico fuera idéntico a el, se llamara como el y que su sonrisa fue la misma.
— Hoseok, l-lo lamento — Susurro apenas Yoongi y Hoseok sonreÃa.
— No se preocupe, fue mi culpa.
— Po...podrÃas aceptarme un cafe, aquà en la estación hay un pequeño puesto, esta justo detrás de ti, es para compensar mi torpeza— Mintió Yoongi, ya que el café tenia otra intención, averiguar si era Hoseok un cien por ciento, noto como Hoseok dudaba y el estaba cada vez mas nervioso —No te preocupes, no soy una mala persona, solo para no sentirme tremendamente mal — Hoseok sonrió y asintió dulcemente.
—Esta bien señor, ademas su tono de voz me dice que usted es una muy buena persona— Hoseok extendió su bastón y empezó a caminar, mientras Yoongi aun no podÃa creerlo se negaba aceptar que ese era Hoseok y que ¿ fue su culpa ? no puede ser.
Cuando ambos estaban sentados en la pequeña mesita del pequeño puesto con sus bebidas Yoongi se disculpo una vez mas.
— En serio, lo lamento mucho Hoseok.
— No se preocupe—Se limito a decir el castaño mientras tomaba un sorbo de su chocolate caliente ya que eso era lo que habÃa pedido.
— ¿ Puedo hacer una pregunta algo imprudente ?— Pregunto Yoongi y Hoseok asintió sonriendo.— ¿ Como paso? ...claro si no te molesta hablar de eso— Hoseok sonrió ante tal pregunta.
— Sabe, jamas le he confesado a nadie como paso, es mas ni siquiera a mi madre—Hoseok hizo una pausa mientras la sonrisa melancólica seguÃa en su rostro. -Pero es algo extraño usted me hace sentir mucha confianza y eso es raro, solo me paso una vez con alguien... hace mucho tiempo cuando era niño, un compañero de clases me jugo una broma, cayo algo sobre mis ojos y cuando me quitaron las vendas el doctor me dijo que ya no podrÃa ver jamas - A Yoongi se le congelo la respiración sus labios temblaban al igual que sus manos, el habÃa provocado eso y ahora Hoseok lo odiaba, y lo tenia merecido.
—Me...me imagino que ese niño... tuvo su merecido — Susurro con la voz entre cortada el mayor y Hoseok negó.
— Jamas lo acuse... no podÃa hacerlo, aun que estuvo mal lo que hice, se que en el fondo el lo siente ... lo único que lamento es no poder ver como florescer los cerezos junto a el, ya que me lo habÃa prometido— Las ganas de lloran invadÃan a Yoongi, varias lagrimas al fin se desplazaban por sus mejillas, se sentÃa la peor escoria del mundo ¿ como es posible que Hoseok fuera asÃ?'¿ por que era tan bueno con una persona como el ? - Pero ... me disculpo señor.. no le pregunte su nombre - Soltó una risita Hoseok algo nervioso y Yoongi limpio sus lagrimas, por un momento Yoongi se quedo pensando, ¿ que pasarÃa si Hoseok se enterara que esta tomando café con el ser mas despreciable del mundo? ... asà que no le toco otra opción.
—Soy Jeon Jungkook — Mintió usando el nombre de su amigo, aun no tenia el valor para decirle la verdad, Hoseok sonrió tan dulcemente, Yoongi aprecio la sonrisa mas hermosa que habÃa visto, era la misma que lo atrapo y confundió cuando era niño, ahora no tenia mas dudas, era el.
— Es un hermoso nombre, muchas gracias por el café Jungkook—Agradeció Hoseok y se paro de inmediato— Pero es tarde y me tengo que marchar — Yoongi se ofreció llevarlo a su vagón y Hoseok accedió encantado.
Después de ver como de nuevo Hoseok partÃa en el vagón, Yoongi se quedo parado, pensando en la horrible persona que era, en el despreciable ser humano que seguÃa siendo por mentirle, pero no tenia el valor de decir que era Min Yoongi, el ser que por su estupidez impidió que viera los cerezos otra vez...
Ese dÃa a Yoongi se le habÃa destrozado el alma al ver a Hoseok.
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