Durante toda su vida, Baekhyun ha sido un chico sencillo de pueblo, al que no le gusta las situaciones diferentes o fuera de lo que comunmente está acostumbrado.
Todo en su vida está bajo estricta planificación, desde su día a día con su horario semanal, que marcaba cada actividad por cada hora (incluyendo sus comidas) hasta su propia vida, la cual se resumía en el cumplimiento de ciertas metas.
Estas metas estaban escritas en un pequeño cuaderno, donde escribía los pasos de cómo lograrlas.
Este año era especial, con 19 años recién cumplidos, le había llegado por fin su carta de ingreso a una de las mejores universidades del país ubicada en la soñada gran ciudad.
En dicha carta, llegaba una invitación para que iniciara un curso de preparación y adaptación al ambiente de la universidad con duración de cuatro meses.
Ello implicaba mudarse a la ciudad, en algún lugar cerca de la universidad.
Por suerte, vivía solo en un departamento ubicado en un pequeño edificio y tenía ahorros de un trabajo a tiempo completo al que se dedicaba los fines de semana, más otros de medio tiempo que hacía después de estudiar.
Con ese dinero, pensaba mudarse a la ciudad, a un pequeño departamento alquilado que mantendría con su trabajo de medio tiempo -que ya conseguiría- ese sería otro objetivo por apuntar en su cuaderno de metas-
No tenía amigos cercanos, pues debido al estudio y a sus múltiples trabajos, era poco el tiempo dedicado a socializar.
Le consoló bastante el hecho de tener pocas personas de las cuales despedirse.
- ¡Baekhyun! - Una voz familiar resuena en toda la casa, era la voz de su tía, bueno, él la llamaba tía, pero en realidad, era la casera de esos pequeños departamentos donde él comenzó a vivir cuando sus padres murieron.
Era una señora de uno cincuenta años, la única, considerada familiar para Baek, era una señora muy amorosa que lo consideraba como un hijo.
-¡Ya voy, tía!- Dijo sentado sobre su maleta, intentado cerrarla desde hace varios minutos -Solo dame unos segundos ¡Estoy domando a la bestia!-
Cuando por fin consigue cerrarla, baja emocionado las escaleras, aunque al ir acercándose a su tía, pensó en que sí le dolería dejar a alguien en este pueblo cuando se mudara hoy.
-Baek, hijo, tu transporte llegó, deja que te ayude con tu maleta. - Le dijo mientras salían los dos fuera de los departamentos.
Como cualquier tía amorosa, se acercó rápidamente a ayudar a Baekhyun, pero este negó su ayuda riéndose.
-Tía, no te preocupes, yo soy fuerte... -Dijo guardando su maleta en la parte trasera del carro. Se giró hacia la casera, dándole un cálido abrazo de despedida.
-Muchas gracias por acogerme y ayudarme cuando nadie más lo hizo... Serás la persona que más extrañe de aquí. -Comentó con los ojos llorosos.
Su tía, arreglándole el cuello de la camisa, le dió un beso en la mejilla como despedida.
-Hijo, cuando regreses a verme, debes ser el profesional que siempre has soñado ser.
Baekhyun respondió con una sonrisa.
-No te preocupes, no te defraudaré. -Dijo entrando en el auto contratado.
Mientras el carro avanzaba, Baek miraba hacia atrás, viendo el pueblo donde se había criado y crecido.
Estaba dejando todo atrás para irse a la gran y majestuosa ciudad.
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Había pasado una hora, estando en mitad del campo todavía, Baekhyun e encontraba entre sus pensamientos, peguntándose si no se olvidaba nada o qué era lo primero que haría al llegar a la ciudad.
El camino se volvía cada vez más extraño, llegaron a un punto en que el coche ya no iba por carretera, sino, por tierra.
- Señor... ¿Está seguro qué es el camino correcto hacia la ciudad?- Preguntó el joven, extrañado, mirando al chófer con curiosidad.
De repente, el auto se detuvo y Baekhyun se temió lo peor.
-Usted no es el señor que contratamos...-Dijo con miedo, los seguros se bajaron de inmediato. -¡Qué le hizo al propietario de este carro! !Déjeme salir!- Intentó romper la ventana y abrir desesperadamente la puerta, pero era imposible.
-Escúchame mocoso, vas a estar callado y vas a darme la llave de tu maleta.
-O..-Se atrevió a enfrentar al criminal-¿¡O si no qué!?
Una pistola se puso en la frente de Baekhyun como respuesta al atrevimiento de este.
-Dame la llave, no intentes llamar a la policía- Le hizo una señal para que le entregara el teléfono. El joven accedió con lágrimas en los ojos a entregarle el móvil y la llave.
El hombre salió del coche, asegurándose de dejar encerrado a Baek dentro.
Comenzó a sacar cosas de la maleta, dejando por el suelo todo lo que parecía inservible para él.
Baekhyun sentía las piernas paralizadas y su voz no salía.
El criminal abrió la puerta del coche y lanzó hacia afuera al joven, haciendo que cayera sobre su hombro.
Del miedo, se cubrió el rostro. Este le golpeó con la empuñadura de la pistola, dejándole noqueado. Subió al coche, lanzó la maleta saqueada y se marchó.
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-¿Crees que sigue vivo?- Pregunta una voz que parecía preocupada y temblorosa.
-¡Por supuesto que sí! - Respondió una voz que a diferencia de la otra, mostraba confianza de sus propias palabras. -Solo observa- Con una rama comenzó a darle pequeños toques al brazo del joven desmayado. -¡Aún respira, no está pálido, ni huele mal!
Baekhyun abrió los ojos poco a poco, sin saber qué pasa ni saber de quiénes eran esas voces.
Se encontró a un joven de grandes ojos y labios en forma de corazón, que lucía sorprendido al verlo despierto.
Por otro lado, estaba su acompañante, un joven de sonrisa gatuna y cejas peculiares que lo observaba con alegría.
-Oh, te lo dije, Soo. -Comentó mirando a su amigo. -Está vivo, confundido, pero vivo.
-¿Estás bien? -Dijo Kyungsoo dándole la mano a Baekhyun para levantarlo del suelo.
- Sí... Gracias... -Este accedió a la ayuda del pelinegro y logró ponerse de pie. Puso su mano en la cabeza, pues comenzó a sentir un fuerte dolor y pesadez.
-Amigo ¿Qué te ha pasado? - Pregunta el castaño. -No solemos encontrarnos a un desconocido durmiendo en mitad del camino al pueblo.
Baekhyun miró alrededor del lugar, estaba en una especie de bosque.
Cerró los ojos, intentado pensar.
-Yo... - Comenzó a recordar todo lo sucedido- ¡Mi maleta! ¡¿D-Dónde está?!
Ignoró a los dos chicos, que se quedaron mirando al desesperado Baekhyun dirigiéndose hacia la maleta abierta tirada por el suelo.
-Mi laptop, mi teléfono, mi tablet, mis ahorros.. T-todo se lo llevó... -Comenzó a buscar entre su ropa, y no había nada. Se giró hacia los extraños. -¡Rápido, rápido! ¡Necesito un celular! ¡Por favor! ¡Tengo que llamar a la policía!-
Kyungsoo y Jongdae se miraron y regresaron su mirada al joven perdido.
Jongdae se reía y Kyungsoo, quien miraba confundido a Baekhyun, solamente le dijo:
-¿Qué es un celular?-