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Cheque Al Portamor ||Brusnop|| por AndiePerry

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Notas del fanfic:

--> La historia está basada en una canción de Melendi, titulada, "Cheque Al Portamor". 

Aquella noche te estuve esperando en casa, con mi amor cegándome por completo.

Es bien cierto que el dinero no me llueve. No tengo una lujosa mansión, cuatrocientos coches, un enorme jardín con piscina, ni un campo de golf. Mi paga semanal no es muy alta, así que, me hizo falta ahorrar cinco meses para poder comprar el pequeño objeto de oro circular con una ligera inscripción.

No tengo millones para darte, pero si tenía amor para demostrarte.

Al día siguiente llegaste a nuestro pequeño departamento, olías a perfume caro y tus nervios se notaban a lo lejos. Fui directo a regañarte y tú me esquivaste para caminar directo hacía el cuarto que compartíamos.

Al llegar a la habitación y ver lo que hacías me alarme, no entendía porque metías tu ropa en una maleta. Mi pregunta no tuvo respuesta. No tenías demasiadas cosas, así que no tardaste mucho en guardarlo todo. Te levantaste y llegaste al salón conmigo pisándote los talones y preguntándote que pasaba.

"Educadamente te daría un consejo

Que probablemente todavía no sabes

El demonio sabe mucho más por viejo

Que por ser el rey de todos nuestros males

Con la realidad te vas a dar de bruces

Si piensas que un euro es mejor que un detalle

Porque una ventana que da un patio luces

Puede brillar más que una que da a la calle"

Al llegar, un hombre un poco más bajo que yo, me sonreía incrédulamente.

Te ibas, me dejabas por un ricachón, desechabas mi amor.

Dejaste tu maleta olvidada cuando intentaste sacar a tu “nuevo” novio, -- Quien se peleaba conmigo. --, de "mi" casa. Volviste a entrar a por ella, sin mirarme, parecías triste. "Adiós" me dijiste. Espero, que, al abrir tu maleta, encontraras el anillo con el que tenía planeado pedirte matrimonio.

"Y ahora vete en busca de aquella cartera que sostenga

tus tratamientos de belleza mientras tengas

Porque sabrás que eso no dura eternamente, amigo mío

Así que vete

En busca de cada delirio de grandeza

Y si la vida te endereza

Y tu caballo ganador se te despeña

Recuerda que tú rechazaste ser la flor para mi vida

Por ser solo un pétalo en la de ese tipo"

Habían pasado ya unas semanas desde tu partida. Tus fotos, tu perfume y alguna que otra pieza de ropa seguían en el último sitio donde tú las dejaste.

Volvía a estar solo.

Danny me llamó, se enteró de la noticia. Saliste por la tele, dándole la mano a aquel hombre. Me invitó a unas cervezas y por muy borracho que estuviese, me acordé perfectamente de lo que pasó anoche. Quise desahogarme con Danny, pero él no me lo permitió.

"Que pena me das niñito consentido

Con tu cheque falso al portamor vencido

Aunque pensándolo bien

¿Cuál sería nuestro futuro?

Tú que prefieres un peso a un beso

Y yo no tengo ni un puto duro

Tú que solo comes hojas y yo solo carne roja

Yo vivo en un cuento chino y tú en una peli de Almodóvar

Tu que presumes de ateo, mientras yo vivo de la marea

Un dios puso en mi garganta"

Le pedí perdón por lo sucedido y le di las gracias por no haber aceptado mi propuesta. Me dijo, que esta vez quería hacer las cosas correctamente. Quería volver a enamorarme y creo, -- Aunque puede que más tarde me arrepienta. --, que se lo permitiré.

Danny sabía que llevaba mucho tiempo esperando que alguien me llamara para tocar en algún local. Habló con un amigo y consiguió que tocara la guitarra en una fiesta de ricos, me pagarían muy bien por eso.

"Y ahora vete en busca de aquella cartera que sostenga

tus tratamientos de belleza mientras tengas

Porque sabrás que eso no dura eternamente, amigo mío"

Al llegar a la fiesta estabas hay, te disté cuenta de mi presencia y te me quedaste mirando, yo, sin poder evitarlo, hice los mismo. Danny, que decidió acompañarme, siguió mi mirada. Su expresión tranquila cambió a una de enfado al verte. Pasó su brazo por mi hombro y me dirigió hasta el pequeño escenario, mientras, me dedicaba palabras de confort. De verdad que se lo agradecía. Pude ver tu cara cuando te disté cuanta de mi acompañante, parecías triste, pero, si tú me cambiaste, ¿Por qué yo no puedo cambiarte a ti?

Danny cantaba y yo tocaba la guitarra. Su voz y el estar a su lado me trasmitía paz, me transportaba a tiempos pasados junto a él, momentos que fueron realmente felices. Ya no me importaba verte feliz con otro, ahora, lo único que me importaba, era ser feliz.

"Así que vete

En busca de cada delirio de grandeza

Y si la vida te endereza

Y tu caballo ganador se te despeña

Recuerda que tú rechazaste ser la flor para mi vida

Por ser solo un pétalo en la de ese tipo"

Deje de concentrarme en mi alrededor, simplemente, escuchaba lo que tocaba, acompañado de la voz de Danny.

No me di cuenta y ya habíamos tocado 4 canciones, tú ya no estabas por allí. Danny agarró mi mano, nos despedimos y nos fuimos.

Pensé que me llevaría a mi casa y después él se iría a la suya, pero no. Él, había reservado para un restaurante, el primer restaurante al cual me llevó a cenar para nuestro primer "mesiversario". No pude contener mi sonrisa. Después de todos los malos momentos que vivimos y después de todos estos años, aun se acordaba.

Una vez acabamos de cenar, me agarró de las manos, me miro a los ojos y empezó a hablar. – Se que lo hice mal. Siempre estábamos en desacuerdo y las cosas no iban bien. Decidí largarme sin más y dejarte completamente solo. Al volver y verte con alguien más..., fue la peor sensación. Me sentí horrible, pero al mismo tiempo feliz de que tu estuvieses bien.

De verdad agradezco que me perdonaras, aún que solo fuésemos amigos..., estaba cerca de ti y podía cuidarte. Esa era mi única prioridad.

Cuando vi a aquel chico por la tele supe que las cosas no habían salido bien, sé que le ibas a proponer matrimonio, y al verlo de la mano de otro, me imagine lo peor. Pensé en llamarte unas cuantas veces, pero ¿Cómo ibas a querer ayuda de alguien que te hizo prácticamente lo mismo?

Pasaron los días y ya no ibas al trabajo. Decidí llamarte e invitarte a unas cervezas, creí que no ibas a aceptar.

Cuando te dije que quería hacer las cosas correctamente, es porque no quiero que las cosas acaben mal entre tú y yo. Fui un idiota al dejarte y un cabrón al pensar que al volver te recuperaría.

Quiero que seamos pareja, aunque, si no aceptas lo entenderé. - No pude evitar llorar, no de pena, si no de alegría. Volver con Danny me hacía muy feliz así que no me corte en decírselo. - Sí, acepto. –

Hace unos días que Danny vivía conmigo. Hace unos días, Danny me ayudo a tirar todas tus cosas.

Por la tele anunciaron que tú y aquel viejo rico aviáis roto, no quería pensar que te lo merecías, pero…, te lo merecías.

Yo y mi, ahora, novio, paseábamos por delante de un bar en el que tú y yo solíamos frecuentar. Llovía. Miré dentro y a través del cristal, juro que vi tu silueta. Seguimos caminando y agarrados de la mano, hasta que escuché que me llamaban desde lejos, giré mi cabeza y te vi delante del bar, llamándome a gritos. Las gotas que caían del cielo acariciaban tu pelo y las lágrimas que caían de tus ojos se escurrían por tus mejillas, mi anillo, colgaba de tu cuello en una cadena de plata.

Me sentí muy mal al verte así, pero, no pude evitar sonreír. Te fuiste tras una persona con dinero y me dejaste tirado y solo. Ahora soy yo el que está feliz y tú el que está solo. Giré la cabeza hasta mi futuro, Danny.

"Qué pena me das niñito consentido

Con tu cheque falso al portamor vencido

Yo solo espero que esto no suene a reproche

Pero cuando no te quede techo que alcanzar

Te sentirás vacío y como un jarro de agua fría será

Cuando mires a atrás"

- ¡BEN! - 


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