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Sentimiento latentente por sakura54

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Notas del fanfic:

Este One- shot particpa en el "Primer Desafío en 4 partes" de la página de Facebook "Es de fanficts"

...
 Aunque, esta es  la parte número después subiré la parte dos en esta misma historia, como otro capítulo

En una habitación algo desordenada se encontraba Alexis un chico de veinticinco años de edad platicando con el que catalogaría como “mejor amigo que no se deja querer”

“Oye, tengo grandes noticias que contarte”

“¿En serio? Déjame adivinar, finalmente decidiste buscar una mejor opción y vendrás hacia mis brazos, amor mío”

“Hasta crees, en todo caso buscaría a alguien que (…)

“Tan cortante como siempre

“Idiota”

“Pero así me quieres”

“Antes de que cambie de opinión, llegaré en 15 a tu casa”

“Ok”

Después de enviar ese mensaje, como si se hubiera sentado sobre un resorte, saltó desde el sillón donde se encontraba para arreglar un poco antes de que Heather llegara. Seguía preguntándose cómo fue que una persona tan infantil terminaría siendo amigo de alguien como él. Varias veces le habían dicho que más que un adulto parecía un niño. Por eso seguía preguntándose cómo era que su amigo le toleraba. Al contrario de él, Heath sería más del tipo amargado.

En su computador de escritorio buscó unos álbumes con los cuales podrían pasar el rato mientras charlaban,

A los 15  minutos exactos se escuchó unos golpes familiares  en la puerta “Tan puntual como siempre” con ese pensamiento se dirigió a abrirla.

La música seguía reproduciéndose, era un artista que a ambos le encantaba ya que había formado parte de su adolescencia.

―Entonces, hay que celebrar ¿no crees?

Sacando una licorera de whisky de una caja que tenía guardada en la alacena junto con dos vasos “Glencairn”. Se acercó hasta quedar cerca de  él dejando la licorera en medio de la mesa.

― No creo que sea una buena idea ― dijo Heather recordando su debilidad y comportamiento cuando está completamente borracho. No es que hayan llegado demasiado lejos, pero el hecho de volverse alguien empalagoso y hacer cosas que olvidaría al día suficiente no era muy buena referencia.

― Anda, Heath, solo un trago ― después de decir esto, vació un poco del contenido en uno de los vasos. Incitando al otro a tomarlo.

―Está bien, tú ganas. Si es sólo uno supongo que está bien…

En el primer trago ambos estaban en la mesa del comedor, uno al extremo del otro, en el segundo también. No fue hasta el sexto en el que tomando confianza se sentaron juntos en un sofá cercano. Terminaron por hablar de sus anécdotas de cuando aún eran unos estudiantes, recordando todas sus escapadas y aventuras.

Los tragos iban y venían, perdiendo la noción del tiempo no notaron al sol esconderse, coloreando el cielo de matices aloque, azafranados, ámbar. A la vez, no se dieron cuenta cuando la botella que alguna vez estuvo llena ahora quedaba completamente vacía.

La necesidad de buscar más y más de ese delicioso néctar hizo estragos en la mente de Heather obligándolo a saciar esa necesidad. Y al notar que Ale recién había bebido lo último de su vaso no midió consecuencias al acercarse a los labios del contrario para según él “compartir de su bebida”.

Al sentir la presión en sus labios, Alexis creyendo que estaba nuevamente en otro de sus sueños o fantasías le siguió la corriente, permitiéndole entrar a su boca. Él sólo reaccionaba como si fuera un sueño más, pensando que al despertar volvería a limpiar el desastre de su ropa y sus cobijas, además de tomar una ducha muy fría.

Sin saber, que esta vez sería lo más real que podría sentir. De haberlo sabido, tal vez hubiera tratado de disfrutarlo mejor.

El líquido pasó a la boca del contrario, quien para gozarlo todavía más decidió tratar de introducir su lengua en la cavidad del otro para así degustar aún mejor el sabor.

Al ver cómo era que tomaba la iniciativa, decidió no quedarse atrás y comenzar una serie de toqueteos sobre la ropa, “si las reacciones son  buenas lo seguiré haciendo” era el pensamiento de Alexis quien trataba de seguir en un estado de conciencia, pero mientras más se seguían besando, y escuchaba el sonido húmedo de sus labios sentía que ahora eso pendía de un hilo, además que tampoco el alcohol en su sistema ayudaba en su meta. Solamente quería finalmente dejarse llevar.

Heather respondió gustoso, tocándolo también, frotando con una de sus manos el muslo y con la otra la espalda del contrario. La intensidad de los roces iba incrementando al compás de la música, siguiendo ese ritmo lento pero adictivo, los besos eran fugaces pero calentaban en gran medida la habitación.

Sin saber exactamente cómo, terminaron en una habitación. No les importó cerrar completamente la puerta, ya que ambos  se encontraban perdidos entre sus pensamientos

“Necesito más” era lo que rondaba en la mente de ambos.

Alexis  recostó en la cama a Heather, para así subir con ambas manos la playera del contrario, recorriendo con sus manos el abdomen del chico,  disfrutando de la sensación del roce de sus dedos, deleitándose con los pequeños sonidos obscenos que salían de su boca. Decidiendo que quería escuchar más de ellos tomó la mano del contrario para que sujetar su propia camisa, el otro sólo asintió haciéndole caso. Ale dirigió su cabeza hacia el abdomen de Heath haciendo un recorrido deteniéndose hasta el ombligo, simulando una serie de penetraciones con su lengua.

Al ver que eso le había gustado se dirigió hacia los pantalones e hizo una maniobra digna de admirar, ya que, después de desabrochar los pantalones de Heath con sus dientes logró bajar el elástico de la ropa interior del contrario, bajándolo de a poco hasta dejar al descubierto el ya despierto miembro de su amigo.

Buscando a tientas logró sacar de una mesita de noche unos preservativos para después abrir uno con la yema de los dedos, mientras los demás quedaban en alguna parte de la cama. Se colocó un preservativo en la boca, para después desenvolverlo en el miembro latente de éste, quien al sentir la calidez de su cavidad podía jurar acabar en un fuerte orgasmo. Sentía las fuertes succiones que recibía su miembro, al igual que una traviesa lengua jugueteaba con él. Pero Ale se detuvo, no quería que esto acabara  de esta forma. Deshaciéndose de sus propios pantalones y ropa interior buscó a tientas otro preservativo para ponérselo por su cuenta. Se acercó lentamente hasta quedar enfrente de Heath y, tomando con una mano ambos miembros realizó un vaivén, ambos movían sus caderas en búsqueda del mayor contacto posible, soltando pequeños gruñidos al igual que el contrario, ambos estaban disfrutando de la sensación que esto provocaba. “Tal vez no haya problema si avanzamos un poco más”

Sintiendo la electricidad que fluía por sus cuerpos, sólo se movían por instinto, buscando satisfacer la nueva sensación que ambos sentían.

Alexis despertó por una notificación que recibió de su celular, ¿por qué esa luz debía de ser tan malditamente molesta? Al desbloquearlo y ver la hora, 4:35 am, se sentía desfallecer, “Es por eso que si tomas debes hacerlo en un fin de semana”. Sólo una mirada al estado en el que acabó la habitación bastó para que se diera cuenta del grave error que cometió.

― Mierda… ― ahora cómo le podía explicar a su “amigo” lo que habían hecho durante toda la noche, a juzgar por los envoltorios de condones regados en el suelo, además de  las marcas en ambos cuerpos podía asegurar que ambos lo disfrutaron y lo pasaron demasiado bien. Pero eso no era el caso, había roto uno de los protocolos. Ahora estaba en serios problemas. Además, tampoco ayudaba el hecho que la única parte de su cuerpo que reaccionaba a pesar del estado de shock en el que se encontraba era gracias a que cada vez que  Heath se acomodaba para seguir durmiendo, exactamente el trasero de éste rozaba con su miembro ahora despierto.

Decidió poner manos a la obra, se puso a limpiar el desastre para no dejar evidencia. Tiró los preservativos en un cesto de  basura, le puso la demás ropa a su amigo, cambió las sábanas que los cubrían. Él se quedó en bóxer, después de todo ya habían dormido así antes. En ese momento, agradecía profundamente el que Heath tuviera el sueño pesado.

Cuando el otro despertara, buscaría una excusa por el dolor que sentiría, “No será difícil” pensó, ya que antes había terminado con dolencias debido a las tonterías que hacía mientras estaba borracho.

Sin embargo, antes de poder caer en la inconciencia del sueño, un pensamiento en particular emergía de su mente:

“No sería mala idea hacerlo nuevamente”


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