Una, dos, tres bofetadas directas en la tierna piel de Deku fueron suficiente para que el pequeño peliverde dejara de luchar innecesariamente sobre la mullida cama...
Había sido su culpa y no le importaba...
Él había dejado la puerta abierta a sabiendas que compartía el cuarto con Todoroki...
A sabiendas que últimamente era observado celosamente por Kacchan...
A sabiendas de que su celo se encontraba cerca... Sumamente cerca.
Kacchan había sido un tonto, ¿Qué demonios lo impulsó a aceptar el viaje?
"No, pequeño. ¿Quién?"
Los dedos le alertan de nuevo, tratan desesperadamente en entrar, rudos, ayudándose del lubricante natural de la pequeña cavidad. Perece un chiste que hace unos minutos estuviera dando pelea y ahora no dejara de mover las caderas buscando más contacto.
No lo puedes evitar, se siente bien, y pides más dedos.
-"¿Esa fue toda tu lucha, Deku?".- Su voz, oohh su profunda voz, esa que hacía que mojaras tus calzones cuando te la imaginabas que era dirigida para ti. Bueno, ahora lo es y escurres por toda su mano.
-"ah... Kacchan".- tus ojos se desorbitan un poco por las sensaciones encontradas, nunca en su jodida vida había sentido algo tan placentero como tener los largos dedos de su bully dentro suyo.
-"Te dije que no anduvieras alrededor de mitad-mitad. ¿Verdad?"-. Más profundo.- "Pareciera que disfrutaras desobedecerme, Deku". "¿Te fascina que te castigue? ¡Vaya! y yo creí que yo era el enfermo". De pronto algo milagroso pasó, Bakugou dejó libre la entrada del desmadejado hoyo, aun pequeño pero ya bastante dilatado, y eso, por más extraño que suene, lo decepcionó un poco. Por fin su mayor fantasía se iba a cumplir pero se veía amenazada por un hecho que él no podía evitar. ¡Por Dios! Todoroki era su compañero de prácticas y no su novio. Midoriya añoraba a otro profanando y tocando lugares inexplicables.
-"No... no... ah... esto...".- tartamudeas buscando una salida, no quieres que pare, no así. En este momento por fin había logrado reunir las fuerzas para aceptar el hecho de ser utilizado por Bakugou, no sabía si volvería a reunirlas de nuevo. Era un ahora o nunca.
- "No, ¿Qué?".- Su mirada se centra en la tuya, tiene el aura de sed de sangre por todo el iris pero tu miras algo más, un destello de deseo, de posesión, de... amor??
-"...".- te quedas sin palabras. Sonrojado, con la habitación llena de tus feromonas, haces algo que nunca en tus sueños pensaste hacer, tomas su mano, y aún dudoso llevas los dedos índice y corazón a tu boca.
-"No ed a él a quién quiedo dentlo".- Muy buena jugada pero tu intento de hacer que tus palabras no fueran entendibles se van por él caño. Kacchan lo entendió todo a la perfección. Y no podía estar más orgulloso de ser él quien las provocó. Su mirada había cambiado, y el bulto en sus pantalones parecía que había crecido haciéndola ver más dolorosa.
-"Muy tentador para ser un perdedor, pero esa escenita no te salva del castigo". Tragas fuerte, sabes en lo que te has metido. Y no puedes estar más satisfecho con el resultado.
Por fin algo que tenía que ver con Kacchan te salía bien. No te importaba el hecho de que él no te quisiera, no importaba que quizás esta sea tu única vez entre sus brazos. Lo amabas desde que eras un mocoso y por más cruel que él se portaba contigo no pudiste enterrar esos sentimientos.
Parecía que nunca ibas a conseguir llegar a ser más que un saco de boxeo para él, eso parecía hasta que Todoroki llegó. Si, te habías dado cuenta, no eras tan estúpido para no darte cuenta de que Todoroki infundía cierta rivalidad a Kacchan, por eso te habías acercado a él ignorando la orden de Kacchan de que no te juntaras con nadie. No pensaste que terminaría ayudándote y siendo su mejor amigo. Ese fue una linda metida de pata pero es otro tema.
Todo el plan iba a la perfección, el atraerlo a la habitación, que oliera tu celo, que te sometiera... todo estaba yendo bien.
Eras patético, pero aun así lo amabas y amabas que él siempre te viera, aunque fuera para golpearte, te miraba. Pero lo que no sabías es que la moneda tiene dos caras completamente diferentes y tú no eras el único ideando un plan.