Cuando “La semana del reto” comenzó, Yuu se sintió algo nervioso.
No conocía a Takanori más que de vista, no sabía que le gustaba o disgustaba, pero bueno, estaba toda una semana por delante, podía averiguar.
Cuando llego el rato de descanso no se fue con sus amigos como acostumbraba, fue a buscar a Takanori, no quería cometer ningún error en la primera cita…
Takanori y sus amigos apenas iban saliendo de su clase cunado Yuu ay se encontraba afuera esperando.
—Oh, Shiroyama…—dijo el menor al momento de verlo afuera de su aula, apoyado en la pared.
—Hola—le sonrió— me gustaría almorzar contigo hoy…
—Pero yo voy a-…—sus amigos lo interrumpieron.
—No te preocupes por nosotros Taka—sonrió una de las chicas—Ve con él.
Y dichas esas palabras su grupo de amigos se despidió y caminaron hacia la cafetería.
—B-Bueno…supongo que almorzare contigo…—dijo Takanori algo nervioso.
—Ven, vamos al jardín, la cafetería es ruidosa…
Takanori lo miro sorprendido para después sonreír y seguirlo.
—Sin ti, creo que estará muy calmada…
—Ahhh~ es aburrido estar aquí sin Yuu…—dijo Akira apoyando su cabeza en la mesa.
—Si…—suspiro Kouyou comenzando a acariciar el cabello de Akira con mucha calma yd e manera involuntaria, Akira cerró los ojos, disfrutando de esas atenciones.
—En serio chicos… ¿y así quieren que no los moleste con que son pareja? —dijo Yutaka.
Akira se levantó rápido y Kouyou dejo sus manos lejos del rubio.
—Oh vamos ¿Cuánto tiempo más van a dejar de tontear? Es bastante obvio que sienten algo…
Ambos chicos se quedaron en silencio.
— ¿Cómo pasamos de hablar de Yuu a nosotros? —pregunto Akira tratando de desviar la conversación.
Yutaka simplemente se rio.
Yuu y Takanori se encontraban bajo uno de los arboles de cerezos del jardín, ambos comiendo su almuerzo, Takanori era muy tradicional, así que traía su obento en toda regla, mientras que Yuu estaba comiendo un coctel de fruta que había comprado con anterioridad en la cafetería.
—Me gustaría preguntarte un par de cosas—comenzó Yuu de la nada.
— ¿Cómo qué?
—Bien, no quiero arruinarlo desde el principio, así que me gustaría saber ¿Dónde quisieras que te llevara a comer? No sé mucho de tus gustos, eres una persona muy misteriosa y me gustaría saber más de ti…—dijo mostrando una sonrisa la final.
Takanori por un momento no hablo, se quedó observando esa sonrisa, después miro hacia arriba, mirando las flores de cerezo moverse suavemente por la brisa.
—Hay un restaurante tradicional a un par de calles de la universidad…—sonrió levemente—me gusta mucho comer ahí…
…
..
.
Cuando las clases terminaron, Takanori término dentro del auto de Yuu para ir al restaurante, decidieron ir a comer mejor saliendo de la escuela que esperarse hasta el día sábado, o sea mañana, las 3 para pasar por el menor a su casa.
El simple hecho de ver eso a la hora de la salida, hizo que muchos comenzaran a hablar.
“¿Quién diría que sería “el demonio dibujante” quien se ganara la atención del gran Shiroyama Yuu?”
Eso es lo que la mayoría decía.
Los amigos de Takanori estaban algo emocionados, Taka no era mucho de salir con otras persona ajenas a su círculo de amigos, el hecho de que fuera el mismísimo Shiroyama el que se acercara a él para pedirle salir es algo que realmente sorprendió a todos.
Mientras que ellos estaban felices, el grupo de chicas engreídas y envidiosas, que vendrían siendo casi todas las que querían salir con Shiroyama, también comenzó a hablar.
“No veo el modo en que Shiroyama-sama se haya fijado en un rarito como Matsumoto.”
“Dudo mucho que el gran Shiroyama-sama haya querido salir por voluntad propia”
“Seguro fue un reto impuesto por sus amigos y el solo está cumpliendo su parte de la apuesta”
Esto llego a odios del grupo de amigos, ya que ellos debían quedarse un rato más por cumpla de los equipos de deportes a los que pertenecían.
—Mierda…—dijo Akira al mismo tiempo que pateaba el balón de futbol lejos.
—Ohhhh~ muy bien Ue-chan ¡esa patada fue muy buena! —dijo Kouyou, estaban a mitad de la cancha y había llegado directamente a la red de la portería, un gol perfecto.
— ¿Qué te molesta Akira? Fue una buena patada…
—No estoy molesto por eso—suspiro—La práctica no me molesta, es el hecho de que esas tontas niñitas están diciendo cosas que no deben…
—Si se sabe que realmente fue un reto puede que eso nos complique un poco las cosas del trato ¿no crees? —dijo Kouyou soltando un suspiro. —Si Takanori se llega a enterar, no saldría más con Yuu, no porque no quisiera, sino porque se enteró de que todo fue un reto, el trato se anularía y pues…bueno, la popularidad de “patán” de Yuu comenzaría a salir a flote.
—No podemos hacerle eso a Yuu, hay que protegerlo…
—Bueno, supongo que tienen razón... —suspiro Yutaka algo frustrado…
—Sigamos con la práctica, es tu turno de patear Shima. —dijo Akira acariciando la cabeza de Kouyou mientras sonreía.
El castaño en cuestión sonrió de una manera de lo más encantadora, Akira le regreso la sonrisa y Yutaka no pudo hacer nada más que suspirar, era imposible no darse cuenta lo mucho que ese par se quería, pero insistían en eso de “no ser pareja” quien sabe porque… ¡Eran la pareja perfecta!
En fin que Yutaka se quedó perdido en sus pensamientos mientras Kouyou preparaba su patada…
— ¿Ya decidiste que ordenar? —pregunto Takanori al pelinegro con algo de gracia ¿Por qué tardaba tanto en decidir? No era algo tan difícil.
—Bueno, es que en realidad todo se ve muy bien y no sé qué pedir… ¿Qué me recomiendas? —dijo mirando al menor de cabello castaño y mechas rubias.
Takanori lo miro entre sorprendido e incrédulo, nunca nadie le había pedido recomendación de nada…
— ¿Takanori? —pregunto el pelinegro al no obtener una respuesta. Luego lo miro sacudir levemente su cabeza y acercarse un poco más.
—Pues…puedes pedir este, es uno de los que más frecuentemente pido, no sé si te guste pero bueno, no pierdes nada con intentar—dijo mientras le señalaba el platillo de la carta.
Yuu sonrió, después ordenaron, pidió lo que le recomendó el menor.
En lo que esperaban a que su orden llegara comenzaron a hablar de cualquier cosa.
He de decir que la conversación se dio por la pregunta más tonta que al pelinegro se le pudo ocurrir.
“Y dime… ¿te gusta el pan?”
Típica pregunta para romper el hielo ¿no?
Que decir, Takanori comenzó a reírse, el pelinegro elogio su risa, lo cual solo hizo que el menor se sonrojara.
A pesar de eso continuaron hablando de cualquier cosa, Yuu le hablo mucho sobre lo que pasaba en los equipos de natación, basquetbol y voleibol, todas las veces que las pelotas golpeaban a algún integrante del equipo de manera cómica, o de las muchas veces que ganaban campeonatos y lo que pasaba en esos viajes.
Takanori le hablas obre las competencias de arte a las que iba, de cómo los trabajos de otras personas reflejaban muchas cosas, también sobre las veces que había viajado a las mejores galerías de arte del país y no solo del país sino también de otros países.
El tiempo se les fue rápido y cuando menos se lo esperaron sus platillos ya estaban frente ellos.
A pesar de eso, comenzaron a comer sin detener su entretenida plática.
Cuando terminaron de comer, Yuu pago la cuenta bajo muchas protestas. Claro que dejo al menor callado con su argumento.
—Yo te invite a comer, así que yo pago.
Con eso lo dejo quieto.
Lo paso a dejar a su casa.
El camino fue muy ameno, descubrieron que tenían gustos musicales en común, así que ambos fueron tarareando canciones a lo largo de todo el camino.
Cuando llegaron a casa del menor, Yuu lo acompaño hasta la puerta.
—Me divertí hoy, gracias por la comida Shiroyama—dijo el menor para después sonreír.
—Shiroyama se oye muy formal ¿Por qué no mejor me llamas por mi nombre? —Noto como el sonrojo aparecía en las mejillas del menor, así que sonrió—Oye…
— ¿Si?
— ¿Podemos salir también mañana? —la pregunta tomo desprevenido al menor, pero después de la sorpresa sonrió de nuevo.
—Claro.
Fin del capítulo 2.