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1000 Formas de Amar por El Chico de la Bufanda Roja

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Chapter Ten

 

Siempre hay que estar atentos a todo, a veces el destino te puede golpear con alguna nueva travesía escabrosa de la que uno no está preparado. Abriendo o recordando viejas heridas que son las que menos queremos volver a tocar o tratar para volver a cerrarse. El miedo a saber que puede pasar absolutamente lo mismo que en el pasado es inevitable. Todo es cuestión de fe y tener la convicción de que todo puede ser diferente, tener una mente positiva.

 

El tiempo pasaba volando sin esperar a nadie, ese dia habia llegado para el hermano menor de la familia Bradshaw, aquel en el que partiría dejando a su familia triste. Aunque no se notara a el tambien le habia dolido la muerte de su cuñado, pero por no querer ver sufrir a su hermano y sobrino, contagiarlos con más tristeza tuvo que tomar fuerzas para no quebrarse.

 

Eran las 6 de la mañana y Sam se despertaba, tenía todo listo, ese mismo día se iba en la noche, suspiro mirando el amanecer pidiendo algún indicio para no hacer sufrir a su hermano con su partida. Se arregló para salir a desayunar y hablarle a sus padres, quienes estaban al tanto de todo.

 

-si bueno - Escucho como descolgaba el teléfono del otro lado - ¿eres tu mama?

 

-claro hijo soy yo tu madre ¿pasa algo? - Sam pensó en que decir, sus padres callaron todo a espaldas de Damon, ellos más que nadie sabían sus razones, al igual que Erick - aqui todo esta listo hijo.

 

-si mas tarde ire por eso, solo que nose como decirle a Damon sobre esto - verificó que la puerta de la habitación estuviera cerrada, no quería que esa conversación fuera escuchada y todo se regara como pólvora - se que le afectara de alguna manera u otra y eso es lo que me da miedo.

 

-bueno sera dificil ahora, pero el debe entender que ya no eres un niño y que esta es decision tuya - su madre siempre sabia que decirle en momentos como ese - anda relájate aquí te esperamos mas tarde corazón.

 

Nos vemos mama, te quiero - Sam colgó la llamada y salió del cuarto encontrándose con Damon quien estaba algo apurado como siempre en las mañanas - al parecer te quedaste dormido.

 

-no para nada, solo alguien se tardó demás en el baño y a Max se le ocurrió que era buena idea jugar con mi portafolios - su hermano metia sus papeles y material de trabajo en una mochila extra que tenía por ahí arrumbada, algun dia le tenia que dar un buen uso - ¡James es hora de irnos tienes campamento!

 

-¡voy papa ya casi termino! - su sobrino salió arreglándose el pequeño saco bordado que le dio su madre por su cumpleaños -ya estoy listo.

 

-nos vemos mas tarde en la casa de mama Sam - su hermano le dio un beso en la mejilla y le revolvió el pelo - ¡te quiero!

 

-yo tambien los quiero mucho ¡se van con cuidado! - escucho como cerraban la puerta principal y un motor se incendia alejándose al momento, el joven se quedó mirando el pasillo - manos a la obra.

 

Salió de la casa de su hermano, yendo directamente a un sitio en especial, la barbería, tendría que dejar su estilo habitual por el que le pedían obligatorio en la milicia para poder irse, era eso o despedirse por completo de su cabellera.



Damon iba de camino a al trabajo de Erick, en primera porque iba por el mayor y en segunda para llevar a Max a un chequeo de rutina. Su hijo iba contandole algo a Lucy sobre una serie infantil que veían cada que el castaño se llevaba a la niña a su casa. Se estaciono justo enfrente.

 

-niños hemos llegado - vayanse adelantando - solo escucho como abrían y lo dejaban solo o esa creía él a sentir la mirada de más sobre de él - Ven vamos a dar un pequeño paseo.

 

El husky se dejó hacer entre las manos del castaño, ese perro sabía que le tocaba vacuna, por lo que siempre trataba de ser lo menos huraño y mejor portado con el mayor. Cosa que nunca funcionaba, ya que siempre terminaba mirándole haciendo un puchero perruno mientras le inyectaban.

 

-campeón entonces debes seguir poniendo el periódico para que Max se acostumbre - escuchó la inconfundible voz varonil de Erick, los vio entretenidos mientras el veterinario le mostraba una imagen, quien volteo a verlo enseguida - hola Damon, vamos a ver como esta este chico de 4 patas.

 

Anda tómalo, está impaciente por ser vacunado - Edwards se rio por el comentario tomando al cachorro y poniéndolo en la mesa de metal checandole el hocico, el dueño de la clínica se acercó - hola señor Collins.

 

-hola Damon me alegra verte por aquí - el doctor se acercó a saludar viendo al perro - ¿como te ha ido con este can?

 

-bien dentro de lo que cabe, medio travieso, pero que se puede hacer - el señor río acariciando la cabeza del husky que lucía cohibido de saber dónde estaba - bueno señor lo dejo seguir con su trabajo y no lo distraigo más.

 

-no te preocupes muchacho me alegra verte - el castaño le sonrió agradecido - me saludas a tus padres, diles que me visiten.

 

-se los hare saber, buscare la forma de que algun dia vengan con Max - el señor se retiró saludando a los niños que conocía muy bien - ¿cómo está el susodicho? No se ha quejado de nada.

 

-pues yo lo veo bien fuerte y sano, ven acompáñame a ponerle la vacuna - Damon les echo un vistazo a los niños y siguió a Erick hasta su consultorio mirándole fijamente incluso cuando estaban de frente con el perro en medio de ellos - ¿que tanto me miras?

 

-es solo que hasta ahora caigo en cuenta que no te había visto con bata blanca y siendo un veterinario en sentido literal - el castaño sintió como el perro se pegaba as estómago viendo la pequeña aguja de la vacuna - ahora entiendo a tu amiga.

 

-no me recuerdes eso , no es grato saber que la veo hasta en la sopa, últimamente está muy cerca de mí - el mayor tomó al perro suavemente del lomo y le pinchó vaciando el medicamento poco a poco, mientras Max hacia un ruido lastimero, saco la aguja y acarició la parte afectada con un algodón - ya está buen chico.

 

El husky se fue directo a los brazos de su dueño en busca de protección, eran esos momentos en donde Damon quería mucho al can ya que le causaba mucha ternura. Aunque a veces el perro se empeñara en sacarle de sus casillas

 

Ya vámonos, antes de que se haga tarde - Damon alzó la cabeza mirando a Erick tirar la jeringuilla y alistarse para salir, Abby entró en ese momento viendo a las 2 personas - ¿cómo va todo?

 

-bien ¿ya te vas? - el hombre asintió, la mujer miró al castaño de pies a cabeza escaneandolo - Hola Damon ¿que te trae por aquí?

 

-bueno Erick dejó su auto en el taller y me pidió que viniera por él después de la escuela ya sabes el campamento - el exmilitar cerró su maletín caminado hacia el chico - bueno, nos vemos, fue bueno volver a verte.

 

-Erick quería hablar contigo - la chica detuvo a su colega mirándolo a la cara - ¿cuando volveremos a salir?

 

-nose, la verdad es que estos días voy a estar algo ocupado con mis tíos y Lucy, tengo planes de salir cuando se termine el campamento - la chica rodó los ojos inconforme - pero yo te aviso si sale algo.

 

-esta bien, que te vaya bien - su colega le dio un beso en la mejilla y le acarició el brazo, mientra Erick seguía su camino a las salida - nos seguimos viendo.

 

-nos vemos luego Abby - volteo alzando una mano despidiéndose, alcanzó a Damon que lo esperaba en la parte de afuera aguantando la risa,  Erick lo miro mal cruzando los brazos - oye esa chica es de armas tomar, no deja de intentarlo.

 

-al parecer mi indiferencia hacia ella no ha resultado tan bien como pensaba - el castaño se metió al carro en el copiloto, dando a entender a Erick que él manejaria, se metió sin más y encendió el carro - ¿como te fue en el campamento? ¿es diferente a la escuela en días normales?

 

-pues bien, ahora veo que entrar a ese tipo de cosas también es muy entretenido, siempre haces cosas diferentes - el castaño se ajustó la pequeña coleta que tenía hecha en el pelo - antes nunca me ofrecí, ya que siempre salía de vacaciones.

 

-pues mejor para ti, ahora tienes en que ocuparte - el mayor tomó la mano del castaño acariciando con el pulgar, después agarró el volante - Pero después de que pasen las 2 semanas del campamento te iras conmigo a la casa de campo y no acepto un no por respuesta.

 

-me gustaría, pero tengo muchas cosas que hacer aquí - el veterinario negó con la cabeza siguiendo manejando - sera despues, con mas tiempo.

 

-ya te dije que no acepto negativas, nos iremos dentro de 15 días así que vete preparando - el castaño rodó los ojos, Erick era terco, divisó su casa materna a lo lejos viendo el carro de su hermano estacionado.



Sam se encontraba en su habitación, la que era suya, la que compartió con su hermano mayor cuando eran niños. Vio todas las fotos de los momentos familiares y con sus amigos en común que tenían pegadas en la pared del cuarto, no cabe duda que iba a extrañar eso, un año pasaba rápido se decía el.

 

-hijo todo está listo, aparte Damon ya llegó - volteo viendo a su madre en la entrada sonriéndole - no tardes mucho.

 

Escucho como abrían la puerta y se oía la voz de su hermano saludando a sus padres siendo acompañado por Erick y el parloteo incesante de los niños, incluido el nuevo integrante de 4 patas. Suspiro viéndose en la necesidad de acabar con todo y revelarle a su hermano la situación.

 

Salió al pasillo caminando lentamente y bajando las escaleras topándose con su sobrino, el niño lo miró sorprendido por el cambio tan repentino en arreglo personal. Sam bajó las escaleras hasta abrazar a James.

 

-¿que te sorprende tanto gran caballero - el niño le toco su cabeza sintiendo que apenas tocaba cabello - ¿te gusta?

 

-valla es un cambio muy grande tío - el mayor asintió soltando al menor, el niño corrió al interior - papá no vas a creerlo ¡el tío Sam tiene un nuevo corte de cabello y se muy bien! ahora tiene el pelo cortito.

 

-nada de lo que sorprenderse, sólo un cambio de aires nadamas - Sam dobló el pasilla y vio a su hermano verlo, todavía no se ponía el uniforme, por lo que no había evidencia de nada - anda vamos a comer, no hay nada de lo que hay que hacer alboroto Damon.

 

-yo no he dicho nada Sam así que no me riñas - se metieron al comedor, el hermano menor miro a Erick agradeciéndole con la mirada, el otro simplemente bajó la cabeza en señal de haberle entendido - ¡papá ven a comer!

 

La comida estuvo demasiado tranquila, los niños estuvieron platicando sobre todo lo que les enseñaron en el campamento de verano, al parecer James y Lucy estaban en el mismo grupo y recibian los mismos talleres, Damon le toco un grupo diferente debido a políticas que no le permitían estar junto a su hijo.

 

-entonces todo parece que esta super bien - los niños asintieron al abuelo de James - niños a que hemos terminado de comer puedes ir a la sala por favor

 

-ocupamos hablar sobre temas de adultos - la madre de los hermanos Bradshaw se paro de la mesa haciendo que los infantes se levantarán y caminando a la sala - vengo en un momento, no me tardo.

 

Damon se sorprendió, se perdió de algo que no sabía, miró a todos pidiendo alguna explicación, pero simplemente lo miraban seriamente. Se empezó a poner nervioso justo cuando su hermano se sentó frente a él y Erick se sentaba a un lado.

 

-¿pasa algo? Porque tanto hermetismo de un momento a otro - su madre entró sentándose junto a su hermano - hablen por favor.

 

-Damon lo que pasa primero que nada perdon si te hago sentir mal, pero era lo que quería evitar, pero al parecer creo que hice mal - su hermano junto la manos mirándole directamente - mi cambio de imagen y demás es por algo que tu sabes muy bien qué significa, me iré a la milicia un año.

 

-dios santo ¿acabo de escuchar bien? esto es una broma, debe serlo - Damon se alteró enseguida, saber eso le cayó como un balde agua muy fría, Erick lo tomó del brazo, tratando de tranquilizarlo - puedo saber ¿porque rayos no me dijiste antes?

 

-precisamente por eso, mira como estas - el hermano menor se acercó hasta tomar las manos del otro transmitiendo todo su ánimo - esta es una decisión que tomé hace mucho, incluso Ben me estuvo ayudando, pero cuando pasó su muerte lo aplaze, porque necesitaba saber que estabas bien.

 

-me niego en rotundo que te vayas Sam, no quiero volver a pasar por lo mismo - una lágrima rebelde salió rodando por la mejilla de Damon y otras más haciendo que llorara - no puedo vivir de nuevo con esta incertidumbre.

 

-no me va a pasar nada hermano, hay que tener fe en que todo saldrá bien te doy mi promesa - Sam tambien solto una lagrima - ¿confias en mi?

 

-claro que lo hago, siempre lo he hecho, pero me supera - el castaño se limpio las lagrimas y sorbió la nariz - esto no me lo esperaba, ¿por eso es que no te veía mucho en casa y llegabas muy tarde?

 

-si, todo lo estaba preparando, Erick y nuestros papás me ayudaron, yo les pedí que no te dijeran nada, aunque no estuvieran de acuerdo - Damon trataba de guardar la compostura pero era algo que no concebía en ese momento - si quieres echarle la culpa a alguien, es a mi, yo fui quien te oculto todo.

 

-no digas nada por favor Sam, no es necesario que lo hagas - el castaño pasó una mano por su cara tratando de despejar su mente - yo no estaré de acuerdo, pero entiendo que ya estas grande y que si te quieres ir, debes hacerlo.

 

-perdóname, no quería hacerte esto, pero se bien que me iba echar para atrás si te decía - el otro negó tratando de sonreír, pero le era imposible  - no llores.

 

-no me pidas eso, últimamente soy muy sensible por todo - Erick le empezó a acariciar la espalda para que se tranquilizara aunque sea un poco - y dime ¿cuando te vas a ir?

 

-esa es otra cosa complicada - Damon lo miró severamente, como siempre lo hacía cuando su hermano se portaba mal - hoy en la noche me voy.

 

-no me jodas Sam, debo suponer que a estas alturas ya tienes todo arreglado - el otro asintió parándose y rodeando la mesa y recargando su mentón en la cabeza de Damon mientras lo abrazaba - esto es demasiado, pero es tu vida.

 

-tenemos que ser positivos, estaremos en contacto mediante cartas, eso lo sabes - Damon escuchaba todo lo que su hermano le decía, tratando de resignarse y ver el lado positivo de la situación - no me podia ir asi nada mas y dejarte con la angustia, tú tenías que saber, necesito a mi hermano ahí conmigo.

 

-no pensarás que no iré a acompañarte, estas muy equivocado - su hermano menor río y la abrazo, ante todo Damon tenía el temple para no perder la cordura - en vez de asfixiarme, deberías prepararte, no quieres que te regresen por olvidar algo.

 

Todos en el comedor se rieron por el comentario del castaño, Sam subió rápido a cambiarse de ropa por el uniforme que portará por un año entero.



Había pasado ya una hora de aquella conversación,, todos estaban en la sala platicando en la espera de que Sam bajará, todavía tenían tiempo, pero debían apresurarse si no querían llegar tarde a la terminal aérea militar.

 

-¡hijo debes apresurarte antes de que se nos haga tarde! - su madre gritó por las escaleras apurando a su hijo menor - Ya casi es hora de irnos

 

-voy mama, solo me arreglaba las botas - escucharon pisadas fuertes bajar al primer piso, Damon al voltear tuvo un especie de deja vu al ver a su hermano vestido de pies a cabeza con el estampado de camuflaje - ya estoy listo.

 

-te ves muy bien Sam, cualquiera caería a tus encantos - su hermano se paró y lo abrazo de la cintura escondiendo su cara en el pecho del otro, era difícil y ver así a su cómplice de aventuras en la niñez era un poco complicado - ahora es cuando debo desear que ya no crezcas.

 

-creo que es algo tarde para eso hijo - sintió la tibia mano de su madre en su hombro - anda tranquilo, tu hijo no debe verte así.

 

-es que es mi hermano y me es impensable dejarlo ir - Damon se limpió el rostro y dejó que su madre se acercara - voy por un vaso de agua.

 

El castaño tomó rumbo hacia la cocina, necesitaba calmar sus emociones, sobre todo los nervios que no lo dejaban. Enterarse que tu hermano se va un año, se soltó la coleta para volver a hacérsela por décima vez en ese rato, mejor se dejó el cabello suelto peinandoselo un poco.

.

-oye tranquilo, todo estara bien - Damon volteo viendo a Erick entrar, el mayor extendió los brazos para abrazarlo - tu hermano es fuerte y tu nos tienes a nosotros, se que es difícil, pero recuerda que no todo termina igual.

 

-nose que hacer la verdad, solo se que Sam se va y me quedare solo en casa - el más corpulento lo tomó del rostro con sus manos mirándolo directamente a los ojos, verlo así con la nariz roja y un semblante triste le hacía querer arreglarlo, que ya no sufriera más - bueno tengo a James y a Max, pero nose talves irse por trabajo.

 

-por lo que sea, el ya esta esta empezando a volar, déjalo que empiece a forzar su vida adulta - Erick tomó el vaso de las manos de Damon y sirvió un poco más de agua tomándola él - a veces tu hermano se sentía sobreprotegido.

 

-¡ya es hora de irnos papá - una cabeza castaña clara entró mirando al par, Damon se alejó un poco de Erick - tenemos que dejar al tío Sam.

 

-ya vamos hijo - los 3 salieron hacia la sala viendo la maleta una pequeña maleta y a todos listos para irse, su hijo era tan inocente que a veces le gustaría estar en sus zapatos - ¿estas listo Sam?

 

El otro asintió saliendo de la casa con todo y maleta, Max se acercó y jalo del pantalón de Damon para que lo cargara entre sus manos, cachorro inteligente, a veces tenía la certeza de que el husky sabía de sus estado de ánimo y lo animaba en esos momentos de bajones emocionales.

 

-vamos todos afuera, debo cerrar - la madre de Damon lo fue guiando al exterior apagando las luces y cerrando por fin la puerta principal -ya está oscureciendo debemos apurarnos.



Iban todos en el carro, Erick iba de piloto ofreciéndose a manejar, el sabía muy bien donde dejarían a Sam. recordó justo cuando hace ya casi 2 años el mismo estaba en la misma situación. En compañía de sus tíos y de una pequeña lucy que tenía muy poca idea de lo que pasaba en ese momento.

 

Recordaba que se encontraba algo nervioso y triste por dejar a su hija sola. Pero era algo que él mismo se había prometido alcanzar, como una forma de sobrellevar todo lo que llevaba en su interior y superarlo.

 

-hijo cuidate mucho Erick - estaban en la terminal militar, la base aérea donde tomaría su vuelo para defender a su país - te queremos ver de regreso.

 

-claro que sí tía, ten por seguro que tendré mucho cuidado - llevaba cargando a su hija que no se despegaba de él al saber que se iría y no lo vería en un largo tiempo, le beso en la cabeza - les voy a pedir que la cuiden mucho, ella es mi vida.

 

-por eso no te preocupes, nosotros la vemos como una nieta, ella estará bien con nosotros - el uniformado intentó pasarles a la niña pero era imposible, lloraba si no estaba cerca de su padre - déjala ya veras que ahorita que anuncien el despegue ella sola te va a dejar ir.

 

-mi niña debes cuidar a los tíos - la niña asintió en el hombro de su padre - ¿me prometes que te vas a portar bien?

 

-si papa, no daré problemas - la niña hizo un puchero que se le hizo adorable al mayor - no quiero que te vayas.

 

-ya hablamos de eso corazón, debo pelear con los malos ¿quieres que sea un héroe? -la niña asintió sonriendo abrazando más fuerte a su padre - entonces debo irme, ya veras que rapido se pasa el tiempo.

 

Escucharon como por los altavoces llamaban a toda la división, a lo lejos pudo ver como una pareja de hombres, reconocía al hombre uniformado en esa pequeña familia, un buen amigo suyo, con un niño pequeño se despedían. Erick entristecio un poco al recordar que el también pudo tener algo así, nadie le dijo que iba a perder a su mujer poco tiempo después de ser madre.

 

-militar Edwards es hora de cumplir con tu obligaciones y hacer a la familia feliz - su tío se acercó a despedirlo con un abrazo -manda cartas para no extrañarte tanto.

 

-lo haré tío, llegando es lo primero que estará en mi lista de cosas por hacer - el señor asintió dejando a su tía acercarse a él - gran señora, es a usted a quien voy a extrañar, nadie cocina mejor que usted, sobre todo me ama.

 

-mi niño ya veras que regresando aquí te esperaremos, yo se que tu padres estarian orgullosos de ti - la mujer le tomó de las mejillas como lo hacía hace años - cuidate mi niño, tienes una razón más para volver.

 

-lose tia, la quiero mucho - Erick se sentó con su hija que llevaba en brazos, era lo más difícil, separarse de ella - corazón ya tengo que irme.

 

-no te puedes quedar más tiempo - la niña estaba anegada en lágrimas que no quería dejar salir de sus ojitos, el mayor negó con la cabeza - te voy a extrañar mucho papi, regresa pronto.

 

-claro que si mi bebe, estare aqui cuando menos lo pienses - Erick le dio un último beso en la frente a su hija y se paró dando a sus tíos a Lucy -cualquier cosa que pase, envíen una carta y haganmelo saber por favor.

 

-no te preocupes Erick aquí todo estará bajo control, anda debes irte - el mencionado tomo su maleta y se integró con los demás, volteo una última vez mirando a sus acompañantes y despidiéndose de ellos con la mano - Lucy dile adios a tu padre, ya se va a meter al avión.

 

La niña levantó su manita tímidamente, su padre le mando un beso volado y en silencio le dijo un “te quiero” y se adentro en el pasillo con sus demás compañeros, saludando a los que conocía. Pero siempre en su pensamiento tendría a su hija durante ese año que estaría lejos.

 

El mayor soltó unas lágrimas que nadie más vio más que el, en la privacidad del baño del avión en el que estaba, sin que nadie lo viera. Permitiendo aflorar un poco sus sentimientos, el tiempo se iria rapido. Un mantra que se repetia muy seguido desde que tocó suelo invadido por la pólvora y la sangre oliendo en el aire.

 

Fueron días duros que no quería volver a recordar, pero que le ayudaron a pasar el duelo de la pérdida de su esposa. Estar concentrado en otra cosa le ayudaba a su que su mente no pensara y le diera vueltas a algo que lo iba a terminar atormentando de por vida y no podría seguir con su vida.

 

Erick divisó el edificio blanco que estaba rodeado de camionetas del ejército, entraron al estacionamiento después de revisar el carro en el que venían, por políticas de seguridad de la milicia y encontraron un lugar cercano a la entrada principal del inmueble.

 

-hemos llegado - el veterinario apago el carro y se bajó junto con los otros - debes registrar tu entrada Sam.

 

-si voy en un momento ¿niños me acompañan adentro? - los mencionados asintieron siguiendo al chico uniformado - vengo rapido

 

Los demás entraron lentamente a la sala de espera viendo que había más familias acompañando a los chicos que como Sam se irían ese dia a la guerra. Erick se fue con Damon para acompañarlo, estaba muy serio y no habia platicado mucho en el camino, aunque el tampoco recordando cuando le tocó estar en la misma situación.

 

-estas muy callado ¿pasa algo? - el castaño negó con la cabeza, sentía que si hablaba se echaría a llorar de nuevo, el mayor lo comprendió y le abrazo por los hombros - ven aquí

 

Su hijo regresó en seguida diciéndole lo emocionado que estaba de ver a muchos soldados, la niña estaba tranquila escuchando a James mientra se hacía cargo de Max quien lamía la cara de la niña haciéndola reír en ratos. Su hermano volvió con otro hombre mas con venia platicando.

 

-les presento a Cole, una de las personas que conocí en el proceso de selección - el hombre rubio posó una mano sobre su frente saludandolos y alejándose de donde estaban - es un poco serio con la gente que no conoce, pero muy amable a la hora de ayudar a los que quiere.

 

-max deja de lamer mi cara me haces cosquillas - la niña se sentó mientras el perro en su regazo le hacía juego - tienes demasiada energía.

 

-y eso que no estás en casa todo el dia, a veces suele desesperar mucho a papá cuando está cansado - todos los presentes rieron por el comentario de James -ire a comprar chucherías ¿me acompañas Lucy?

 

La niña asintió parándose con el perro en brazos yendo a un máquina de monedas, James era alguien educado para tener su propio dinero, que obviamente le daba su padre cada semana. Damon le inculcó algo sobre como administrar bien su dinero, lo demás venía por aprendizaje del niño.

 

Los minutos pasaban Erick nunca se despegó del castaño, uno que otro soldado que trabajaba en esa área conoció al mayor entablando una plática y saludándolo por reencontrarse con sus compañeros. Los niños fueron los primeros en despedirse del hermano menor Bradshaw, después se acercó a sus padres.

 

-ya es hora - su hermano vio el reloj de mano y se paró tomando su maleta - ya casi nos llaman para subir al avión.

 

-hijo ya sabes que te queremos mucho y que vamos a esperarte en casa - su madre le dio un beso en la mejilla y lo abrazo - te quiero mucho niño.

 

Hijo ya sabes que a mi estas cosas pues no me gustan, pero es la ley de la vida - el padre de ambos hermanos abrazo de igual manera a su hijo menor palmeando su espalda -andale Sam ya es hora de abrir más las alas.

 

Escucharon como el altavoz nombraba y daba las instrucciones y los uniformados empezaba a tomar sus cosas para retirarse despidiéndose de sus familias. Sam se posiciono frente a su hermano mirándolo con un gesto de comprensión.

 

-¿y tu no te vas a despedir de mi? - el castaño negó infantilmente - es una lastima, bueno ya me voy familia.

 

-eres un idiota, ven aquí y despídete de tu hermano mayor - Sam sintió como su hermano lo abrazaba fuertemente al punto de estarlo asfixiando - te voy a extrañar.

 

-yo tambien, pero si dejaras de ahorcarme sería un poco mejor - el castaño soltó un poco su agarre - estaré en contacto con ustedes, mandaré cartas y un totalmente larga para ti diciéndote muchas cosas.

 

-mas te vale Sam, no te perdonaría si no lo hicieras - Sam deshizo el agarre poco a poco tomando las manos de su hermano - anda vete antes de que me arrepienta.

 

-Sam yo estaré al pendiente ya sabes - Erick se despidió del uniformado con un agarre de mano, no espero que el muchacho acercándose a él - ¿pasa algo?

 

-cuida de mi hermano y quierelo, se tu secreto - el más corpulento abrió los ojos sorprendido, tenía que tener más cuidado - no te preocupes por mi, yo no no diré nada, espero regresar y verlos juntos.

 

Nos vemos Sam, te quiero ver aquí en un año sin ningún rasguño - volvieron a tomarse la mano apretandola en el momento, forjando una tipo promesa implícita entre los 2, el uniformado sonrió y los miro a todos antes de alejarse - cuidate las espaldas, ya veras que si puedes hacerlo, suerte.

 

El muchacho asintió acomodándose su uniforme y yendo con los otros chicos que conformaban el escuadrón, entró por la puerta al pasillo volteando una última vez y sonriendo para retomar camino. lo s demas ahi quedaron en silencio sin decir. Damon sentía muchas emociones encontradas al recordar muchas cosas.

 

Recordar cuando Ben le había dicho que se iría a la milicia, acompañarlo y ver cómo se iba para regresar sin vida. El castaño soltó varias lágrimas, Erick se dio cuenta abrazandolo haciendo que se soltara a llorar intensamente en los brazos del mayor, quien le decía palabras de ánimo. En definitivo no le gustaba mirarlo así.

 

Mientras tanto Sam se sentaba en su asiento asignado y cerraba los ojos lanzando una oración al cielo para que todo fuera bien en su casa y sobretodo con el estando lejos. Miro por la ventanilla a lo lejos a su familia quienes miraban atentos para cuando despegara el avión.

 

Sintió como el motor de la nave arrancaba y empezaba a caminar lentamente por la pista. El chico no despegaba la vista de la ventanilla, sintió como tomaban velocidad para después despegarse del suelo y volar lejos. Sam solo esperaba con toda su fe puesta, que todo saliera bien.

 

Tomar distancia servirían para cada uno de los involucrados, en un futuro algo lejano empezarían a ver el qué porque el destino les mandaba ciertas pruebas que son difíciles, pero nunca que nos sobrepasen o no podamos soportar y quebrarnos.

Notas finales:

Este capitulo fue mas facil ya que mis ideas y el cursode la historia se esta aclarando conforme marcha la historia, mis personajes son algo demendantes en cuanto al destino que ellos quieren y su personalidades.

El siguiente capitulo tardara un poco ya que no tengo la idea bien definida de lo que pasara, igual las vacaciones de la semana inflyen en eso, ya que no son vacaciones en su totalidad... Por lo pronto difruten


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