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¿Una vida normal? por Kazumii V

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Jin deja sus maletas en una de las habitaciones, se ahorra el pensar siquiera que tiene que limpiar todo ese polvo. ¡Maldita sea! Ahora entendía porque les salió tan barato el alquiler si todo estaba por caerse a pedazos. Baja hasta la cocina en donde Himchan está intentando limpiar, lleva guantes y un cubre bocas.

—Esto es horrible —dice Jin casi histérico, el mayor voltea y le regala una sonrisa fingida.

—No es tan malo —Himchan ríe pero la mirada de Jin lo hace torcer los labios—. Tienes razón, es horrible pero somos los que estamos en mejores condiciones —saca su celular y le muestra una foto del lugar en donde están los otros primos que hacen el reto con ellos—. Fíjate, es una sola habitación y allí lo tienen todo, cocina, dormitorio y sala, el baño lo tenían en otro lugar. Minhyun y Baekho deben querer matarse —ambos sonríen.

—A Baek de seguro ni le importa, pero Min debe estar como loco —Jin ríe a carcajadas al imaginarlo.

Minhyun y él eran muy apegados, además tenían la misma edad 17 años, y no solo eso, comparten cumpleaños ya que sus madres los tuvieron el mismo día, en el mismo hospital, a la misma hora pero Jin es un minuto mayor. Ellos nacieron como gemelos pero de diferentes madres. Éstas son hermanas ¿Coincidencia? ¿Destino? Que importa.

Estaban en vacaciones y ellos sabían que tenían un mes antes de que comenzaran las clases así que se pusieron manos a la obra y comenzaron a remodelar la casa, estarían un año entero allí y no vivirían en un rancho.

Comenzaron a primera ahora en la mañana y para la noche ya estaban que no podían mover ni un musculo, y eso que solo barrieron el piso e hicieron la cama, bueno, lo hizo Jin porque Himchan no iba a tocar esas cosas asquerosas, por favor, que sabe uno que hicieron con esa escoba y en el colchón no se quiere ni imaginar. Ambos durmieron juntos esa noche.

Al día siguiente si pusieron manos a la obra, pero no avanzaban nunca en la limpieza, lo que Jin limpiaba Himchan lo volvía a limpiar, era innecesario y eso colmo la paciencia del menor.

—Himchan, por favor, hace una hora que estas limpiando esa canilla ¡No es necesario que lo hagas! ¡VE A LIMPIAR OTRA COSA! —furioso le grita lo último, el mayor le mira asustado y muy apenado antes de agarrar sus cosas de limpieza y desaparecer por la puerta de atrás. Jin bufa por lo bajo, ahora se arrepiente de haberle gritado, el chico es muy sensible cuando a su enfermedad respecta—. Himchan —corre tras el chico y lo encuentra agachado en el suelo—. Primito —lo llama cariñoso mientras se agacha a su lado, el mayor no le mira sino que está mirando al frente con la boca abierta— ¿Himchan? —voltea a ver lo que su primo está viendo y se queda más que idiotizado.

Allí en frente está un chico, de la edad de ellos, lavando un auto, lleva sólo unos pantalones dejando ver su bien formado torso, eso abdominales incitan al pecado, y más con la manguera esa en sus manos lanzando chorros de aquí para allá, mojando todo por doquier. Todo sucede en cámara lenta. Ambos primos suspiran cuando el chico se moja los cabellos y los despeina con una mano haciendo que algunas gotas de agua bajen por su cuello y se deslicen con sensualidad sobre sus sabrosos abdominales, su piel blanca parece brillar bajo el sol.

Jin ahoga un grito tapándose la boca con las manos, por primera vez siente sus mejillas arder con vergüenza, nunca antes le había pasado eso pero es que ver a ese chico así, tan lindo, tan sensual, sexy, ¡No! No es eso, él había visto a muchos chicos así antes, algunos que estaban hasta más buenos que éste... pero... pero ¡Pero nada! Ese chico seria suyo ¡Lo quiere! Lo desea, será suyo, solo suyo. Se relame el labio. Lo quiere en su cama, atado y luchando por escaparse, llorando por el miedo. Lo quiere así. Jadea excitado de sólo imaginarlo.

—No, Jin, no puedes —le trae de regreso a la realidad su primo, al parecer intento pararse para 'hablar' con su vecino pero Himchan lo agarro de los hombros—. Te prohibieron secuestrar o hacer cualquier cosa perversa —le recuerda, Jin rueda los ojos y maldice por lo bajo.

Justo cuando pensaba que estar allí no sería tan malo lo hacen parecer aún más malo, tener un vecino tan bueno y no poder hacerle nada sería una tortura para Jin.

Lo intentaría, un día a la vez. Lograría ser normal.

No lo secuestraria. No lo haría. Tampoco lo acosaría, eso está mal ¿No? Según la gente normal sí, así que él debe apegarse a esa regla. Puede mirarle y puede hablar con él. Hablará con el vecino mañana, por ahora sólo lo observara a escondidas y luego se masturbara pensando en él. No está prohibido eso ¿No? Puede hacerlo sin remordimientos, no hay ninguna regla que prohíba satisfacerse en ese sentido con la imagen de su vecino. Así que se lo grabara bien para la noche.

 

 


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