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Las Ironías de la Vida por SumikoPhantomhive

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Notas del fanfic:

Nueva historia VladxDanny
Que la disfruten.

Notas del capitulo:

Hola!
Traigo una nueva historia (un OneShot) de esta pareja que me encanta.
Se que deberia estar actualizando "Lo que nos deparo el destino" pero... ñah, alrato.

Bien, espero que lo disfruten.

Es un hecho que la vida da demasiadas vueltas, que termina abofeteándonos con la realidad y con que no siempre lo que creemos es un hecho, siempre termina volteándonos los papeles de una forma tan dramática que nos deja tan indefensos ante los hechos y solo nos deja la opción de dejarnos llevar por las extrañas situaciones.
Un buen ejemplo de esto son esa pareja que está a punto de entregarse en un acto de inmenso amor y lujuria desenfrenada, algo tan normal y lógico ya que solo ellos se pueden entender, debido al hecho que son los únicos en su "especie", no son humanos, tampoco son fantasmas, son seres increíbles que combinan las características de dos especies diferentes y a la vez no forman parte de ninguna.
¿Lo irónico del asunto? Que esos seres solían ser acérrimos enemigos en un principio… sin embargo eso había quedado en el pasado.
Varios hechos ocurridos en la vida de Danny lo habían obligado a huir de su casa y buscar ayuda, pero… ¿quien le podría ayudar en su situación? Pues el único que era como él, sin embargo, esa persona podría aprovechar la situación para poder acabar con él.
A pesar de todo eso, Daniel sabía que no podía hacer nada más que arriesgarse, además, si ese hombre lo mataba, que mas daba, el ya no tenía a nadie en ese mundo que se preocupara por él, sus propios padres deseaban acabar con su vida, así que si tenía que morir prefería no tener que hacerlo a manos de su propia familia.
Vlad Masters al enterarse de la situación del menor, no intento nada en su contra, no se burlo de él ni se atrevió a restregarle en la cara el hecho de que se había equivocado al creer que sus padres, unos idiotas obsesionados con destruir fantasmas, le apoyarían sin importar nada. ¿Pero, porque le ayudaba? Simple, porque él sabía lo que se sentía estar solo, lo que era tener miedo de que la gente lo tratara como a un ser indeseable que merecía morir por el simple y sencillo hecho de ser diferente, algo que él no había pedido, solo había sido un maldito accidente causado por una persona estúpida que no podía hacer nada bien. Él era una persona que había sufrido, que había pasado gran parte de su vida solo y con muchos temores en su interior, pero que sin embargo ahora que era mayor, se sentía y era capaz de enfrentar a cualquiera que representara un peligro, pero, Daniel era un joven amable, algo rebelde pero demasiado bondadoso y no quería que el pequeño sufriera lo mismo que el, si estaba en sus manos evitarle más dolor y sufrimiento al joven que llegaba a implorarle su ayuda, el haría todo lo posible por conseguirlo.
En un principio las cosas fueron difíciles, Daniel sabia que necesitaba la ayuda del mayor pero no podía evitar desconfiar de él, mientras tanto el mayor trataba de darle todo el espacio que podía, si el joven no se sentía cómodo con su compañía, lo dejaría solo.
Daniel con el pasar de los días, y tras observar los movimientos del mayor, sin que este se diera cuenta, descubrió cosas que nunca creyó ver en él, se veía molesto pero no con él, a él lo trataba amablemente, no lo presionaba a nada y le daba todo lo que necesitaba y también, lo que el creía, el menor podría querer.
Vlad no era malo, solo había sufrido demasiado y por demasiado tiempo, lo único que el necesitaba era algo de compañía, comprensión y cariño, mucho cariño.
Daniel estaba muy agradecido con el mayor y se decidió a ser él quien le diera esa compañía, esa comprensión y todo ese cariño que el necesitaba, fue difícil pero no imposible, si Vlad le podía brindar el apoyo y comprensión que sus padres le negaron, el podía corresponderle con algo de cariño, cosa que después de abrirse un poco, fue logrando.
El joven mitad fantasma, poco a poco se fue abriendo a Vlad, buscaba su compañía y tener una conversación amena con él, conocer más de él y, a pesar de que en un inicio se negaba, ahora hacia todo lo posible para que el mayor lo notara y lo logro, Vlad acepto la cercanía de ese chiquillo rebelde y contestón, ese chiquillo que de poco a poco se fue ganando su corazón, así fue, esos dos poco a poco se iban entregando el uno al otro de una forma tan profunda y cuando se dieron cuenta, ya se pertenecían casi en su totalidad.
Ahora, ellos dos se encontraban en la habitación del mayor, entregándose de una forma muy distinta a como lo habían hecho hasta ese momento, dejándose llevar por una vorágine de lujuria, pero sobre todo un inmenso amor que sentían el uno por el otro.

--Daniel, mi Daniel, ¿estás seguro de esto?- le preguntaba el mayor con preocupación en su voz, manteniéndolo fuertemente abrazado a su cuerpo.
--Claro que si Vlad, o ¿es a caso que tú no quieres?–la duda del mayor hizo a Danny sentirse, inseguro, temeroso.
--Pequeño tejón, claro que quiero hacerlo pero, no quiero presionarte, solo quiero hacerlo si tu estas completamente seguro. – la dulzura con la cual el mayor hablaba era tan impropia de él que parecía que fuera otra persona, y si, era muy diferente a lo que fue en un principio, a ese villano que deseaba causar caos y destrucción, ahora solo quería hacer la vida de su joven amado mucho más llevadera, quería hacerlo feliz, recompensarlo por lo que sufrió a causa de esos seres que se suponía debían amarlo.
--¡Vlad, te amo! – Dijo Danny mientras se paraba de puntillas y tomaba entre sus manos el rostro del mayor y lo besaba tierna pero tímidamente, eso era aun muy nuevo para él, lo disfrutaba pero tomar la iniciativa siempre era difícil, él prefería dejarse llevar pero, temía que el mayor a pesar de sus palabras terminara arrepintiéndose.
Vlad comenzó a dominar el beso y a controlar la situación, sentía como el menor temblaba en sus brazos, pero no intentaba separarse de él, al contrario, se aferraba más a su cuerpo, Vlad seguía besando a Danny pasando unas de sus manos a la nuca del otro para profundizar aun más el beso mientras la otra la posaba en su delgada cintura, haciendo presión para juntar mas sus cuerpos, al sentir que el vital oxigeno les faltaba, deshicieron el beso para poder respirar, lo que el mayor aprovecho para poder atacar algo más que esos dulces labios que se estaban volviendo una droga para él, ¿el siguiente objetivo? El cuello de su amado, cuello que beso, lamio y mordió, logrando dejar marcas que solo significaban una cosa... "Propiedad de Masters, Vlad Masters", así continuo atacando ese delgado cuello mientras escuchaba los leves jadeos de su amante, sintiendo como se aferraba con sus brazos a su cuello mientras el no podía mantener sus propias manos en paz, jugando en la espalda de su amante, buscando tener contacto con la piel, colándose bajo la playera, levantándola lentamente hasta lograr quitarla para seguir acariciando la blanca piel del chico
-- Vlad, tus manos están frías. - decía entre leves jadeos
-- Tranquilo, pronto dejaran de estarlo.
Poco a poco Vlad fue guiando a Daniel a la cama, recostándolo con cuidado y acomodándose lentamente sobre él, sin dejar de besar cada parte del pequeño cuerpo que poco a poco fue dejando desnudo.
Daniel temblaba bajo el toque da Vlad, no solo por lo frio de sus manos sino también por los nervios que lo abordaban, esta era su primera vez, nunca había estado con alguien, hombre o mujer, en una situación tan intima, y ahora se estaba entregando en cuerpo y alma a Vlad, alguien de su mismo sexo, mucho mayor que él y como cerecita del pastel, de una clase social muy diferente y alejada a la suya, pero... ¿eso realmente importaba? No, en ese momento nada importaba, solo ellos dos y el amor que se tenían mutuamente.
Besos, caricias, jadeos, gemidos, todo lo que pasaba dentro de esa habitación se debía a la más grande entrega en la que ellos dos habían participado en sus vidas, gracias a ella a hora se podía decir que se pertenecían en cuerpo y alma.
Después de toda esa experiencia recién vivida, ambos terminaron rendidos sobre la enorme cama de la habitación, tratando de regular sus respiraciones, descansando uno al lado del otro mientras se abrazaban de forma posesiva como temiendo que aquello fuera un sueño y que, si se separaran terminarían despertando y todo eso se desvanecería pasando a ser solo un vago y borroso recuerdo, sin embargo, era real, todo era real.
--¿Cómo te sientes mi pequeño tejón?
--De maravilla, ¿Cómo más me podría sentir?
--No sé, tal vez… ¿arrepentido?
--Claro que no, o es a caso que… ¿tu si te arrepientes de lo que paso?
--No amor, no me arrepiento de nada, al contrario, soy feliz de que hayas aceptado vivir esta experiencia a mi lado, ¿sabes por qué?
--¿Por qué?
--Porque te amo, mi pequeño tejón, te amo como a nadie he amado en mi vida…
--¿Mas que a mi madre?
--Claro que sí, mil veces más que a ella, es más, quiero que sepas algo, con el paso del tiempo me di cuenta que lo que sentía por tu madre no era amor, era solo un capricho, creo que me encapriche al ver que ella era lo único que no podía tener, sin embargo, quiero que tengas bien en mente que a ti te amo, te amo más que a mi propia vida,
--Jajaja
-- ¿Que pasa Daniel? ¿De qué te ríes? ¿A caso mis sentimientos son tan graciosos?
--No, discúlpame, es solo que todo esto es tan extraño, no me rio de ti o tus sentimientos Vlad, después de todo yo también te amo, lo que me causa gracia es lo irónico de la vida, hace tiempo ti deseabas destruirme y ahora… bueno, mira donde estamos.
-- Tienes razón Daniel, tienes mucha razón.
--¿Vlad?
--¿Sí?
--¡Te amo!
--También te amo mi pequeño tejón.
Y sellando su declaración con un dulce y casto beso, se dejaron llevar no solo por los encantos de Morfeo sino por las caprichosas situaciones que la vida, esta irónica vida, les estaba preparando.

Notas finales:

Bien, eso es todo por el momento, me ire a actualizar mi otra historia, Bye


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