Las acciones del pasado ahora comenzaban a pesar en la vida de Black, mientras abrazaba al príncipe y miraba el infinito y jurar que estaría siempre con él, el destino le recordaba lo malo que era antes, su mismo corazón se estrujo, sabía que algo pasaría, no quería decírselo a vegeta, suficiente tenia con lo que había soñado para preocuparlo más.
Por algún lugar de la galaxia, la guardia galáctica estaba batallando con un nuevo conflicto entre dos planetas, algo de improvisto, esto les retrasaría para llegar a Namek, pero no para el sayayin de cabellos alborotados que se dirigía a ese planeta sin hacer parada.
En el planeta Namek, ya habían pasado varias semanas, nail había salido de nuevo y Zamas se encontraba en la casa, maltratado y abusado como de costumbre. Estaba harto de todo esto, así que finalmente decidió llevar a cabo un plan que terminaría con su miseria de una vez por todas.
La noche caía y el abusador regresaba con mucha sed, le pidió a su esclavo que le trajera algo de beber, pero en la casa no había nada, nail se acordó que traía una botella de licor y sin dejar de observar a Zamas, le dijo que le sirviera un vaso lleno, esta vez el joven de cabello blanco con ayuda de sus dioses o lo que fuera que ayudara en ese momento, aprovecho en el único descuido de nail para vaciar el veneno que utilizo para matar al príncipe. Lo había llevado consigo todo este tiempo por si era capturado y así suicidarse antes que lo tocaran.
Zamas: espero que disfrutes de tu última bebida.
Una sonrisa de medio lado salía del rostro del joven Zamas, ahora podía declararse libre del maltrato del Namek, mientras el otro sujeto lo maldecía y se retorcía en el suelo de dolor.
Nail: ¡eres un miserable!....argg……g.g..aa.gg.
Zamas: no debiste dejarme de ver.
El namekiano yacía muerto en el suelo, Zamas antes de salir del lugar tomo un baño, se vistió y quemo toda la casa, mientras se alejaba miraba como ese lugar donde fue abusado ardía en todo su esplendor, la gente del lugar comenzaba en asomarse y tratar de apagar el fuego pero era demasiado tarde.
Zamas se alejo del centro de la ciudad y pensó en robar una nave Namek para huir, solo era cuestión de tiempo para irse del lugar.
Soldado namekiano: ¡señor! Una nave sayayin está entrando a la atmosfera.
Jefe: déjalo pasar, acabo de recibir un mensaje de que llegarían, es un miembro de la familia real junto a un soldado elite, vienen por un traidor de su planeta, parece que se escondió bien y que ni nosotros nos habíamos enterado.
Soldado: ¿solo ellos?
Jefe: no es de sorprenderse, esa raza es letal en combate, así que no necesitan nada más, ¿Por qué crees que les dicen conquistadores de mundos?
Soldado: ya veo señor, son sorprendentes.
La nave aterrizo con todos los permisos y era recibido por la máxima autoridad del planeta, el gran patriarca, explicaron bien su motivo y decidieron apoyar la búsqueda.
Mientras se dirigían a buscar a Zamas, un soldado de investigación les aviso que un soldado de gran rango namekiano había sido asesinado en su propia casa, descubrieron que Zamas estaba oculto allí. Rápidamente se fueron al lugar de los hechos, cada vez el tiempo se agotaba para Zamas y sus pecados.
Las noches en el planeta Namek algunas veces eran muy oscuras y esa noche era una de ellas, Black volaba delante de los demás, vegeta iba detrás del otro sayayin, algo sentía en su corazón, pero no sabía que era realmente, pensó que era de que por fin terminaría todo esto y que regresarían a Vejita pero otra parte le decía que esto era el inicio de algo más.
Black: ¡he sentido su ki!
Vegeta: ahora pagara por lo que ha hecho.
Patriarca: ¡síganlos!
A unos kilómetros cerca de allí, Zamas estaba despegando con la nave que robo, pero un destello hizo que su visión se viera estropeada.
Zamas: ¡ese ki! ¡Black!
La nave cayó, pero Zamas Salió corriendo del lugar, con heridas y todo, no quería ser capturado. El lugar donde se estrello por un ataque de energía que lanzo vegeta hizo que la nave se estrellara y generara una gran nube de polvo, tiempo que le dio a Zamas de ocultar su ki y desaparecer.
Pero parece que eso no le funciono con una persona que lo conocía muy bien. Mientras corría y buscaba un lugar donde ocultarse, una fuerte mano lo sometió a las rocas y lo acorralo. Sintió de nuevo su respiración y esos ojos negros profundos que una vez lo observaron con deseo, ahora lo miraban con desprecio.
Black: aunque escondas tu ki, puedo sentir tu aroma, así que deja de huir de una vez por todas.
Zamas: por favor déjame irme, se que te hice mucho daño, solo lo hice porque nunca deje de amarte.
Black: no sigas con eso, eso no era pretexto para hacer lo que hiciste.
Sus rostros estaban muy cerca, Zamas no quiso desaprovechar la escena y lo beso sutilmente. Black no alcanza a quitarse y recibía ese beso que parecía despedida.
Zamas: siempre te amare Black.
Black: deja de decirlo, lo nuestro termino hace mucho, sabes porque, ahora entrégate y todo saldrá bien.
Zamas: estar encerrado sin ti y que otros abusen de mi, ¿esa es tu solución?, no lo hare.
Vegeta: ¡ya déjate de tonterías Zamas! ¿Has escuchado lo que dijo Black?
Black: ¡vegeta!
Vegeta: apártate Black, ya me harto esta basura, lo matare ahora mismo, no merece el encierro.
Zamas: el príncipe parece estar celoso, si no fuera por ti, Black jamás me hubiera dejado de amar. ¡Te odio!
Black: Zamas, tranquilo. Vegeta por favor.
Vegeta: ódiame todo lo que quieras, te matare con mis propias manos, ¡tu fuiste el culpable de mi encierro y de envenenarme!
Zamas: debí matarte yo mismo príncipe.
Vegeta: ¡ven y hazlo!
Black: ¡no vegeta!
Fue así como Zamas saco todo su poder y uso todas las técnicas que el mismo Black le había enseñado, y en un descuido de Black, el joven de cabellos blancos utilizo la técnica que dejaba ciego al contrincante por unos segundos, tiempo justo para que vegeta fuera golpeado con violencia por Zamas, el joven herido atacaba al príncipe, mientras Black y los demás trataban de recuperar la vista.
Vegeta: ¡eres un vil tramposo!
Zamas: es lo necesario para hacerte sangrar príncipe y que por fin dejes en paz a Black.
Vegeta: ¡miserable!
Black: ¡ten cuidado vegeta!, algunas técnicas se las enseñe yo.
Vegeta: ¡ahora lo dices!, no veo nada, maldicion.
Vegeta comenzaba a esquivar algunos ataques, su vista comenzaba a regresar pero Zamas al ser un vil tramposo y hábil, con una espada de energía de sus manos pensó en atravesar el corazón de vegeta.
Black por un tiro de suerte, su vista mejoro y al ver tal escena se apresuro a llegar al lugar. Todo paso tan rápido que vegeta intento en esquivar el ataque un par de veces pero Zamas en la siguiente lo atrapo y cuando estaba a punto de apuñalarlo, Black con la tele transportación apareció frente a Zamas y vegeta, la espada le termino de herir a él. Su pecho sangraba y un gemido de dolor se escucho salir de sus labios.
Vegeta: ¡no Black!
Zamas: ¿Por qué lo hiciste?
Zamas: no iba a permitir que mates al amor de mi vida.
Zamas, al ver que mato a la única persona que amo, sintió un gran dolor y se apuñalo también, así decidió morir junto a su amado.
Zamas: también me iré contigo, ahora Black es mío príncipe.
Vegeta aun en shock, no sabía qué hacer, sus lagrimas comenzaron a salir sin control pero luego al escuchar eso su dolor se convirtió en ira, esto llevo a que se transformarse en blue haciendo temblar el lugar, lo único que le quedaba ahora era hacer polvo al miserable que mato a su pareja.
Zamas aun no moría de la herida que el mismo se hizo. Así que el príncipe desquito todo su poder en el sin perder el tiempo.
Vegeta: ¡muérete de una vez miserable!
El príncipe con un final flash termino por desaparecer por completo a Zamas.
Zamas: Black….
Vegeta se acerco al cuerpo de su amado, aun estaba con un poco de vida, pero su estrella se estaba apagando.
Black: perdóname….no debí.
Vegeta: no sigas hablando….solo mírame y no te vayas.
Black: yo.
Vegeta: perdóname tú a mí, debí cuidarte mas, no me dejes Black. Te amo…no me dejes.
Black con una de sus manos rozo el rostro del príncipe, quería verlo por última vez. Sabía que le quedaba poco tiempo, le dio una sonrisa de despedida y unas palabras al otro sayayin.
Vegeta: no sigas.
Black: se feliz con mi hermano, mientras yo te espero en el otro mundo. Siempre te amare.
Vegeta: yo no…
Black: lo mereces, se que también lo amas.
Black cerró sus ojos y su corazón dejo de latir, vegeta derramo mas lagrimas de dolor y beso su frente y labios, lo apretó con todas sus fuerzas, no quería dejarlo ir. Kakaroto había llegado hace un rato, vio la escena y su corazón sintió mucha tristeza al ver a su hermano muerto y a la persona que ama muy dolida.
Entre los brazos de vegeta, el cuerpo del sayayin comenzaba a brillar y a desaparecer. Vegeta se despedía con todo su dolor.
Vegeta: siempre te amare, mi amor.
Kakaroto se acerco a vegeta y se agacho para abrazarlo por detrás, sintió la tristeza de su príncipe, sus lagrimas, su dolor, su pena. Vegeta decidió girarse y abrazarlo, soltó todo su llanto sobre el pecho de Kakaroto. Jamás lo había visto así, el príncipe más orgulloso, se dejaba consolar, dejaba ver su perdida.
La guardia galáctica fue informada de lo sucedido y el caso de Zamas fue finalizado. Una nave partía de namekusei hacia Vejita, un príncipe lloraba aun su perdida, encerrado en su hitación de la nave, no quería saber de nada y nadie. Kakaroto piloteaba la nave, triste por su hermano y desconcertado por vegeta. El destino de la forma más cruel le estaba dando una oportunidad con el príncipe. Pero ahora no quería ni debía pensar en eso. Vegeta tenía que recuperarse, si es que lo hacía.
Kakaroto, dejo el piloto automático y decidió ver como se encontraba vegeta, lo encontró en su cama, acurrucado, con su rostro lleno de lagrimas, se había quedado dormido mientras lloraba. El sayayin paso sus dedos por los cabellos del príncipe y le dio un beso en la mejía, para dejarlo dormir.
Kakaroto: ya no llores mi príncipe, tu dolor pronto pasara.
Continuara…….