Miles de pensamientos y recuerdos pasan por mi mente, sigo con mi dolor, camino a mi entrenamiento, a mis encuentros diplomáticos, seguir con mi vida de príncipe de un planeta guerrero, mi existencia ahora tienen menos sentido, te extraño cada día mas, y ahora con lo que paso con Kakaroto, ha dejado mi corazón confuso, mi cuerpo parece que lo confunde contigo, extraña tus besos y el roce de tu piel, cuando lo miro, te veo a ti. ¿Acaso debo olvidarte y seguir mi vida?, acercarme a tu hermano que una vez rechazo mi amor. No sé qué pensar, ha pasado un año de tu partida o mejor dicho de tu asesinato. Pero tú sigues aquí, muy hondo en mi corazón.
Kakaroto se que me ama, tal vez siento algo por él, mi cuerpo siente necesidad, no sé si podre soportarlo, como negarme si me lo encuentro todos los días, a cada hora, parece que no quiere dejarme solo y cuando me descuido en mis pensamientos, aparece frente a mí y me acorrala en sus brazos, me quiere besar, me niego, no quiero caer, no quiero olvidarte.
Nappa: príncipe, necesito que firme estos documentos para agilizar la compra de las nuevas naves, además necesito que me acompañe para que vea las nuevas alianzas que están por hacerse.
Vegeta: está bien Nappa, vamos, no perdamos más tiempo. Por cierto, ¿mi padre?
Nappa: está de viaje, está visitando a un viejo amigo, el rey del planeta plantón, hace mucho que no lo veía y parece que necesita de apoyo estratégico para sus tropas.
Vegeta: porque nunca me avisa, cuando sale, es obvio que estoy a cargo.
Nappa: así es príncipe, ahora todo el planeta entero queda en sus manos, pero esto le servirá de experiencia para cuando sea el futuro rey.
Vegeta: ni me lo recuerdes. Mi cabeza es un rollo en estos momentos pero a pesar de eso tengo que seguir.
Nappa: lo sé vegeta, pero sé que saldrás de esto.
Cuando ambos platicaban por los pasillos del palacio, un sayayin con su cuerpo sudoroso venia de entrenar. El príncipe sintió su aroma, su esencia, sus miradas se cruzaron, un rubor vino al rostro de vegeta que al ver al otro guerrero, algo en su cuerpo se sacudió. Trato de disimular pero su rostro no mentía lo que sentía.
Nappa: Kakaroto, que bueno verte. ¿Vienes de uno de tus tantos entrenamientos?
Kakaroto: alteza, Nappa, así es, he creado otra técnica especial, si quieres te la puedo enseñar vegeta, bueno si tu quieres.
Pensamiento de Vegeta:
Miserable pervertido, con ese cuerpo, me quieres provocar. Sus ojos miraban todo el esplendor de ese guerrero, parece que estaba en celo porque su cuerpo quería que ese sayayin lo hiciera suyo ahí mismo.
Kakaroto: ¿vegeta, estas bien?
El sayayin más alto, noto que el príncipe se mordió el labio y quiso desviar su mirada, pero era demasiado tarde. Esto dio más aliento al sayayin para seguir acechándole y poder por fin estar con él.
Vegeta: no pasa nada, es mejor que me vaya, tengo que hacer unas cosas en otra parte.
El príncipe se retiro, dejando a los otros sayayines en silencio por esa respuesta. Kakaroto daba una pequeña sonrisa de victoria ya que vegeta comenzaba a sentir cosas por el de nuevo.
Vegeta se dirigió a su habitación, de espaldas a su puerta se lamentaba por tener esa reacción, era muy notoria, sabía que Kakaroto se había dado cuenta, le daba vergüenza y a la vez le daba culpa, porque estaba traicionando al amor de Black. Pero el mismo sayayin le había dicho en sueños que tenía que vivir y darse una oportunidad. Lo meditaba mucho, hasta que decidió que el tiempo le daría la respuesta, dejaría que el otro sayayin se acercara más a él.
Pero después de ese pensamiento y posible solución a su preocupante vida, sus lágrimas cayeron de nuevo, el recuerdo del fallecido vino a su mente y se tiro a su cama para sacar de nuevo su dolor que guardaba muy bien para que nadie viera su fragilidad.
Mientras:
Kakaroto: sé que me ama.
Nappa: en verdad te ama, siempre lo hizo, también a Black, pero ahora el destino quiso dejarte el camino libre, acércate más a él, con el tiempo el abrirá su corazón a ti, lo conozco muy bien.
Kakaroto: tienes razón, lo intentare. Por cierto, me retiro que tengo que darme un buen baño, nos vemos.
El príncipe esa noche para relajarse y despejar su mente, después de ducharse, decidió dirigirse a las aguas termales que el palacio poseía, desnudo por completo decidió entrar a las aguas, sin darse cuenta mostro su escultural cuerpo para alguien que también se encontraba en ese lugar.
Pensamiento de Kakaroto:
¡Vegeta! Por dios, que no me vea, oculte mi ki para que nadie me molestara, así que solo si me ve entonces se dará cuenta que lo vi desnudo.
Que cuerpo más exquisito, ha entrenado mucho, se nota, su piel bronceada la quiero besar, rozar con caricias, Mmm…mi mente y mi cuerpo desean tenerlo. Lo amo demasiado, quiero estar con él.
El sayayin dio un pequeño gemido que se le salió sin querer al ver ese cuerpo, se olvido que lo escucharían y fue así como vegeta lo vio. Las aguas termales eran muy grandes pero ese sonido fue escuchado por el bien agudo oído del príncipe.
Vegeta: ¿Quién está aquí?
Kakaroto: ¡rayos!
Vegeta: ¡Kakaroto! ¡Me viste verdad!
Kakaroto: lo siento, no pensé que vendría alguien a esta hora.
Vegeta: ¡eres un pervertido!
Kakaroto: discúlpame, te vi sin querer, pero lo que vi fue suficiente.
Vegeta: ¿pero qué has dicho?
Kakaroto: la verdad, no soporto verte y no tenerte.
Vegeta: ¡no te acerques más a mí!
Kakaroto: no puedo, tú me conectas con la felicidad, te necesito.
Vegeta: Kakaroto, por favor, no lo hagas.
El sayayin mas alto se acerco al príncipe, frente a frente sumergidos en el agua, desnudos y a pocos centímetros, Kakaroto no pudo más y lo beso, vegeta recibió el beso y fue jalado al cuerpo del otro, entre sus brazos, el calor comenzó en aumentar, además del agua caliente, sus cuerpos eran una bomba de tiempo.
Vegeta quería mas, esos besos le provocaban miles de sensaciones. El otro sayayin disfrutaba tenerlo en sus brazos. Pero el príncipe decidió alejarse. Se giro, dando la espalda al sayayin, apoyo sus brazos a las orillas del muro de las aguas termales. Kakaroto no quiso dejarlo, se acerco a él, y topando su cuerpo contra el otro, el príncipe sintió una erección ya despierta que rozaba su trasero.
Kakaroto: no me hagas esto, se que tu también lo quieres.
Vegeta sintió un leve orgasmo al sentir ese miembro rozándole, se mordió los labios y dio un pequeño gemido al escuchar la voz de Kakaroto en su oído.
Kakaroto: te necesito.
El sayayin mas alto lo comenzó a besar en el cuello y espalda, mientras el príncipe se excitaba más y más. Las caricias y besos lo estaban dejando sin defensas, pero algo evito que esa noche pasara algo mas entre los dos.
Vegeta: no puedo Kakaroto. Me tengo que ir.
El príncipe se giro y empujo al otro sayayin, quería salir del lugar, pero una mano lo jalo y lo obligo a besarlo. Un beso a la fuerza, un sentimiento pendiente.
Kakaroto: déjate amar vegeta.
Vegeta: no puedo, por favor Kakaroto.
Fue así como el príncipe se marcho del lugar, no le importo que una vez más el sayayin de cabellos alborotados viera su cuerpo perfecto.
Kakaroto: pronto cederás a mi amor.
Continuara……