Vegeta al ver a su padre marcharse junto a Kakaroto, al cerrar la puerta, su mente no paraba de creer de lo que paso anoche y de lo que había hecho.
Camino hacia su cama, tirándose y mirando el techo mientras con una de sus manos tocaba su cabeza aun mareada por las copas de anoche.
Vegeta: ¡Maldición!, como pude ser tan idiota, era obvio que no era Kakaroto, si no me ama no tenia porque estar conmigo, por beber me pasó esto. Ahora con qué cara lo veré. Bueno no importa, no tengo por qué darle explicaciones, no somos nada, no me quiere como yo a él. Pero ese imbécil de Black se las verá conmigo, ni crea que tendrá algo más de lo de anoche.
Al verse su cuerpo, tenia mordida y rasguños, todos estos provocados por Black, al pensar en él, su cuerpo se erizo al recordar lo que podía de esas caricias y besos que le propicio. No quería hacerlo, pero al final paso. Entre quejidos por la resaca y su conflicto de sentimiento, termino por dormirse de nuevo sobre su cama.
Por otra parte:
Black se vestía y se preparaba para viajar a otro planeta y seguir con su diversión de destruir planetas y civilizaciones enteras. Pero sin permiso, su hermano gemelo entro sin ningún aviso. Kakaroto con su mirada seria se lanzo contra su hermano y lo presiono a la pared, esta se agrieto por la fuerza con que lo hizo. Con unas de sus manos presiono el cuello de Black, algo que duro poco tiempo ya que este reacciono dándole un golpe en el estomago, ambos se pegaban y lastimaban pero luego se dieron cuenta que ya no eran unos niños y decidieron hablar.
Kakaroto: ¡Porque lo hiciste!, ¿Por fastidiarme? ¿Tanto me odias?
Black: ¡Imbécil!, no era necesario que me hicieras esto, además sabes que soy más fuerte que tu y te puedo hacer polvo.
Kakaroto: ¡No me importa!, y dime ¿Por qué lo hiciste?
Black: Simple querido hermano, siempre me gusto Vegeta y esta fue la oportunidad de tenerlo, además le pareció que le gusto. Tú lo tuviste solo para ti, pero lo rechazaste, así que yo me ocupare de sus necesidades.
Kakaroto: No se que llevo a Vegeta a que cayera contigo, pero se dará cuenta que tu eres pura maldad y no lo quieres como se debe.
Black: Que sabes tú de querer, solo piensas en ti y en ser el más fuerte. Además Vegeta es nuestro príncipe y si al final me acepta yo seré parte de la realeza y con el dirigiré nuestro pueblo. Algo muy bueno para mí, ya que sacare a toda la basura impura y débil que vive aquí.
Kakaroto: Deja de decir tonterías. Quiero que sepas algo, no quiero que te acerques mas a Vegeta, te lo advierto.
Black: jajjaja, no me hagas reír, tu hermano ¿me amenazas?, sabes que no puedes contra mí. Deja de perder tu tiempo y déjame en paz.
Black salió de su habitación, dejando a un Kakaroto furioso y con ganas de seguir con la discusión. Black sabia que eso molestaba mucho a su hermano, dejándolo con la palabra en la boca, pero le importaba poco lo que pensara.
Kakaroto después de un rato también salió de allí, y decidió sacar toda su furia con el entreno. Uno que llevaría horas y horas hasta que calmara todo su ser.
En el palacio sayayin se escuchaba rumores de que el príncipe andaba de romance con Black, algo que les parecía a unos una buena noticia y a otros no, ya que sabían de la fama de Black. Los gemelos eran tan diferentes, dos contra partes, uno era bondad y el otro pura maldad. Pero al final, si esto era cierto, el príncipe era el que tomaría esa decisión de seguir con esa relación.
Zamas: ¡Black!, parece que funciono.
Black: claro que funcionaria, pronto seré quien gobierne este planeta y nadie me detendrá.
Zamas: ¿pero lo nuestro?
Black: ¿Lo nuestro?, jajjaja, entre tú y yo solo es diversión, tú no eres sayayin y mucho menos de la realeza, el trofeo que yo quiero es tener a Vegeta a mis pies. Así que olvídate de tonterías, eso sí siempre me tendrás que obedecer a mis caprichos.
El sayayin de cabellos alborotados y que siempre vestía de negro, se alejaba de su esclavo, dejándolo solo y traicionado. Ya que él pensaba que siempre estarían juntos y que al final lo amaría como él lo hacía, pero se dio cuenta que Black no lo amaba y la única manera de estar con él era ser su esclavo ,era lo único que tenia, el único tiempo para estar con él.
La noche llegaba y Vegeta apenas salía de su habitación, sus responsabilidades de ese día fueron postergadas. Quería tomar aire fresco así que decidió caminar por los jardines del palacio y ver la esplendorosa noche que lo cubría.
Mientras caminaba sus pensamientos se dirigían a Kakaroto, pensando siempre en el, en su amor, si tan solo hubiera dicho que si a sus sentimientos, todo sería diferente.
Al pensar en el, decidió buscarlo o tan solo observar lo que hacía y sabía muy bien dónde encontrarlo.
Se fue a las salas de entrenamiento, Kakaroto muchas veces entrenaba hasta tarde, pero esta vez no sería a él a quien encontraría.
Vegeta vio cada una de las salas y al parecer nadie se encontraba en ese momento. Cuando de repente escucho unos pasos acercarse a él y luego desaparecer de la nada. No sentía ki por lo que esto le preocupo un poco.
Vegeta: ¿Kakaroto eres tú?
El silencio llego y decidió salir del lugar pero antes de hacerlo una mano lo detuvo. Su piel se erizo, su piel reconocía ese contacto. No quería voltear, sabía quién era, un ki se comenzó a sentir y una respiración cerca de su cuello lo hacía no moverse, el príncipe estaba paralizado, parece que después de todo había alguien que lo intimidaba.
Black: ¿Acaso no quieres verme? ¿Me tienes miedo? ¿O te pongo nervioso?
Una voz muy cerca de su oído lo hizo ponerse un poco más nervioso, pero no iba a permitir que lo viera flaquear y decidió hablar para no levantar sospechas.
Vegeta: Tengo cosas que hacer. Así que suéltame.
Black rápidamente giro a Vegeta y lo acorralo en la puerta que aun no se abría. El príncipe desvió su mirada ya que vio como Black acercaba más su rostro para querer besarlo.
Black: estas muy agitado Vegeta, déjame y te calmo.
Vegeta: ¡Ni se te ocurra Black! Ni creas que volverás a tocarme. Lo de anoche fue un error.
Black: Se me olvidaba, que solo tienes ojos para mi hermano, por cierto hace mucho que termino de entrenar, así que no te molestes en buscarlo aquí.
Vegeta: gracias por la información. Mejor no me molestes.
Black: Dime Vegeta, ¿acaso no te gusto lo que te hice anoche?, tu cuerpo, Hmm….tus labios, yo no puedo olvidarme de eso.
Vegeta: No quiero que hables de esto con nadie, eso no volverá a pasar.
Black: Yo quiero que pase y sé que tu también, tu mirada y esa boca me lo piden.
El príncipe se zafo de la prisión de los brazos de Black, pero este nuevamente no lo dejaba ir. Las miradas de ambos se cruzaron, Black sintió los nervios a flor de piel de Vegeta, le pareció muy excitante tenerlo así, ahora sabia que el príncipe tenía un punto débil.
Black: Se que te gusto Vegeta, lo sé porque tratas de evitarme, ¿o es acaso que ves en mi a mi hermano?
Vegeta: ¡Deja de decir idioteces!, suéltame, soy tu príncipe me debes respeto.
Black: Lo sé mi príncipe, pero mi cuerpo te desea.
Vegeta: ya no quiero escuchar esto. Suéltame.
El sayayin lo termino besando a la fuerza, sus bocas conectaron una vez más, Vegeta quería detenerse pero algo no lo dejaba separarse. Pero luego de un rato ambos se detuvieron. Vegeta aprovecho para alejarse de él y salir de allí.
Black: Hmmmm…..tengo todo el tiempo Vegeta para que te rindas, solo es cuestión de tiempo.