Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entre la muerte y el amor. por Almaschmetterling

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Kuroko no basuke corresponde a su respectivo autor y yo solo uso sus personajes para mis pendejadas 

Notas del capitulo:

Este lo escribí antes de chocolate y Bebé xd solo que no estaba seguro si subir historias aqui, se ve tan vacio :c

Realmente no esperaban que todo saliera de esa manera. Era trágico y cómico a la vez, pero si reían llorarían luego con tanta histeria que enloquecerían, sus corazones no podían aceptar esta situación, Este horrible destino cruel y desafiante que siempre nos ponía a prueba de la manera más dolorosa posible.

Y la lluvia seguía cayendo intensamente en una noche cada vez más oscura, con solo un farol cerca de ellos dando más impresión a una pesadilla que  en verdad era real para descontento de los protagonistas mientras las miradas de ambos se conectaban, ambos tenían la misma expresión: Que ojala fuese mentira lo que estaba ocurriendo en ese momento, que ojala nunca esto hubiese ocurrido.

Ninguno se atrevía a hacer ningún movimiento mientras tenían esa cara de profundo dolor, nada importaba en ese instante, ni siquiera ellos mismos puesto que al momento en que tendrían que actuar seria como matarse en vida. Ya nada más importaría.

Y quizás ya nada importaba.

Akashi solo quería tener en sus brazos a aquel de ojos chocolate, abrazarle, besarle, mimarlo y  hacerle el amor como tantas veces y decirle que jamás lo abandonaría. Lamentablemente eso sería vivir en una fantasía imposible.

¿Por qué? Ese era el único pensamiento que pudo hilvanar.

Es que era un dolor tan grande tener apuntando con una pistola a quien amas por ser el jefe de tu banda rival y que este esté haciendo lo mismo a su vez.

Con la persona con la cual en verdad sentiste algo similar a sentirse en “casa”  alguien que te hizo sentir bienvenido, alguien que te hizo amarlo más por sus hechos que por simples palabras, que aprendiste a amar y a sentirte amado. Con  quien te sentiste en el paraíso

Por su parte Furihata también deseaba tanto que fuese un impostor, porque había vivido tan feliz junto a Akashi Seijūrō, nadie le había hecho sentir que podía ver de  una manera diferente las cosas, con una nueva perspectiva y que le hubiera hecho amar el simple hecho de estar vivo y sentirse amado por aquella persona, aquél que te hizo sentir como si fueras la joya más valiosa del universo.

Tenía que disparar, tenía que matarlo. Así habría paz. Pero al mismo tiempo su corazón se rompería en miles de pedazos que jamás en la vida podrían volver a ser reunidos otra vez.

Los dientes tiritaban y no era precisamente de frio, a pesar de que la lluvia era fría y corría un viento intenso. No podía hacerlo, en verdad que no podía hacerlo, prefería matarse antes de apretar el gatillo, porque la vida no tiene ningún sentido para ninguno de los dos si no está la persona que se ama.

−Sería mejor que tú me dispararas Seijūrō, no quiero tener que hacerlo yo. Dispara y acabemos con esto.

—Sabes que no podría hacerlo, Kōki no puedo lastimarte, no después de todo lo que hemos vivido ¿Acaso crees que podría vivir sin ti, la persona más importante para mí?

Lagrimas aparecieron en el rostro del de cabellos chocolate con el arma aún  en sus manos, sin atreverse a dar el paso, pero tampoco para retroceder ¿Y si era el quien disparaba? ¿Realmente podría vivir sin Seijūrō? ¿Sin sus besos, sin su calor cada noche  viviendo una vida completamente vacía?

Recordaba a Seijūrō enseñándole a cabalgar, a no tener miedo del corcel blanco que siempre montaba Yukimaru, recordaba cuando este le toco un pequeño concierto de violín solo para él, recordaba  cuando Akashi compuso una canción de piano y se la dedico para después regalarle una cajita musical donde estaba esa misma melodía con unas pequeñas réplicas de ellos mismos bailando, recordaba la primera vez que sus labios se encontraron con los ajenos, recordó la primera vez que sus cuerpos se unieron en uno solo, el calor y los nervios, la pasión y la inexperiencia de cada momento que había vivido con esa persona tan valiosa y amada para él.

Incluso antes de haberse ido cada uno ese día a su banda correspondiente sin saberlo, habían hecho el amor bastantes veces, se habían dicho muchas palabras de amor. Palabras que no eran solo palabras  que se llevaría el viento y lo sabían, sabían ambos cuanto se amaban, por eso era que dolía tanto aquella situación.

—Mátame Seijūrō…por favor.

—No lo haré.

—Voy a tener que dispararte yo Sei….y en verdad que no quiero hacerlo ¡Pero mis amigos dependen de que tu mueras! —Su voz denotaba desesperación al hablar.

—Hazlo, Kōki, no te contengas, dispárame de una vez. No quiero una vida donde tú no estés, no podría siquiera pensar en algo así.

— ¡Tú puedes! ¡Claro que puedes hacerlo!  Yo no soy tan valioso como tú, tu eres inteligente, eres capaz de hacer cualquier cosa que te propongas, eres un ganador ante la vida y un ejemplo para cualquiera y yo solo una persona promedio…no tengo algo bueno que entregar.

Apretó el puño que no sostenía el arma haciendo que otra lágrima surcara por aquel mismo lado del rostro, lo sabía porque a diferencia de la lluvia fría que caía en su cara esta era cálida.

—Tú me has dado lo que ninguna otra persona podría darme y eso es un amor sincero. Tú eres mi sol Furihata Kōki mi luz del amanecer, has dado el brillo que calmó mi atormentada mente, nadie pudo hacerlo excepto tú—Trato de bajar el arma pero la mirada de Furihata le suplicaba que no lo hiciera porque inevitablemente tendría que matarle.

—Por favor Seijūrō, no hagas esto más difícil. —Su voz se quebró, las cosas que decía Akashi en verdad hacían que su corazón doliera más, pensó que diciéndole “Seijūrō” podría tomar valor y apretar para acabar con ello. Con  esta maldita pesadilla que estaba viviendo en ese momento pero no. Las piernas le flaqueaban  en ese momento, su corazón se estrujaba con el pasar de los segundos.

Esto era como estar en el infierno, era el infierno en vida.

—Tenemos que terminar con esto Kōki.

—Lo sé, pero no quiero hacerlo, no seré yo quien dispare.

—Yo tampoco y lo sabes.

— ¡Es que alguien debe hacerlo! ¡Esto no puede quedar en una indecisión por siempre! ¡Alguien debe morir!

—Mátame a mí y vete a casa, está haciendo frio Kōki, puedes pescar una pulmonía si sigues aquí.


— ¡Lo mismo digo yo para ti! Te enfermaras Sei…no quiero que enfermes, acaba conmigo.

—Nunca podría acabar con la vida de quien me hizo sentir que esta tenía sentido.

Furihata se rio levemente con pena.

—Esto es absurdo ridículo ¡DISPARAME! ¡Mátame de una vez Sei! ¡Esto me duele demasiado! ¡No quiero ver tu cuerpo muerto!

— ¿Y tú crees que en verdad yo si podría verte a ti muerto por mi propia mano? No seas absurdo Kōki.

—¡Esto ya se está convirtiendo en algo qu-

Un sonido de bala se escuchó, Akashi había disparado pero no a Furihata, si no a la persona que estaba detrás de este que al parecer tenía planeado dispararle a este último, cayendo con una certera bala  a la cabeza que termino matándolo. Kōki se voltea a mirar  el cuerpo y luego a Akashi pero antes de reaccionar estaba siendo abrazado con firmeza.

—Tú no puedes morir Kōki, y si tú no puedes verme a mi muerto, tenemos que estar juntos no importando lo que ocurra con los demás. Yo te amo demasiado, no puedes llegar a entender cuanto y sería capaz de irme contra el mundo si no te tengo conmigo.

—Sei…—Tiro el arma finalmente al suelo y abrazó con intensidad a Akashi, como si de eso dependiese toda su vida, como si tuviera que alimentarse del mismo aire que este respiraba, no quería soltarse nunca de este, jamás.—También te amo demasiado. No quiero apartarme nunca de ti, si morimos debe ser juntos.

Sus labios se unieron en un pequeño beso, que bastó para hacerles entender que ninguno de los dos debía de morir.

—No Kōki, no vamos a morir, no dejare que nos maten, debemos vivir, debemos  escribir más historias juntos, no importa si con eso damos la espalda a muchos, es lo mejor.

Asintió y entendió, ambos salieron de allí juntos, disparando a quienes se les atravesaran por el camino no importando quien fuera tomados de las manos como la pareja que eran, cubriéndose las espaldas hasta llegar al lugar donde  vivía el pelirrojo tomar sus cosas e irse de ese lugar tan infernal que los había obligado a enfrentarse a pesar de sus fuertes sentimientos de amor de uno por el otro. Harían una nueva vida juntos donde nadie los conocería más que una pareja que se amaba  más que ninguna otra en aquel lugar, una pareja que se entregaba completamente a su amor y pasión.

Una pareja separada por el destino, pero unida por el amor.

Notas finales:

Nos vemos :3 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).