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Motocross [HimUp] por PaChZhKy

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El sonido de la tierra levantándose bajo la rueda de su pesada moto era lo único que HimChan oía, eso y el ruido de su potente motor mientras avanzaba por la vacía carretera. 
Era de día aún, pero el otoño comenzaba a pesar. HimChan observo detrás de su casco. No traía la ropa de su uniforme, sólo traía una campera de cuero algo delgada y unos pantalones negros a juego. Su mánager lo mataría si se enteraba que salió sin protección. 
 
Ser uno de los competidores más jóvenes de Motocross era difícil, ¿Y ser coreano?. Realmente había muchos prejuicios dentro del mundo del motocross pero HimChan no se sentía ofendido, existen   demasiados prejuicios de por sí en cada cosas que haga cualquier persona.
 
Lo peor era cualdo de burlaban de su nombre ¿Qué tenía de malo Tatsmato?.
 
Los competidores más viejos de motocross realmente lo odiaban. Decían que este era un deporte sólo para hombre. 
HimChan tenía pene, según la biología básica eso lo hacía hombre. Entonces, ¿cual era el problema?.
Todos le decían que los otros competidores sólo se sentían amenasados. Sólo porque HimChan llego mucho más rápido que cualquiera de ellos a la CONAM (Comisión nacional de Motocross). Pero HimChan tenía su puesto debido a su esfuerzo, nadie le había regalado nada en la vida y él no estaba quejandose mientras odiaba a una persona 4 años menor.
 
Pero como había dicho realmente no le importaba lo que pensaban. HimChan sabía cuidarse, había nacido en uno de los barrios más peligrosos de Seúl, uno aprende a tener dos pares los ojos en la espalda. HimChan era bueno en peleas también. Tal vez no tenga el aspecto rudo de los otros competidores pero eso no lo hacía debil, él era bueno en lo que hacía porque el motocross era su vida entera.
 
El sol estaba a mitad del cielo, lo que indicaba que era más de la una de la tarde. Daba igual realmente él no planeaba volver pronto, necesitaba un descanso de la presión, necesitaba volver a correr con el corazón y no para ganarle a los demás, ni para demostrar ser el mejor. HimChan no era mejor que nadie sólo hacia lo que amaba.
 
Visualizo en el horizonte una pequeña mancha moviéndose. Moviendose, No, Corriendo con rapidez. Aceleró y hizo sonar el motor de su moto como un rugido. Mientras más se acercaba más tomaba forma la pequeña mancha. 
 
Se detuvo cuando llego a su lado y vio un perro con su correa atorada en una rama.
 
-Hey amiguito, ¿Quién fue el hijo de puta que te dejo ahí?.-el perro le ladró, estaba asustado se notaba. Y seguramente deshidratado, Tenía que ayudarlo. era realmente tonto y amoroso con cualquier tipo de animal.
 
Era realmente tierno verlo interactuando con uno.
 
Intentó acercarse una vez más pero él perro volvió a ladarle y esta vez saltó para morderle.
Sin embargo la correa no iba a dejarlo ir muy lejos y sólo consiguió lastimarte
 
-¡No!.-Grito antes de que él perrito volviera a intentar irse. Acercándose lentamente intentando no asustar al perro HimChan se sacó el casco y bajó de la moto apagandola. 
 
El perro retrocedió una vez más.
 
Lo miro y mientras HimChan se acercaba el perro retrocedía, tomó la rama donde estaba enganchada la correa del perro y lo soltó.
No paso ni un segundo antes de que el perro saliera corriendo.
 
-¡No!.-HimChan subio a su moto y la encendió. El motor rugio una vez más y comenzó a seguir al perrito por una larga carretera de tierra. El perro corría rápido. Y sería mucho más fácil simplemente dejarlo ir. Pero no podía hacer eso, el perro morirá de hambre o deshidratación.
 
No simplemente no.
 
 
Le costó quince minutos lograr llegar al perro. Que seguía corriendo si no huniera estado un árbol caído a mitad de camino HimChan nunca lo hubiera alcanzado.
 
 
-No te vez bien amiguito.-El perrito temblaba viendo al hombre delante de él.
 
HimChan saco de su mochila una botella de agua y se sentó lentamente al lado del perro. Abrió con suavidad la botella y puso un poco de agua en su mano derecha. El perro lo miró indeciso antes de acercarse y tomar el agua de la mano de HimChan
 
-Eso es amigo.-el perrito se acercó un poco más. HimChan pudo leer el nombre de su placa.
 
Máx
 
Acarició al perro un poco antes de hacer cualquier otra cosa, no quería que el perrito se asustara  y corriera otra vez. 
 
 
 
 Toco la placa en forma de hueso y la roto. Un número y el nombre del dueño se encontraban.
 
Moon JongUp.
 
HimChan iba a llamarlo y si no se presentaba él lo buscaría y le daría una paliza por dejar a Max al lado de la carretera en medio de la nada sin agua y sin comida.
 
Tomó su teléfono y tecleo perezoso el número.
 
-¡Déjame en paz!, ¡Hijo de puta!.-La voz desconocida grito tan fuerte que casi lo deja sordo. Alejo el celular de su oido un segundo. La voz sonaba quebrada como si el sujeto al otro lado de la línea estuviera llorando.
 
-Disculpa pero no me gusta que hables de mi madre de esa forma.
 
Al otro lado de la línea se escuchó un sollozo.
 
-Lo siento, estoy tan alterado...¿Quién habla?.
 
-Mi nombre es Tatsmato
 
-¿Tatsmato?, ¿Qué nombre es Ese?.-Hablo interrumpiendolo.
 
-El nombre del hombre que encontró a Max.
 
-¿Max?.-Pregunto confundído.-¡MAX!, ¡¿Tienes a Max?!.-Volvió a gritar.
 
-Ehh...si.
 
-¡¿Oh realmente lo tienes?! ¡Gracias a Dios! ¡estaba tan preocupado! ¡Llevo dos dias buscándolo! ¿Dónde está? .
 
HimChan escaneo el lugar, Viendo una carretera de tierra vieja. Gracias a dios él conocía el lugar.
 
 
-Ah unos cuantos kilómetros del principio de la carretera 67. Nos verás somos lo único aquí.
 
 
-¡Estoy llendo! ¡Estaré ahí en quince minutos!.
 ¡Dile a Max que mamá va por él!.-Grito antes de colgar.
 
¿Mamá? ¿Acaso no era la voz de un hombre?. Miro al perrito buscando respuestas, pero este sólo gadeo mirándolo. 
 
¿Y que se supone que harian mientras venís el dueño del perro?.
Bueno este parecía un buen momento para fumar. 
 
El beagle lo miró mientras intentaba morder el humo que HimChan exhalaba.
 
Había pasado 15 minutos exactos cuando escucho el sonido de un auto acercándose a lo lejos. Maldita  sea que venía rápido. Eran como ochenta kilómetros por hora. El sonido de las llantas llorando cuando el conductor preciono el  frenó y los paso, deteniendose a unos cuarenta metros, lo asusto. 
 
Un chico joven abrió la puerta con brusquedad. Sus ojos recorrieron el lugar examinado todo hasta que vio al perro. Y corrió hacia el.
 
-¡Max!. -Grito aliviado. 
 
El perro corrió hacía el encuentro. El chico se agachó alzandolo mientras lloraba. Le pareció de lo mas adorable.
 
-¡Max! ¡Gracias a dios! ¡estaba tan preocupado!   
 
El chico lo miró aún llorando con el perrito entre sus brazos.
 
-¡Gracias realmente!.- y lo abrazo a él también. Y el se sintió incómodo porque vamos. El chico era realmente adorable y bonito. 
 
-¿Podrías decirme porqué estaba aquí sólo?.
 
intentó sonar molesto.
 
El chico se limpió las lágrimas. Y grito.
 
-¡Mi ex es un hijo de puta! ¡Él me engañó y yo lo deje! ¡Y luego secuestró a Max y me dijo que me lo regresaría si volvía con él! ¡Y la maldita policía no pudo hacer nada porque no había pruebas de que fué el!.
 
Volvió a llorar 
 
-¡Llevo buscándolo días enteros! ¡Mi bebé! ¡Debió estar tan asustado sólo! ¡él nunca paso una noche fuera de casa! ¡y estuvo sólo aquí!
 
-¡Esta bien! ¡Calmate!. 
 
-¡No puedo!.
 
-Mira...llevaremos a Max a casa... Golpearemos a tú ex.- a HimChan no se le ocurrió nada mejor para poder calmar al otro chico.
 
-¿Podemos?. 
 
-Si podemos....es más... Le pagaré por ti.
 
El chico se sonroja y sonrió. Una sonrisa que estaba seguro lo había segado, porque no había visto una sonrisa tan hermosa nunca.
 
Salir a dar un paseo fue lo mejor que pudo ocurrir.
 
Un calor extraño se apoderó de él. Unos molestos bichos.
 
HimChan no se había dado cuenta, pero se había enamorado.
 
 
 

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