¿Qué se sentirá verlo de frente?
Se pregunto un castaño con tes pálida recargado en un enorme y bello árbol que se encontraba en la división segura del bosque, donde los aldeanos de su pueblo, habían establecido que el "lobo" o bestia como ellos solían llamarlos, no se acercaban a dicho lugar.
Mil veces había preguntado el porque estos no se acercaban y los más ancianos de su aldea siempre le respondían que era debido al agua bendita o ese tipo de cosas..
Si alguien le llegara a preguntar su opinión sobre eso, respondería facil y simple:
"Es la más grande estupidez que he escuchado en mi vida"
Y así era, pues dudaba mucho que grandes bestias tuvieran dicha debilidad tan..vergonzosa..
Suspiro fastidiado al ver a su padre asomarse por 5° vez aquella tarde para verificar su paradero, era demasiado sobre protector para su gusto, pero no podía culpar al pobre hombre, hace un tiempo que el perdió a su hermano mediano en un abrir y cerrar de ojos.
Por más que le buscaron, nunca llegaron a encontrar ni su cuerpo y eso solo le hizo sentir curiosidad, si aquellas bestia atacaban, por lo general dejaban el cuerpo para imponer miedo, entonces ¿Su hermano estaba vivo no? era la teoría que el tenia, pero para no molestar más a su padre, este se mantuvo sumiso.
En el pasado y todavía a la fecha, siempre se ofrecía voluntariamente para buscarlo en el inmenso bosque, Ryeo seguía vivo, el deseaba con todo su ser comprobarlo, pero no podía pues el consejo de ancianos siempre rechazaba cortes-mente su valentía y le mandaba a casa como todo un crió..
Vale, el todavía era un crió de 17 pero pronto seria mayor de edad, implicaba que podría vivir al fin su vida, aunque siendo sincero desechaba esa idea al estar en esa familia y en esa aldea.
-Appa Sungmin sigo aquí!!- Grito sacudiendo su mano en el aire mientras su capa zafiro se movía producto de eso y de el aire.
Era estúpido cargar con ella a todas partes, pero había sido el ultimo regalo que Ryeo le dio antes de desaparecer, no podía tirarla y si llegaba a quitársela era solo para lavarla con suma delicadeza, impidiendo así que esta se maltratara.
-¿Has visto a Leeteuk?- Pregunto con preocupación.
-Debió haber ido por leña o a recolectar frutos en el borde de la cerca.- Supuse al conocer tan bien a mi hermano mayor..
-Ese hombre y tu me darán un infarto pronto, son tan tercos y problemáticos.- Suspiro.
-Pero al contrario de Ryeo aun seguimos aquí.- Ataco no pudiendo medir mis palabras.
-Como quisiera que mi pequeño regresara.- Susurro dando la vuelta.
-Y..Yo perdón appa, no quise decirlo.- Se disculpo con un nudo en la garganta, siempre Ryeo había sido un tema delicado y el hecho era que este aun estando desaparecido, seguía siendo el favorito por mucho.
-Ve a buscarlo, ya esta atardeciendo y debemos resguardarnos en la iglesia ahora, el día de hoy es día de caza y esas bestias vendrán.- Ordeno temeroso el rubio mientras caminaba con su bastón a su humilde casa para recoger lo necesario para pasar la noche.
-Aun es temprano appa.- Replico el castaño.
-Sabes que es mejor prevenir que lamentar, desde mi accidente no puedo caminar bien con esta pierna y no deseo que pase nada.- Explico por 9° vez protectoramente.
De todos sus hijos, sin duda ese castaño era el más altanero, desobediente y al mismo tiempo inocente e ingenuo, pero no lo culpaba, era el menor de los 3, ahora 2..
El castaño rodó los ojos ante las palabras de su padre, se puso de pie y entrego el libro en sus manos a su padre, para ir en busca de su hermano mayor.
Sungmin solo le observo hasta que el castaño se perdió en una esquina, entro a su casa y recogió lo más rápido que pudo, un par de abrigos, su rosario de madera y camino con dirección a la iglesia para esperar dentro a sus pequeños pues no quería ser una carga para ellos.
°°°
A pesar de que el castaño en un principio fue con intenciones de traer consigo a su hermano, este se entretuvo con un pequeño conejo a mitad del camino.
Un perro callejero le estaba mordiendo la pierna y no se quedaría de brazos cruzados, enojado y dejándose llevar, este aventó una piedra al perro para que este liberara al pequeño conejo café y así lo hizo.
Una vez que este se fue gruñendo un poco, se agacho a recoger al pobre animal herido entre sus brazos, no podía dejarle en ese lugar pues era posible que el perro regresara, camino con dirección a su casa y se detuvo a pensar que si este llevaba al animal a ese lugar, Sungmin le mataría por no obedecerla, le mataría por traer una carnada para las bestias que atacarían esa noche a su casa..
Dio vuelta en sentido contrario a su casa, con rumbo hacia la iglesia, pero solo dio 2 pasos y nuevamente se detuvo a pensar, los lobos atacarían hoy y que mejor olfato que oler sangre de un animal herido, genial Kyu por un conejo quieres matar a todo tu pueblo, se regaño.
Hizo el gesto de intentar volver a dejar al conejo en el mismo lugar, pero el rostro de Ryeo al verlo herido y recordando como solía su hermano ayudar a los animales así, no le dejo depositarlo.
-Mierda, mierda mierda.- Susurro mientras con un poco de enojo caminaba al otro lado de la iglesia, dejaría al conejo en el bosque, no de su lado, no de el de las bestias, sino en un lugar escondido de ellos y le vería al día siguiente.
El sol comenzaba a ocultarse y lo abría notado de no ser por lo concentrado que se encontraba pensando en un lugar seguro en el bosque para el conejo.
Recordó el lugar donde el solia esconder los juguetes que rompia de sus hermanos para evitar asi regaños, era un buen lugar, pero..
Estaba un poco alejado de la orilla de seguridad, solo unos pasos.. 11 como mucho..
-Dios apiádate de mi..- Susurro antes de cruzar la cerca que desde pequeño le habían estrictamente prohibido hacerlo.
Camino con precaución y deposito al pequeño conejo en dicho agujero dentro de un tronco y lo cubrió con hojas secas que caían del árbol.
-Seras muy estúpido si sales, yo ya te salve la vida tonto..- Susurro con una sonrisa acariciando la cabeza del conejo y este se dejo.
Escucho una pisada y se sobresalto, los pájaros del árbol se fueron y seguido de eso salto tras las campanada que sonó.
”” Tan ~ Tan ~ Tan ””
Observo a un chico pelinegro y sus miradas se conectaron, la de el era tan penetrante y joder, hermosa....pero recordó a su hermano y con una simple inclinación de saludo y respeto al desconocido, dio pasos para barda y susurro.
-D..Debo de irme, por favor cuida de el....- Susurro bajo pero audible para el desconocido.
Salto con fuerza la barda y debido a la brusquedad termino por hacerse un corte no muy profundo en la palma derecha.
Siendo consciente de que su hermano aun no aparecía, decidió ignorar el dolor y correr hasta la barda al otro lado de donde el se encontraba.
Corrió como si su vida dependiera de ello y bueno en teoría si lo hacia, paso a un lado de la iglesia y siguió corriendo, pudo salvarse así mismo como todos los ancianos le habían enseñado "tu y siempre tu" era lo que todos practicaban, pero su hermano, no podía dejarlo.
La mirada del pelinegro le siguió hasta que el pequeño se perdió, camino a la cerca y toco con su palma la barda donde sangre del castaño permanecía.
Con dos dedos recogió un poco de esta y la probo, sonriendo al instante por tan curioso sabor..
°°°°°
-Teuk hyung!!!!- Grito buscando al rubio.
-Teuk hyung!!!!!!!!!!!!!- Grito de nuevo un poco más fuerte.
-Jungsoo!!!!!!!!!! Responde con un demonio!!!!!!- Grito desesperado.
-¿Qué haces idiota?!! Corre a la iglesia!!- Se escucho la voz que tanto conocía y suspiro de alivio.
-Me mandaron a buscarte y eso haré antes de ir contigo ahí.- Explico acercándose.
-Ya dieron el toque de queda!! Vete!!- Ordeno el rubio, sosteniendo su tobillo atorado en una trampa de conejos.
-N..Necesitas que te curen.- Susurro Kyu al ver sangre y bueno, era afobico a eso.
-Vete, si te quedas conmigo morirás idiota.- Susurro Teuk intentando zafar su tobillo.
-No.- Sentencio Kyu ayudando desesperada mente.
”” Tan ~ Tan ~ Tan ””
-Segundo toque Kyu, debes irte ahora.- Ordeno el rubio.
-No perderé otro hermano!- Grito el castaño zafando con fuerza la trampa, si bien su herida en la palma se abrió aun más, no le importo.
-Eres un testarudo..- Susurro con una pequeña sonrisa.
El castaño le ayudo a levantarse, aunque le causo tremendo dolor el levantarse al rubio, este se recargo en el castaño y a paso lento caminaron a la iglesia.
-L..Llegamos hyung..- Susurro con una sonrisa al ver que aun la tercera campanada no se tocaba.
Grande y caótica fue su sorpresa, que el padre o cura de esta, no les dejara entrar debido a sus heridas, a pesar de que Sungmin grito y lloro, no les dejaron entrar.
Ambos sonrieron a su padre antes de que la puerta de la iglesia se cerrara.
Kyu tomo la mano del rubio y sonrió, ambos estarían juntos., hasta la muerte...
”” Tan ~ Tan ~ Tan ””
La ultima advertencia sonó y aullidos a lo lejos se escucharon...
Ambos hermanos levantaron la vista al ver como enormes bestias caminaban a lo lejos, eran enormes y feroces lobos..
Y aunque el castaño estaba loco, el poder tocar dicho pelaje, era todo lo que sus manos pedían.
pasaron solo 10 minutos para tener a semejantes bestias frente a ellos..
Leeteuk debido a su herida estaba en el piso sentado a un metro de la iglesia, mientras que el castaño de pie se puso frente a su hermano.
Observo con completa curiosidad al lobo, sin ningún miedo de por medio..
Leeteuk le había dado una pequeña cuchilla y este también portaba una, para defenderse inútilmente de ellos.
Eran cerca de 6 lobos los que rodearon al par de hermanos...
Leeteuk mantenía firme su cuchilla apuntando a un lobo, después a otro, pues estos caminaban en círculos a su alrededor.
Kyu tiro su cuchilla en cuanto vio aquellos ojos que antes había reconocido como los más hermosos.
A pesar de que este era una bestia enorme y el chico pelinegro del bosque era un joven atractivo, algo le decía que era el mismo, no podía equivocarse.
-¿Qué haces idiota?!!!!- Grito Leeteuk a su hermano menor, pues no solo tiro su única defensa sino que caminaba a paso decidido y con su mano estirada hacia el lobo más grande, intentando acariciarlo como si de un cachorro se tratase.
El enorme lobo negro no se movió de su posición..
Los 5 lobos a su alrededor gruñeron intentando espantar al castaño e incluso uno si tiro una mordida directa, pero este por instinto se dejo caer al piso aun con su mano estirada al más grande.
Sus miradas se conectaron..
El no le temía al lobo, no..
El.. ansiaba tocarlo y conocer al lobo...
El enorme lobo negro comenzó a caminar hacia el, guiado por la sangre que de su mano derramaba...
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