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Next to me por aries_orion

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Notas del fanfic:

Los personajes son de Tadatoshi Fujimaki, mía es la historia.

Notas del capitulo:

Dedicado a Dashi, por su cumpleaños. xD

 

 

 

Les explico, las letras negras son los diálogos dichos con las manos; letras en cursiva y negritas serán diálogos escritos en papel; la cursiva es la letra de la canción y ya los demás estarán como de costumbre.

 

–¿Estas completamente seguro de esto?

 

A través del espejo pudo ver la figura de su madre luciendo un vestido azul marino, una coleta baja y de lado, resaltando el pequeño escote del vestido junto con las incrustaciones de piedras tornasoladas. Se veía hermosa, pero más nerviosa e insegura que él.

 

No pudo evitar sonreír, pues quien se iba a casar era él y ella parecía ser la novia.

 

–Mamá, como sigas así me darán ganas de escapar por la ventana.

 

–Genial, yo te ayudo, vámonos al aeropuerto y tomemos el primer vuelo que salga. A donde sea, total tengo cuentas suficientes pa...

 

–Para no hacer nada, salvo ayudar a papá.

 

–Es que...

 

–Vamos mamá, ya es hora y papá debe estar esperando por nosotros.

 

–No sé cómo me dejé envolver en esta locura.

 

–El amor es una locura.

 

La mirada airada de su madre le dio risa. Le tomó del brazo para salir de la habitación. No podía creer que fuera a casarse en sólo unos minutos. Aquello le resultaba tan inverosímil, como si fuera un sueño provocado por algún fármaco. Más la sonrisa y el cuerpo tenso de su padre junto a las puertas corredizas de cristal le decían otra cosa. Soltó a su madre y se acercó a su padre.

 

–Se supone que debería estar parado a tu lado esperando por la novia.

 

–Nunca he hecho según lo estipulado.

 

–No, nunca lo haces.

 

Su padre le beso la frente, tanto su madre como él se engancharon a los brazos de su progenitor. Se detuvo a un escalón, inspiró profundo, el aire salado le acaricio la cara, el sonido de las olas y el graznido de las gaviotas parecían susurros suaves en sus oídos. Volvió a respirar, bajo la vista. Ahí, al pie de la pequeña montaña se encontraba un pequeño cúmulo de personas sentadas en espera de su arribo. Al fondo y centró, el juez. A su izquierda se encontraba aquella persona que cambió todo.

 

No pudo evitarlo, sus labios se corrieron a los lados mostrando una sonrisa. Jalo a su padre para seguir bajando las escalinatas. Por cada escalón un recuerdo le llegaba, en todos ellos se encontraba la persona que le esperaba al final del pasillo.

 

Seguía sin creer que sólo necesitó dos años para caer en la garras del amor, él, que decía que ese sentimiento era basura, que sólo servía para volver dependientes y estúpidas a las personas. Pero como siempre, el amor llegó como la lluvia, sin previo aviso, golpeando a su ventana que, en su caso, fueron sus piernas; pues por andar distraído en la música, no vio el cambio de luz y por poco un motociclista le arrolló. Sin embargo, el conductor de dicho aparato pudo frenar a tiempo.

 

Al levantarse le gritó hasta de lo que se iba a morir, le mentó madres, más la cara de confusión del hombre le irritó aún más.

 

–¡¿Acaso no piensas contestar, maldito loco?!

 

Su patineta se encontraba un tanto magullada entre sus manos. Al volver a poner sus ojos sobre el hombre este le tendió un papel, curioso le tomó.

 

Si tuvieras más cuidado al ver por dónde vas, esto no habría ocurrido y, si pudieras calmarte un poco, te habría contestado.

 

–¿No puedes hablar?

 

El hombre volvió a escribir en la libreta y le tendió el papel.

 

Puedo hablar, lo que no puedo hacer es escuchar y dado que te ves en óptimas condiciones, me retiro.

 

Se quedó leyendo muchas veces el papel mientras él se ponía el casco, montarse en la moto e irse. Después de eso, no fue capaz de sacarse la nota y la imagen del conductor. Semanas pasaron antes de volver a verlo, un encuentro desastroso que en su momento detesto y ahora le recuerda con gran diversión.

 

–¿Hijo?

 

–Está bien.

 

Sus padres le dieron espacio, él se detuvo al frente, le entregó el pequeño ramo a su sobrina de 3 años quien se fue corriendo al lado de su hermano. Volvió a respirar. Su futuro esposo le observa interrogante y con cierto miedo. Él le hizo señas de que no se preocupara y esperará. Buscó al chico del sonido, con un pequeño asentimiento de cabeza le pidió que comenzara. El murmullo de los presentes se fue opacando hasta que los tambores se dejaron escuchar, la suave intervención de la guitarra y el cantante comenzó y, nuevamente, no pudo contener la sonrisa en sus labios.

 

 

Something about the way that you walked into my living room

Casually and confident lookin' at the mess I amBut still you, still you want me

 

 

Y se volvió a enamorar. Volvió a caer ante aquella sonrisa bonita y los ojos iguales al ente que se encontraba de fondo. Sus manos se movían a la batuta de la letra, pues quien cantaban eran sus dedos y brazos, no su voz.

 

 

Stress lines and cigarettes, politics and deficits
Late bills and overages, screamin' and hollerin'
But still you, still you want me

 

 

A él nunca le importo todo lo que la sociedad marcará, no importaba el país, sólo era él contra el mundo, descubriendo todo y una caída le llevó al lugar que por años evitó. Su carácter era irritante y, hasta cierto punto, fastidioso, más él se quedó. Riendo de sus locuras y acciones.

 

 

Oh, I always let you down You're shattered on the ground
But still I find you there
Next to me And oh, stupid things I do
I'm far from good, it's true. But still I find you

 

 

Oh cómo lo intento. Lo intento tanto que se rindió. Dejó que él le tomara como mejor le placiera, pero eso no significaba que no le diera palabras crueles, que de alguna forma le dejara de lado o abajo. Nunca le permitió siquiera rozar su corazón, porque aquello sólo era una aventura más en su larga lista de estupideces que su padre y familia le echarían en cara.

 

 

There's something about the way that you always see the pretty view
Overlook the blooded mess, always lookin' effortless
And still you, still you want me
I got no innocence, faith ain't no privilege
I am a deck of cards, vice or a game of hearts
And still you, still you want me

 

 

Sin embargo, esos ojos que han visto lo peor de los seres humanos aún brillan. Brillan igual a una luciérnaga sólo cuando él estaba cerca. Porque no importaba las estupideces que hiciera, siempre estaba ahí, siempre estuvo para rearmarlo y levantarlo sin importa si a cambio recibiría dagas o una caricia fría.

 

 

And oh, stupid things I do
I'm far from good, it's true
But still I find you
Next to me

 

 

Siempre haciendo cosas sin fundamento, perdido en la vida igual a un cachorro abandonado. Nada le intrigaba y nada le detenía. Más la paciencia del destino llegó a su fin, le llevó a una caída sin freno que terminó en el quirófano de un hospital. Al abrir los ojos, quien se encontraba a su lado era él. Sosteniendo su mano, en una posición extraña, pero con los ojos llenos de amor y delicadeza que transbordó su límite, lloró lo que nunca se permitió. Entonces le aceptó, se rindió de verdad.

 

 

So thank you for taking a chance on me
I know it isn't easy
But I hope to be worth it (oh)
So thank you for taking a chance on me
I know it isn't easy
But I hope to be worth i

 

 

Ya nada le importó. Su recuperación fue extraña y lenta, más él estuvo sin flaquear en ningún momento, igual a un árbol. Ese hombre se quedó. Entonces, le agradeció por no abandonarlo, por no dejarlo sólo, por darle una segunda oportunidad que supo aprovechar como nunca. Ya no importaba quién iba abajo o arriba, quien miraba o quien cedía. No importaba porque el simple hecho de verlo todas las mañanas estirando, viendo al sol repeler la oscuridad, era lo más maravilloso. Sabía, que él era el sol de su soldado.

 

 

Oh, I always let you down You're shattered on the ground 
But still I find you there
Next to me
And oh, stupid things I do 
I'm far from good, it's true But still I find you
Next to me

 

 

Y lo haría, seguiría haciendo estupideces, locuras, pero esta vez él iría con él. Ese soldado era su luna, así como él era su sol. Lo amaba tanto que dolía, su corazón se estrujaba de tanto amor que producía en masa. Que eran insuficientes las caricias, miradas, mimos, besos y abrazos. No era suficiente el hacer el amor. No era suficiente tomarlo y ser tomado. Tan ruidoso que sus oídos pulsan por ello.

 

Es una locura lo que hace, pues, ¿quién en su sano juicio se atrevería a dejar su cabello crecer, ponerse ropa de encaje y usar un kimono el día de su boda siendo un hombre?

 

Nadie. Nadie estaba lo suficientemente loco para hacer eso enfrente de amigos, familia y conocidos; pero él. Él era capaz de convertirse hasta en un perro o el mismo Dios si con ello veía una bonita sonrisa en los labios de su pareja. Aquel soldado que resultó más roto y dañado que él mismo. Que su pago por servir a su país fue su audición y casi sus ojos. Aquel que su cuerpo es un arma andante, pero bajo su tacto y labios se vuelve una masa de nervios para moldear a su antojo.

 

Dios, lo amaba tanto que rompió con la última pared. Aprendió el lenguaje de las señas, sus manos se volvieron su voz y aunque el hombre podía leer los labios siempre que hablaras despacio, para él era insuficiente. Quería una completa intimidad. Así que, ahí estaba, cantándole con las manos lo mucho que le amaba mientras él, en un traje azul marino oscuro, con corbata de igual color y una camisa blanca dejaba que las lágrimas surcaron su rostro como una vez lo hicieron las gotas de sangre de sus amigos, enemigos y la suya misma. Rechazando el papel o el pañuelo de sus amigos y madre, mirándolo a él. Observándolo a él. Siempre a él.

 

La canción se acabó. Su padre regresó a su lado y su sobrina se puso unos cuantos pasos delante de ellos con el pequeño ramo. Camino. Al llegar al pequeño altar, su padre les sorprendió a ambos al usar sus manos.

 

–No eres de mi elección, pero si la de mi hijo, te acepto más espero que venga a mi llorando por sus estupideces y no por las tuyas.

 

Se lo prometo. – Nada se comparaba con el delicado movimiento de manos de él. Como un aleteo de mariposa.

 

Su padre tomó sus manos para juntarlas y dejarlas sobre las contrarias.

 

–Es todo tuyo.

 

Soltó una risilla, su padre parecía haberlo entregado con tal de deshacerse de él. Negando, limpio con sus dedos las lágrimas, ambos se sonrieron y Taiga tuvo que sostenerse ante lo que los ojos contrarios le gritaban.

 

Aquellos preciosos ojos topacio.

 

Si el juez comenzó, ellos no se dieron cuenta hasta que les jalaron para tomar los anillos. Apenas estuvieron en sus dedos se besaron. Taiga se dejó ir contra su teniente capitán, quien le recibió gustoso y con un beso asfixiante. Sus labios danzaban mientras giraban, la canción volvió a sonar.

 

So thank you for taking a chance on me. –Su marido le susurró al oído.

 

–Te amo tanto mi teniente Aomine.

 

Y él simplemente se volvió a enamorar, porque Aomine Daiki era un hombre que no podía ser ignorado aún si este tenía una discapacidad auditiva. Porque para Aomine Taiga sólo existía un amanecer y este, se encontraba mirándolo como los humanos observan al sol salir por la orilla del mar. 

 

 

Notas finales:

Aiñ lo que hace la música con un poquito de inspiración. Dashi-linda espero te haya gustado. 

 

Locura realizada. 

 

Yanne. xD


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