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Escape por Merokochan

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Notas del capitulo:

Buenas mis amores fantasmales!!!

Lo se lo se.... pasaron 84 años desde el primer capitulo, pero como dice el dicho "el que avisa no traiciona" y yo había dicho que no sería rápida actualizando jeje.


Espero entiendan o al menos no me guarden rencor UnU

Había olvidado que este fic tiene una inspiración muy grande en dos producciones. Por un lado está la novela juvenil Lionboy escrita por Zizou Corder y por otro lado un juego de survival horror bastante viejito llamado Galerians.
Claro que la version anterior de este fic era ya muy plagio de ambos así que ahora estoy cambiando eso, estoy tratando de ponerle lo mio también.

En fin, espero que este capitulo les guste. :)

Un silencio algo incómodo inundó la pequeña habitación. Luego de unos tensos minutos y un largo suspiro producto de una aparente meditación, la pregunta surgió.

-¿Qué estabas buscando?- fue lo que dijo Takano.

Él no parecía mostrar curiosidad, no parecía interesarle realmente qué diablos hacía un joven con una bata de hospital puesto sobre la ropa, andando de manera errática y para colmo con un comportamiento sumamente extraño dando a entender que… escapaba de algo o de alguien. Pero no quería meterse en problemas, después de todo no tenía ganas de lidiar con conspiraciones o con algún loco homicida. Pero al ver sus ojos llenos de terror inminente no podía soportarlo, no podía evitar ayudarle.

-S…sólo…- comenzó a susurrar el interrogado y tras una pausa para darse ánimo, continuó con su petición –sólo quiero esconderme un tiempo-

-Puedes quedarte aquí- interrumpió el chico de ojos verdes. Ambos voltearon a mirarle, uno con sorpresa y el otro con la negativa impresa en su rostro.

-Takano…- comenzó a reprocharle al ver su reacción –se puede quedar en mi habitación, opina lo que quieras pero por mí ya está la decisión, quiero ayudarte- terminó con una sonrisa, una sonrisa que podría animar a cualquiera.

-Entonces, será tu problema mocoso- sentenció el mayor y sin dar tiempo a objeciones se dirigió hacia lo que parecía ser la puerta de salida. Antes de abrirla, se giró y alertó diciéndoles

-Será mejor que se vayan ahora, el entrenador de leones no tardará en volver y no se le conoce por ser piadoso-

Tras ver cómo desaparecía de la habitación, quienes se quedaron lo hicieron en un tímido silencio hasta que uno de ellos decidió presentarse.

-Mi nombre es Misaki, ayudo aqui y soy parte del espectáculo- y extendió su mano a modo de saludo y ladeando la cabeza ligeramente hacia un lado mostrando duda preguntó por el nombre. El aludido parecía dudar un poco, pero luego respondió tanto en gesto como en palabras

-Chiaki... Yo-yoshino Chiaki..- y luego pareció dudar un momento. "¿Ese es mi nombre? " pero era lo único que recordaba en ese momento asique no reparó demasiado en ello. Misaki no le dejó pensar más, no quería sobre esforzarlo y además debían apurarse en salir; ya que el comentario acerca de la actitud del entrenador de leones era cierto.
Despacio y fijándose si alguien indeseado los seguía, Misaki guió a su nuevo amigo a través de la misma escotilla por la que entraron para luego ir a otra que se encontraba en uno de los laterales del barco. Al entrar por allí pasaron por un túnel estrecho que los llevaría a un cuarto aislado justo encima de la cocina.

-Guau, esta pesado... - menciona Chiaki al entrar, cosa cierta ya que estando encima de la cocina lo hacia un ambiente caliente, a veces pesado.

El castaño se sentía algo arrepentido de no ofrecerle algo más decente, pero no podía remediarse. Fue hasta la única ventana, minúscula pero funcional para que,  al abrirla el viento que entrara refresque el ambiente. Luego de ello, fue hasta el costado de esa misma ventana y sacó una colchoneta algo vieja pero bastante gruesa. La extendió en el suelo y dándole unos cuantos golpes le sacó todo el polvo que pudo haber almacenado al estar guardado. Terminada la tarea se levantó y con las manos a los costados y una sonrisa triunfal finalmente dijo

-Ya está - y añadió -aquí dormirás, no es mucho pero te traeré algo que puedas usar de almohada-

Chiaki estaba agradecido, tenía razón en que no era mucho pero para alguien que no recordaba nada salvo su nombre... Era mucho. Sin poder evitarlo, reparó en un arco bastante enorme que estaba cuidadosamente guardado en una funda de cuero justo sobre una de las camas. El castaño lo notó y casi parecía obligado a comentar sobre ello.

-Oh.. Ese arco es mío, soy muy bueno usándolo...-

Pero aunque le parecía que no era mucha cosa, a Chiaki le fascinaba aquello. Ver aquel arco tan pulcramente cuidado le hizo pensar que era aun mejor de lo que aseguraba ser. Y sin pensarlo le pidió una pequeña demostración.

-¿Ahora?- cuestionó sorprendido Misaki, no solía hacerlo a menos que estuviera practicando. Pero la mirada entusiasmada de su nuevo amigo le impidió negarse.

-Bien...- finalmente dijo, suspiró en ruego para que no sucediese ningún imprevisto sucediese -sólo dispararé una- agregó.

Y entonces sacó del bolso que estaba junto al arco una enorme flecha hecha de madera pulida. Su punta era de punta Roma, la cual no es muy filosa en sí misma. La colocó y se posicionó para poder dispararla. Respiró dos veces de manera muy lenta y profunda mientras tensaba la cuerda, cuando finalmente se sintió seguro, la soltó. La flecha fue veloz hasta una de las paredes. Lo que ninguno de los dos se esperaba, era que justo unos centímetros al costado de donde caería la flecha, aparecería algo como surgiendo de la pared... O más bien alguien.

-¡¡Ahh!!- se escuchó tres voces gritando al unísono.

-¡Mirio! - exclamó Misaki sorprendido -N-no sabía que habías terminado tu práctica -

El aludido finalmente atravesó la pared y sacudiéndose el polvo de su ropa miró al castaño con una expresión que mezclaba reproche con su sonrisa tan característica.

-Y yo pensé que esas cosas debían hacerse en un lugar destinado a ello-

Misaki se rió avergonzado, tenía razón, siempre la tenía.

-Es que yo... - empezó a disculparse pero fue interrumpido por Chiaki de quien no se percató  el recién llegado

-Yo se lo pedí, él iba a negarse pero yo fui quien insistió- tras decir eso, inclinó la cabeza hacia abajo a modo de disculpa. Mirio le observó intrigado. Pudo percibir que Chiaki no era cualquier polizón como podría ser un niño rebelde que se escapa de su casa por no querer ordenar su cuarto. Algo en él le decía que era algo más.

Chiaki notó aquello y nuevamente se disculpó.

-Solo.. Solo estaré un tiempo aquí y.. Tratare de no ser una carga-

Y entonces Mirio rió, Misaki se contagió de esa risa al conocer el motivo detrás mientras que el tercero no entendía lo que hizo que se sintiera avergonzado.

-Está bien- comenzó el rubio  a lo que siguió luego de calmar su risa y mirar a Chiaki de manera fija -no tengo problemas con que te quedes, confío en Misaki y sé que si te ayuda es por algo-

Tanto Misaki como Chiaki respiraron aliviados, sólo fueron regañados por el mayor una vez más recordándoles que no debían disparar el arco de manera tan imprudente. Asintieron, para luego reir de nuevo y así Chiaki se sintió acogido allí.

 

---------------------------------Mientras tanto---------------------------------------

 

En un oscuro laberinto de cemento, una alarma acababa de sonar alarmando a todo aquél que se encontraba allí.
“¡¡Comprueben las salidas!!” fue lo que más se escuchaba entre las numerosas voces, muchas de ellas nerviosas y asustadas.
En uno de los pasillos, un jóven se encontraba observando hacia el techo, viendo que la rejilla estaba en el piso sólo suspiró antes de sacar un radio de su bolsillo.

-Señor… al parecer escapó por el conducto de ventilación- habló al acercar la radio a sus labios. No tardó en recibir respuesta

-Trae a 11 a la oficina-

-Lo llevaré de inmediato señor- fué la respuesta a esa órden y de inmediato se dió la vuelta para ir por quién se encargaría del problema. Fue hasta una de las áreas que componían el establecimiento. Allí podía verse que se trataba de un pasillo extenso lleno de puertas que llevaban a habitaciones distintas. Llegó hasta una de ellas y abrió la puerta.

Dónde entraba parecía una casa totalmente equipada, comenzando por una sala grande, limpia y ordenada. Una pared estaba completamente cubierta por una biblioteca de roble la cual estaba hasta el tope de libros. Viendo que no lo veía, el jóven levantó la voz ordenando su aparición

-¡Ey 11! El jefe exige verte, tenemos un problema-

No apareció de inmediato, casi iba a buscarlo cuando una puerta, la que parecía dar a una oficina, se abrió para que finalmente apareciera.
Estaba con ojeras, su cabello plateado bastante desordenado sin contar un gruñido que se le escapó delatando su malhumor.

-¿Qué es tan urgente que deben despertarme?-

Su mirada era fría, tanto que provocaba escalofríos a quién se le cruzaba. No le gustaba para nada recibir órdenes, pero no estaba en situación de armar escándalo por ello. Pero sólo recibió un “Cállate y sígueme” así que le obedeció no sin refunfuñar sobre la mala actitud y calmándose para evitar desatar sus emociones y en consecuencia un desastre.

Cuando llegaron a la puerta, el guarda se puso en un costado y mirándole fijo casi parecía que le exigía entrar. El aludido suspiró profundo antes de hacerlo, abriendo suavemente la puerta hasta que hubo espacio para que pasara por ella.

-Sabes que odio esperar... Menos en una situación mas que adversa-

La voz era calmada, demasiado pero su firmeza lo denotaba enojado. Sus puños que estaban sobre la mesa, estaban fuertemente apretados. Su furia, estaba siendo contenida.

-Uno de nuestros... Proyectos salió y sabes qué consecuencias hay por ello... Debes ir por él, Once... Estando fuera así de inestable no traerá mas que problemas- agregó con el mismo tono monótono de furia contenida. El aludido no quería admitirlo, pero tenía razón. Con esa clase de poder y sin saber como controlarlo solo causaría desastre. Él lo sabía.

-¿Sólo eso? - estaba sorprendido y no pudo ocultarlo, parecia una simple tarea de búsqueda.

Un suspiro y una pausa fue lo que le siguió, causando cierta tensión y mal presentimiento.

-Mata a cualquiera que esté con él... No debe haber testigo de su existencia-

 

Notas finales:

Admito que la primera parte mesalió corta, pero no veía como alargar mas aparte de que diablos... dos meses para escribir un triste capitulo...
donde quedo esa merokochan que escribia un capitulo en 2-3 horas?

en fin, el nombre clave me tarde en decidirme por uno así que justo cuando me estaba rindiendo me acorde de la serie Stranger Things y de la chica llamada Once así que pensé ¿por que no? y ahí quedó. Claro que su nombre real 6w6 será revelado pero no por ahora.


Gracias por las leidas y cualquier comentario! No olviden que hasta un conti plis te alegra el alma...a menos que seas un elitista :v


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