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La mujer por blackkphantom

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La visión de esa mujer, cercana a Danny, siempre al acecho. Era perturbadoramente familiar para Steve. Los bellos y largos cabello rubios, la delgada figura, su ligero andar, su frías manos. Envolvían al rubio. En ocasiones Danny la tomaba de la mano, la besaba. En sus momentos mas íntimos, Steve podía verlos. Su rubio amigo inmerso en sus pensamientos y ella a su lado, arropándole, envolviéndole con todo su ser.
Steve deseaba, necesitaba hacerla a un lado. Ser el quien abrazara a Danny, quien lo tomara entre sus brazos. No ella, nunca ella.
El marine estaba cansado y desesperado. No permitiría mas que la mujer le robara a su amigo, no le permitiría arrancarlo de su lado. Danny era suyo. El mundo y ella necesitaban saberlo.
Los últimos días habían sido agotadores, dos terribles casos los habían mantenido ocupados. Traficantes de personas y un sádico asesino serial, ocupaban sus días y sus noches. La incursión casi fatal dell día anterior, mantenía a Steve temblando e insomne. Casi perdió a Danny de nuevo. Les habían tendido una emboscada en los muelles, tras un intenso intercambio de balas, se vieron casi rodeados y rebasados. Su salida fue ridículamente arriesgada. Danny se coloco en la línea de fuego, atrajo su atención y recibió dos disparos en el pecho. Steve estaba enloquecido. No podía perderlo, no otra vez. La distracción les compro tiempo y los refuerzos salvaron la situación. El solo corrió hacia Danny, lo tomo en sus brazos, lo sacudía desesperado, gritándole cuan estúpido era. Bendito chaleco, los había salvado, a Danny de la muerte y a el de la locura.
Y allí estaba ella, de nuevo. Esperándolo, Danny dejo sus brazos y se refugio en los de la mujer. Juntos, en silencio, se fueron a casa. Steve odiaba poco pero esa mujer, sacaba lo peor en el.
Los conflictos con Rachel, el amargo recuerdo de Matt y problemas con sus padres, hacían mas sombrío a Danny y ella estaba a su lado mucho mas tiempo, ocupando un lugar que no le pertenecía, que era de Steve, de nadie mas. Hermosa como siempre, envolvía su cuerpo en el de Danny, sus fríos ojos lo miraban a el, sabia que la posesión del rubio era un desafío entre ella y el marine. Era una lucha con un solo ganador.
-El doctor Kirkland esta listo nene! Espero y pueda ayudarnos a encontrar al fin a nuestro asesino serial- comentó Danny, sacando a Steve de su estupor.
– Adelántate Danno, tengo algo que resolver, te alcanzó en un minuto. Oki?-
Danny lo miro preocupado, posando su mano en el brazo del castaño – Todo bien grandote?-
Steve sintió de nuevo esa corriente eléctrica que recorría su cuerpo, cada vez que Danny lo tocaba. – Claro que estoy bien! Ve! Te veo en un rato-
El isleño vio a Dcon un claro desafío en sus ojos.
-Lo conocí hace mas de veinte años- inicio la mujer, sin dejarle hablar. – una noche me cruce en su camino, estaba dispuesto a echarse en mis brazos, a entregarse a mi, sin resistencia. Estaba convencido de que yo era lo mejor para el. Pero entonces decidió dejarme, encontró a Rachel y tendrían un hijo. Volví a verlo, cuando su compañera murió. Pero ese día estaba muy ocupada, no pude llevarlo conmigo-.
-El no te pertenece- desafío Steve, acercándose a ella.
- Tampoco a ti- contestó ella
- Te equivocas, Danny es mío, de sus hijos, sus amigos. No puedes llevártelo de aquí! No dejare que me lo quites- El isleño sentía su corazón expuesto ante ella.
-El no es para ti, tu tienes a Catherine- respondió ella con fría calma.
-Daniel Williams es mío! Lo ha sido desde hace 8 años, no voy a cederlo. No a ti!-
La mujer sonrió -Ahora estas siendo posesivo!-
-No tanto como tu!- añadió el castaño. – Te he visto antes, se lo que haces-
-Estoy enamorada, Danny me hizo enamorarme de el. Lo he seguido por años y finalmente será completamente mío. Yo lo amo. Lo amare mas allá de la eternidad- dijo ella , apartado el cabello de su delgado rostro.
- Tu amor destruye. Lastima- Steve no estaba dispuesto a ceder.
-Podrías tener lo que quieras, Catherine, Lynn! Puedo traerla de vuelta, hacer que Catherine vuelva a ti!-
-Puedes hacerlo! Para mi siempre será Danny.-
Ella lo rodeo con calma. – Yo he estado con el, mucho mas tiempo que tu! Lo he acompañado durante muchos años. Y seguiré haciéndolo. En sus momentos de soledad, lo he acompañado, he estado a su lado en sus noches mas oscuras y camino con el cuando se encuentra perdido.
-Yo le acompañare siempre para que no se sienta solo, será su luz en sus noches oscuras y tomare su mano para evitar que se pierda-
La mujer incrédula lo miro de pies a cabeza. -Estarías dispuesto a hacer eso! A sacrificar tu vida por el!-
-No seria un sacrificio! Solo le daría a Danny un poco de lo mucho que el me ha dado a mi!- el marine contesto con toda certeza y sinceridad.
Por unos minutos , ella guardo silencio, parecía evaluar la situación, Analizar su próxima jugada. -Porque Danny? – su cínica mirada seguía cada movimiento. -El no es tu bella mujer-
Mcgarret suspiro lentamente. Estaba ganándole terreno a la mujer y jugaría su mas sincera carta, no perdería a su amado por ella. – Danny tiene un corazón gigante. Una sonrisa radiante. Una mirada que me hace creer que nos conocemos de antes. El tiene ganas de un mundo mejor. Tiene un mundo hermoso en su interior. Tiene luz, tiene amor. Y esta loco – agrego sonriendo – completamente loco. No es como ninguna otra persona. El hace magia con sus partes rotas y reúne las mías con su amor-
La mujer dio un paso atrás. – y que mas? Hay mas?-
-Si! El tiene paz. Tiene la simpleza de las cosas mas complejas. Cuerpo de joven y alma de viejo. Sabe andar a solas. Solo se aconseja. Si algo le hace mal, lo deja o se aleja. No encaja en la sociedad, no nació para oveja, le gusta la libertad. Ve con claridad. Va tejiendo fantasías en la realidad. Y cuando me abraza, me llena de felicidad.- concluyo el castaño, con lágrimas en los ojos.
Ella se alejo un poco mas, su rostro distorsionado y las manos temblorosas. – Entonces tu si lo amas, lo amas de verdad!-
-Mas que a la vida y por toda la eternidad- agregó el castaño.
-Yo siempre estaré allí! – La voz de la mujer sonaba distante – no puedo dejarlo. Vive en tiempo prestado, que solo me pertenece a mi. Tienes una oportunidad, hazla valer. Si ganas, será tuyo. Me alejare, me esconderé en lo mas recóndito de su corazón. Si no, el es mío. Lo tomare y no volverá!- con esto ella se alejo. La misma figura oscura que el marine había visto tantas veces en los campos de batalla y que le horrorizaba ver cercana a Danny. La misma muerte que había caído enamorada de su rubio y con quien pelearía con uñas y dientes para arrancarle a su amor.
- Hey Steve! Steve!- Danny lo llamaba justo frente a su rostro. -Que pasa contigo? Estuve esperándote! Tengo una dirección. Atrapemos a ese mal nacido! – El de Jersey lo apuraba dispuesto a terminar la macabra racha del asesino serial.
El recuerdo de las palabras de la mujer, hicieron estremecer al marine. – Danny! Espera! – dijo tomándolo de la mano. – Enviaremos un equipo a cercarlo. Tu y yo, necesitamos hablar-
Danny lo miraba desconcertado – Un equipo? De que estas hablado? Que demonios te pasa? Vamos terminemos con esto- el rubio estiro su mano, tratando de zafarse.
Mcgarret solo lo sujeto con mas fuerza. – No, Danny! Por favor!-
El de Jersey cedió con algo de recelo, intrigado por la suplicante mirada de su amigo.
El resto del día lo pasaron en casa de Mcgarret, un lugar al que Danny llamaba ya hogar, el sitio mas seguro que ambos conocían. Allí el marine abrió su corazón, le confesó cada uno de sus sentimientos, los cuales, después de la primera sorpresa, Danny admitió compartir. Hablaron de todo y de nada. De su soledad y desesperanza, de su amor, sus ilusiones, sus deseos. Y encontraron que la constante de sus vidas, era cada uno de ellos. Reconocieron su amor, su desespero y necesidad por el otro. Exhaustos cayeron dormidos, plenos y contentos en brazos del otro.
El insistente sonido de un celular, despertó a Steve. La vigilancia al asesino serial, había tomado un giro fatal. Sabiéndose acorralado el hombre enloquecido, asesino a los dos oficiales, antes de quitarse la vida. Habría sido Danny! De eso hablaba la mujer. Ese día Steve habría perdido a Danny!
Pasando su mano, sobre los rubios cabellos, Steve sonrió. Había ganado. Le había ganado una batalla a la muerte enamorada.
-Hola nene. Buen día! – el rubio despertó, mirándole tiernamente a los ojos y dándole un beso en los labios. -Esta todo bien?-
El marine beso la cabeza de su rubio. – Lo estará cariño, ahora lo estará!- Te amo Danny-
El de Jersey se acurrucó en su pecho. -Yo te amo mas.

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