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All was a dream por nelika

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Notas del fanfic:

Esto ya habia sido publicado, pero como estoy un poco subnormal lo borré por accidente XD

¡disculpen!-.-'

 

 

Pd: si no lo subi antentes fue por que pinshi amor yaoi no me dejaba. Espero que está vez no se haya subido mal>:'v (como las mil ochomil veces que lo intente).

Pd2: Ire subiendo los capitulos poco a poco. Hasta entonces ¡besos!

Pd3: Disculpen mis horrores de ortografía, es el primer fic que hago y la verdad me da un poco de pereza corregirlo, pero "ojo" si lo haré e.e

Notas del capitulo:

Adivinen quien borro su fic por pendejaXD 

Capitulo 1.

¿Mi familia?

buenos días

-...

-mami, despierta

-hump!..

-papi dice que es hora de que bajes a comer

-" ¿papi ?"- abrí mis ojos para encontrar frente a mí el rostro de una pequeña niña de cabellos cortos y azules, con bellos ojos violetas

-¡mami! Al fin despertaste, papi me dijo que te avisara que era hora de desayunar, que bajaras

-¿papi?

-ah! si mamá- dijo mientras inflaba sus cachetes -papi dice que bajes, apresúrate te esperamos abajo-salto de la cama y corrió hacia la puerta

¿Mami?, ¿papi?, Honestamente no tenía ni la menor idea de lo que estaba ocurriendo aquí, baje de la cama observando toda la habitación para darme cuenta que esta no era mi casa, y tampoco traía mi ropa, tenía puesto un camisón holgado blanco, un poco transparente. -¡qué diablos sucede aquí! -trate de cubrirme un poco, seguro mi cara estaba roja de la vergüenza, camine hacia una puerta que parecía el armario pero al abrirla note que en realidad era el baño, busque de inmediato algo de ropa, pero no encontré nada, Salí tratando de cubrir un poco mi cuerpo buscando con la mirada algo de ropa y lo único que encontré para ponerme rápido y poder salir de ahí era una bata color blanco, me la puse rápidamente antes de que alguien regresara.

Salí de la recamara y a medida que avanzaba podía escuchar risas, una de ellas era la de la niña que me había despertado, y la otra era de alguien que conocía pero no lograba recordar, quien era.

Al llegar a cocina vi a la niña y a un hombre alto de largo cabello que sonreía ampliamente

-buenos días amor-dijo mientras sostenían una sartén

"¿amor?", quizá me caí y golpe demasiado fuerte mi cabeza, pero no recordaba nada de lo que aquí pasaba

-...

-¿Qué tienes amor?, ¿te sientes mal?

-¿N-no?

-que bien, por un momento me preocupaste- se acercó a mi mientras una de sus manos tomaba mi cintura atrayendo mi cuerpo hacia el suyo dándome un cálido abrazo que duro poco más de unos segundos para después soltarme y acercar su mano a mi rostro, delineando con su dedo pulgar mis labios, juntándolos de un momento a otro, esto era demasiado extraño, sabía que lo conocía pero no recordaba de donde, algo dentro de mí me decía que debía alejarme de él, pero mi cuerpo no reaccionaba hasta que una vocecita me saco de mis pensamientos e hizo que nos separáramos

-Mami, papi, podrían hacer eso después, vamos a comer

-es cierto amor, debemos darnos prisa, yo llevare a dita a la escuela

-S-si

Terminamos de comer rápido en lo que "dita" nos contaba cosas sobre la escuela, y sobre sus amigos, mientras que yo solo asentía con la cabeza y su padre solo sonreía.

-bien muñeca, es hora de irnos, o si no se nos hará tarde, toma tus cosas y vámonos

-si papi

-despídete de mama

-adiós mama- dijo moviendo su mano en señal para que me agachara hasta quedar a su altura para darme un corto abrazo y un cálido beso en mi mejilla, y después salir por la puerta principal

-nos vemos en un rato amor-se despidió mientras me besaba rápido- lo siento debo irme o dita se molestara – dijo separándose de mi mientras me sonreía

Me quede durante unos minutos parado frente a la puerta viendo como ellos se marchaban, convivir con ellos esos cortos momentos no me molesto para nada, el único problema es que no tenía ni idea de quienes eran, la pequeña me decía mama cuando yo claramente no podía serlo

Cerré la puerta, de momento no quería irme, necesitaba respuestas, y además no saldría así como estaba vestido, prácticamente no traía nada puesto

Camine de regreso a la cocina y mientras lo hacía podía ver los retratos que estaban ahí colgados, estábamos él y yo, las cosas parecían normal, parecíamos una pareja real, pero no recordaba nada, seguía tomando los retratos hasta que una foto llamo mi atención, ese claramente era yo, pero... Me deje caer en el piso, ¿Por qué todo era tan confuso? ¿Por qué no recordaba nada?

Me quede sentado ahí, los minutos pasaron hasta que la puerta de la entrada se abrió de nuevo dejando ver esa cabellera blanca que se acercó hasta mi apenas noto que estaba en el piso

-¿estás bien?- se agacho hasta quedar a mi altura

-¿Quién eres?

-¿Qué?

-¿Quién eres?

-como que quien soy amor, soy tu esposo

Abrí mis ojos tanto como estos daban, él dijo que estábamos casados

-¡mientes!

-amor no miento, mira- levanto su dedo mostrándome con ello un anillo- tú también tienes el tuyo, levanto mi mano acariciando levemente mi dedo bajando su mirada en señal de que yo también lo hiciera, y lo vi; ambos portábamos una pequeña argolla

-...

-¿te sientes bien?-coloco su mano en mi frente tratando de ver si acaso tenía fiebre

-¿Cuál es tu nombre?, ¿Dónde estoy?, ¿Quién soy?, ¿Cómo llegue aquí?, ¿desde hace cuánto tu y yo?

-amor en verdad me estas preocupando, si esto es una broma en verdad no es divertido

-no estoy bromeando, ahora dime quien soy

Suspiro pesadamente dándose cuenta de que su esposo no estaba bromeando. –amor, mi nombre es Minos, tu nombre es Albafica, estás en tu casa, en Grecia, como llegaste aquí tiene que ver en el cómo tu y yo nos conocimos, cuando estabas estudiando nos enamoramos, salimos por al menos 2 años, hasta que te propuse matrimonio y aceptaste con la condición de que nos casáramos hasta que termináramos nuestros estudios –hizo una pausa viendo como Albafica lo miraba atentamente, así que decidió continuar. -cuando terminamos de estudiar nos casamos, eso fue hace 4 años y fue poco tiempo después de que decidiéramos vivir juntos que me diste la mejor noticia que podías haberme dado- sonrió. - ibas a hacerme papa de la mejor hija que alguien puede tener

Así que esa imagen no era mentira, su vientre abultado, era realmente él, si todo lo que le decía era cierto porque es que no recordaba nada, el hombre que estaba delante suyo parecía realmente sincero, entonces porque no podía confiar de todo en el

-¿ya te sientes mejor?, escucha te responderé todo lo que quieras saber pero vamos a levantarnos de aquí ¿sí?

Asentí con un ligero movimiento de cabeza mientras Minos tomaba mis manos para levantarme

Fuimos directo a la cocina donde ese hombre llamado Minos encendió la cafetera esperando con dos tasas frente a el

-¿quieres saber algo más?- dijo volteando a verme, regalándome una sonrisa cálida que de alguna forma me reconforto

-¿Cómo es que tú y yo pudimos... ya sabes a dita?- gire mi rostro evitando así que viera el sonrojo que seguro apareció en mi cara

Tomo el vaso de la cafetera y lleno ambas tasas para después venir hacia mí y darme una mí

-je', no tienes por qué ocultar tu vergüenza amor, conozco todo de ti, y el cómo pues es fácil en realidad, después de que nos enteramos que esperábamos a dita fuimos al médico y nos dijo de tu condición que eras capaz de enjergar gracias a que prácticamente tenías órganos que no te correspondían por eso fue posible que dita este con nosotros, también nos dijo que eso podría repetirse si no teníamos los cuidados suficientes, nos propuso operarte, pero yo no quería y tú tampoco y por eso aun tienes la capacidad.

-¿C-cuál es su nombre?

-afrodita, porque es tan hermosa como la misma diosa, o en este caso como su madre. –observo como las mejillas de su esposo se sonrojaban ante lo dicho

Mi cara se puso tan roja como un tomate- no digas tonterías, y no me llames hermosa y mucho menos madre

-pero eres hermoso y eres la madre de afrodita, además es así como ella te llama es imposible que cambies ese hecho

-bueno ella me llama mama, pero tú no debes llamarme así

-está bien amor, ¿tienes alguna otra pregunta?

-¿Qué edad tiene?

-nuestra pequeña tiene seis años, nació el 12 de junio por si te lo preguntabas

-...

-tiene tu cabello y tu carácter- soltó una risita al decir eso ultimo – es perfecta

-sí, lo es, sus ojos son idénticos a los tuyos- sonrieron al mismo tiempo

-me hubiese encantado que fuera idéntica a ti en todo sentido.- sonrió para después mirar hacia el reloj que colgaba de la pared y cambiar su sonrisa por una mueca. -amor temo decirte que se hace tarde, aunque no quiero debo ir a trabajar

-está bien- asentí decepcionado, quería saber mas

-no te preocupes, tratare de salir temprano, así saldremos a donde tú quieras

Minos termino lo último que le quedaba a su café y dejo su taza en el lavadero para después caminar hacia mí, tomar mi cabeza y dar un rápido beso en mi frente y dirigirse a la habitación, lo seguí poco después encendiendo el televisor esperando a que terminara de bañarse, cambie de canales pero no había nada interesante en ella, pasado un rato Minos salió con una toalla alrededor de su cintura, para después quitársela frente a mi

-¡¿Qué diablos estás haciendo?!- gire mi cabeza sonrojada hasta las orejas

-ha' amor solo iba a ponerme mi ropa interior, además me has visto así tantas veces que ya ni siquiera deberías sorprenderte

-¡cúbrete maldito pervertido!

-sí, sí, si – se puso su ropa interior y abrió una puerta de lo que parecía ser el armario, sacando un traje gris obscuro, la verdad lucia bien, pero se veía un mejor puesto en el, el traje se ajustaba a todo su cuerpo, él era delgado y alto por lo que le daba un toque elegante

Tomo un maletín y comenzó a caminar fuera del cuarto, lo seguí hasta llegar a la puerta principal, se detuvo antes de salir por ella y se giró hacia mí. - se supone tienes que ir por dita, pero mejor iré yo, así que no te preocupes

- no, iré yo

-estas seguro

-si

-está bien, nos vemos al rato- se despidió de mi bajando su maletín hasta dejarlo en el suelo para rodear mi cintura tomando con su mano mi nuca atrayendo sus labios a los míos dándome un beso mejor que los anteriores, me di cuenta de lo que estaba haciendo y lo empuje para que se alejara de mí.

-Y-yo, lo siento

-no te preocupes amor- recogió su maletín y solo dio un pequeño beso en la mejilla y después se despidió- nos vemos luego

Lo vi marcharse para luego ver la puerta cerrándose

(~ á´¥ ~)

Apenas desperté el el viejo me hablaba, tal vez de nuevo me haría hacer todas sus cosas, lo peor de eso era que tenía que entrenar cuando terminara todo eso, estaba cansado, ayer fue lo mismo, parecía que ese viejo disfrutaba de verme hacer todas esas cosas

Subía por los templos mientras pedía permiso a todos los guardianes y saludaba a su vez, trataba de no tomar mucho tiempo o el patriarca se molestaría aún más con migo, comenzaba a maldecir el hecho de que mi templo fuera el cuarto, tenía que caminar tanto solo para que me ordenaran algo

Pase por todas las casas para por fin legar a la habitación del patriarca

-buenos días manigoldo –saludo el patriarca

-buenos días –contesto seco

-veo que no estas de humor, aunque eso ya no es novedad

-ve al grano viejo

-tan directo como siempre Manigoldo, bien, tendrás que salir de misión

-¡¿Qué?!, pero si acabo de salir hace poco, debes estar bromeando con migo es decir hay demasiados caballeros y justamente tengo que ser yo. Yo paso, búscate otro idiota para salir esta vez –comencé a salir de la habitación, y es que era cierto hace apenas unos días había regresado de una misión que fue una completa estafa ya que solamente eran rumores de gente metiche, además en verdad estaba agotado

-está bien, tendré que ver a quien más puedo mandar, tal vez kardia quiera acompañar a Albafica, o tal vez Aspros

Detuve mis pasos, y es que hasta parecía que todo mi cansancio desapareció de inmediato

-sabes viejo, ya me llamaste aquí y sería una verdadera molestia tener que avisarles a Aspros o a Kardia así que te parece si yo voy de misión esta vez

-no te preocupes manigoldo, seguro estás cansado de tu última misión y lo que menos quiero es que uno de los caballeros de alto rango este agotado si se presenta una verdadera crisis, además no creo que a Albafica le moleste tener que ir con Kardia

-Vamos viejo si ese es el caso porque no mandas a Degel sabes que esos dos nunca pueden estar separados

-no puedo mandar a Degel por qué él ya tiene asignada una misión y Albafica también sabe cómo curar a kardia si se presenta algún problema con su corazón

-tsk!, yo tomare la misión

-¿Qué dijiste?

-que yo tomare la misión, solo dime que tenemos que hacer

...

El viejo me explico todo lo que necesitaba saber y me dijo que debía alistar mis cosas pronto para salir cuanto antes, también dijo que debía avisarle a Albafica ya que por alguna razón él no estaba ahí

Según el patriarca esta misión era seria en verdad, ya había mandado a varios caballeros de plata pero según el ninguno había regresado, y en todo el tiempo que estuvieron fuera tampoco habían dicho nada. Era una misión interesante en pocas palabras, pero seguía siendo una misión lo único bueno que saldría de esto es que podría pasar tiempo con Albafica, claro si este no se ponía de huraño como era su costumbre

Bajé de nuevo por las infernales escaleras la única diferencia era que esta vez tenía que pasar por la casa de piscis, y para mi mala suerte Albafica no estaba, tal vez estaba entrenando con los demás, solo me quedaba bajar a ver las arenas de entrenamiento

Busque por todas partes pero Albafica nunca apareció, tal vez la mejor manera de Salir de este asunto era simplemente preguntarle a alguien y el primero que apareció frente a mí fue shion

-hola shion, bonito día ¿no?

-ah!, hola manigoldo cierto es un bonito día- dijo mientras estiraba sus brazos

-shion, ¿has visto a Albafica? El viejo me dijo que hablara con él, hay una misión

-no, no lo he visto desde ayer en la tarde, ¿ya lo buscaste en su templo?

-vengo de ahí, pero no estaba, tampoco lo vi en los combates

-es raro, Albafica nunca falta a entrenamiento – dijo buscándolo con la mirada

-quizá hoy simplemente no quiso venir, no lo culparía, sabes que siempre está lleno de aprendices ruidosos que siempre están intentando propasarse y tiene miedo a lastimarlos

-pero a pesar de eso el nunca falta, si ese es el caso prefiere irse a un lugar alejado, pero ya lo e buscado y no aparece

-no crees que podría estar en la cabaña que estar cerca del jardín de rosas

-puede ser, pero la verdad la última vez que entre ahí salí lastimado, y Albafica me regaño durante día y noche por hacer esa tontería

-entonces lo mejor será esperar a que el baje si es que esta ahí

-tienes razón, ah, el viejo se molestara con migo si no le hablo, ah tendré que aguantar un sermón por su culpa- dijo rascando su nuca despreocupadamente- shion solo rio bajito por la actitud de su compañero

(~ á´¥ ~)

Minos se había ido hace poco, entre en la enorme tina que había allí me quede relajado de un momento a otro tratando de aclarar un poco mi mente pero seguía sin recordad que fue lo que paso en todo ese tiempo, cuando salí busque ropa, y abrí el armario de donde Minos había sacado su traje y ahí había muchos más, pero no quería ponerme eso, parecía bastante incomodo traer eso puesto así que seguí buscando hasta toparme con lo que parecía mi ropa saque un pantalón corto blanco y una camisa azul obscuro

Cuando termine de vestirme desenrede mi cabello, ahora que lo pensaba Minos nunca me dijo a donde tenía que ir por dita y tampoco me dijo a qué hora, -ah! – Suspiro - soy una pésima madre.- se dio cuenta de sus palabras y cubrió su cara con sus manos ocultando su vergüenza. –qué diablos estoy haciendo, ni siquiera sé si en verdad ella es mi hija, aunque tampoco debería dudarlo, ella es idéntica a mí a excepción de sus ojos. -todos esos pensamientos me provocaban jaqueca, comencé a buscar en la habitación algo en que entretenerme, la televisión en verdad me aburría.

Camine hacia el armario, cuando Minos saco sus trajes pude ver varias cajas que llamaron mi atención, las baje y al abrirla vi que había fotos y cosas que parecían bastante viejas, tome las fotos y las comencé a ver; en una de las fotos aparecían yo junto a un hombre pelirrojo de una edad no tan avanzada y había otras donde salía con jóvenes que parecían ser amigos, en la mayoría siempre estaba con Minos o solo aparecía yo con mi vientre abultado o fotos de dita cuando era más pequeña, si parecíamos una familia después de todo

En la caja aparte de las fotos habían cosas viejas; pequeños vestiditos, libros,

Estuve así durante un buen rato, revisando todas las cosas que ahí se encontraban que no note cuanto tiempo había pasado, el timbre sonó resonando por toda la casa, me levante y fui directo a la puerta al abrirla dita entro corriendo a abrazarme

-¿Qué haces aquí?

-ya salí de la escuela mami

-eh? Pero, ¿Quién te trajo?

-Lune

-¿Lune?

-hola señor Albafica –hablo un joven de no más de veinte años, de baja estatura y cabellos platinados

-¿Quién eres?-dije atrayendo a dita hacia mi

-siento venir así, pero el señor Minos me dijo que fuera a recoger a su hija a la escuela y la trajera a casa

-le dije que yo iría- dije para mí mismo, sin embargo Lune lo escucho

-el señor Minos dijo que eso le evitaría molestias, y no fue ningún problema parara mi

-bien, amor sube a tu cuarto a cambiarte y luego bajas y vemos que aremos de comer ¿sí?

-si mami!

-su hija es muy linda, se parece al señor Minos –las mejillas del joven adquirieron un tono carmín cuando dijo eso. –muy bien, tengo que retirarme, tengo trabajo que hacer, que tenga un lindo día

-sí, igualmente. –cerré la puerta apenas dio vuelta el asistente de Minos, por alguna razón ese tipo no me agradaba, aunque ya ni siquiera sabía que era bueno o malo

-dita!, donde estas cariño. –entre a la habitación que parecía ser de mi hija, ya que los colores eran más alegres rosas pastel y azules celestes en su mayoría

-aquí estoy mami

-como te fue en la escuela cariño

-supongo que bien- dijo mirado hacia otro lado

-como que supones, ¿acaso sucedió algo malo?

-...

-no pasa nada amor, sabes que puedes decirme lo que quieras, aquí estaré y te apoyare en todo lo que pueda. –acaricie su cabello

-es que, hay una niña que me molesta –comento bajito

-Cómo que te molesta, ¿Qué es lo que te hace cariño?

-ella se burla de mi, porque...

-¿porque?...

-porque dice que mi familia es extraña, ella dice que los niños deben tener una mama y un papa y que yo tengo dos papas, yo siempre le digo que mientras ellos estén con migo todo está bien pero ella aun me molesta

-cariño no tiene que afectarte lo que esa niña te diga, yo y tu padre te amamos tanto o más como los padres de esa niña la quieren a ella

-yo, yo lo entiendo mama, y no me molesta por que yo a ustedes también los amo, solo quisiera que ella simplemente dejara de decir esas cosas

-hum, hablare con tu padre y arreglaremos eso, pero por ahora que te parece si preparamos la comida y cuando terminemos te doy helado

-SI! -Cuando se lo dije sus hermosos ojos violeta se iluminaron y me regalo una sonrisa que hiso mi corazón latir tan rápido, la abrace tan fuerte como pude –mami yo también te amo mucho, pero podrías soltarme, no puedo respirar

-ah! Si cariño, lo siento

Al terminar de hablar dita y yo preparamos la comida y comimos mientras me contaba sobre lo difíciles que eran las matemáticas y como se divertía con todos sus amigos.

─mami, are mi tarea

─está bien cariño, si necesitas ayuda me dices y te ayudare

─si mami

Así como lo dijo después de un rato ella término y se quedó dormida, yo no tenía nada que hacer así que simplemente encendí el televisor, para después quedarme dormido también.

...

Sentía como alguien daba besos en mi rostro y pasaba sus manos por todo mi cuerpo dándome leves caricias, provocando que soltara leves suspiros

-mi hermoso Albafica –susurraba

-hum –

-despierta amor

- no quiero

-despierta, te dije que hoy saldríamos a donde tu quisieras, dime amor ¿Qué quieres hacer?

Me senté sobre la cama aun somnoliento sobando mis ojos mientras bostezaba, la verdad no tenía ganas de salir pero Minos se tomó la molestia de Salir temprano de su trabajo y tal vez a dita le haría bien salir un rato al menos a dar un paseo al parque o tal vez a comer

-la verdad es que no se me ocurre nada

-qué te parece si vamos a ver una película y después vamos a comer

-si dita está bien con eso, entonces si

-bien pues entonces vallamos a preguntarle

Íbamos a levantarnos cuando sentí como Minos tomaba mi brazo para atraerme de nuevo a la cama, acomodo mi cuerpo sobre el suyo, pasando sus manos por mi espalda

...

Continuara...

 

Notas finales:

Gracias por leer:3


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