AMOR MIO…
Ambas parejas miraban el televisor ¿La razón? Un juego muy importante en la NBA sobre sus equipos favoritos, cada pareja tenía al suyo de preferencia y tenían una pequeña apuesta, el equipo que perdiera debería preparar la carne asada el día de mañana. En la orilla izquierda del sofá se encontraba Riko, aquella que una vez fue su entrenadora y al final había terminado en un buen trato con la familia de su actual esposo para ayudarse entre ambas familias a hacer crecer su capital, el mismo se encontraba a su lado, Kagami Taiga quien miraba con impaciencia el televisor evitando a costa las pequeñas quejas de inconformidad de su mujer quien no dejaba de decir que el estómago de 7 meses le empezaba a cansar y que con él no podía sentarse bien consiguiente al lado derecho de Taiga se encontraba su antigua sombra Kuroko Tetsuya, quien también miraba el televisor pero un poco más relajado hasta que al final unos pasos se escucharon de las escaleras, de ahí venia bajando su esposa Momoi Satsuki quien recién había ido a dejar a su pequeña bebé de 3 años, había caído presa en los brazos de Morfeo y ahí con tanto grito corría el riesgo de despertarla y con suerte habían logrado cansarla y hacerla dormir.
Kuroko relajo sus caderas haciéndose más para adelante, abriendo sus delgadas piernas que sobraba decir era increíble lo bien moldeadas y blanquecinas que eran.
- ¿Se quedó dormida? –Pregunto a Momoi apenas tomara asiento al extremo derecho del sofá.
-Si… ojalá y no despierte pronto…
Pero las palabras de ellos dos se perdían en la inmensidad de aquella mirada borgoña.
SI ESTOY DEBAJO DEL VAIVÉN DE TUS PIERNAS
SI ESTOY HUNDIDO EN UN VAIVÉN DE CADERAS
ESTO ES EL CIELO, ES MI CIELO
El comentarista anuncio el final de la primera mitad, sería un espacio de 10 minutos más algunas opiniones más sobre los otros 2 cuartos así que Kuroko se puso de pie.
-Iré un rato arriba con Taira, para asegurarme que no despierte durante estos minutos y su sueño se haga más pesado –Hizo una pausa y volteo a ver a su compañero –Kagami-Kun ¿Quieres venir conmigo? Así y de paso te enseño algunas cosas nuevas que pude desbloquear en el videojuego de la otra vez, te aseguro que ya pude superarte en armamento.
Kagami le sonrió y se levantó cual resorte sale disparado.
-Sabes que nunca dejare que me superes tan fácilmente Kuroko.
-De acuerdo de acuerdo –Interrumpió Riko sobándose el estómago –Pero traten de no tardar mucho, a veces solo van a jugar y terminan embobándose más de 2 horas allá arriba.
-Bajaremos pronto –Dijo con una voz un poco aguda y burlona Kuroko –Esta vez prometo que no tardaremos mucho.
-Sí, ya venimos –Continuo Kagami ni tarde ni perezoso caminando detrás rápidamente de su sombra.
Momoi solo volteo un segundo a verlos, les sonrió levemente y volteo su mirada a Riko para acercarse a ella y sobar también la pancita. Solo pasos apresurados en la escalera de fondo fue lo que logro escucharse.
AMOR FUGADO.
ME TOMAS, ME DEJAS, ME ESCRIBES Y ME TIRAS A UN LADO
TE VAS A OTROS CIELOS Y REGRESAS COMO LOS COLIBRÍES
ME TIENES COMO UN PERRO A TUS PIES
Kuroko sentía aquella presencia felina tan cerca de él que parecía lo iba a devorar en cualquier momento y que, si por Kagami fuera iría besando el suelo que el peliazul pisaba, antes de llegar a la habitación de juegos le dio un vistazo a la Cuna de su hermosa bebé, quien dormía tan plácidamente, bien… no había razón por la cual salir de ese cuarto durante los siguiente 10-15 minutos. Así que apresurándose incluso el mismo camino hasta aquella habitación y cerraron casi silenciosamente, solo un pequeño click logro escucharse… el seguro estaba puesto.
OTRA VEZ MI BOCA INSENSATA
VUELVE A CAER EN TU PIEL
VUELVE A MÍ TU BOCA Y PROVOCA
VUELVO A CAER EN TUS PECHOS, EN TU PAR DE PIES
Kagami inmediatamente presiono su cuerpo contra el de Kuroko sobre la puerta levantándolo y haciendo rápidamente fricción sobre su trasero, sus bocas se comían con tal lujuria que incluso no había cavidad para la saliva, pues esta salía derramada por la comisura de Kuroko, incluso su lengua estaba siendo succionada por la boca del pelirrojo, y en menos de un minuto sus miembros estaban tan duros que hacían una fricción exquisita.
LABIOS COMPARTIDOS
LABIOS DIVIDIDOS, MI AMOR
YO NO PUEDO COMPARTIR TUS LABIOS
QUE COMPARTO EL ENGAÑO
Y COMPARTO MIS DÍAS Y EL DOLOR
YA NO PUEDO COMPARTIR TUS LABIOS
OH AMOR, OH AMOR COMPARTIDO
Kagami cada que tenía a Kuroko en esa posición recordaba el maldito día en el que todo había iniciado, que se había roto, primero su matrimonio con Riko y después la noticia de que Kuroko también se casaría.
Lo agarro bien de las caderas y fue a tumbarlo al otro sofá ahí en esa habitación que era usado actualmente por los dueños de la casa como un santuario para los videojuegos del “Señor Kuroko” pero el sofá que se situaba ahí era más grande y acolchonado. Perfecto para no ocasionar ningún ruido.
Solo los domingos que agarraban como pretexto para pasar “días de familia” era cuando podían verse, sentirse, amarse, de tal manera que siempre quisieron, pero bien sabían jamás iba poder suceder, cada quien, con su respectiva pareja, el mundo estaba ya en contra de ellos.
AMOR MUTANTE
AMIGOS CON DERECHO Y SIN DERECHO DE TENERTE SIEMPRE
Y SIEMPRE TENGO QUE ESPERAR PACIENTE
EL PEDAZO QUE ME TOCA DE TI
Cada maldito domingo debía esperar para poder devorarlo, justo ahora su camisa estaba enfriándose en el piso y sus bóxer terminaba de recorrer sus piernas para quedar casi en su totalidad desnudo, si no fuera porque aún quedaban sus calcetines de por medio. Saco su celular de los pantalones y lo puso sobre el suelo desbloqueándolo mirando la hora, solo les quedaban 12 minutos antes de que los fueran a buscar con el típico toquido desesperante en la puerta, queriendo más de una vez salir y gritarles que los dejaran follar tranquilos. Se mordió suavemente el labio cuando sintió las delgadas manos de su sombra bajando su bragueta y sacando su enorme miembro del lugar que lo mantenía escondido, y lo tomaba caliente entre su mano derecha, mientras con la izquierda ensalivaba la palma para empezar a humedecer el glande y comenzar a masturbar, el líquido preseminal comenzó a salir ayudando a que la mano resbalara con más ganas, haciéndolo más rápido, Kagami se irguió un poco mirando lo que habían ganado.
Celos y más sentía cada vez que lo imaginaba en las noches con Momoi…
RELAMPAGOS DE ALCOHOL
Y recordar todas las veces que se emborracho cuando se enteró que iba a casarse, durante su boda y después de que se casara, todas las veces que discutieron la razón del porque simplemente jamás pudieron llevar a cabo su amor si se amaban, que tuvieron que distanciarse, y al final solamente se dejaron dolor. Por el que diría la gente ¿Verdad? Porque alguien del mismo sexo no podía amarse, porque durante toda su estancia juntos en la escuela vivieron un romance que Kagami solo decidió dar por juego y broma, pero al final cuando miro a Kuroko con otro le dolió en el alma, más aun, sintió morir. Cada noche ahogarse en alcohol y brindar por su nula felicidad y pensar en cómo sería si estuvieran juntos. Y río al sentir un espasmo en el vientre bajo que le hizo volver a la realidad, Kuroko con su dedo pulgar hacia círculos en la punta de su miembro, haciéndolo más viscoso aun… ¡Maldecía por dentro! No poder comerlo a saborear cada lugar… y tampoco se explicaba aun porque no había caído en coma etílico.
LAS VOCES SOLAS LLORAN EN EL SOL
¡EH! MI BOCA EN LLAMAS TORTURADA
TE DESNUDAS ANGELADA
LUEGO TE VAS…
Kuroko aun con el miembro ajeno en sus manos levanto sus caderas y empezó a rozarlo entre sus nalgas, haciéndolo pasar varias veces por su entrada mientras le sonreía de manera seductora, y relamiéndose los labios de manera lasciva enterró apenas la puntita en su entrada, apretándole a Kagami de manera deliciosa… se supone que Kuroko fuera quien gimiera pero no era si, era Kagami quien estaba ahora soltando suaves gemidos que estaba a punto de tomarlo de las caderas y empujarse a él tan fuerte que haría su garganta se desgarrara. Se agacho y empezó a besarlo nuevamente de manera desesperada, quería reclamar sus labios, marcarlos y borrar toda marca de quien los besaba cada semana… odiaba saber que al salir de ahí su cuerpo seria nuevamente de ella.
OTRA VEZ MI BOCA INSENSATA
VUELVE A CAER EN TU PIEL DE MIEL
De sus labios bajo… simplemente no pudo aguantarse a saborearlo, lamio su cuello con tal lujuria que parecía saboreaba al más rico de los caramelos, tan dulce… sus clavículas tan sexys que se marcaban y sus pezones rosados que reclamaban por ser mordidos y jalados… todo en era el dulce.
VUELVE A MI TU BOCA, DUELE
VUELVO A CAER DE TUS PECHOS A TU PAR DE PIES
Un pecho plano, pero tan suave y rico que parecía tocaba el cielo y caía al infierno en el mismo segundo que su mente lo torturaba, el sería también papá en 2 meses más, y seguía sin creer que todo eso estuviera pasando… lo idolatraba, lo amaba tanto.
LABIOS COMPARTIDOS
LABIOS DIVIDIDOS, MI AMOR
YO NO PUEDO COMPARTIR TUS LABIOS
QUE COMPARTO EL ENGAÑO
Y COMPARTO MIS DÍAS Y EL DOLOR
YA NO PUEDO COMPARTIR TUS LABIOS
Y tenía tantas ganas de tomarlo, llevárselo lejos de ahí, esperar solo esos dos meses más a que naciera su pequeño hijo, tomar a Taira eh irse a estados unidos, un lugar donde nadie los conociera, nadie los juzgara y pudieran ser felices ellos 2 y sus pequeños hijos, ser la familia feliz que el siempre soñó pero que por su inseguridad e inmadurez no supo valorar en su momento.
QUE ME PARTA UN RAYO
QUE ME ENTIERRE EL OLVIDO MI AMOR
Tomo sus piernas cerca de la parte de los glúteos y se enterró en el, miro el celular, tan solo escasos 8 minutos los separaban de su cruel realidad, mientras escuchaba los gemidos, lo apretado, lo mojado, las mordidas y la saliva correr por su cuello mientras Kuroko se aferraba a este, y el trataba de anhelar eso con todo su corazón y olvidar el dolor del pasado.
PERO NO PUEDO MÁS COMPARTIR TUS LABIOS
COMPARTIR TUS BESOS
LABIOS COMPARTIDOS…
Mirando aquellos labios rosados y secos de respirar agitadamente, de aguantar gritos y solo soltar gemidos pesados que terminaban en suspiros… aquellos labios que tenía que prestar.
TE AMO CON TODA MI FE SIN MEDIDA
TE AMO AUNQUE ESTÉS COMPARTIDA
TUS LABIOS TIENEN EL CONTROL
Y aquellas paredes terminaron de torturar su miembro haciendo que su esencia se esparciera dentro de aquel hombre que poseía su corazón, su alma, su vida, derramándose en él y a su vez sintiendo la calidez de la semilla ajena sumiéndose en el placer del momento, de su amor que nunca podría ser, gimiendo de manera silenciosa y un suave “Te amo” que se perdió en su conciencia y entro a su corazón, con ganas de pararse, gritarle y reclamarle que dejara a su esposa y viniera con el… pero aquellos ojos celestes tenían el poder y sus labios… ellos mandaban.
TE AMO CON TODA MI FE SIN MEDIDA
TE AMO AUNQUE ESTÉS COMPARTIDA
Y SIGUES TÚ CON EL CONTROL.
Y exactamente así fue, cuando Kuroko estaba por abrir la puerta, Kagami le detuvo, el celular marcaba exactamente la hora que debían bajar y sus lindas esposas no tardaban en ir a joder. Lo sabía, los ojos de Kuroko le decían que todo era una pequeña venganza que… a pesar de que el también sufría no permitiría volviera a reclamarle, no le permitiría volver a entrar de lleno a su corazón.
-Oye Kuroko… -Dijo el pelirrojo apenas escucho la puerta abrirse –Déjala ya… es hora de que tú y yo… -Pero no hablas cuando tu boca está ocupada en otra cosa ¿Verdad? Kuroko le dio un beso que casi le termino de robar lo poco que le quedaba de alma.
-Por ahora no… Kagami-kun –Termino con su típica sonrisa burlona… haciéndole ver el poder que tenían sus labios.
Unos labios que jamás podrían ser totalmente suyos.